NINGUNA IGLESIA RICA ES
CRISTIANA
El obrero carpintero Jesús de Nazareth, que llevaba en sí mismo al
Cristo, dice: “El reino de Dios es de los
pobres”. Lucas 6-20. Jesús de Nazareth dice: “Aprended de mi”; “No se puede servir a Dios y al dinero”, etc., y
tantas cosas más ya repetidas en nuestros mensajes; está claro que ninguna
iglesia rica es cristiana, por ejemplo, el catolicismo, protestantismo, etc.;
estas organizaciones religiosas no son cristianas al estar compuestas de ricos
y pobres, o sea, unos creyentes que se hacen ricos a costa del trabajo de otros
creyentes y a veces a costa de su vida en las guerras que organizan los ricos,
y todo esto con el apoyo o el visto bueno de las jerarquías y sacerdotes
católicos católicos y protestantes, no son pues iglesias cristianas. Y
nosotros, los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre, el único y
verdadero cristianismo de Cristo en el mundo, no admitimos a los ricos en la
iglesia si dejar las riquezas materiales. Si las jerarquías y los sacerdotes,
con sus creyentes ricos, todos se hacen pobres, serán bien recibidos en la
Iglesia Pobre, la de Cristo. No es ninguna fantasía, es la Verdad de Cristo, no
se trata de tener sacerdotes con estudios de seminario, paga o sueldo mensual,
etc., ni tener templos, catedrales, etc., ni vivir en palacios, etc., es pues
cuestión de vivir en y con Cristo, con Dios. Se trata de que el verdadero
apóstol de Cristo y sacerdote de Dios trabaja para comer, no se haga ricos,
predica con su ejemplo, sus actos son positivos y sus sencillas palabras, el
evangelio de Cristo, lo vive con su familia, con sus amigos, etc., etc., y
estos verdaderos apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios, no necesitan
estudios de ninguna clase, ya que el amor de Dios se manifiesta en hechos y no
con estudios de seminario, con versículos de la Biblia, etc. El Amor de Dios en
el ser humano se manifiesta sencillamente en Bondad. El Vaticano católicos y
los demás Vaticanos protestantes, si quieren ser cristianos, que se hagan
pobres, y si también sus creyentes
quieren ser o pertenecer a la Iglesia de Cristo, que se hagan pobres o manden a
paseo tanta farsa, tanta hipocresía, y unos y otros no engañen más a nadie.
Aquí en Mallorca, estamos dando a conocer el verdadero y sencillo cristianismo
de Cristo. Obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre, algunos somos
descendientes de los primeros israelitas cristianos que llegaron a Mallorca,
poco tiempo después de la muerte de nuestro Rabí, el obrero carpintero Jesús de
Nazareth, el Cristo, y sus sencillas enseñanzas han llegado hasta nosotros de
forma oral, de padres a hijos; la Iglesia Pobre es el único y verdadero
cristianismo en este mundo. Pero Cristo,
o sea, Dios, no es monopolio de nadie, pero ningún rico puede ser cristiano,
pues Dios dice: “Ama a tu prójimo como a
ti mismo”, y nadie se hace rico trabajando, el que se hace rico es a costa
del trabajo de otros, o sea, del prójimo, y esto es burlarse de Dios y del
prójimo. Busca pues a Cristo en ti mismo si quieres ser cristiano. Así sea.
Amén. (Enero).
NADIE TIENE EL MONOPOLIO DE
DIOS
A través de la historia humana siempre ha habido personas que han
tratado de buscar, de tener en ellos mismos, a este Creador del infinito
Universo al que le hemos puesto el nombre de "Dios"; a estas personas
se les ha llamado profetas, mesías, etc. y después, sobre sus ideas o
experiencias espirituales, otros han creado religiones, o sea, unas
organizaciones compuestas de sacerdotes y creyentes; estos sacerdotes, de todas
las religiones, se han presentado como intermediarios entre Dios y los demás
seres humanos, creando incluso jerarquías con títulos, como, papas, cardenales,
obispos, etc. llegando a la gran tontería como es la de que un hombre al que se
le llama papa católico, se presente al mundo como el embajador de Dios, vicario
de Cristo, representante de Dios en la Tierra, etc. y esto es el colmo de la
tontería, de la vanidad humana, que no tiene nada que ver con Dios. Vino al
mundo un obrero carpintero, Jesús de Nazareth, que llevaba en sí mismo al
Espíritu de Dios, al que llamamos Cristo; y sus sencillas enseñanzas, que
llamamos evangelio, son precisamente la idea básica para que nos apartemos de
toda clase de sacerdotes de todas las religiones, y cuando este Cristo dice que
el Reino de Dios es de los pobres y que podemos orar de forma directa a Dios,
nos libera de toda forma de religión organizada, y en la actualidad, nosotros,
los obreros y obreras que formamos la iglesia pobre, tenemos las ideas muy
claras sobre todo esto, y cada uno de nosotros, buscando al Cristo en la propia
vida, en uno mismo, somos verdaderos apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios y
con propiedad podemos decir a los demás que hagan lo mismo, porque nadie,
ningún ser humano puede tener monopolizado a Dios, y es muy triste ver que a
través de la historia de estas religiones, a unos con estudios de seminario y
paga mensual que se presentan como intermediarios entre Dios y los otros, los
demás seres humanos, que además de seguir y obedecer a los sacerdotes, les pagan.
Vemos que las cosas de Dios, como son la vida, el Sol, el agua, el aire, etc.
vienen a nosotros de forma directa y gratis, y así mismo, también nos permite
que podamos dirigirnos a El en la verdadera oración íntima, individual de cada
uno. Imaginemos por un momento que cualquiera de nosotros estamos en la calle
hablando con un amigo, y viene otro amigo o amiga, y nos dice: "Un
momento, que tú para hablar con éste amigo tienes que pedirme permiso a
mí", ¿qué diremos de éste entrometido?, que dice una tontería, que es una
estupidez que se meta entre nosotros dos que estamos hablando, conversando;
está muy claro, pues, que cuando rezamos, oramos a Dios, no necesitamos ningún
intermediario de ninguna clase, por muchos títulos teológicos, religiosos, etc.
que tenga; sobran, pues, todas las religiones organizadas por los hombrees en
este mundo. Repetimos, nadie puede tener monopolizado a Dios, porque nadie sabe
cómo es Dios, ni lo ha visto, como bien dicen algunos de los apóstoles de
Jesús, y si alguien llega a ver a Dios cara a cara, seguro que ya no está en
este mundo, o no lo dirá a nadie. Nosotros, los que formamos la iglesia pobre,
no estamos en contra de nadie, pero ya es hora de que se tengan las ideas
claras; aconsejamos, pues, a todos los demás seres humanos, y sobre todo, a los
pobres del mundo, que busquen a Dios, cada uno en sí mismo, en su propia vida,
y cuando resumimos así: “La iglesia verdadera en cada casa obrera y Cristo en
el corazón", esto va bien para todos, ya que se puede decir, la “sinagoga”,
”mezquita” verdadera, etc. y después, el nombre que le dan a Dios en cualquier
parte del mundo. Y si los ricos quieren pertenecer a la verdadera religión de
Dios, ya lo saben, Cristo lo ha dicho muy claro: "No se puede servir a
Dios y al dinero", por tanto, que se hagan pobres, que trabajen para comer
y busquen a Dios, cada uno en sí mismo, en su propia vida, y esto también va
dirigido a todos los sacerdotes de todas las religiones. Los hombres y mujeres
que lean este mensaje, que piensen, que mediten, lo que estamos diciendo aquí,
de que nadie tiene monopolizado a Dios. Buscad a Dios, cada uno en sí mismo, en
su propia vida y seréis verdaderos apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios.
Ánimos, amigos. Así sea. Amén. (Enero).
JESÚS EL CRISTO Y LOS POBRES
SOMOS LA IGLESIA
Se puede leer en el Evangelio de Lucas lo siguiente: "El Reino de Dios es de los
pobres", Lucas 6,20. El Espíritu de Dios que los cristianos llamamos
Cristo estaba en y con el obrero carpintero Jesús de Nazareth, y además de lo
que hemos leído decía: "No se puede
servir a Dios y al dinero", "Es más fácil pasar un camello por el ojo
de una aguja que entrar un rico en el cielo", "Aprended de mí",
etc. y Jesús trabajaba de carpintero para comer, y él reunió unos cuantos
amigos suyos, obreros como él, con los que empezó la sencilla sinagoga, más
tarde llamada “iglesia”, en Nazareth de Galilea, en Israel, hace 2.000 años.
Cuando Jesús dijo a los sacerdotes de su tiempo de la religión judía: "Sepulcros blanqueados", "Generación de víboras", "Piedras
de tropiezo que no entráis vosotros ni dejáis entrar a los demás en el
Reino". Está bien claro que Jesús no fundó una nueva religión y que su
evangelio consiste en tener a Cristo en uno mismo y vivir el Amor de Dios, o
sea, la Bondad en el ser humano. Las organizaciones religiosas catolicismo,
protestantismo, testigos de Jehová, etc. no han sido nunca ni son la iglesia de
Cristo, porque están compuestas de ricos y pobres, unas creyentes que se hacen
ricos a costa del trabajo de otros creyentes y así se burlan de Dios y del prójimo, porque Dios
dice: "Ama a tu prójimo como a ti
mismo". Pero nosotros, los obreros y obreras que formamos la Iglesia
Pobre en Mallorca y en otros lugares del mundo comprendemos muy bien que no
basta con ser pobre para ser cristiano, porque sin Cristo en uno mismo, nadie
es cristiano, y cuando se tiene a Cristo, el ser humano, ya sea hombre o mujer,
se convierte en apóstol de Cristo y sacerdote de Dios, y puede predicar con
propiedad a los demás que hagan lo mismo; éste es el verdadero evangelio de
Jesús de Nazareth. Y si los ricos quieren ser cristianos, ya saben lo que
tienen que hacer, primero hacerse pobres, trabajar para comer y buscar a Cristo
en ellos mismos. la Iglesia Pobre es la de Cristo no necesita templos, catedrales,
monasterios, ni sacerdotes con estudios de seminario y sueldo mensual,
jerarquías, etc. porque esto no es la iglesia de Cristo. Hace siglos que en
España, de forma mayoritaria, está la iglesia católica y mucha gente se ha ido
acostumbrando a decir "la iglesia", incluso en los medios de
comunicación se habla da "la iglesia", pero hay otras iglesias del
protestantismo, y la verdad es que solamente hay una iglesia, la Iglesia Pobre.
Ánimos pues, obreros y obreras, pobres del mundo buscad a Cristo, cada uno en
sí mismo, en su propia vida, y vosotros los ricos, también haced lo mismo, si
queréis todos ser cristianos y pertenecer a la única y verdadera iglesia de
Cristo. Así sea. Amén. (Enero).
JESÚS DE NAZARETH NO FUNDÓ NINGUNA RELIGIÓN
En otras ocasiones ya hemos dicho que el obrero carpintero Jesús
de Nazareth, que llevaba en sí mismo al Espíritu Universal de Dios que los
cristianos llamamos Cristo, no fundó ninguna religión, simplemente reunió a
unos cuantos amigos y formaron una sinagoga pobre que más tarde se le llamó
“iglesia”. Pero Jesús de Nazareth, el Cristo, dice: “El reino de Dios es de los pobres”, “Buscad primero el reino de Dios”,
“No se puede servir a Dios y al dinero”, “Es más fácil pasar un camello por el
ojo de una aguja, que entrar un rico en el cielo”, “Aprended de mi” y Jesús
trabajaba de carpintero, trabajaba pues para comer, nunca se metió en negocios
para hacerse rico. Aquí tenemos su ejemplo a seguir. Y todo esto lo decía y
predicaba en Israel, hace casi dos mil años, o sea, en un país compuesto de
ricos y pobres y con la religión dominante, la religión judía de Moisés. Prueba
clara pues que el evangelio de Cristo no era fundar otra religión, era y es
sencillamente enseñarnos el camino para ir a Dios de forma directa y sin
intermediarios de ninguna clase; sobran pues todas las religiones organizadas
por los hombres. Pero muchos años, seguramente siglos después de la muerte de
Jesús de Nazareth, gente rica y con poder político, arrebató la idea del
cristianismo pobre y fundó el Vaticano, su jerarquía, papas, estudios de
seminario y paga o sueldo mensual, etc., y siglos más tarde un monje católico,
Martín Lutero, se separó del Vaticano de Roma, o sea, del catolicismo, y empezó
el protestantismo; y tanto unos como otros llevan en sí, como organizaciones
religiosas, una triste y amarga historia, de persecuciones, guerras, la
inquisición, acumular riquezas materiales, etc. y con una composición del
llamado nuevo testamento hecho por el Vaticano con sencillas cartas de los
apóstoles, que en muchos casos está todo cambiado, manipulado por gente rica y
con estudios; pero tanto el catolicismo como el protestantismo, no son el
cristianismo de Cristo. Y nosotros, los obreros y obreras que formamos
actualmente la Iglesia Pobre, el único cristianismo de Cristo, tenemos el
derecho y el deber de aclarar las cosas y predicar el verdadero evangelio de
Cristo, que no es una simple religión con dogmas, creencias, ritos, etc., el
evangelio de Cristo es Vida, y la Vida no se discute, se vive. Cristo es Amor de
Dios, Justicia, Paz, Armonía, Bondad, etc., y estas cosas no son solamente para
creer, son para vivir; es cuestión de buscar a Cristo, cada uno en sí mismo, en
su propia vida. Y cuando el ser humano es pobre y tiene en sí mismo al Cristo,
este ser humano, hombre o mujer, se convierte en un verdadero apóstol de Cristo
y sacerdote de Dios, por la sencilla razón de que el Espíritu no tiene sexo y
además es inmortal, es eterno como Dios mismo. Resumiendo pues, la Iglesia
Pobre, el único y verdadero cristianismo de Cristo en el mundo, no es una
religión, es la Religión de Dioses, la Religión Universal de Dios, que no es
simplemente creer, es vivir en y con Cristo, con Dios. Amén. (Enero).
ATEOS, RELIGIONES Y CRISTIANOS
En general, los ateos, lo son de los dioses muertos que predican
las religiones, pero si tenemos presente al infinito Universo y a todos los
seres vivos, seres humanos, animales, plantas, etc., vemos que alguien o algo
ha hecho posible la existencia de todo lo que vive, incluidos los mundos, soles,
estrellas, etc. Aquí, en este mundo, los seres humanos, vemos claramente que
nadie se ha creado a sí mismo, por que si de forma natural, la madre está
pariendo al hijo, también alguien parió a la madre, llegando al principio de
que alguien o algo tuvo que ser lo primero, y una de dos, o alguien creó
primero a esto, o esto se creó a sí mismo. No podemos, pues, negar a nuestro
Creador, al cual llamamos Dios. Vemos, pues, que todas las religiones en este
mundo, en lugar de predicar la sencillez de estas cosas, lo han complicado y
han confundido a millones y millones de personas. Es lógico, pues, que haya
ateos. Pero estamos aquí presentes, gente pobre, obreros y obreras que
procuramos vivir y predicar el mensaje que Cristo, a través del obrero
carpintero Jesús de Nazareth, dio al mundo, hace ahora casi dos mil años; este
mensaje es, sencillamente, buscar cada ser humano en sí mismo al Espíritu de
nuestro Creado, que los cristianos llamamos Cristo; de esta forma tan sencilla,
nos damos cuenta de que la verdadera religión es universal, o sea, el Amor de
Dios en uno mismo, ya que nos damos cuenta de que los seres humanos hacemos
actos positivos y negativos, y a esto se le ha llamado el bien y el mal, la
bondad y la maldad, o sea, la luz y las tinieblas, la oscuridad, etc., y claro
está, que cuando tenemos a Cristo, tenemos la Luz, y esto, amigos, es el
verdadero cristianismo, no hay otro; y esto se puede aplicar a todas las
religiones del mundo. Todo esto se puede resumir en una sola palabra: la
Bondad. Los obreros y obreras, o sea, los pobres, en cualquier parte del mundo,
que formamos la Iglesia Pobre, el único y verdadero cristianismo, somos también
ateos de los dioses muertos de todas las religiones, pero no lo somos, ni lo
podemos ser, de Dios, nuestro Creador. Ánimos, pues, a todos los pobres del
mundo; apartaros, daros de baja de la religión de los ricos, cualquier religión
organizada, llámese como se llame, no traigáis muchos hijos al mundo, y
procurad tener al Espíritu de Dios, al Cristo, cada uno en sí mismo, en su
propia vida, y seréis también, como nosotros, apóstoles de Cristo y sacerdotes
de Dios. Así sea. Amén. (Enero).
CRISTIANOS DE CRISTO Y CRISTIANOS DE RELIGIÓN
En el
evangelio de Lucas podemos leer lo siguiente: “El reino de Dios es de los pobres”. Lucas 6-20. El Espíritu de
Dios que los cristianos llamamos Cristo estaba en y con el obrero carpintero
Jesús de Nazareth y nos da la buena nueva o evangelio que consiste en poder ir
a Dios de forma directa, sin intermediarios de ninguna clase. Es pues una
tontería creer que Jesús de Nazareth fundó una nueva religión, además de la que
él ya conocía en Israel, la religión judía, la de Moisés. El llamado
cristianismo católico y protestante no son pues, la sencilla sinagoga o iglesia
de amigos que fundó Jesús de Nazareth. No vamos a entrar en polémica, ni con
católicos ni con protestantes, si Jesús era o no Dios, si nombró o no a un jefe
como papa; una cosa es cierta, que estas organizaciones religiosas que se
auto-titulan cristianas no tienen nada que ver con Cristo, ya que están
compuestas de ricos y pobres, unos creyentes que se hacen ricos a costa del
trabajo de otros creyentes, y a veces a costa de sus vidas en las guerras que
organizan los ricos. Tanto el catolicismo como el protestantismo, enseñan
creencias, ritos, dogmas, etc., y dejan lo más importante, una auténtica vida
en y con Cristo, ya que nadie es cristiano sin Cristo. Nosotros, los obreros y
obreras que formamos esta sencilla iglesia pobre, que no es más que un grupo de
obreros que tratamos de vivir el cristianismo de Cristo, aconsejamos a los
demás obreros y obreras que hagan lo mismo, y si los ricos quieren ser
cristianos, ya lo saben, tienen que hacerse pobres, ponerse a trabajar, porque
bien claro dice Cristo que “no se puede
servir a Dios y al dinero”. Es muy triste que tanto la religión judía, como
el catolicismo y protestantismo, al preguntarles sobre la justicia social, se
excusan de una forma tonta, por ejemplo, el judaísmo dice: “Cuando venga el Mesías lo arreglará todo”, y el catolicismo y el
protestantismo dicen: “El Mesías ya ha
venido, era Jesús de Nazareth, pero cuando venga por segunda vez, lo arreglará
todo, habrá paz en el mundo, justicia, etc.”. Pero nosotros, los pobres que
procuramos vivir el cristianismo de Cristo, comprendemos muy bien que estas
personas, al decir esto, no hacen más que defender sus intereses materiales en
esta sociedad o humanidad dividida en ricos y pobres. Los que formamos la
Iglesia Pobre comprendemos muy bien que una cosa es ser cristiano y otra cosa
muy diferente es ser o auto-titularse cristiano, pero de religión, porque
cualquier religión en este mundo, se puede practicar, y seguramente hay mucha
gente que lo hace, sin creer en Dios o tener una idea muy vaga de El, y tanto
la jerarquía, como los sacerdotes católicos y protestantes, están en los mismo,
por muchos estudios que tengan, de seminario, teológicos, etc. Cristo es Vida,
Paz, Armonía, Justicia, etc., y esto no es para discutir o creer, es para
vivir. Resumiendo, el cristianismo es Vida, y todo ser humano que se
auto-titula cristiano y no vive en y con Cristo, con Dios, se engaña a sí mismo
y engaña a los demás. Aconsejamos pues a todos los obreros y obreras, que son
los pobres del mundo, que busquen cada uno en sí mismo al Cristo Universal de
Dios que llamamos Cristo, y serán como nosotros, verdaderos apóstoles de Cristo
y sacerdotes de Dios, sin necesidad de tener intermediarios de ninguna clase,
ni pertenecer a ninguna organización religiosa que no es más que una especie de
teatro religioso que no sirve para nada. Ánimos pues, amigos. Buscad a Cristo.
Así sea. Amén. (Febrero).
SER CRISTIANO ES SER MUCHO MÁS HUMANO Y MENOS ANIMAL
Toda la humanidad desciende de una raza primitiva que llamamos
monos, pero ya no andamos a cuatro patas, nos sentimos seres humanos. Pero hay
millones de estos seres humanos que aún se comportan como monos, o sea, seres
primitivos. El egoísmo domina el cerebro de muchos seres humanos y, de forma
simbólica, todavía viven en las ramas de los árboles y se pelean por los
cacahuetes, los plátanos, etc., que por desgracia hoy es el oro, el dinero, las
armas, palacios, tierras, obras de arte, dominio político, etc. Pero muy claro
está, no se comportan como seres humanos y se colocan muy por debajo de los
animales, perros, caballos, leones, o simples cerdos, etc., pues vemos que
estos animales no se rebajan y siguen su evolución o avance natural. Esta es la
gran verdad que vive la humanidad. Teniendo presente claro está, que hay
también muchos seres humanos que procuran ser más humanos y menos animales. En
muchas ocasiones estamos repitiendo aquello de “si no cambias tú, no cambia
nada”. El ser humano debe apartar de su mente toda clase de ideas negativas, el
egoísmo, la envidia, la maldad, el odio, etc., y llenar su mente de ideas
positivas, bondad, justicia, paz, armonía, etc. Todo esto se consigue al tener
en sí mismo, en la propia vida, al Espíritu Universal de Dios, que los
cristianos llamamos Cristo. Cualquier ser humano y en cualquier lugar del mundo
puede buscar a Cristo, aunque sea con nombres diferentes. Al tener pues el
Espíritu de Dios en sí mismo, en la propia vida, vivir en y con Cristo, con
Dios, el ser humano se convierte o de despierta a su verdadera vida. Ser mucho
más ser humano, más persona y menos animal. Esto es el verdadero Evangelio de
Cristo que predicó el obrero carpintero Jesús de Nazareth en Israel hace dos
mil años, pero que siempre está presente para todo ser humano que lo busca de
verdad en si mismo, en su propia vida. Esto es lo que estamos haciendo los
obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre, el único y verdadero
cristianismo en este mundo. Los obreros que formamos la Iglesia Pobre,
aconsejamos a todos los obreros y obreras del mundo que se den de baja de la
religión de los ricos, llámese como se llame, que procuren no traer muchos
hijos al mundo, máximo uno por pareja y si no se tiene trabajo seguro ninguno;
apartarse de toda clase de partidos políticos, no votar a nadie, apartarse de
toda clase de militarismo, etc., en una palabra, no colaborar con el
capitalismo por poco que se pueda. No se trata de ser anti-nada, es cuestión de
ser buenos pero no tontos. Pero todo lo que aquí aconsejamos no es nada de
dogma o algo parecido, cada ser humano es muy libre de hacer lo que quiera,
pero sinceramente creemos no ganando, el capitalismo, mano de obra barata y
carne de cañón, se solucionará el grave problema de la gran injusticia social.
Ánimos pues, amigos obreros y obreras, los pobres del mundo, buscad a Cristo
cada uno en si mismo, en su propia vida; ser pues más persona, más ser humano y
menos animal. Cristo dice: “No se puede
servir a Dios y al dinero”. Ánimos amigos todos, buscad a Cristo. Así sea.
Amén. (Febrero).
LA ÚNICA IGLESIA DE CRISTO ES LA IGLESIA POBRE
Tenemos el
derecho y el deber de decir y repetir que la única y verdadera Iglesia de
Cristo es la Iglesia Pobre, la sencilla sinagoga, más tarde llamada Iglesia,
que reunió el obrero carpintero Jesús de Nazareth, con otros obreros y obreras
en Nazareth de Galilea, Israel, hace casi dos mil años. Y algunos descendientes
de los primeros israelitas cristianos que llegaron a Mallorca muy poco tiempo
después de la muerte de Jesús de Nazareth, fueron transmitiendo de padres a
hijos, de forma oral, el sencillo evangelio de Cristo, y ahora nosotros,
obreros y obreras, descendientes o no, pero todos obreros, hemos restaurado la
Iglesia Pobre, la de Cristo, que no tiene nada que ver con las organizaciones
religiosas que se hacen pasar por la iglesia cristiana, el catolicismo, el
protestantismo, etc., pero no son la iglesia de Cristo, son organizaciones
ricas. Yo mismo soy uno de estos descendientes de los primeros cristianos que
se nos puso el mote de “chuetas”, pero hay otros chuetas que son descendientes
de los israelitas que seguían la religión de Moisés. Pero la religión católica,
que vino con el rey Jaime I, en la llamada conquista, nos impuso por la fuerza
el bautismo católico, con la triste inquisición; muchos fueron torturados o
quemados vivos, pero los que quedaron vivos, practicaban en secreto su religión
de Israel, y los seguidores de nuestro Rabí, el obrero carpintero Jesús de
Nazareth.
Unos pocos
hemos conservado el cristianismo sencillo de Cristo, somos pues la Iglesia
Pobre, el único y verdadero cristianismo en el mundo y, en cualquier lugar de
este mundo, si hay otros obreros y obreras que piensan lo mismo, practican lo
mismo, forman parte con nosotros de la Iglesia Pobre, o sea, la única Iglesia
de Cristo. Y comprendemos que seguramente hay personas que buscan de verdad a
Cristo en el catolicismo, protestantismo, etc., nosotros les aconsejamos que
sí, que busquen a Cristo, cada uno en sí mismo, en su propia vida, y que
comprendan que todo ser humano que tiene en si mismo al Cristo, no tiene
necesidad de pertenecer a ninguna religión organizada por los ricos. El
verdadero evangelio de Cristo es sencillo, vivir en y con Cristo, con Dios,
esto es el reino de Dios, esto es la Iglesia Pobre, o sea, la de Cristo. El
mismo Cristo dice, “El reino de Dios es
de los pobres”, “No se puede servir a Dios y al dinero”, “Aprended de mi”,
y Jesús de Nazareth trabajaba de carpintero para poder comer, y practicaba y
predicaba el evangelio. Esto es la Iglesia Pobre, la única y verdadera Iglesia
de Cristo, no hay otra, y nosotros aconsejamos a la jerarquía y sacerdotes,
católicos y protestantes, que abandonen sus riquezas materiales, que se pongan
a trabajar para comer y después con propiedad, si lo practican, podrán predicar
el evangelio de Cristo.
Y vosotros los pobres del mundo, buscad a Cristo y perteneceréis a
la Iglesia Pobre de Cristo, siendo apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios
como nosotros. Así sea. Amén. (Marzo).
EL AMOR DE DIOS ES LA BONDAD EN
EL SER HUMANO
El apóstol Juan, en una de sus epístolas o cartas dice: “A Dios nadie le ha visto jamás, pero si nos
amamos unos a otros, Dios está en nosotros, porque Dios es amor”. Pero
acudiendo solamente a la vida natural de los seres humanos, vemos que hay
muchos hombres y mujeres que manifiestan unos sentimientos de cariño, de
justicia, de ayudar al prójimo, de tratar de hacer suyos los males de otros,
etc. A todo esto le llamamos bondad; esto es, pues, el Amor de Dios en el ser
humano. Pero también hay otros seres humanos que manifiestan y viven todo lo
contrario. El egoísmo, envidia, ambición, ganas de hacer daño al prójimo,
explotar para hacerse rico a costa del trabajo del prójimo, y a veces, a costa
de su vida en las guerras que organizan los ricos; a todo esto lo llamamos
maldad. Aquí tenemos, pues, bien claro lo de bien y mal, luz y sombra, positivo
y negativo, Cristo y Anticristo, pues el resultado es muy diferente. La bondad
siempre construye y la maldad siempre destruye. Nosotros, los obreros y obreras
que formamos la Iglesia Pobre, tenemos muy claras las ideas sobre el verdadero
cristianismo de Cristo, o sea, el Espíritu Universal de Dios. Cuando el ser
humano, hombre o mujer, tiene en sí mismo, en su propia vida a Cristo,
manifiesta la bondad, y claro está, que la bondad no se aprende en libros,
perteneciendo a una religión determinada, a un grupo más o menos filosófico,
etc., la bondad es algo que se vive o no se vive. Hay que vencerse a uno mismo,
matar simbólicamente la bestia que todos llevamos dentro y despertar el ángel
que también llevamos todos dentro. El cristianismo es vida, y la vida se vive,
no se discute. El Evangelio de Cristo que predicó el obrero carpintero Jesús de
Nazareth, es Vida, no es una creencia. El cristianismo no es una filosofía más,
no es una religión organizada por los hombres, es, sencillamente, bondad en el ser
humano. Toda sabiduría humana, todos los conocimientos científicos, bíblicos,
filosóficos, etc., sin la bondad, no sirven de nada, y cuando se vive en y con
Cristo, con Dios, sobran todas las religiones del mundo. La Iglesia Pobre no es
una creencia, no es una filosofía, etc., la Iglesia Pobre es el único y
verdadero cristianismo de Cristo, es el Amor de Dios en el ser humano, y quien
no vive la Bondad, por muy pobre que sea, no forma parte de la Iglesia Pobre.
Pero la Bondad no está reñida con la cultura, con los conocimientos humanos.
Ser buenos, pero no tontos, y es por esto que en nuestros mensajes aconsejamos
a todos los pobres del mundo que procuren no traer muchos hijos al mundo, no
aumentemos más el número de pobres, de soldados para las guerras que organizan
los ricos, basta ya de darles mano de obra barata y de carne de cañón. Buscad,
pues, a Cristo, cada uno en sí mismo, en su propia vida; tratad de vivir en y
con Bondad, que es Dios. Así sea. Amén. (Marzo).
VIAJE POR EL INFINITO UNIVERSO
Estaba en el
campo, sentado en una mecedora, contemplando el cielo estrellado. Como digo en
el título de este mensaje, esto es un sueño, o sea, lo que llamamos un viaje
astral. En un momento dado, me he visto a mí mismo que salía del cuerpo físico;
me quedé bastante asombrado al ver que me encontraba detrás de la mecedora
donde se encontraba mi cuerpo sentado y me iba elevando hacia las estrellas, al
mismo tiempo que me veía de pié tras la mecedora, entonces empecé a exclamar:
“¡Eh, espérame que vengo!”, mientras que me reía. Me incorporé a la otra parte
que subía; entonces pregunté al Maestro si aquello era una broma, diciendo:
"Eh, ¿qué es esto? Pasó, entonces, que el Maestro desapareció de mi vista
y dije: "¿Pero Maestro dónde estás, dónde te encuentras?” y el Maestro me
respondió: "Estoy aquí dentro de ti, estamos unidos, yo estoy en ti y tú
estás en mi". En ese momento empezó uno de los más maravillosos viajes
astrales que he vivido en toda mi vida. A gran velocidad empezamos a recorrer
mundos y soles, pareciéndome que aquel viaje era como un pequeño paseo. Cuando
yo pregunté al Maestro dónde nos encontrábamos, El me dijo que esto era tan
sólo, un pequeño trocito del infinito Universo. Si esto lo comparamos con un
viaje físico, de los que hacéis en la Tierra, para recorrer todo lo que has
realizado ahora, tardaríamos billones y billones de años luz. Prueba a tocar
estos mundos que ves, todos al mismo tiempo; comprenderás que esto te
demostrará que estamos en todas partes, ya que lo único que tiene límites es el
cuerpo físico, pero no el espíritu, que es infinito.
Los que lean este mensaje, por lo menos que lo acepten como un
sueño, pero tenéis que entender que para mí es un viaje astral, una experiencia
más del espíritu, y lo entenderán todas aquellas personas que experimenten lo
mismo a través del viaje astral como yo. Cuando desperté pensé enseguida en las
palabras de Cristo, escritas en los evangelios, que dicen: "Padre, así como tú y yo somos una cosa, que estos sean con
nosotros una cosa" Juan 17, 21. Pero la realidad es que entiendan que
realmente somos una cosa. Ánimos pues, amigos, tratad de buscar a Cristo en
vosotros mismos, cada uno en su propia vida; así se obtendrán estos pequeños
premios y experiencias, hasta que al final lleguemos a la casa del Padre. Así
sea. Amén. (Abril).
LA IGLESIA POBRE Y EL SÍNODO
CATÓLICO
Hemos leído
con alegría en la prensa local lo que dice que el Sínodo sobre los chuetas de
Mallorca, pidiendo perdón, etc., y conviene que se tenga presente que siempre
ha habido un pequeño grupo de cristianos, llegados a Mallorca muy poco tiempo
después de la muerte de Jesús de Nazareth, y claro está, cristianos de Cristo,
no católicos, ni protestantes, y como ya dijimos en otra carta al director hace
algún tiempo, la iglesia pobre perdona al Vaticano, y aconseja al catolicismo y
al protestantismo, que busquen a Cristo, cada persona, cada uno en sí misma, en
su propia vida, para que casos como éste, de la Inquisición, no pasen nunca
más, porque el verdadero cristiano es el que tiene a Cristo en sí mismo; sin
Cristo no hay cristiano, por muchas creencias religiosas que se tengan o muchos
ritos que se practiquen.
Los obreros y obreras que formamos la iglesia pobre, chuetas o no
chuetas, perdonamos todo lo pasado y decimos en el presente. Ánimos amigos,
contad con nosotros. (Abril).
CIENCIA, RELIGIÓN Y
ESPIRITUALIDAD
La ciencia; o sea, los científicos, ya conocen a fondo el cuerpo
humano, su composición y funcionamiento, pero ignoran por completo el
conocimiento acerca del espíritu, alma, etc. Las jerarquías religiosas con sus
respectivos sacerdocios, tampoco saben nada acerca del espíritu, creando todas
ellas una especie de teatro compuesto por ritos, dogmas y ceremonias varias.
Pero nosotros, los obreros y obreras que formamos la iglesia pobre, tenemos las
ideas muy claras sobre la verdadera vida espiritual, que no tiene nada que ver
con la ciencia ni con las religiones, ya que nos fundamos sobre el evangelio o
buena nueva, que predicó el obrero carpintero Jesús de Nazareth hace dos mil años.
En el llamado nuevo testamento de la Biblia, se pueden leer una serie de
versículos de los que dice Cristo, o sea, el espíritu de Dios, por boca de
Jesús de Nazareth: "El reino de Dios
es de los pobres", "No se puede servir a Dios y al dinero", y
Jesús mismo dice: "Aprended de
mí", Jesús trabajaba de carpintero para poder comer, nunca fue un
hombre rico. Pero lo más importante de todo, olvidado por todas las religiones,
sobre todo por el catolicismo y protestantismo, son las fundamentales palabras
de Cristo: "Buscad el Reino de
Dios", claro está que el Reino de Dios no se encuentra ni en las
ciencias, ni en las religiones, estaba en uno mismo. Cuando empezamos a apartar
de nuestra mente las ideas negativas, odio, maldad, egoísmo, empezamos a tener
a Cristo, el espíritu de Dios en nosotros mismos, y comprendemos muy
claramente, que alguien o algo a hecho posible nuestra existencia, ya que nadie
se ha creado a sí mismo, y al contemplar lo que vemos en nuestro propio mundo,
animales, plantas, los seres humanos y un poco de lo que llamamos “el
universo”, también comprendemos que el infinito universo, soles, estrellas,
galaxias, etc., una de dos, o alguien ha creado todo esto, o se ha hecho a sí
mismo. Pero a este principio llamarle energía, mente universal, naturaleza, o
Dios, da lo mismo, puesto que esto son nombres. Yo mismo en toda mi vida, y
ahora tengo ochenta y un años de edad, veo que no he envejecido ni una milésima
de segundo, es el físico el que envejece, y comprendo que una cosa que no
envejece, no puede morir nunca, es eterna,. Nosotros, a esto le llamamos, el
espíritu, que en muchas ocasiones ve algún acontecimiento, algún descubrimiento
de algún modo posteriormente descubierto por los astrónomos, y esto añadido a
los sentimientos del ser humano que tiene a Cristo, como son, la verdadera
justicia de Dios, la bondad, la paz, la armonía, etc., observamos que de esto
no entienden nada ni la ciencia, ni las religiones, pero comprendemos que algún
científico o algún creyente de cualquier religión, si busca a Cristo en sí
mismo, también lo encuentre. Aconsejamos, pues, a los científicos, dirigentes y
creyentes de todas las religiones que busquen a Cristo, el espíritu de Dios,
teniendo muy presente que nadie ha visto jamás una idea, pero ni tan siquiera el
infinito universo sería, sin la gran idea que llamamos Dios. Ánimos amigos.
Buscad a Dios. Así sea. (Abril).
EL CAPITALISMO ES EL GRAN
PROBLEMA SOCIAL
El Espíritu de Dios al que los cristianos llamamos Cristo, dijo
por boca del obrero carpintero Jesús de Nazareth: “El reino de Dios es de los pobres”, claro está, que no solamente
son los pobres que piden limosna, somos los pobres todos los obreros y obreras
que trabajamos en este mundo. También dijo Cristo: “No se puede servir a Dios y al dinero”; vemos entonces que la
humanidad está dividida en ricos y pobres, o sea, unos que se hacen ricos a
costa del trabajo de otros, y a veces a costa de sus vidas en las guerras que
organizan los ricos; hacerse pues rico a costa del prójimo, es burlarse de Dios
y del prójimo, ya que Dios dice “Ama a tu
prójimo como a ti mismo”; podemos decir que el capitalismo es el gran
problema social. Las revoluciones sangrientas que organizan los obreros contra
los ricos, no solucionan el problema, teniendo como claro ejemplo el comunismo
que domina el país después de la revolución; soluciona algunas cosas, pero si
al cabo de algunos años aquel comunismo cae, volvemos a lo mismo de lo de
antes, ya que mientras no se domine o se aparte el egoísmo de cada ser humano,
no adelantamos nada; la verdadera revolución está en Cristo y claro está que no
nos referimos a ninguna religión organizada por los hombres. Los obreros y
obreras que formamos la Iglesia Pobre, tenemos las ideas muy claras de todo
esto y aconsejamos a todos los pobres del mundo, que se aparten de los partidos
políticos, que no voten a nadie, que se aparten del militarismo, que se den de
baja de la religión de los ricos llámese como se llame; procurar no traer
muchos hijos al mundo, si es necesario recurrir al aborto. Viendo pues como
está la humanidad en este mundo, millones de obreros en paro, las guerras, el
hambre, etc., es mejor no traer muchos hijos, máximo uno por pareja, más si no
se tiene trabajo seguro, no traer ninguno. El capitalismo es la bestia del
apocalipsis, está compuesto por ricos, reyes, condes, marqueses, banqueros,
comerciantes, industriales, jefes militares, etc., junto con la jerarquía y
sacerdotes de todas las religiones. Los ricos lo tienen todo, tierras, casas,
palacios, oro, obras de arte, las armas, bombas atómicas, etc., o sea, que los
ricos son los parásitos de este mundo; robándonos siempre la riqueza que
produce el trabajo de todos los obreros y obreras, o sea, los pobres en este
mundo, vemos claramente que el capitalismo es el problema; no se trata de matar
a los ricos, se trata sencillamente de que no nazcan más pobres, y el
capitalismo se verá obligado a cambiar las cosas; este es el verdadero y único
evangelio de Cristo. Ánimos pues, obreros y obreras, pobres del mundo; que cada
uno busque a Cristo en si mismo, en su propia vida, pues Cristo es la Verdad,
la Vida, la Libertad, y sobre todo es la Luz de Dios para ver las cosas claras.
Ánimos amigos, hagamos la gran revolución espiritual para vencer al capitalismo
salvaje que domina este mundo y tendremos a Cristo, que es lo que puede
solucionar este gran problema social. Un saludo fraternal de la Iglesia Pobre.
Así sea. Amén. (Mayo).
ESPAÑA Y LOS OBREROS PENSIONISTAS O JUBILADOS
Soy un obrero yesero, ya jubilado, estoy sobre los ochenta años de
edad, soy mallorquín, nacido en el pueblo de Inca, pero desde niño estoy
residiendo en Palma. Todos los obreros y obreras en toda España que tengan más
o menos mi edad, pueden recordar que en nuestra infancia hemos visto o vivido
un poco la monarquía del rey Alfonso XIII, después vino la República, más tarde
la guerra civil con la dictadura del general Franco, y ahora la llamada
"democracia". Pero siempre hemos visto lo mismo, españoles ricos y
españoles pobres, y la religión católica dominando en este país que llamamos
España. Pero siempre lo mismo, ricos y pobres, o sea, unos que se hacen ricos a
costa del trabajo de otros, la explotación sigue siempre igual, gobierne quien
gobierne, y los sacerdotes católicos o protestantes, se callan, no dicen nada sobre
esta gran injusticia social. Siempre gobiernan los ricos, el capitalismo hace
muchos siglos que domina en este mundo, y en España lo tocamos con las manos,
como vulgarmente se dice. Los gobernantes de turno, siempre dicen lo mismo,
siempre aseguran que todo se arreglará, etc., pero de España han salido en unos
cuantos años, miles de obreros y obreras, seguramente varios millones, al
extranjero para buscar trabajo. En la actualidad hay en España dos o tres
millones de obreros en paro, pero los ricos, los militares, los sacerdotes,
etc., viven bien y sin trabajar, y a toda esta porquería social la llaman
civilización, cultura, religión, y ahora democracia. Pero a nosotros los
obreros jubilados, nos toman el pelo, y claro está, que hay jubilados que no ven
estas cosas, pero la mayoría que vemos el robo de los ricos, nos toca decir a
los jóvenes de hoy, que abran los ojos, que no se dejen engañar, que se aparten
de los partidos políticos, que no voten a nadie, que digan “no” al servicio
militar, que se den de baja de la religión de los ricos, o sea, la religión
rica, llámese como se llame, y sobre todo, jóvenes españoles, y de todo el
mundo, procurad no traer hijos al mundo, no aumentéis el número de pobres, de
obreros en paro, no aumentéis el número
de soldados para las guerras que organizan los ricos, no os dejéis engañar, no
caigáis en la trampa de los vicios, de comprar cosas inútiles, etc., ya que
todo esto son las armas que emplea el capitalismo para tener al pueblo pobre
atontado, para que los obreros no piensen por sí mismos. Abrid los ojos,
jóvenes del mundo. Aquí, en Mallorca, hace años que algunos jubilados y algunos
jóvenes, obreros todos, formamos la Iglesia Pobre, el único y verdadero
cristianismo, de Cristo, del obrero carpintero Jesús de Nazareth. Nosotros,
pues, al vivir el sencillo evangelio de Cristo, somos los únicos que podemos
predicarlo. Obreros y obreras de España y de todo el mundo, buscad a Cristo,
cada uno en sí mismo, en su propia vida, y seréis verdaderos apóstoles de
Cristo y sacerdotes de Dios. Tened presente que al decir Cristo, nos referimos
al Espíritu Universal de Dios, que es Luz, Justicia, Paz, etc. Buscad a Cristo,
amigos, buscad la Verdad, no os dejéis engañar por nadie, abrid los ojos. Así
sea. Amén. (Mayo).
DIOS ES MI CREADOR, MI GUíA Y MI MAESTRO
Alguien o algo
ha hecho posible la existencia del infinito Universo, soles, mundos, estrellas,
etc., y nuestro mundo, que llamamos Tierra, con seres humanos, plantas,
animales, etc.; todo está creador por alguien, y a este Creador lo llamamos
Dios. Llegar a esta conclusión es por la sencilla razón de que nadie se ha
creado a sí mismo, y al Creador lo llamo Dios, mi Guía y mi Maestro. Nadie
puede enseñarme mejor que Dios en las cosas del espíritu, sobran, pues, para
mí, todas las religiones organizadas; pero esto está al alcance de todos los
seres humanos, si cada uno busca en sí mismo, en su propia vida, al Espíritu de
Dios, que los cristianos llamamos Cristo. Sin acudir a mi descendencia, los
primeros israelitas cristianos que llegaron a Mallorca muy poco tiempo después
de la muerte de nuestro Rabí, el obrero carpintero Jesús de Nazareth, cuyas
sencillas enseñanzas han llegado hasta mí, de forma oral, de padres a hijos,
acudiendo, pues, a mis propias experiencias espirituales, puedo hablar con
propiedad de las cosas espirituales. La oración íntima, espiritual, mental, no
con palabras aprendidas de memoria, hacen que tengas un diálogo con Dios, o
sea, en ti mismo, y empiezas a tener la Luz, que es Cristo, y puedes ver las
cosas muy claras. Cristo es Luz, Justicia, Amor, Sabiduría, Bondad, etc.; vivir
todo esto, es vivir en y con Cristo, con Dios. Este es el verdadero evangelio
de Cristo, o sea, buscar a Cristo cada uno en sí mismo, en su propia vida, sin
intermediarios de ninguna clase; Dios es el único Creador, Salvador, Guía,
Maestro, etc. Yo nunca he perdido el tiempo buscando maestros humanos en las
cosas del espíritu. Cristo mismo dice: “Si un ciego guía a otro ciego, los dos
se caerán”; lo único que se puede hacer es intercambiar ideas, dar consejos,
etc., entre los seres humanos. Nosotros aconsejamos a los pobres del mundo que
no procuren traer muchos hijos; basta ya de aumentar el número de pobres, de
mano de obra barata, de carne de cañón en las guerras que organizan los ricos,
daros de baja de la religión de los ricos, llámese como se llame, apartaros de
toda clase de partidos políticos, no votéis a nadie, apartaros de toda clase de
militarismo, y busque cada uno e sí mismo, en su propia vida, al Dios
Universal, nuestro Creador. Esperamos que con este mensaje quede todo muy
claro: “Si no cambias tú, no cambia
nada”; si quieres tener ideas propias, ser tú mismo, acude a Cristo, no se
trata de un misticismo de convento, el verdadero cristianismo es vida, y la
vida no se discute, se vive. Ánimos, amigos, buscad a Cristo. Así, pues, aunque
en nuestros mensajes muchas cosas se repiten, esto es necesario para las
personas que por primera vez leen nuestros mensajes. Ánimos, pues, a todos, y
Salud y Paz. (Mayo).
LA GRAN INJUSTICIA SOCIAL DEL
ANTICRISTO
En el Nuevo
Testamento de la Biblia podemos leer lo siguiente: “Y Jesús le respondió... Amarás a Dios sobre todas las cosas y al
prójimo como a ti mismo..., no hay otro mandamiento mayor que estos”.
(Marcos, 12-28 al 31). “Y éste es el
espíritu del anticristo, del cual vosotros habéis oído que ha de venir, y que
ahora ya está en el mundo”. (I Juan, 4-3). “El reino de Dios es de los pobres”. (Lucas 6-20). Hace miles de
años que la humanidad está dividida en ricos y pobres. La causa de esto es que
unos se han hecho ricos a costa del trabajo de otros, ya que el trabajo siempre
produce riqueza; esta riqueza está en manos de unos pocos en este mundo. Los
ricos, lo que llamamos el capitalismo, tienen o poseen tierras, castillos,
palacios, el oro, dinero, joyas, obras de arte, dominan los gobiernos, las
naciones, los ejércitos y todas las religiones. Siendo los únicos que poseen
las armas, incluida la bomba atómica, explotan a los pobres, que somos los
obreros y obreras de todo el mundo. Los ricos son los que organizan las guerras
donde se matan los pobres; vemos pues claramente que los ricos, los militares,
junto con las jerarquías y sacerdotes de todas las religiones van juntos,
explotando y matando a los pobres. Y todos los pobres del mundo, que somos los
obreros y obreras, los que trabajan, no tenemos nada de estas cosas que tienen
los ricos. A duras penas sí tenemos trabajo, una casa, un trocito de tierra y
nada más. Vemos pues que el anticristo domina en este mundo desde hace siglos,
y sería de ignorantes creer que si los pobres cometen un crimen, un robo,
serían el anticristo, ya que las más grandes atrocidades, barbaries en este
mundo, las han cometido los ricos. Entonces pues, el capitalismo, compuesto de
ricos, militares y sacerdotes de todas las religiones son el verdadero
anticristo. Y nosotros, los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre en
Mallorca, en España y en otros lugares del mundo, al decir estas cosas, no lo
hacemos con odio, ni queremos vengarnos de nadie, por la sencilla razón de que
somos cristianos de Cristo, y todo esto no tiene nada que ver con el
catolicismo del Vaticano y el protestantismo de Lutero.
Aconsejamos pues a todos los demás pobres del mundo, que procuren
tener las ideas claras y se aparten de toda clase de política, no voten a
nadie, se den de baja de la religión de los ricos llámese como se llame, y que
procuren no traer muchos hijos al mundo, si es necesario acudir a métodos
anticonceptivos incluido el aborto. A todos los pobres del mundo, que procuren
buscar a Cristo cada uno en sí mismo, en su propia vida. Cuando nosotros
decimos Cristo nos referimos al Espíritu Universal de Dios, el nombre es lo de
menos, lo importante es la vida espiritual. Si los ricos, militares, jerarquías
religiosas, sacerdotes, etc., quieren buscar a Cristo que hagan lo mismo y
dejarán de formar parte del anticristo. Ánimos amigos, buscad a Cristo. Así
sea, amén. (Junio).
MENSAJE DE LA IGLESIA POBRE AL
CONGRESO DE TEOLOGÍA
Hemos recibido
vuestra invitación para asistir al congreso de teología, donde una vez nos
dejasteis hablar, pero como ahora no podremos hacerlo tal como nos dijo el
presidente del congreso, Enrique Miret Magdalena, aquí tenéis nuestro mensaje,
el de siempre.
Repetimos lo
que ya dijo Cristo por boca del obrero carpintero Jesús de Nazareth: "El reino de Dios es de los
pobres", "No se puede servir a Dios y al dinero", etc., y
los dos principales mandamientos son: "Ama
a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo", y cuando
se explota al prójimo, no se le ama, y el que se quiere hacer rico a costa del
prójimo, no le ama, esto es burlarse de Dios y del prójimo. Jesús de Nazareth
dice: "Aprended de mi", y
él trabajaba para comer y predicaba el evangelio de forma gratis, no cobraba de
nadie, y dijo aquello tan claro de: "Yo
soy el buen Pastor y el buen Pastor da su vida por las ovejas, más el
asalariado huye cuando ve que hay peligro", y el apóstol Pablo cita el
ejemplo de que "los cristianos somos
un cuerpo en Cristo, cuando uno padece, todos padecen, cuando uno se alegra,
todos se alegran, y la cabeza es Cristo", y tanto el catolicismo, como
el protestantismo, de este cuerpo han hecho una triste mascarada, sosteniendo
un cuerpo formado de ricos y pobres, ¿Cómo puede ser Cristo la cabeza de esta
gran injusticia social?.
Sí amigos, insistimos, el único y verdadero cristianismo en el
mundo lo formamos los pobres, tanto si se sigue a Cristo, Buda, Alá, etc., esta
es la verdadera religión de Dios, no hay otra. Buscad pues, amigos, cada uno en
sí mismo a Cristo, en la propia vida, trabajando para comer y seréis como
nosotros, apóstoles de Cristo, sacerdotes de Dios, y con propiedad podréis
decir a los demás que hagan lo mismo. Ánimos amigos. Amén. (Junio).
SER CRISTIANO DE CRISTO, ES SER OBRERO, ES SER POBRE
Todos los que formamos la Iglesia Pobre somos obreros y obreras, o
sea, todos somos pobres, no puede ser de otra forma, ya que el fundador de la
pequeña sinagoga, que más tarde se le llamó iglesia, era un obrero carpintero,
Jesús de Nazareth, que llevaba en sí mismo al Espíritu Universal de Dios, que
los cristianos llamamos Cristo. Ser, pues, cristiano de Cristo, es ser obrero,
es ser pobre, Jesús de Nazareth dijo, "Aprended
de mi", y Jesús trabajaba de carpintero, y predicaba el evangelio, o
sea, la buena nueva de que todo ser humano puede buscar a Cristo, cada una en
sí mismo, en su propia vida. Los cristianos de Cristo no somos, pues, ni
católicos del Papa, o Vaticano, etc., ni tampoco somos protestantes de Martín
Lutero; los cristianos somos de Cristo. Ser cristiano de Cristo es ser obrero,
es ser pobre, pero además, también es ser verdadero apóstol de Cristo y
sacerdote de Dios. Nuestro cristianismo nos viene desde los primeros israelitas
cristianos que llegaron a Mallorca, muy poco tiempo después de la muerte de
nuestro Rabí, Jesús da Nazareth, y sus sencillas enseñanzas, han llegado hasta
algunos de nosotros, de forma oral, de padres a hijos, pero ahora, los que
formamos la Iglesia Pobre, descendientes a no, todos somos obreros y obreras,
todos somos pobres, y formamos la Iglesia Pobre el único y verdadero
cristianismo de Cristo en el mundo. Está bien claro que las organizaciones
religiosas que se auto-titulan cristianas, como son el catolicismo, el
protestantismo, etc., no son el cristianismo de Cristo, son organizaciones
religiosas, políticas, solamente van al poder político y al dinero, son, todos
juntos, la religión o Iglesia rica, ya que están formadas por ricos y pobres,
unos creyentes que se hacen ricos a costa de otros creyentes, y a veces a costa
de su vida, en las guerras que organizan los ricos, y así los creyentes ricos y
la jerarquía y sacerdotes, todos, se burlan de Dios y del prójimo. Dice Cristo,
"El reino de Dios es de los
pobres", "No se puede servir a Dios y al dinero". "Es más
fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el
cielo". Los cristianos tenemos las ideas muy claras, no es cuestión de
un socialismo y nada más, los cristianos procuramos estar siempre en diálogo
con Dios, en la oración íntima secreta; Dios es Amor, Luz, Justicia, Paz,
Sabiduría, etc., y con la oración, Cristo nos guía, nos enseña a vivir la
verdadera vida, venciendo el egoísmo, el odio, la maldad, etc., traduciendo el
Amor de Dios en Bondad. Pero comprendemos que hay que ser buenos pero no
tontos, los cristianos no debemos dejarnos engañar por nadie, los cristianos, o
sea, los pobres del mundo, no tenemos que traer muchos hijos al mundo, y si no
se tiene trabajo seguro, que no se traiga ninguno, no aumentemos el número de
pobres, de obreros en paro, de soldados para las guerras que organizan los
ricos, basta ya de engaño. Amigos obreros y obreras, pobres del mundo, buscad a
Cristo, cada una en sí mismo, en su propia vida. Sed apóstoles de Cristo y
sacerdotes de Dios. Así sea. Amén. (Junio).
LA IGLESIA POBRE
ES EL COMUNISMO DE CRISTO
El Espíritu de Dios que los
cristianos llamamos Cristo estaba en y con el obrero carpintero Jesús de
Nazareth, y dijo: "El reino de Dios es de los pobres", "No se
puede servir a Dios y al dinero", "Es más fácil pasar un camello por
el ojo de una aguja que entrar un rico en el reino de Dios". Jesús de
Nazareth también nos dijo: "Aprended de mí", y él trabajaba de carpintero para poder comer y predicaba el evangelio sin cobrar
dinero de nadie, y dijo, además, que "los dos principales mandamientos
son: "Ama a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo". Las personas que se enriquecen a
costa del trabajo del prójimo, se burlan de Dios y del prójimo, y a veces se
enriquecen a costa de la vida del prójimo en las guerras que organizan los
ricos. En una palabra, que hace miles de años que la humanidad está dividida en
ricos y pobres, y los sacerdotes de todas las religiones se callan y no dicen nada de esta gran injusticia, y a veces, los obreros,
los pobres, han organizado, han hecho, revoluciones sangrientas para defenderse
de los ricos, y en el país que han vencido se ha implantado un gobierno
comunista, pero esto no es la solución, porque después de varios años, este
gobierno se cae y todo sigue igual, el egoísmo domina, impera. La verdadera
solución o revolución, es la de Cristo, porque cuando se tiene a Cristo en uno
mismo, que es la Luz, se tienen las ideas claras. Nosotros, los obreros y
obreras que formamos la iglesia pobre, aconsejamos a todos los demás obreros y
obreras, los pobres del mundo, que se aparten de toda clase de militarismo, de
partidos políticos, que no voten a nadie, que se den de baja de la religión de
los ricos, llámese como se llame, y sobre todo, que procuren no traer muchos hijos
al mundo, un hijo por pareja ya es suficiente, y si no se tiene trabajo seguro,
que no se traiga ninguno. Aconsejamos, pues a las mujeres obreras del mundo,
que si es necesario, aborten; comprendamos todos, que si aumentamos continuamente el número de obreros
en paro, la explotación, la mano de obra barata, soldados para las guerras que
organizan los ricos, si no frenamos esto de dar a los ricos tantos pobres, nunca tendremos la verdadera justicia humana en este mundo. No
se trata de odiar a los ricos, se trata de tener las ideas claras; ya dijo
Jesús de Nazareth que tenemos que ser buenos pero no tontos. Al decir que la
iglesia pobre es el comunismo de Cristo hay que entender que no nos referimos a
ningún partido político; el comunismo, el socialismo, aspiran a una justicia humana, y Cristo predicó esta justicia
humana, por que si solamente pensamos en el mandamiento: "Ama a tu prójimo como a ti mismo", ya lo dice todo; el que se vale del
prójimo para enriquecerse, además de que
es una barbaridad, un robo legalizado, es una burla que se hace al
prójimo, y a Dios. Insistimos, no tratamos de imponer ideas a nadie, sino que
aconsejamos a las mujeres pobres del mundo,
que si llega el momento, si es necesario, abortad, pero no olvidéis,
obreros y obreras, pobres del mundo, que todo esto es el cristianismo; que la
oración a Dios es la base. Este es el verdadero y único cristianismo, la
iglesia pobre. Animos amigos. Amén. (Julio).
LA IGLESIA POBRE PERDONA AL VATICANO
En el
periódico “El Día del Mundo” de fecha 25 de Mayo de 1998, hemos leído lo
siguiente: “La iglesia de Mallorca quiere
pedir perdón a los xuetas. La iglesia de Mallorca quiere pedir perdón a los
descendientes de los judíos conversos de la isla, por la cruel y humillante
discriminación que han padecido durante siglos, según recoge una propuesta que
los fieles católicos presentarán para su aprobación en el Sínodo diocesano que
entra en su fase final”.
Muy poco
tiempo después de la muerte del obrero carpintero Jesús de Nazareth, llamado
cariñosamente por sus amigos “el Rabí”, llegaron a Mallorca algunos de sus
seguidores a los cuales se les conocía con el nombre de “los nazarenos”, y
algún tiempo después se les conoció con el nombre de “cristianos”. Esto ocurrió
en Israel, hace ahora dos mil años. Entre estos israelitas llegaron unos pocos
cristianos, o sea, seguidores de Jesús, cuyas sencillas enseñanzas han llegado
hasta nosotros de forma oral de padres a hijos. Esta es la verdadera Iglesia de
Jesús de Nazareth, la Iglesia Pobre. Al llegar el rey Jaime I con su llamada
“conquista de Mallorca”, vino también la iglesia católica, y más tarde la
Inquisición, obligando a todos los nativos a ser bautizados por la fuerza y los
que se negaban a ello eran encarcelados o muertos, y algunos, quemados vivos en
un terraplén que en la actualidad es conocido como la Plaza Gomila, cerca del
Castillo de Bellver de Palma. Si ahora, en la actualidad, esta iglesia católica
quiere pedir perdón a los xuetas, hace bien, reconociendo que los seguidores de
Moisés practican su propia religión, la religión judía, pero en el caso de
nosotros, los cristianos, no es lo mismo, pues el catolicismo se creó muchos
años después de la muerte de Jesús de Nazareth; no son entonces, la iglesia de
Cristo, ya que Cristo nos dice que el reino de Dios es de los pobres y no se
puede servir a Dios y al dinero. La Iglesia Pobre aconseja al Vaticano, que con
este perdón a los xuetas de Mallorca, digan de una forma pública, que ellos no
han sido ni son la Iglesia de Cristo, y que esta Iglesia de Cristo está formada
por gente obrera, o sea, los pobres en todo el mundo, xuetas o no xuetas, pero
que procuran tener a Cristo en ellos mismos. Ánimos amigos, tanto el
catolicismo como el protestantismo nunca han sido ni son la Iglesia de Cristo,
y reconocemos que de entre todos ellos hay personas de buena fe que buscan a
Cristo, pero en vuestras organizaciones hay ricos y pobres, explotados y
explotadores, ya que el que se hace rico a costa del trabajo del prójimo, se
burla de Dios y del prójimo, pues Dios dice: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Pedid perdón amigos, no solo a
los xuetas de Mallorca, pedid perdón a todos los pobres del mundo y devolved el
nombre de “iglesia cristiana” que nunca os ha pertenecido. Buscad a Cristo,
cada uno en sí mismo, en su propia vida, y al tenerlo podréis predicar con
propiedad. Así sea. Amén. (Julio).
HACE DOS MIL AÑOS QUE HAY
CRISTIANOS EN MALLORCA
Poco tiempo después de la muerte de nuestro Rabí, el obrero
carpintero Jesús de Nazareth, el Cristo, los primeros israelitas cristianos
llegaron a Mallorca, junto con otros israelitas seguidores de la religión de
Moisés. Pero aquí nos referimos a los seguidores de Jesús de Nazareth, que al
principio se les conocía como los "nazarenos", o sea, seguidores de
Jesús de Nazareth, más tarde llamados "cristianos", y al Espíritu
Universal de Dios, se le llamó "Cristo". Las sencillas enseñanzas del
obrero carpintero Jesús de Nazareth, pasaron de padres a hijos de forma oral,
llegando hasta nosotros en la actualidad; y yo he conocido tres o cuatro
familias de estas. Hoy, con otros descendientes y no descendientes israelitas
cristianos, pero todos obreros y obreras, formamos la Iglesia Pobre, el único y
verdadero cristianismo de Cristo en este mundo, y todos los pobres, o sea,
todos lo obreros y obreras que viven en y con Cristo, aunque sea con nombres
diferentes, y en cualquier lugar del mundo, forman parte con nosotros, de la
Iglesia Pobre. Algunos siglos después de la llegada de los primeros cristianos
a Mallorca, llegaron también algunos católicos, llamados también
"cristianos", y con la llamada conquista de Mallorca por el rey Jaime
I, llegó el catolicismo y la inquisición, y obligaron a todos los habitantes de
la isla a ser bautizados; los que se resistían fueron encarcelados o quemados
vivos en el terraplén de El Terreno, hoy Plaza Gomila. El catolicismo, pues,
lleva en Mallorca mil y pico de años de existencia, y unos pocos siglos el
protestantismo de Martín Lutero, y no puede ser de otra forma, ya que el
catolicismo empezó con el Vaticano, en Roma, con el rey Constantino, unos tres
siglos después de la muerte de Jesús de Nazareth. Somos, pues, nosotros, la
Iglesia Pobre, el único y verdadero cristianismo de Cristo en el mundo. Las
sencillas enseñanzas de Cristo, por boca del obrero carpintero Jesús de
Nazareth, conocidas como la buena nueva, o evangelio, son las siguientes:
Cumple los mandamientos de Dios, ama a tu prójimo como a tí mismo, trabaja para
comer, no para hacerte rico, no quieras vivir a costa del trabajo de otros.
Piensa por ti mismo, ora, o sea, reza a Dios de forma directa, no necesitas
sacerdotes de ninguna clase para comunicarte con Dios, ya que puedes hacerlo
dentro de ti mismo y en cualquier lugar. Cristo es la Luz, Amor, Paz, Justicia,
Armonía, etc., y todo esto lo vive cualquier ser humano que vive en y con
Cristo. Al vivir en armonía con Dios, tus actos son positivos, amas a Dios
sobre todas las cosas, y amas a tu prójimo como a ti mismo; la cosa es
sencilla, y todo se resume en una palabra: BONDAD. Cualquier ser humano que
vive en y con Cristo, con Dios, es de hecho un verdadero apóstol de Cristo y
sacerdote de Dios, y puede decir a otros que hagan lo mismo. Sobran, pues,
todas las religiones organizadas por los hombres. Esta es la buena noticia o
evangelio de Cristo. Los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre te
aconsejamos amigo, busca a Cristo en ti mismo. Así sea. Amén. (Julio).
CRISTO ES SIEMPRE MI MAESTRO
ESPIRITUAL
Siempre he tenido muy presente las palabras de Cristo, que dijo a
través del obrero carpintero Jesús de Nazareth: “No llaméis a nadie maestro, porque sólo uno es vuestro Maestro, el
Cristo”, o sea, el Espíritu Universal de Dios que los cristianos llamamos
Cristo. Yo mismo tengo buena prueba de que Cristo y nadie más que Cristo puede
enseñarte el verdadero camino espiritual, o sea, el crecimiento del espíritu
del ser humano. El Cristo es Luz, Paz, Amor, Justicia, Bondad, Vida, etc., por
lo tanto es el verdadero “Maestro” y Guía, y no necesita intermediarios de
ninguna clase, ya que Cristo enseña de forma directa a todo ser humano que lo
busca en sí mismo, en su propia vida. En las cosas humanas, es normal y natural
que se busquen maestros en las cosas físicas o mentales, por ejemplo, estudiar
matemáticas, idiomas, lo que se llama una carrera, médico, abogado, etc., o en
las artes, música, pintura, etc., por la sencilla razón de que estas cosas son
mentales, es cuestión de memorizar, recordar lo aprendido, pues son ideas
grabadas en el cerebro del ser humano. Pero lo espiritual es algo muy distinto,
es alimentar el espíritu del ser humano para que vaya creciendo, que
evolucione, que avance, y claro está, que no se puede crecer sin el alimento
espiritual que es Cristo. Todo ser humano que busca su propio crecimiento
espiritual en otro ser humano, tropieza, se cae, y aquí se entienden muy bien
las palabras de Cristo: “Si un ciego guía
a otro ciego, ambos caerán”; nadie puede ponerse en el lugar de Cristo,
pues Cristo, siendo el Espíritu de Dios, de nuestro Creador y Recreador del
Infinito Universo, es el único que puede enseñar a todo lo creado, y es una
tontería creer y decir, que algo creado, –en este caso un ser humano– puede
enseñar a otro ser creado el camino de Dios, su Creador. Claro está, que los
seres humanos tenemos que ayudarnos, compartir el camino, y esto es lo que
deberían hacer todas las religiones del mundo, pero no lo hacen y entorpecen
las cosas con creencias, ritos, dogmas, ceremonias, etc., y se cumple lo que
dijo Jesús de Nazareth a los sacerdotes de su tiempo: “Sois piedras de tropiezo, que no entráis en el reino de Dios ni dejáis
entrar a los demás”. Tengamos pues las cosas claras, tengamos pues
intercambios de ideas, revelemos a los demás nuestras propias experiencias
espirituales hasta donde nos sea posible, tengamos comprensión para los demás,
y no nos cansemos de decir que se acuda a Cristo, que se busque al Cristo, al
“Maestro” cada uno en si mismo, en su propia vida, y no pierda el tiempo en
tonterías, que nadie lo busque en ningún lugar de este mundo. Este es el verdadero
evangelio de Cristo, esto es lo que predicó y enseñó el obrero carpintero Jesús
de Nazareth, y esto es lo que predicamos la Iglesia Pobre. Ánimos amigos,
buscad a Cristo cada uno en sí mismo, en su propia vida. Así sea. Amén.
(Julio).
ACONSEJAMOS A TODOS LOS OBREROS
DEL MUNDO
Hemos leido en la prensa local de Palma de Mallorca en Baleares
(España) el 19 de Julio de 1998, lo
siguiente: “Reunidos 160 países en la
Conferencia de Roma, nace la Corte Penal Internacional, para penalizar y juzgar
a los autores de genocidios, crímenes de guerra y inhumanidad”. Nosotros,
los obreros y obreras que formamos la iglesia pobre, aconsejamos a todos los
gobiernos del mundo que, ya que lo acordado es un gran paso hacia la justicia
humana, que tengan presente que la guerra misma, cualquier guerra, llámese como
se llame, es un crimen, va contra la humanidad, así como también va contra la
humanidad fabricar armas, como por ejemplo la misma bomba atómica. Pero hay
algo muy importante, se trata de la explotación, que está implantada durante
tantos siglos en nuestro mundo como una cosa normal, una cosa legal, y creemos
que ya ha llegado el momento de que se penalice, se juzgue a todo ser humano
que trate de hacerse rico a costa del trabajo de otros seres humanos. No
estamos en contra de los nombres que se puedan dar a sí mismos, por ejemplo,
empresario, comerciante, industrial, banquero, etc., pueden seguir
auto-titulándose con estos nombres o títulos, pero la riqueza que produce el
trabajo que sea para todos y no para unos cuantos que manejan toda la riqueza
que falta para bien del resto de la humanidad, y los gobiernos y religiones lo
consienten. Lo que estamos diciendo no es más que la justicia de Dios y la
justicia humana, no decimos disparates, y es muy triste ver que han pasado
tantos siglos y todas las religiones de este mundo, con sus jerarquías y
sacerdotes, nunca han dicho estas cosas, demostrando claramente, que junto a
los militares y capitalistas, los tres juntos, forman la gran piña o trinidad
diabólica, como lo que son, capitalismo salvaje que domina este mundo. Y para
los gobernantes y no gobernantes, católicos y protestantes de este mundo, que
tengan presente lo que dice Cristo, por boca del carpintero Jesús de Nazareth: “El reino de Dios es de los pobres; no se puede
servir a Dios y al dinero; ama a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a
ti mismo”. Hacerse rico pues, a costa del trabajo del prójimo, es burlarse
de Dios y del prójimo, pero sin acudir a Cristo, a Dios, simplemente en la vida
misma, en la vida humana, ¿con qué derecho pueden hacerse ricos unos con el
trabajo de otros?, ya que a nadie le gusta que lo exploten, que lo maltraten,
que le roben, que lo maten. Repetimos lo del principio, empezad ya a discutir,
a hablar de estas cosas, a fin de que pronto veamos de que todos los gobiernos
del mundo condenan esto, a fin de que ningún ser humano pueda hacerse rico a
costa del trabajo de otro ser humano, ya que esto es un insulto, un crimen a la
humanidad. Claro, que de tener al Espíritu de Dios cada uno en sí mismo, en su
propia vida, no se habría llegado a la barbaridad de ver a la humanidad
dividida en ricos y pobres. Ánimos amigos, que cada uno busque en si mismo, en
su propia vida y todos seremos lo que debemos ser, personas humanas, no
animales o aves de rapiña. Ánimos amigos, buscad a Cristo. Así sea. Amén.
(Agosto).
LA IGLESIA POBRE Y LAS
RELIGIONES DE LOS RICOS
En el evangelio de Lucas, se puede leer lo siguiente: "Alzando él los ojos hacia sus
discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el
reino de Dios; Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis
saciados; Mas ¡ay de vosotros ricos! porque tenéis vuestro consuelo; ¡ay de
vosotros, los que estáis hartos! porque tendréis hambre; Así como queréis que
os hagan los hombres, así hacedles también vosotros; perdonad y seréis
perdonados; etc.”. Lucas, 6-20 al 37. Nosotros, los obreros y obreras que
formamos la iglesia pobre, tenemos las ideas muy claras de las sencillas
enseñanzas del Cristo que nos dio a través del obrero carpintero Jesús de en
Nazareth. No se trata, pues, de estudios de seminario, teológicos, bíblicos,
etc. ya que el mismo Cristo dice en otros lugares, en el llamado Nuevo
Testamento: "Gracias Padre, que has
escondido estas cosas a los sabios y entendidos y las has revelado a la gente
sencilla, a la gente pobre; no se puede servir a Dios y al dinero; aprender de
mi, -y él trabajaba de carpintero y predicaba-; yo soy el buen Pastor, más el
asalariado huye cuando viene el lobo; a nadie llaméis maestro, porque uno es
vuestro Maestro, Cristo; los dos principales mandamientos de Dios son: ama a
Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo”. Hacerse rico a
costa del trabajo del prójimo y a veces a costa de su vida, en las guerras que
organizan los ricos, es burlarse de Dios y del prójimo. La humanidad está
dividida en ricos y pobres, y los sindicatos obreros se limitan a pedir mejoras
en el trabajo, más salario, etc. y las religiones, todas, se limitan a predicar
a sus creyentes que se porten bien, que practiquen las ceremonias y los ritos
que practica cada religión, que tengan o crean en sus dogmas o creencias, etc.
y la jerarquía y los sacerdotes, son cómplices de la gran injusticia humana de
que unos creyentes se hacen ricos a costa del trabajo de otros creyentes, y a
toda esta porquería se le llama civilización, cultura, religión, etc. Nosotros,
pues, los obreros y obreras que formamos la iglesia pobre aconsejamos a todos
los demás pobres del mundo que se den de baja de la religión de los ricos,
llámese como se llame, que se aparten del militarismo y partidos políticos,
etcétera, que no voten a nadie, y sobre todo, que procuren no traer muchos
hijos al mundo, para no aumentar más el número de obreros en paro, el hambre,
el número de soldados para las guerras que organizan los ricos, en una palabra,
que seamos buenos pero no tontos. Se trata pues, de buscar el Espíritu
Universal de Dios, que los cristianos llamamos Cristo, procurando apartar de
nuestra mente todas las ideas negativas, como son el egoísmo, la maldad, la
envidia, el odio, etc. y con Cristo en nuestra propia vida tendremos la
verdadera Paz, Armonía, Justicia, Amor de Dios traducido en Bondad en nuestra
propia vida, y con propiedad podremos decir a los demás que hagan lo mismo. De
esta forma somos verdaderos apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios.
Aconsejamos a todas las religiones del mundo que hagan lo mismo, y en
particular el llamado catolicismo y protestantismo, que tanto hablan de Cristo,
y muy pocos le siguen de verdad. Ánimos pues, amigos. Buscad a Cristo en
vuestra propia vida. Así sea. Amén. (Agosto).
LA BONDAD NO NECESITA
ORGANIZACIÓN
El Espíritu de
Dios que los cristianos llamamos Cristo, dijo por boca del obrero carpintero
Jesús de Nazareth: "El reino de Dios
es de los pobres", Lucas 6,20, y en el evangelio de Mateo podemos leer
lo siguiente: "Bienaventurados los
limpios de corazón porque ellos verán a Dios", " Bienaventurados los
pacíficos, los misericordiosos, etc.", "No se puede servir a Dios y
al dinero", "Es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja
que entrar un rico en el reino de los cielos", y sigue diciendo Jesús:
"aprended de mi", y Jesús
de Nazaret trabajaba de carpintero, y practicaba y predicaba el evangelio de
Cristo, que es sencillamente el Amor de Dios que hay en cada ser humano, al
cual llamamos Bondad, o sea, matar simbólicamente la bestia que hay en cada ser
humano, que es el egoísmo, odio,
vanidad, maldad, etc. y hacer que renazca o despierte el ángel que hay en cada
uno, que es bondad, justicia, paz, amor al prójimo, etc. Claro está, que para
desarrollar estas cosas no se necesita ninguna clase de en organización y en
este caso, no se necesita ninguna religión organizada por los hombres, porque
cuando el espíritu, el ser humano va desarrollando en sí mismo el infinito Amor
de Dios, que es la Bondad, es porque el espíritu tiene en sí mismo a Cristo,
que es luz, vida, paz, justicia, etcétera, y en el caso del cristianismo, el
ser humano, hombre o mujer, se convierte en verdadero apóstol de Cristo y
sacerdote de Dios, y con propiedad puede decir a los demás que hagan lo mismo;
esto es el verdadero evangelio de Cristo. El llamado cristianismo católico y
protestante, no son el cristianismo de Cristo, porque estas organizaciones
religiosas están compuestas de ricos y pobres, o sea, unos creyentes que se hacen ricos a costa del trabajo de
otros creyentes, y a veces, a costa de sus vidas en las guerras que organizan
los ricos. El ser humano que quiere buscar de verdad a Cristo, y es miembro de
alguna de estas organizaciones que son la religión de los ricos, tiene
forzosamente que salir de dichas organizaciones y buscar a Cristo en sí mismo,
en su propia vida. Vemos pues, claramente, que la bondad de Dios que cada uno
lleva en sí mismo no necesita organización de ninguna clase para vivir en y con
Cristo, con Dios. Esto es lo que aconsejamos los obreros y obreras que formamos
la Iglesia Pobre en el mundo. Y si los ricos quieren ser cristianos de verdad,
ya lo saben, que dejen sus riquezas materiales y busquen a Cristo cada uno en
sí mismo. Ánimos amigos ricos y pobres, buscad a Cristo y desarrollad la
bondad. Así sea. Amén. (Septiembre).
LOS SANTOS CATÓLICOS NO ESTAN
EN EL CIELO
En el llamado "Nuevo Testamento" de la Biblia, podemos
leer lo siguiente: "En la casa de mi
Padre, muchas moradas hay, de otra manera, os lo hubiera dicho, voy pues, a
preparar lugar para vosotros", Juan 14,2, y Jesús dice: "yo soy el camino, la verdad, y la
vida, nadie viene al padre, sino por mi". Juan 14,6. Dijo el ladrón a
Jesús: "Acuérdate de en mí cuando
vinieres a su reino", entonces Jesús le respondió: De cierto te digo,
que hoy estarás conmigo en el paraíso", Lucas 23, 42-43. Y escribe el
ángel de la iglesia en Filadelfia: "Estas
cosas dice el santo, el verdadero, el que tiene la llave de la vida, el que
abre y ninguno cierra, y cierra, y ninguno abre...” Apocalipsis 3,7. La
llamada religión católica con sus dirigentes en el Vaticano dice quienes se
salvan y quienes se condenan y hacen santos y los envían al cielo, o sea, que
hacen y deshacen lo que les da la gana y se fundan en unas palabras que dijo
Jesús de Nazaret al apóstol que más tarde fue llamado Pedro: "Tú eres piedra, y sobre esta piedra
edificaré mi iglesia y lo que tú hagas o deshagas en la Tierra así también será
en el cielo". Pero nosotros, la iglesia pobre, también demostramos
bíblicamente que ningún santo católico está en el cielo y que nadie más tiene
las llaves del cielo, que el Cristo mismo, que es el Espíritu de Dios. Pero sin
acudir a la letra escrita de la Biblia, se puede comprender muy bien, que nadie
sabe las cosas de Dios y es Dios el único que y lo sabe todo, por lo tanto,
sólo El sabe quienes son santos y quienes no son santos. Querer pues, hacer las
cuentas a Dios, es prueba clara de ignorancia o de mala fe, o sea, de un
materialismo de la iglesia rica. Y una cosa es cierta, de poder inmiscuirnos en
las cosas de Dios, los únicos que podríamos hacerlo somos los pobres del mundo,
pero sólo los que tenemos a Cristo, cada uno en sí mismo, los que formamos la
iglesia pobre, pues Cristo mismo dice:
"El reino de Dios es de los pobres". Lucas 6,20. Cuando nosotros
decimos que ningún santo católico está en el cielo, estamos en la misma
ignorancia de los papas, cardenales, obispos, etc., que canonizan a algunos de
sus creyentes y los envían al cielo, los hacen santos, etc. Pero nosotros, la
iglesia pobre, tomamos muy en serio las cosas de Dios, y tenemos muy presente
las palabras de Cristo que dice: "No
se puede servir a Dios y al dinero". Aconsejamos pues, al Vaticano
católico y al protestantismo, que busquen a Cristo, cada uno en sí mismo, en su
propia vida, y serán como nosotros, verdaderos apóstoles de Cristo y sacerdotes
de Dios. Así sea. Amén. (Septiembre).
EL CATOLICISMO NO ES LA IGLESIA
POBRE DE CRISTO
El catolicismo
del Vaticano que se organizó con el rey Constantino muchos años después de la
muerte de Jesús de Nazareth, está claro que no es la sencilla iglesia pobre que
formó y fundó nuestro Rabí, el obrero carpintero Jesús de Nazareth, el Cristo.
La llamada "iglesia católica", no es la iglesia cristiana, pero
tampoco lo es el protestantismo de Martín Lutero, ex-obispo o sacerdote
católico; ni el catolicismo, ni el protestantismo, son la iglesia pobre de
Cristo, son iglesia rica y para los ricos. Estas organizaciones religiosas
están formadas de ricos y pobres, o sea, unos creyentes que se hacen ricos a
costa del trabajo de otros creyentes, y a veces a costa de sus vidas en las
guerras que organizan los ricos y la jerarquía religiosa. Los sacerdotes
católicos y protestantes se callan, no dicen nada sobre esta gran injusticia
social, y unos y otros se burlan del Dios y del prójimo, pues Dios dice: "Ama a tu prójimo como a ti
mismo". Nosotros, los obreros y obreras que formamos la iglesia pobre,
el único y verdadero cristianismo en el mundo, pedimos, o mejor dicho, exigimos
que tanto el catolicismo, como el protestantismo, dejen ya de una vez de
auto-titularse "iglesia cristiana", ya que nadie es cristiano sin
Cristo en sí mismo, en su propia vida; y claro está, que el verdadero
cristianismo lo forman los cristianos, y esta verdadera iglesia o religión de
Dios, solamente la conoce y dirige Dios. La iglesia pobre está formada de
obreros y obreras, o sea, los pobres, tanto si son católicos, protestantes,
judíos, budistas, etc., gente pobre, pero que cada uno tenga en sí mismo, en su
propia vida, al Espíritu Universal de Dios que los cristianos llamamos Cristo.
Lo que pedimos a la jerarquía y sacerdotes y también a sus creyentes, es que no
se presenten al mundo como cristianos, que no hablen o prediquen sobre Cristo,
en una palabra, que dejen de usar la palabra nombre "cristiano", sin
tener a Cristo, sin vivir en y con Cristo, con Dios. La iglesia rica está en su
derecho de quedarse o seguir teniendo las riquezas materiales que han ido
adquiriendo a través de los siglos, o sea, dinero, obras de arte, templos,
catedrales, monasterios, conventos, etc. ya que todo esto no es de la iglesia
pobre de Cristo. Pueden quedarse con estas riquezas materiales, pero que no se
presenten como iglesia de Cristo. Pero claro, es que además comprendemos que
para ser un verdadero cristiano no basta con ser pobre, ya que el pobre, o sea,
el obrero, si piensa en ser rico algún día, en poner un negocio, etc. alimenta
su egoísmo, no sirve pues para ser cristiano, hasta que no aparte de su mente
toda clase de egoísmos; pero si busca en sí mismo, en su propia vida, a Cristo,
este obrero, esta obrera, en una palabra, este pobre, al tener en sí mismo a
Cristo se convierte en un verdadero apóstol de Cristo y sacerdote de Dios, y no
tiene ninguna necesidad del estudios de seminario, paga mensual, etc., por la
sencilla razón de que tiene al Espíritu Universal de Dios en sí mismo, en su
propia vida, y tiene el derecho y el deber de predicar el evangelio de Cristo a
los demás pobres del mundo; y si los ricos quieren ser cristianos de Cristo,
que abandonen sus riquezas materiales y se hagan pobres. Ánimos amigos, buscad
a Cristo. Así sea. Amén. (Octubre).
LA IGLESIA VERDADERA DE CRISTO
ES POBRE
El Espíritu de
Dios, -que los cristianos llamamos Cristo-, estaba en y con el obrero
carpintero Jesús de Nazareth, y dijo: “El
reino de Dios es de los pobres”. (Evangelio de Lucas, 6-20). También dijo: “No se puede servir a Dios y al dinero”; “Aprended
de mi”; “A los pobres es predicado el Evangelio, etc.”. Jesús de Nazareth
no era rico, no era un sacerdote a sueldo, no era un militar, etc., era
sencillamente un obrero que trabajaba de carpintero, esto es todo. Pero al
llevar en sí mismo al Cristo, practicó y predicó el Evangelio, o sea, la buena
nueva o noticia de que todos los seres humanos pueden ir a buscar Dios, cada
uno, en su propia vida, sin intermediarios de ninguna clase. Nada pues de
religiones compuestas por los hombres, nada pues de organizaciones religiosas
compuestas de ricos y pobres, con sacerdotes de estudios de seminario, sueldo,
paga mensual, etc., y unos creyentes que se hacen ricos a costa del trabajo de
otros creyentes, a veces, a costa de su vida en la guerras que organizan los
ricos, burlándose así unos y otros de Dios y del prójimo, pues Dios dice: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.
Hacerse rico a
costa del trabajo del prójimo es una brutal injusticia del capitalismo salvaje,
con el visto bueno de jerarquías y sacerdotes de todas las religiones del
mundo. No es suficiente solucionar el paro obrero; supongamos que en todo el
mundo todos los obreros trabajan, no hay paro obrero, pero sigue la humanidad
dividida en ricos y pobres, sigue pues la grave injusticia social, ya que la
riqueza material, la comida, casas, etc., que produce el trabajo de los obreros
y obreras, los pobres del mundo, en justicia es para todos y no para hacerse
ricos unos cuantos, esto es simplemente un robo, legalizado y apoyado por los
gobiernos, militares y todas las religiones del mundo.
Esto lo
denunciamos los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre, el único y
verdadero cristianismo de Cristo en este mundo tan lleno de confusión,
política, religiosa, social, etc. Pero todo lo dicho en este mensaje es de
Cristo, es la oración, es vivir en y con Cristo que es la Luz de Dios, y claro
está, que cuando hay luz se ven las cosas muy claras; esto amigos es la Iglesia
Pobre. Cada ser humano, si busca en sí mismo, en su propia vida al Espíritu
Universal de Dios, -que los cristianos llamamos Cristo-, el ser humano hombre o
mujer, al tener a Cristo, se convierte en un verdadero apóstol de Cristo y
sacerdote de Dios. Esta es la Religión Universal de Dios que en este mundo la
llamamos Iglesia Pobre, sencillamente porque es el verdadero Evangelio de
Cristo.
Ya los sabéis
amigos, nadie es cristiano sin Cristo, claro que no basta ser pobre, hay que
buscar a Cristo, y si los ricos quieren ser cristianos tiene que devolver, o
sea, dejar la riqueza material y buscar a Cristo. Así sea. Amén. (Octubre).
EL ESTIGMA CHUETA
El día 10 de
Octubre vi en el programa "Línea 900" de TV2, el reportaje "El
estigma xueta". Yo soy chueta mallorquín, mi nombre es Cayetano
Martí Valls y tengo 81 años de edad. Este programa ha sido una sorpresa para mi
porque yo soy un obrero y nunca he sido perseguido, pero siempre me he
encontrado con lo mismo, ricos y pobres, en este caso chuetas ricos y chuetas
pobres.
En mi familia
siempre hemos sido obreros, gente pobre, pero además de ello he de decir que
soy descendiente de los primeros cristianos israelitas venidos a Mallorca
después de la muerte del rabí Jesús de Nazareth, aunque en el principio se les
llamara "los nazarenos" y más tarde "cristianos".
He conocido
pocas familias descendientes de israelitas cristianos, porque la gran mayoría
de descendientes eran seguidores de la religión rica, el judaísmo de Moisés,
pero la Inquisición nos persiguió a todos, a ricos y a pobres. Algunas de estas
personas que salieron en el reportaje han estado en mi casa, como el ahora
rabino Israel Nicolás Aguiló, en cuya mano tiene la Torá y en la otra una
metralleta para defender "tierra". Allá ellos con su conciencia, pero
que quede claro que yo soy israelita cristiano, algo que no tiene nada que ver
ni con el catolicismo ni con el protestantismo, organizaciones humanas que
nunca han sido el cristianismo de Jesús de Nazareth.
He trabajado
de yesero toda mi vida, he sido vocal sindical, he tenido incluso amigos
fascistas, e incluso he llegado a ser respetado por el mismo clero católico,
pero siempre me he dado cuenta que los ricos no quieren saber nada de los
pobres, ni ricos católicos, ni protestantes, ni rabinos ni sacerdotes, a
ninguno le interesa el cristianismo pobre de Jesús el carpintero, su iglesia pobre,
una iglesia que tanto chuetas como no chuetas hemos restaurado aquí en Mallorca
después de tantos siglos de ignorancia religiosa católica y protestante.
Pero nosotros,
los obreros que la formamos, nos sentimos orgullosos de practicar el
cristianismo sencillo de Jesús y de predicarlo, cosa que está al alcance de
todos los pobres del mundo que buscan a Cristo en si mismo, y si los ricos
quieren ser cristianos, ya saben que no se puede servir a Dios y al dinero.
A mis 81 años
recuerdo ser insultado de niño por ser chueta pero nada más; he trabajado en
varias empresas y nunca pasó nada, me casé con una chica no chueta llamada
Magdalena Moll de Vidal y su familia nunca dijo nada, también era gente pobre.
Si los ricos se han sentido perjudicados allá ellos, nosotros los pobres,
siempre lo hemos tenido claro y lo hemos resumido de una manera muy sencilla, "la iglesia verdadera en cada casa
obrera y Cristo en el corazón", esto es todo. Ánimos a todos amigos y
buscad a Cristo cada uno en si mismo. (Octubre).
ABORTO SI, PARO OBRERO, HAMBRES
Y GUERRAS NO
El obrero carpintero Jesús de Nazareth dice: "Sed prudentes como serpientes y sencillos como palomas",
o lo que es lo mismo, ser buenas personas pero no tontos. No nos dejemos, pues,
engañar. Y al referirnos al aborto, lo hacemos teniendo las ideas muy claras;
el número de pobres en el mundo es enorme, se trata de muchos millones, y los
obreros y obreras que formamos la iglesia pobre aconsejamos a todos los pobres
del mundo que procuren no traer muchos hijos al mundo; máximo uno por familia,
o ninguno si no se tiene trabajo seguro. Tratemos, pues, de no aumentar el
número de pobres, de obreros en paro. No aumentemos el hambre, el número de
soldados para las guerras que organizan los ricos, etc. No nos dejemos engañar
por nadie, y tengamos siempre presente que el capitalismo es una especie de
trinidad diabólica compuesta de ricos, o sea, la gente rica, los jefes
militares y la jerarquía y sacerdotes de todas las religiones y todos juntos,
hace muchos siglos que explotan, esclavizan y matan, en las guerras, a todos
los pobres del mundo, y en muchas ocasiones, los pobres organizan revoluciones
sangrientas contra los ricos, tal como el caso del comunismo, etc. pero al
final siempre vence el capitalismo, el dinero, etc. La única y verdadera revolución es la de
Cristo, o sea, el Espíritu Universal de Dios en el ser humano. Cristo es la
Luz, y cuando hay luz se ven las cosas claras. Pensemos y meditemos bien estas
cosas: procurar, los pobres, no traer hijos al mundo, o tener muy pocos,
incluso acudir al aborto es más humano, más justo que las mujeres pobres paran
hijos para que los ricos dispongan de ellos para explotarlos o matarlos en las
guerras. Basta con ver lo que dicen los jefes religiosos de todas las
religiones del mundo, por ejemplo, el llamado papa católico y su jerarquía
dicen que "no al aborto porque es un pecado", pero muy poco les
importa esto de pecado; lo que les importa o les Interesa de verdad es que no
se acabe la cantera de pobres, o sea, mano de obra barata y carne de cañón.
Además, todo el capitalismo sabe y entiende muy bien que sin los pobres en el
mundo, se acaba el vivir sin trabajar, se acaba el capitalismo, militarismo y
religión; porque los ricos no creen en Dios. No se trata pues de odiar a los ricos.
No se trata de ser un anti esto o anti aquello, etc. Se trata de ver las cosas
claras. Se trata de buscar a Cristo cada uno en sí mismo, en su propia vida. Y
nosotros, los obreros y obreras que formamos la iglesia pobre, aconsejamos a
todos los pobres del mundo que se den de baja de la religión de los ricos,
llámese como se llame; que se aparten de toda clase de militarismo, de partidos
políticos, etc. y que entiendan que éste es el verdadero y único Evangelio de
Cristo, o sea, la Verdad que han predicado todos los profetas a través de la
historia humana. Amén. (Noviembre).
DE LA ESCLAVITUD A LA LIBERTAD
DE DIOS
En la Biblia
se puede leer lo siguiente: “Y habló Dios
todo esto, diciendo: Yo Soy Yavé, tu Dios, que te ha sacado de la tierra de
Egipto, de la casa de la servidumbre... etc.; acuérdate del día del sábado para
santificarlo. Seis días trabajarás y harás tus obras, pero el séptimo día, es
día de descanso consagrado a Yavé tu Dios, y no harás en él trabajo alguno, ni
tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, etc.” (Éxodo 20, de los
versículos 1 al 10). “He aquí las leyes
que les darás: si compras un siervo hebreo, te servirá por seis años”.
(Éxodo 21, de los versículos 1 al 3). Jesús de Nazareth dijo a los apóstoles: “Ya no os llamo siervos, porque el siervo no
sabe lo que hace su señor; pero os digo amigos, porque todo lo que oí de mi
Padre os lo he dado a conocer.” (Evangelio de Juan 15-15, traducción
católica de la Biblia).
Queda
claramente demostrado que una cosa es lo que dice Dios y otra lo que dicen los
sacerdotes de todas las religiones; en el caso concreto de Israel, Dios sacó de
la esclavitud a los hebreos de Egipto y pasando los años los hebreos formaron
la nación israelita, dividiéndose una vez más en amos y esclavos, o sea, unos que
se hacían ricos a costa del trabajo de los otros, con el beneplácito de los
sacerdotes de la religión judía de Israel. Pero cuando vino el obrero
carpintero Jesús de Nazareth, que llevaba en sí mismo el Espíritu Universal de
Dios que los cristianos llamamos Cristo, todo cambió y para siempre, ya que
Dios nos libera a todos de la esclavitud física y espiritual, o sea, dejarnos
explotar lo menos posible para poder comer y liberarnos de toda clase de
religión; este es el verdadero Evangelio, no hay otro.
Nosotros, los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre,
tanto si descendemos de Israel o no, somos el verdadero cristianismo en el
mundo; ya dijo muy claramente Jesús de Nazareth: “El Reino de Dios es de los pobres”. Lucas 6-20. Las
organizaciones religiosas (catolicismo, protestantismo, etc.) nunca han sido ni
son la Iglesia de Cristo, ya que estas organizaciones están compuestas de ricos
y pobres, o sea, unos creyentes que se hacen ricos a costa del trabajo de otros
creyentes y a veces a costa de sus vidas con las guerras que organizan los
ricos. Claro está que no es suficiente ser pobre para ser cristiano, hay que
buscar a Cristo cada uno en si mismo, en su propia vida, y de esta forma nos
convertimos en verdaderos apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios aunque no
tengamos estudios de ninguna clase; y si los ricos quieren ser cristianos, ya
lo saben, que se hagan pobres y devuelvan la riqueza que han ido acumulando a
costa del trabajo de otros. Jesús de Nazareth dijo muy claramente en el famoso
Sermón de la Montaña: “No se puede servir
a Dios y al dinero”. Ánimos amigos, buscad a Cristo, así sea. Amén.
(Noviembre).
EL ONÁN DE LA BIBLIA Y EL
ABORTO ACTUAL
En el llamado Antiguo Testamento de la Biblia y en el Génesis, se
puede leer lo siguiente: “Y sabiendo Onán
que la simiente no había de ser suya, sucedía que cuando entraba a la mujer de
su hermano vertía en tierra, por no dar simiente a su hermano”. Génesis
38-9. Esta fuerza de voluntad de Onán estaba producida por el egoísmo, porque
de esta forma seguramente entraban intereses materiales de herencia, tierras,
dinero, etc., pero esto demuestra claramente que cuando el ser humano pone en
marcha la voluntad, puede hacer muchas cosas. Nosotros los obreros y obreras
que formamos la Iglesia Pobre, aconsejamos a todos los obreros y obreras, o
sea, los pobres del mundo, que procuren no traer muchos hijos al mundo. La
humanidad está dividida en ricos y pobres, o sea, explotados y explotadores,
unos que se hacen ricos a costa del trabajo de otros. Hoy no es necesario hacer
lo mismo que hizo Onán, ya que en la actualidad existen los anticonceptivos y
sobre todo el aborto. Esto no es ninguna clase de egoísmo, es de justicia,
porque mientras nazcan más pobres habrán más millones de obreros en paro, de
soldados para las guerras que organizan los ricos, de toda clase de vicios, de
hambre, etc. La cosa está clara, o se hace la revolución sangrienta contra los
ricos, o se hace la verdadera revolución de Cristo. Nosotros, como Iglesia
Pobre, aconsejamos y propagamos la revolución de Cristo, pues somos cristianos
de Cristo, pero no lo somos de ninguna organización religiosa; conviene que se
entienda bien que el Catolicismo y el Protestantismo no son la religión de
Cristo, bien claro lo dijo el obrero carpintero Jesús de Nazareth: “El reino de Dios es de los pobres”.
Lucas 6-20. Conviene repetir muchas veces lo mismo, buscamos la verdadera
justicia de Dios, pues la justicia hecha por los hombres está hecha siempre
para defender los intereses de los ricos, o sea, de los mandamases religiosos,
políticos, militares, etc., en una palabra, del capitalismo salvaje que domina
al mundo. Aconsejamos a todos los pobres del mundo que se den de baja de la
religión de los ricos, llámese como se llame, que se procure no traer muchos
hijos y si es preciso, acudir al aborto y no hacer caso de lo que dicen los
mandamases religiosos, de que el aborto es un pecado. Ánimos pues obreros y
obreras, pobres del mundo, buscad a Cristo, o sea, el Espíritu de Dios, en la
oración, cada uno en si mismo, en su propia vida y seréis como nosotros
verdaderos apóstoles y sacerdotes de Dios y podréis decir a los demás que hagan
lo mismo. Y si los ricos quieren ser cristianos ya lo saben, que se hagan
pobres y busquen a Cristo. Así sea. Amén. (Diciembre).
DOS CRISTIANOS REUNIDOS YA SON
IGLESIA
En el
evangelio de Mateo, se puede leer lo que dijo Cristo por boca del obrero
carpintero Jesús de Nazareth, por ejemplo, "Donde
están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo", Mateo 18,
20; "El
reino de Dios es de los pobres", Lucas
6, 20; "No se puede servir a Dios y
al dinero", "Es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja,
que entrar un rico en el cielo", etc. Todo esto está muy claro, la
verdadera iglesia de Cristo la componen los seres humanos, pero que sean pobres
y tengan cada uno en sí mismo, en su propia vida, al Espíritu Universal de
Dios, que los cristianos y llamamos Cristo; donde están solamente dos
cristianos, sean hombres o mujeres, reunidos en y con Cristo, ya forman la
verdadera iglesia de Cristo. Esta es la sencilla reunión o iglesia que formo
Jesús en Nazareth de Galilea, Israel, hace dos mil años. Esto es el verdadero
evangelio de Cristo, esto es la iglesia pobre. Si la organización religiosa
conocida como el Vaticano, catolicismo, etc. dice que se funda sobre las
palabras de, "Tú eres Pedro..."
allá ellos, pero no tienen base, ya que arrebataron la idea a los cristianos, y
formaron la iglesia rica; después vino Martín Lutero, con su protestantismo
compuesto de ricos y pobres, explotados y explotadores, unos creyentes que se
hacen ricos a costa del trabajo de otros creyentes, y a veces a costa de sus
vidas en las guerras que organizan los ricos, y todo esto con la complicidad de
la jerarquía y sacerdotes católicos y protestantes,. Claro está, que esto no es
la iglesia de Cristo; además, es un insulto a Dios, ya que Dios dice, "Ama a tu prójimo como a ti
mismo", y claro está, que hacerse rico a costa del trabajo del
prójimo, o a costa del su vida, es burlarse de Dios y del prójimo; es bestial.
Esto es el capitalismo salvaje, con mucha religión, pero sin Dios. Repitamos lo
dicho, con sólo dos cristianos reunidos en y con Cristo, ya forman la verdadera
iglesia de Cristo, aunque estos cristianos no tengan estudios, o no sepan leer
ni escribir, pues el amor de Dios, o sea, la bondad en el ser humano, no
necesita estudios para manifestarse; ya dijo Cristo, "Por sus futuros los conocerles", y claro está, que no
estamos en contra del estudio humano, pero lo primero es buscar a Cristo, cada
uno en sí mismo, en su propia vida. Nosotros, los obreros y obreras que
formamos la iglesia pobre, resumimos todo esto así, "la iglesia verdadera en cada casa obrera, y Cristo en el
corazón"; esto es todo, esto es el evangelio de Cristo, es nuestra
propia liberación. Cristo dice, "La
verdad nos hace libres"; nada pues de la llamada religión organizada
por los hombres, nada de intermediarios entre Dios y los seres humanos, ya que
nadie ha visto jamás a Dios, es de forma directa que hay que buscar a Dios;
bien claro lo dice Cristo, "Vosotros
oraréis así, "Padre nuestro...". Buscad a Cristo, cada uno en sí
mismo, y formad la verdadera iglesia en vuestra casa. Así sea. Amén.
(Diciembre).