Mensajes 1999


NINGUNA IGLESIA RICA ES CRISTIANA


 

El obrero carpintero Jesús de Nazareth, que llevaba en sí mismo al Cristo, dice: “El reino de Dios es de los pobres”. Lucas 6-20. Jesús de Nazareth dice: “Aprended de mi”; “No se puede servir a Dios y al dinero”, etc., y tantas cosas más ya repetidas en nuestros mensajes; está claro que ninguna iglesia rica es cristiana, por ejemplo, el catolicismo, protestantismo, etc.; estas organizaciones religiosas no son cristianas al estar compuestas de ricos y pobres, o sea, unos creyentes que se hacen ricos a costa del trabajo de otros creyentes y a veces a costa de su vida en las guerras que organizan los ricos, y todo esto con el apoyo o el visto bueno de las jerarquías y sacerdotes católicos católicos y protestantes, no son pues iglesias cristianas. Y nosotros, los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre, el único y verdadero cristianismo de Cristo en el mundo, no admitimos a los ricos en la iglesia si dejar las riquezas materiales. Si las jerarquías y los sacerdotes, con sus creyentes ricos, todos se hacen pobres, serán bien recibidos en la Iglesia Pobre, la de Cristo. No es ninguna fantasía, es la Verdad de Cristo, no se trata de tener sacerdotes con estudios de seminario, paga o sueldo mensual, etc., ni tener templos, catedrales, etc., ni vivir en palacios, etc., es pues cuestión de vivir en y con Cristo, con Dios. Se trata de que el verdadero apóstol de Cristo y sacerdote de Dios trabaja para comer, no se haga ricos, predica con su ejemplo, sus actos son positivos y sus sencillas palabras, el evangelio de Cristo, lo vive con su familia, con sus amigos, etc., etc., y estos verdaderos apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios, no necesitan estudios de ninguna clase, ya que el amor de Dios se manifiesta en hechos y no con estudios de seminario, con versículos de la Biblia, etc. El Amor de Dios en el ser humano se manifiesta sencillamente en Bondad. El Vaticano católicos y los demás Vaticanos protestantes, si quieren ser cristianos, que se hagan pobres,  y si también sus creyentes quieren ser o pertenecer a la Iglesia de Cristo, que se hagan pobres o manden a paseo tanta farsa, tanta hipocresía, y unos y otros no engañen más a nadie. Aquí en Mallorca, estamos dando a conocer el verdadero y sencillo cristianismo de Cristo. Obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre, algunos somos descendientes de los primeros israelitas cristianos que llegaron a Mallorca, poco tiempo después de la muerte de nuestro Rabí, el obrero carpintero Jesús de Nazareth, el Cristo, y sus sencillas enseñanzas han llegado hasta nosotros de forma oral, de padres a hijos; la Iglesia Pobre es el único y verdadero cristianismo  en este mundo. Pero Cristo, o sea, Dios, no es monopolio de nadie, pero ningún rico puede ser cristiano, pues Dios dice: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”, y nadie se hace rico trabajando, el que se hace rico es a costa del trabajo de otros, o sea, del prójimo, y esto es burlarse de Dios y del prójimo. Busca pues a Cristo en ti mismo si quieres ser cristiano. Así sea. Amén. (Enero).

 

 

NADIE TIENE EL MONOPOLIO DE DIOS


 

A través de la historia humana siempre ha habido personas que han tratado de buscar, de tener en ellos mismos, a este Creador del infinito Universo al que le hemos puesto el nombre de "Dios"; a estas personas se les ha llamado profetas, mesías, etc. y después, sobre sus ideas o experiencias espirituales, otros han creado religiones, o sea, unas organizaciones compuestas de sacerdotes y creyentes; estos sacerdotes, de todas las religiones, se han presentado como intermediarios entre Dios y los demás seres humanos, creando incluso jerarquías con títulos, como, papas, cardenales, obispos, etc. llegando a la gran tontería como es la de que un hombre al que se le llama papa católico, se presente al mundo como el embajador de Dios, vicario de Cristo, representante de Dios en la Tierra, etc. y esto es el colmo de la tontería, de la vanidad humana, que no tiene nada que ver con Dios. Vino al mundo un obrero carpintero, Jesús de Nazareth, que llevaba en sí mismo al Espíritu de Dios, al que llamamos Cristo; y sus sencillas enseñanzas, que llamamos evangelio, son precisamente la idea básica para que nos apartemos de toda clase de sacerdotes de todas las religiones, y cuando este Cristo dice que el Reino de Dios es de los pobres y que podemos orar de forma directa a Dios, nos libera de toda forma de religión organizada, y en la actualidad, nosotros, los obreros y obreras que formamos la iglesia pobre, tenemos las ideas muy claras sobre todo esto, y cada uno de nosotros, buscando al Cristo en la propia vida, en uno mismo, somos verdaderos apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios y con propiedad podemos decir a los demás que hagan lo mismo, porque nadie, ningún ser humano puede tener monopolizado a Dios, y es muy triste ver que a través de la historia de estas religiones, a unos con estudios de seminario y paga mensual que se presentan como intermediarios entre Dios y los otros, los demás seres humanos, que además de seguir y obedecer a los sacerdotes, les pagan. Vemos que las cosas de Dios, como son la vida, el Sol, el agua, el aire, etc. vienen a nosotros de forma directa y gratis, y así mismo, también nos permite que podamos dirigirnos a El en la verdadera oración íntima, individual de cada uno. Imaginemos por un momento que cualquiera de nosotros estamos en la calle hablando con un amigo, y viene otro amigo o amiga, y nos dice: "Un momento, que tú para hablar con éste amigo tienes que pedirme permiso a mí", ¿qué diremos de éste entrometido?, que dice una tontería, que es una estupidez que se meta entre nosotros dos que estamos hablando, conversando; está muy claro, pues, que cuando rezamos, oramos a Dios, no necesitamos ningún intermediario de ninguna clase, por muchos títulos teológicos, religiosos, etc. que tenga; sobran, pues, todas las religiones organizadas por los hombrees en este mundo. Repetimos, nadie puede tener monopolizado a Dios, porque nadie sabe cómo es Dios, ni lo ha visto, como bien dicen algunos de los apóstoles de Jesús, y si alguien llega a ver a Dios cara a cara, seguro que ya no está en este mundo, o no lo dirá a nadie. Nosotros, los que formamos la iglesia pobre, no estamos en contra de nadie, pero ya es hora de que se tengan las ideas claras; aconsejamos, pues, a todos los demás seres humanos, y sobre todo, a los pobres del mundo, que busquen a Dios, cada uno en sí mismo, en su propia vida, y cuando resumimos así: “La iglesia verdadera en cada casa obrera y Cristo en el corazón", esto va bien para todos, ya que se puede decir, la “sinagoga”, ”mezquita” verdadera, etc. y después, el nombre que le dan a Dios en cualquier parte del mundo. Y si los ricos quieren pertenecer a la verdadera religión de Dios, ya lo saben, Cristo lo ha dicho muy claro: "No se puede servir a Dios y al dinero", por tanto, que se hagan pobres, que trabajen para comer y busquen a Dios, cada uno en sí mismo, en su propia vida, y esto también va dirigido a todos los sacerdotes de todas las religiones. Los hombres y mujeres que lean este mensaje, que piensen, que mediten, lo que estamos diciendo aquí, de que nadie tiene monopolizado a Dios. Buscad a Dios, cada uno en sí mismo, en su propia vida y seréis verdaderos apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios. Ánimos, amigos. Así sea. Amén. (Enero).

 

 

JESÚS EL CRISTO Y LOS POBRES SOMOS LA IGLESIA


 

Se puede leer en el Evangelio de Lucas lo siguiente: "El Reino de Dios es de los pobres", Lucas 6,20. El Espíritu de Dios que los cristianos llamamos Cristo estaba en y con el obrero carpintero Jesús de Nazareth, y además de lo que hemos leído decía: "No se puede servir a Dios y al dinero", "Es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja que entrar un rico en el cielo", "Aprended de mí", etc. y Jesús trabajaba de carpintero para comer, y él reunió unos cuantos amigos suyos, obreros como él, con los que empezó la sencilla sinagoga, más tarde llamada “iglesia”, en Nazareth de Galilea, en Israel, hace 2.000 años. Cuando Jesús dijo a los sacerdotes de su tiempo de la religión judía: "Sepulcros blanqueados", "Generación de víboras", "Piedras de tropiezo que no entráis vosotros ni dejáis entrar a los demás en el Reino". Está bien claro que Jesús no fundó una nueva religión y que su evangelio consiste en tener a Cristo en uno mismo y vivir el Amor de Dios, o sea, la Bondad en el ser humano. Las organizaciones religiosas catolicismo, protestantismo, testigos de Jehová, etc. no han sido nunca ni son la iglesia de Cristo, porque están compuestas de ricos y pobres, unas creyentes que se hacen ricos a costa del trabajo de otros creyentes y así se  burlan de Dios y del prójimo, porque Dios dice: "Ama a tu prójimo como a ti mismo". Pero nosotros, los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre en Mallorca y en otros lugares del mundo comprendemos muy bien que no basta con ser pobre para ser cristiano, porque sin Cristo en uno mismo, nadie es cristiano, y cuando se tiene a Cristo, el ser humano, ya sea hombre o mujer, se convierte en apóstol de Cristo y sacerdote de Dios, y puede predicar con propiedad a los demás que hagan lo mismo; éste es el verdadero evangelio de Jesús de Nazareth. Y si los ricos quieren ser cristianos, ya saben lo que tienen que hacer, primero hacerse pobres, trabajar para comer y buscar a Cristo en ellos mismos. la Iglesia Pobre es la de Cristo no necesita templos, catedrales, monasterios, ni sacerdotes con estudios de seminario y sueldo mensual, jerarquías, etc. porque esto no es la iglesia de Cristo. Hace siglos que en España, de forma mayoritaria, está la iglesia católica y mucha gente se ha ido acostumbrando a decir "la iglesia", incluso en los medios de comunicación se habla da "la iglesia", pero hay otras iglesias del protestantismo, y la verdad es que solamente hay una iglesia, la Iglesia Pobre. Ánimos pues, obreros y obreras, pobres del mundo buscad a Cristo, cada uno en sí mismo, en su propia vida, y vosotros los ricos, también haced lo mismo, si queréis todos ser cristianos y pertenecer a la única y verdadera iglesia de Cristo. Así sea. Amén. (Enero).

 

 

JESÚS DE NAZARETH NO FUNDÓ NINGUNA RELIGIÓN


 

En otras ocasiones ya hemos dicho que el obrero carpintero Jesús de Nazareth, que llevaba en sí mismo al Espíritu Universal de Dios que los cristianos llamamos Cristo, no fundó ninguna religión, simplemente reunió a unos cuantos amigos y formaron una sinagoga pobre que más tarde se le llamó “iglesia”. Pero Jesús de Nazareth, el Cristo, dice: “El reino de Dios es de los pobres”, “Buscad primero el reino de Dios”, “No se puede servir a Dios y al dinero”, “Es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el cielo”, “Aprended de mi” y Jesús trabajaba de carpintero, trabajaba pues para comer, nunca se metió en negocios para hacerse rico. Aquí tenemos su ejemplo a seguir. Y todo esto lo decía y predicaba en Israel, hace casi dos mil años, o sea, en un país compuesto de ricos y pobres y con la religión dominante, la religión judía de Moisés. Prueba clara pues que el evangelio de Cristo no era fundar otra religión, era y es sencillamente enseñarnos el camino para ir a Dios de forma directa y sin intermediarios de ninguna clase; sobran pues todas las religiones organizadas por los hombres. Pero muchos años, seguramente siglos después de la muerte de Jesús de Nazareth, gente rica y con poder político, arrebató la idea del cristianismo pobre y fundó el Vaticano, su jerarquía, papas, estudios de seminario y paga o sueldo mensual, etc., y siglos más tarde un monje católico, Martín Lutero, se separó del Vaticano de Roma, o sea, del catolicismo, y empezó el protestantismo; y tanto unos como otros llevan en sí, como organizaciones religiosas, una triste y amarga historia, de persecuciones, guerras, la inquisición, acumular riquezas materiales, etc. y con una composición del llamado nuevo testamento hecho por el Vaticano con sencillas cartas de los apóstoles, que en muchos casos está todo cambiado, manipulado por gente rica y con estudios; pero tanto el catolicismo como el protestantismo, no son el cristianismo de Cristo. Y nosotros, los obreros y obreras que formamos actualmente la Iglesia Pobre, el único cristianismo de Cristo, tenemos el derecho y el deber de aclarar las cosas y predicar el verdadero evangelio de Cristo, que no es una simple religión con dogmas, creencias, ritos, etc., el evangelio de Cristo es Vida, y la Vida no se discute, se vive. Cristo es Amor de Dios, Justicia, Paz, Armonía, Bondad, etc., y estas cosas no son solamente para creer, son para vivir; es cuestión de buscar a Cristo, cada uno en sí mismo, en su propia vida. Y cuando el ser humano es pobre y tiene en sí mismo al Cristo, este ser humano, hombre o mujer, se convierte en un verdadero apóstol de Cristo y sacerdote de Dios, por la sencilla razón de que el Espíritu no tiene sexo y además es inmortal, es eterno como Dios mismo. Resumiendo pues, la Iglesia Pobre, el único y verdadero cristianismo de Cristo en el mundo, no es una religión, es la Religión de Dioses, la Religión Universal de Dios, que no es simplemente creer, es vivir en y con Cristo, con Dios. Amén. (Enero).

 

 

ATEOS, RELIGIONES Y CRISTIANOS


 

En general, los ateos, lo son de los dioses muertos que predican las religiones, pero si tenemos presente al infinito Universo y a todos los seres vivos, seres humanos, animales, plantas, etc., vemos que alguien o algo ha hecho posible la existencia de todo lo que vive, incluidos los mundos, soles, estrellas, etc. Aquí, en este mundo, los seres humanos, vemos claramente que nadie se ha creado a sí mismo, por que si de forma natural, la madre está pariendo al hijo, también alguien parió a la madre, llegando al principio de que alguien o algo tuvo que ser lo primero, y una de dos, o alguien creó primero a esto, o esto se creó a sí mismo. No podemos, pues, negar a nuestro Creador, al cual llamamos Dios. Vemos, pues, que todas las religiones en este mundo, en lugar de predicar la sencillez de estas cosas, lo han complicado y han confundido a millones y millones de personas. Es lógico, pues, que haya ateos. Pero estamos aquí presentes, gente pobre, obreros y obreras que procuramos vivir y predicar el mensaje que Cristo, a través del obrero carpintero Jesús de Nazareth, dio al mundo, hace ahora casi dos mil años; este mensaje es, sencillamente, buscar cada ser humano en sí mismo al Espíritu de nuestro Creado, que los cristianos llamamos Cristo; de esta forma tan sencilla, nos damos cuenta de que la verdadera religión es universal, o sea, el Amor de Dios en uno mismo, ya que nos damos cuenta de que los seres humanos hacemos actos positivos y negativos, y a esto se le ha llamado el bien y el mal, la bondad y la maldad, o sea, la luz y las tinieblas, la oscuridad, etc., y claro está, que cuando tenemos a Cristo, tenemos la Luz, y esto, amigos, es el verdadero cristianismo, no hay otro; y esto se puede aplicar a todas las religiones del mundo. Todo esto se puede resumir en una sola palabra: la Bondad. Los obreros y obreras, o sea, los pobres, en cualquier parte del mundo, que formamos la Iglesia Pobre, el único y verdadero cristianismo, somos también ateos de los dioses muertos de todas las religiones, pero no lo somos, ni lo podemos ser, de Dios, nuestro Creador. Ánimos, pues, a todos los pobres del mundo; apartaros, daros de baja de la religión de los ricos, cualquier religión organizada, llámese como se llame, no traigáis muchos hijos al mundo, y procurad tener al Espíritu de Dios, al Cristo, cada uno en sí mismo, en su propia vida, y seréis también, como nosotros, apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios. Así sea. Amén. (Enero).

 

 

CRISTIANOS DE CRISTO Y CRISTIANOS DE RELIGIÓN


 

En el evangelio de Lucas podemos leer lo siguiente: “El reino de Dios es de los pobres”. Lucas 6-20. El Espíritu de Dios que los cristianos llamamos Cristo estaba en y con el obrero carpintero Jesús de Nazareth y nos da la buena nueva o evangelio que consiste en poder ir a Dios de forma directa, sin intermediarios de ninguna clase. Es pues una tontería creer que Jesús de Nazareth fundó una nueva religión, además de la que él ya conocía en Israel, la religión judía, la de Moisés. El llamado cristianismo católico y protestante no son pues, la sencilla sinagoga o iglesia de amigos que fundó Jesús de Nazareth. No vamos a entrar en polémica, ni con católicos ni con protestantes, si Jesús era o no Dios, si nombró o no a un jefe como papa; una cosa es cierta, que estas organizaciones religiosas que se auto-titulan cristianas no tienen nada que ver con Cristo, ya que están compuestas de ricos y pobres, unos creyentes que se hacen ricos a costa del trabajo de otros creyentes, y a veces a costa de sus vidas en las guerras que organizan los ricos. Tanto el catolicismo como el protestantismo, enseñan creencias, ritos, dogmas, etc., y dejan lo más importante, una auténtica vida en y con Cristo, ya que nadie es cristiano sin Cristo. Nosotros, los obreros y obreras que formamos esta sencilla iglesia pobre, que no es más que un grupo de obreros que tratamos de vivir el cristianismo de Cristo, aconsejamos a los demás obreros y obreras que hagan lo mismo, y si los ricos quieren ser cristianos, ya lo saben, tienen que hacerse pobres, ponerse a trabajar, porque bien claro dice Cristo que “no se puede servir a Dios y al dinero”. Es muy triste que tanto la religión judía, como el catolicismo y protestantismo, al preguntarles sobre la justicia social, se excusan de una forma tonta, por ejemplo, el judaísmo dice: “Cuando venga el Mesías lo arreglará todo”, y el catolicismo y el protestantismo dicen: “El Mesías ya ha venido, era Jesús de Nazareth, pero cuando venga por segunda vez, lo arreglará todo, habrá paz en el mundo, justicia, etc.”. Pero nosotros, los pobres que procuramos vivir el cristianismo de Cristo, comprendemos muy bien que estas personas, al decir esto, no hacen más que defender sus intereses materiales en esta sociedad o humanidad dividida en ricos y pobres. Los que formamos la Iglesia Pobre comprendemos muy bien que una cosa es ser cristiano y otra cosa muy diferente es ser o auto-titularse cristiano, pero de religión, porque cualquier religión en este mundo, se puede practicar, y seguramente hay mucha gente que lo hace, sin creer en Dios o tener una idea muy vaga de El, y tanto la jerarquía, como los sacerdotes católicos y protestantes, están en los mismo, por muchos estudios que tengan, de seminario, teológicos, etc. Cristo es Vida, Paz, Armonía, Justicia, etc., y esto no es para discutir o creer, es para vivir. Resumiendo, el cristianismo es Vida, y todo ser humano que se auto-titula cristiano y no vive en y con Cristo, con Dios, se engaña a sí mismo y engaña a los demás. Aconsejamos pues a todos los obreros y obreras, que son los pobres del mundo, que busquen cada uno en sí mismo al Cristo Universal de Dios que llamamos Cristo, y serán como nosotros, verdaderos apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios, sin necesidad de tener intermediarios de ninguna clase, ni pertenecer a ninguna organización religiosa que no es más que una especie de teatro religioso que no sirve para nada. Ánimos pues, amigos. Buscad a Cristo. Así sea. Amén. (Febrero).

 

 

SER CRISTIANO ES SER MUCHO MÁS HUMANO Y MENOS ANIMAL


 

Toda la humanidad desciende de una raza primitiva que llamamos monos, pero ya no andamos a cuatro patas, nos sentimos seres humanos. Pero hay millones de estos seres humanos que aún se comportan como monos, o sea, seres primitivos. El egoísmo domina el cerebro de muchos seres humanos y, de forma simbólica, todavía viven en las ramas de los árboles y se pelean por los cacahuetes, los plátanos, etc., que por desgracia hoy es el oro, el dinero, las armas, palacios, tierras, obras de arte, dominio político, etc. Pero muy claro está, no se comportan como seres humanos y se colocan muy por debajo de los animales, perros, caballos, leones, o simples cerdos, etc., pues vemos que estos animales no se rebajan y siguen su evolución o avance natural. Esta es la gran verdad que vive la humanidad. Teniendo presente claro está, que hay también muchos seres humanos que procuran ser más humanos y menos animales. En muchas ocasiones estamos repitiendo aquello de “si no cambias tú, no cambia nada”. El ser humano debe apartar de su mente toda clase de ideas negativas, el egoísmo, la envidia, la maldad, el odio, etc., y llenar su mente de ideas positivas, bondad, justicia, paz, armonía, etc. Todo esto se consigue al tener en sí mismo, en la propia vida, al Espíritu Universal de Dios, que los cristianos llamamos Cristo. Cualquier ser humano y en cualquier lugar del mundo puede buscar a Cristo, aunque sea con nombres diferentes. Al tener pues el Espíritu de Dios en sí mismo, en la propia vida, vivir en y con Cristo, con Dios, el ser humano se convierte o de despierta a su verdadera vida. Ser mucho más ser humano, más persona y menos animal. Esto es el verdadero Evangelio de Cristo que predicó el obrero carpintero Jesús de Nazareth en Israel hace dos mil años, pero que siempre está presente para todo ser humano que lo busca de verdad en si mismo, en su propia vida. Esto es lo que estamos haciendo los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre, el único y verdadero cristianismo en este mundo. Los obreros que formamos la Iglesia Pobre, aconsejamos a todos los obreros y obreras del mundo que se den de baja de la religión de los ricos, llámese como se llame, que procuren no traer muchos hijos al mundo, máximo uno por pareja y si no se tiene trabajo seguro ninguno; apartarse de toda clase de partidos políticos, no votar a nadie, apartarse de toda clase de militarismo, etc., en una palabra, no colaborar con el capitalismo por poco que se pueda. No se trata de ser anti-nada, es cuestión de ser buenos pero no tontos. Pero todo lo que aquí aconsejamos no es nada de dogma o algo parecido, cada ser humano es muy libre de hacer lo que quiera, pero sinceramente creemos no ganando, el capitalismo, mano de obra barata y carne de cañón, se solucionará el grave problema de la gran injusticia social. Ánimos pues, amigos obreros y obreras, los pobres del mundo, buscad a Cristo cada uno en si mismo, en su propia vida; ser pues más persona, más ser humano y menos animal. Cristo dice: “No se puede servir a Dios y al dinero”. Ánimos amigos todos, buscad a Cristo. Así sea. Amén. (Febrero).

 

 

LA ÚNICA IGLESIA DE CRISTO ES LA IGLESIA POBRE


 

Tenemos el derecho y el deber de decir y repetir que la única y verdadera Iglesia de Cristo es la Iglesia Pobre, la sencilla sinagoga, más tarde llamada Iglesia, que reunió el obrero carpintero Jesús de Nazareth, con otros obreros y obreras en Nazareth de Galilea, Israel, hace casi dos mil años. Y algunos descendientes de los primeros israelitas cristianos que llegaron a Mallorca muy poco tiempo después de la muerte de Jesús de Nazareth, fueron transmitiendo de padres a hijos, de forma oral, el sencillo evangelio de Cristo, y ahora nosotros, obreros y obreras, descendientes o no, pero todos obreros, hemos restaurado la Iglesia Pobre, la de Cristo, que no tiene nada que ver con las organizaciones religiosas que se hacen pasar por la iglesia cristiana, el catolicismo, el protestantismo, etc., pero no son la iglesia de Cristo, son organizaciones ricas. Yo mismo soy uno de estos descendientes de los primeros cristianos que se nos puso el mote de “chuetas”, pero hay otros chuetas que son descendientes de los israelitas que seguían la religión de Moisés. Pero la religión católica, que vino con el rey Jaime I, en la llamada conquista, nos impuso por la fuerza el bautismo católico, con la triste inquisición; muchos fueron torturados o quemados vivos, pero los que quedaron vivos, practicaban en secreto su religión de Israel, y los seguidores de nuestro Rabí, el obrero carpintero Jesús de Nazareth.

Unos pocos hemos conservado el cristianismo sencillo de Cristo, somos pues la Iglesia Pobre, el único y verdadero cristianismo en el mundo y, en cualquier lugar de este mundo, si hay otros obreros y obreras que piensan lo mismo, practican lo mismo, forman parte con nosotros de la Iglesia Pobre, o sea, la única Iglesia de Cristo. Y comprendemos que seguramente hay personas que buscan de verdad a Cristo en el catolicismo, protestantismo, etc., nosotros les aconsejamos que sí, que busquen a Cristo, cada uno en sí mismo, en su propia vida, y que comprendan que todo ser humano que tiene en si mismo al Cristo, no tiene necesidad de pertenecer a ninguna religión organizada por los ricos. El verdadero evangelio de Cristo es sencillo, vivir en y con Cristo, con Dios, esto es el reino de Dios, esto es la Iglesia Pobre, o sea, la de Cristo. El mismo Cristo dice, “El reino de Dios es de los pobres”, “No se puede servir a Dios y al dinero”, “Aprended de mi”, y Jesús de Nazareth trabajaba de carpintero para poder comer, y practicaba y predicaba el evangelio. Esto es la Iglesia Pobre, la única y verdadera Iglesia de Cristo, no hay otra, y nosotros aconsejamos a la jerarquía y sacerdotes, católicos y protestantes, que abandonen sus riquezas materiales, que se pongan a trabajar para comer y después con propiedad, si lo practican, podrán predicar el evangelio de Cristo.

Y vosotros los pobres del mundo, buscad a Cristo y perteneceréis a la Iglesia Pobre de Cristo, siendo apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios como nosotros. Así sea. Amén. (Marzo).

 

 

EL AMOR DE DIOS ES LA BONDAD EN EL SER HUMANO


 

El apóstol Juan, en una de sus epístolas o cartas dice: “A Dios nadie le ha visto jamás, pero si nos amamos unos a otros, Dios está en nosotros, porque Dios es amor”. Pero acudiendo solamente a la vida natural de los seres humanos, vemos que hay muchos hombres y mujeres que manifiestan unos sentimientos de cariño, de justicia, de ayudar al prójimo, de tratar de hacer suyos los males de otros, etc. A todo esto le llamamos bondad; esto es, pues, el Amor de Dios en el ser humano. Pero también hay otros seres humanos que manifiestan y viven todo lo contrario. El egoísmo, envidia, ambición, ganas de hacer daño al prójimo, explotar para hacerse rico a costa del trabajo del prójimo, y a veces, a costa de su vida en las guerras que organizan los ricos; a todo esto lo llamamos maldad. Aquí tenemos, pues, bien claro lo de bien y mal, luz y sombra, positivo y negativo, Cristo y Anticristo, pues el resultado es muy diferente. La bondad siempre construye y la maldad siempre destruye. Nosotros, los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre, tenemos muy claras las ideas sobre el verdadero cristianismo de Cristo, o sea, el Espíritu Universal de Dios. Cuando el ser humano, hombre o mujer, tiene en sí mismo, en su propia vida a Cristo, manifiesta la bondad, y claro está, que la bondad no se aprende en libros, perteneciendo a una religión determinada, a un grupo más o menos filosófico, etc., la bondad es algo que se vive o no se vive. Hay que vencerse a uno mismo, matar simbólicamente la bestia que todos llevamos dentro y despertar el ángel que también llevamos todos dentro. El cristianismo es vida, y la vida se vive, no se discute. El Evangelio de Cristo que predicó el obrero carpintero Jesús de Nazareth, es Vida, no es una creencia. El cristianismo no es una filosofía más, no es una religión organizada por los hombres, es, sencillamente, bondad en el ser humano. Toda sabiduría humana, todos los conocimientos científicos, bíblicos, filosóficos, etc., sin la bondad, no sirven de nada, y cuando se vive en y con Cristo, con Dios, sobran todas las religiones del mundo. La Iglesia Pobre no es una creencia, no es una filosofía, etc., la Iglesia Pobre es el único y verdadero cristianismo de Cristo, es el Amor de Dios en el ser humano, y quien no vive la Bondad, por muy pobre que sea, no forma parte de la Iglesia Pobre. Pero la Bondad no está reñida con la cultura, con los conocimientos humanos. Ser buenos, pero no tontos, y es por esto que en nuestros mensajes aconsejamos a todos los pobres del mundo que procuren no traer muchos hijos al mundo, no aumentemos más el número de pobres, de soldados para las guerras que organizan los ricos, basta ya de darles mano de obra barata y de carne de cañón. Buscad, pues, a Cristo, cada uno en sí mismo, en su propia vida; tratad de vivir en y con Bondad, que es Dios. Así sea. Amén. (Marzo).

 

 

VIAJE POR EL INFINITO UNIVERSO


 

Estaba en el campo, sentado en una mecedora, contemplando el cielo estrellado. Como digo en el título de este mensaje, esto es un sueño, o sea, lo que llamamos un viaje astral. En un momento dado, me he visto a mí mismo que salía del cuerpo físico; me quedé bastante asombrado al ver que me encontraba detrás de la mecedora donde se encontraba mi cuerpo sentado y me iba elevando hacia las estrellas, al mismo tiempo que me veía de pié tras la mecedora, entonces empecé a exclamar: “¡Eh, espérame que vengo!”, mientras que me reía. Me incorporé a la otra parte que subía; entonces pregunté al Maestro si aquello era una broma, diciendo: "Eh, ¿qué es esto? Pasó, entonces, que el Maestro desapareció de mi vista y dije: "¿Pero Maestro dónde estás, dónde te encuentras?” y el Maestro me respondió: "Estoy aquí dentro de ti, estamos unidos, yo estoy en ti y tú estás en mi". En ese momento empezó uno de los más maravillosos viajes astrales que he vivido en toda mi vida. A gran velocidad empezamos a recorrer mundos y soles, pareciéndome que aquel viaje era como un pequeño paseo. Cuando yo pregunté al Maestro dónde nos encontrábamos, El me dijo que esto era tan sólo, un pequeño trocito del infinito Universo. Si esto lo comparamos con un viaje físico, de los que hacéis en la Tierra, para recorrer todo lo que has realizado ahora, tardaríamos billones y billones de años luz. Prueba a tocar estos mundos que ves, todos al mismo tiempo; comprenderás que esto te demostrará que estamos en todas partes, ya que lo único que tiene límites es el cuerpo físico, pero no el espíritu, que es infinito.

Los que lean este mensaje, por lo menos que lo acepten como un sueño, pero tenéis que entender que para mí es un viaje astral, una experiencia más del espíritu, y lo entenderán todas aquellas personas que experimenten lo mismo a través del viaje astral como yo. Cuando desperté pensé enseguida en las palabras de Cristo, escritas en los evangelios, que dicen: "Padre, así como tú y yo somos una cosa, que estos sean con nosotros una cosa" Juan 17, 21. Pero la realidad es que entiendan que realmente somos una cosa. Ánimos pues, amigos, tratad de buscar a Cristo en vosotros mismos, cada uno en su propia vida; así se obtendrán estos pequeños premios y experiencias, hasta que al final lleguemos a la casa del Padre. Así sea. Amén. (Abril).

 

 

LA IGLESIA POBRE Y EL SÍNODO CATÓLICO


 

Hemos leído con alegría en la prensa local lo que dice que el Sínodo sobre los chuetas de Mallorca, pidiendo perdón, etc., y conviene que se tenga presente que siempre ha habido un pequeño grupo de cristianos, llegados a Mallorca muy poco tiempo después de la muerte de Jesús de Nazareth, y claro está, cristianos de Cristo, no católicos, ni protestantes, y como ya dijimos en otra carta al director hace algún tiempo, la iglesia pobre perdona al Vaticano, y aconseja al catolicismo y al protestantismo, que busquen a Cristo, cada persona, cada uno en sí misma, en su propia vida, para que casos como éste, de la Inquisición, no pasen nunca más, porque el verdadero cristiano es el que tiene a Cristo en sí mismo; sin Cristo no hay cristiano, por muchas creencias religiosas que se tengan o muchos ritos que se practiquen.

Los obreros y obreras que formamos la iglesia pobre, chuetas o no chuetas, perdonamos todo lo pasado y decimos en el presente. Ánimos amigos, contad con nosotros. (Abril).

 

 

CIENCIA, RELIGIÓN Y ESPIRITUALIDAD


 

La ciencia; o sea, los científicos, ya conocen a fondo el cuerpo humano, su composición y funcionamiento, pero ignoran por completo el conocimiento acerca del espíritu, alma, etc. Las jerarquías religiosas con sus respectivos sacerdocios, tampoco saben nada acerca del espíritu, creando todas ellas una especie de teatro compuesto por ritos, dogmas y ceremonias varias. Pero nosotros, los obreros y obreras que formamos la iglesia pobre, tenemos las ideas muy claras sobre la verdadera vida espiritual, que no tiene nada que ver con la ciencia ni con las religiones, ya que nos fundamos sobre el evangelio o buena nueva, que predicó el obrero carpintero Jesús de Nazareth hace dos mil años. En el llamado nuevo testamento de la Biblia, se pueden leer una serie de versículos de los que dice Cristo, o sea, el espíritu de Dios, por boca de Jesús de Nazareth: "El reino de Dios es de los pobres", "No se puede servir a Dios y al dinero", y Jesús mismo dice: "Aprended de mí", Jesús trabajaba de carpintero para poder comer, nunca fue un hombre rico. Pero lo más importante de todo, olvidado por todas las religiones, sobre todo por el catolicismo y protestantismo, son las fundamentales palabras de Cristo: "Buscad el Reino de Dios", claro está que el Reino de Dios no se encuentra ni en las ciencias, ni en las religiones, estaba en uno mismo. Cuando empezamos a apartar de nuestra mente las ideas negativas, odio, maldad, egoísmo, empezamos a tener a Cristo, el espíritu de Dios en nosotros mismos, y comprendemos muy claramente, que alguien o algo a hecho posible nuestra existencia, ya que nadie se ha creado a sí mismo, y al contemplar lo que vemos en nuestro propio mundo, animales, plantas, los seres humanos y un poco de lo que llamamos “el universo”, también comprendemos que el infinito universo, soles, estrellas, galaxias, etc., una de dos, o alguien ha creado todo esto, o se ha hecho a sí mismo. Pero a este principio llamarle energía, mente universal, naturaleza, o Dios, da lo mismo, puesto que esto son nombres. Yo mismo en toda mi vida, y ahora tengo ochenta y un años de edad, veo que no he envejecido ni una milésima de segundo, es el físico el que envejece, y comprendo que una cosa que no envejece, no puede morir nunca, es eterna,. Nosotros, a esto le llamamos, el espíritu, que en muchas ocasiones ve algún acontecimiento, algún descubrimiento de algún modo posteriormente descubierto por los astrónomos, y esto añadido a los sentimientos del ser humano que tiene a Cristo, como son, la verdadera justicia de Dios, la bondad, la paz, la armonía, etc., observamos que de esto no entienden nada ni la ciencia, ni las religiones, pero comprendemos que algún científico o algún creyente de cualquier religión, si busca a Cristo en sí mismo, también lo encuentre. Aconsejamos, pues, a los científicos, dirigentes y creyentes de todas las religiones que busquen a Cristo, el espíritu de Dios, teniendo muy presente que nadie ha visto jamás una idea, pero ni tan siquiera el infinito universo sería, sin la gran idea que llamamos Dios. Ánimos amigos. Buscad a Dios. Así sea. (Abril).

 

 

EL CAPITALISMO ES EL GRAN PROBLEMA SOCIAL


 

El Espíritu de Dios al que los cristianos llamamos Cristo, dijo por boca del obrero carpintero Jesús de Nazareth: “El reino de Dios es de los pobres”, claro está, que no solamente son los pobres que piden limosna, somos los pobres todos los obreros y obreras que trabajamos en este mundo. También dijo Cristo: “No se puede servir a Dios y al dinero”; vemos entonces que la humanidad está dividida en ricos y pobres, o sea, unos que se hacen ricos a costa del trabajo de otros, y a veces a costa de sus vidas en las guerras que organizan los ricos; hacerse pues rico a costa del prójimo, es burlarse de Dios y del prójimo, ya que Dios dice “Ama a tu prójimo como a ti mismo”; podemos decir que el capitalismo es el gran problema social. Las revoluciones sangrientas que organizan los obreros contra los ricos, no solucionan el problema, teniendo como claro ejemplo el comunismo que domina el país después de la revolución; soluciona algunas cosas, pero si al cabo de algunos años aquel comunismo cae, volvemos a lo mismo de lo de antes, ya que mientras no se domine o se aparte el egoísmo de cada ser humano, no adelantamos nada; la verdadera revolución está en Cristo y claro está que no nos referimos a ninguna religión organizada por los hombres. Los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre, tenemos las ideas muy claras de todo esto y aconsejamos a todos los pobres del mundo, que se aparten de los partidos políticos, que no voten a nadie, que se aparten del militarismo, que se den de baja de la religión de los ricos llámese como se llame; procurar no traer muchos hijos al mundo, si es necesario recurrir al aborto. Viendo pues como está la humanidad en este mundo, millones de obreros en paro, las guerras, el hambre, etc., es mejor no traer muchos hijos, máximo uno por pareja, más si no se tiene trabajo seguro, no traer ninguno. El capitalismo es la bestia del apocalipsis, está compuesto por ricos, reyes, condes, marqueses, banqueros, comerciantes, industriales, jefes militares, etc., junto con la jerarquía y sacerdotes de todas las religiones. Los ricos lo tienen todo, tierras, casas, palacios, oro, obras de arte, las armas, bombas atómicas, etc., o sea, que los ricos son los parásitos de este mundo; robándonos siempre la riqueza que produce el trabajo de todos los obreros y obreras, o sea, los pobres en este mundo, vemos claramente que el capitalismo es el problema; no se trata de matar a los ricos, se trata sencillamente de que no nazcan más pobres, y el capitalismo se verá obligado a cambiar las cosas; este es el verdadero y único evangelio de Cristo. Ánimos pues, obreros y obreras, pobres del mundo; que cada uno busque a Cristo en si mismo, en su propia vida, pues Cristo es la Verdad, la Vida, la Libertad, y sobre todo es la Luz de Dios para ver las cosas claras. Ánimos amigos, hagamos la gran revolución espiritual para vencer al capitalismo salvaje que domina este mundo y tendremos a Cristo, que es lo que puede solucionar este gran problema social. Un saludo fraternal de la Iglesia Pobre. Así sea. Amén. (Mayo).

 

 

ESPAÑA Y LOS OBREROS PENSIONISTAS O JUBILADOS


 

Soy un obrero yesero, ya jubilado, estoy sobre los ochenta años de edad, soy mallorquín, nacido en el pueblo de Inca, pero desde niño estoy residiendo en Palma. Todos los obreros y obreras en toda España que tengan más o menos mi edad, pueden recordar que en nuestra infancia hemos visto o vivido un poco la monarquía del rey Alfonso XIII, después vino la República, más tarde la guerra civil con la dictadura del general Franco, y ahora la llamada "democracia". Pero siempre hemos visto lo mismo, españoles ricos y españoles pobres, y la religión católica dominando en este país que llamamos España. Pero siempre lo mismo, ricos y pobres, o sea, unos que se hacen ricos a costa del trabajo de otros, la explotación sigue siempre igual, gobierne quien gobierne, y los sacerdotes católicos o protestantes, se callan, no dicen nada sobre esta gran injusticia social. Siempre gobiernan los ricos, el capitalismo hace muchos siglos que domina en este mundo, y en España lo tocamos con las manos, como vulgarmente se dice. Los gobernantes de turno, siempre dicen lo mismo, siempre aseguran que todo se arreglará, etc., pero de España han salido en unos cuantos años, miles de obreros y obreras, seguramente varios millones, al extranjero para buscar trabajo. En la actualidad hay en España dos o tres millones de obreros en paro, pero los ricos, los militares, los sacerdotes, etc., viven bien y sin trabajar, y a toda esta porquería social la llaman civilización, cultura, religión, y ahora democracia. Pero a nosotros los obreros jubilados, nos toman el pelo, y claro está, que hay jubilados que no ven estas cosas, pero la mayoría que vemos el robo de los ricos, nos toca decir a los jóvenes de hoy, que abran los ojos, que no se dejen engañar, que se aparten de los partidos políticos, que no voten a nadie, que digan “no” al servicio militar, que se den de baja de la religión de los ricos, o sea, la religión rica, llámese como se llame, y sobre todo, jóvenes españoles, y de todo el mundo, procurad no traer hijos al mundo, no aumentéis el número de pobres, de obreros en paro, no aumentéis el  número de soldados para las guerras que organizan los ricos, no os dejéis engañar, no caigáis en la trampa de los vicios, de comprar cosas inútiles, etc., ya que todo esto son las armas que emplea el capitalismo para tener al pueblo pobre atontado, para que los obreros no piensen por sí mismos. Abrid los ojos, jóvenes del mundo. Aquí, en Mallorca, hace años que algunos jubilados y algunos jóvenes, obreros todos, formamos la Iglesia Pobre, el único y verdadero cristianismo, de Cristo, del obrero carpintero Jesús de Nazareth. Nosotros, pues, al vivir el sencillo evangelio de Cristo, somos los únicos que podemos predicarlo. Obreros y obreras de España y de todo el mundo, buscad a Cristo, cada uno en sí mismo, en su propia vida, y seréis verdaderos apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios. Tened presente que al decir Cristo, nos referimos al Espíritu Universal de Dios, que es Luz, Justicia, Paz, etc. Buscad a Cristo, amigos, buscad la Verdad, no os dejéis engañar por nadie, abrid los ojos. Así sea. Amén. (Mayo).

 

 

DIOS ES MI CREADOR, MI GUíA Y MI MAESTRO


 

Alguien o algo ha hecho posible la existencia del infinito Universo, soles, mundos, estrellas, etc., y nuestro mundo, que llamamos Tierra, con seres humanos, plantas, animales, etc.; todo está creador por alguien, y a este Creador lo llamamos Dios. Llegar a esta conclusión es por la sencilla razón de que nadie se ha creado a sí mismo, y al Creador lo llamo Dios, mi Guía y mi Maestro. Nadie puede enseñarme mejor que Dios en las cosas del espíritu, sobran, pues, para mí, todas las religiones organizadas; pero esto está al alcance de todos los seres humanos, si cada uno busca en sí mismo, en su propia vida, al Espíritu de Dios, que los cristianos llamamos Cristo. Sin acudir a mi descendencia, los primeros israelitas cristianos que llegaron a Mallorca muy poco tiempo después de la muerte de nuestro Rabí, el obrero carpintero Jesús de Nazareth, cuyas sencillas enseñanzas han llegado hasta mí, de forma oral, de padres a hijos, acudiendo, pues, a mis propias experiencias espirituales, puedo hablar con propiedad de las cosas espirituales. La oración íntima, espiritual, mental, no con palabras aprendidas de memoria, hacen que tengas un diálogo con Dios, o sea, en ti mismo, y empiezas a tener la Luz, que es Cristo, y puedes ver las cosas muy claras. Cristo es Luz, Justicia, Amor, Sabiduría, Bondad, etc.; vivir todo esto, es vivir en y con Cristo, con Dios. Este es el verdadero evangelio de Cristo, o sea, buscar a Cristo cada uno en sí mismo, en su propia vida, sin intermediarios de ninguna clase; Dios es el único Creador, Salvador, Guía, Maestro, etc. Yo nunca he perdido el tiempo buscando maestros humanos en las cosas del espíritu. Cristo mismo dice: “Si un ciego guía a otro ciego, los dos se caerán”; lo único que se puede hacer es intercambiar ideas, dar consejos, etc., entre los seres humanos. Nosotros aconsejamos a los pobres del mundo que no procuren traer muchos hijos; basta ya de aumentar el número de pobres, de mano de obra barata, de carne de cañón en las guerras que organizan los ricos, daros de baja de la religión de los ricos, llámese como se llame, apartaros de toda clase de partidos políticos, no votéis a nadie, apartaros de toda clase de militarismo, y busque cada uno e sí mismo, en su propia vida, al Dios Universal, nuestro Creador. Esperamos que con este mensaje quede todo muy claro: “Si no cambias tú, no cambia nada”; si quieres tener ideas propias, ser tú mismo, acude a Cristo, no se trata de un misticismo de convento, el verdadero cristianismo es vida, y la vida no se discute, se vive. Ánimos, amigos, buscad a Cristo. Así, pues, aunque en nuestros mensajes muchas cosas se repiten, esto es necesario para las personas que por primera vez leen nuestros mensajes. Ánimos, pues, a todos, y Salud y Paz. (Mayo).

 

 

LA GRAN INJUSTICIA SOCIAL DEL ANTICRISTO


 

En el Nuevo Testamento de la Biblia podemos leer lo siguiente: “Y Jesús le respondió... Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo..., no hay otro mandamiento mayor que estos”. (Marcos, 12-28 al 31). “Y éste es el espíritu del anticristo, del cual vosotros habéis oído que ha de venir, y que ahora ya está en el mundo”. (I Juan, 4-3). “El reino de Dios es de los pobres”. (Lucas 6-20). Hace miles de años que la humanidad está dividida en ricos y pobres. La causa de esto es que unos se han hecho ricos a costa del trabajo de otros, ya que el trabajo siempre produce riqueza; esta riqueza está en manos de unos pocos en este mundo. Los ricos, lo que llamamos el capitalismo, tienen o poseen tierras, castillos, palacios, el oro, dinero, joyas, obras de arte, dominan los gobiernos, las naciones, los ejércitos y todas las religiones. Siendo los únicos que poseen las armas, incluida la bomba atómica, explotan a los pobres, que somos los obreros y obreras de todo el mundo. Los ricos son los que organizan las guerras donde se matan los pobres; vemos pues claramente que los ricos, los militares, junto con las jerarquías y sacerdotes de todas las religiones van juntos, explotando y matando a los pobres. Y todos los pobres del mundo, que somos los obreros y obreras, los que trabajan, no tenemos nada de estas cosas que tienen los ricos. A duras penas sí tenemos trabajo, una casa, un trocito de tierra y nada más. Vemos pues que el anticristo domina en este mundo desde hace siglos, y sería de ignorantes creer que si los pobres cometen un crimen, un robo, serían el anticristo, ya que las más grandes atrocidades, barbaries en este mundo, las han cometido los ricos. Entonces pues, el capitalismo, compuesto de ricos, militares y sacerdotes de todas las religiones son el verdadero anticristo. Y nosotros, los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre en Mallorca, en España y en otros lugares del mundo, al decir estas cosas, no lo hacemos con odio, ni queremos vengarnos de nadie, por la sencilla razón de que somos cristianos de Cristo, y todo esto no tiene nada que ver con el catolicismo del Vaticano y el protestantismo de Lutero.

Aconsejamos pues a todos los demás pobres del mundo, que procuren tener las ideas claras y se aparten de toda clase de política, no voten a nadie, se den de baja de la religión de los ricos llámese como se llame, y que procuren no traer muchos hijos al mundo, si es necesario acudir a métodos anticonceptivos incluido el aborto. A todos los pobres del mundo, que procuren buscar a Cristo cada uno en sí mismo, en su propia vida. Cuando nosotros decimos Cristo nos referimos al Espíritu Universal de Dios, el nombre es lo de menos, lo importante es la vida espiritual. Si los ricos, militares, jerarquías religiosas, sacerdotes, etc., quieren buscar a Cristo que hagan lo mismo y dejarán de formar parte del anticristo. Ánimos amigos, buscad a Cristo. Así sea, amén. (Junio).

 

 

MENSAJE DE LA IGLESIA POBRE AL CONGRESO DE TEOLOGÍA


 

Hemos recibido vuestra invitación para asistir al congreso de teología, donde una vez nos dejasteis hablar, pero como ahora no podremos hacerlo tal como nos dijo el presidente del congreso, Enrique Miret Magdalena, aquí tenéis nuestro mensaje, el de siempre.

Repetimos lo que ya dijo Cristo por boca del obrero carpintero Jesús de Nazareth: "El reino de Dios es de los pobres", "No se puede servir a Dios y al dinero", etc., y los dos principales mandamientos son: "Ama a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo", y cuando se explota al prójimo, no se le ama, y el que se quiere hacer rico a costa del prójimo, no le ama, esto es burlarse de Dios y del prójimo. Jesús de Nazareth dice: "Aprended de mi", y él trabajaba para comer y predicaba el evangelio de forma gratis, no cobraba de nadie, y dijo aquello tan claro de: "Yo soy el buen Pastor y el buen Pastor da su vida por las ovejas, más el asalariado huye cuando ve que hay peligro", y el apóstol Pablo cita el ejemplo de que "los cristianos somos un cuerpo en Cristo, cuando uno padece, todos padecen, cuando uno se alegra, todos se alegran, y la cabeza es Cristo", y tanto el catolicismo, como el protestantismo, de este cuerpo han hecho una triste mascarada, sosteniendo un cuerpo formado de ricos y pobres, ¿Cómo puede ser Cristo la cabeza de esta gran injusticia social?.

Sí amigos, insistimos, el único y verdadero cristianismo en el mundo lo formamos los pobres, tanto si se sigue a Cristo, Buda, Alá, etc., esta es la verdadera religión de Dios, no hay otra. Buscad pues, amigos, cada uno en sí mismo a Cristo, en la propia vida, trabajando para comer y seréis como nosotros, apóstoles de Cristo, sacerdotes de Dios, y con propiedad podréis decir a los demás que hagan lo mismo. Ánimos amigos. Amén. (Junio).

 

 

SER CRISTIANO DE CRISTO, ES SER OBRERO, ES SER POBRE


 

Todos los que formamos la Iglesia Pobre somos obreros y obreras, o sea, todos somos pobres, no puede ser de otra forma, ya que el fundador de la pequeña sinagoga, que más tarde se le llamó iglesia, era un obrero carpintero, Jesús de Nazareth, que llevaba en sí mismo al Espíritu Universal de Dios, que los cristianos llamamos Cristo. Ser, pues, cristiano de Cristo, es ser obrero, es ser pobre, Jesús de Nazareth dijo, "Aprended de mi", y Jesús trabajaba de carpintero, y predicaba el evangelio, o sea, la buena nueva de que todo ser humano puede buscar a Cristo, cada una en sí mismo, en su propia vida. Los cristianos de Cristo no somos, pues, ni católicos del Papa, o Vaticano, etc., ni tampoco somos protestantes de Martín Lutero; los cristianos somos de Cristo. Ser cristiano de Cristo es ser obrero, es ser pobre, pero además, también es ser verdadero apóstol de Cristo y sacerdote de Dios. Nuestro cristianismo nos viene desde los primeros israelitas cristianos que llegaron a Mallorca, muy poco tiempo después de la muerte de nuestro Rabí, Jesús da Nazareth, y sus sencillas enseñanzas, han llegado hasta algunos de nosotros, de forma oral, de padres a hijos, pero ahora, los que formamos la Iglesia Pobre, descendientes a no, todos somos obreros y obreras, todos somos pobres, y formamos la Iglesia Pobre el único y verdadero cristianismo de Cristo en el mundo. Está bien claro que las organizaciones religiosas que se auto-titulan cristianas, como son el catolicismo, el protestantismo, etc., no son el cristianismo de Cristo, son organizaciones religiosas, políticas, solamente van al poder político y al dinero, son, todos juntos, la religión o Iglesia rica, ya que están formadas por ricos y pobres, unos creyentes que se hacen ricos a costa de otros creyentes, y a veces a costa de su vida, en las guerras que organizan los ricos, y así los creyentes ricos y la jerarquía y sacerdotes, todos, se burlan de Dios y del prójimo. Dice Cristo, "El reino de Dios es de los pobres", "No se puede servir a Dios y al dinero". "Es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el cielo". Los cristianos tenemos las ideas muy claras, no es cuestión de un socialismo y nada más, los cristianos procuramos estar siempre en diálogo con Dios, en la oración íntima secreta; Dios es Amor, Luz, Justicia, Paz, Sabiduría, etc., y con la oración, Cristo nos guía, nos enseña a vivir la verdadera vida, venciendo el egoísmo, el odio, la maldad, etc., traduciendo el Amor de Dios en Bondad. Pero comprendemos que hay que ser buenos pero no tontos, los cristianos no debemos dejarnos engañar por nadie, los cristianos, o sea, los pobres del mundo, no tenemos que traer muchos hijos al mundo, y si no se tiene trabajo seguro, que no se traiga ninguno, no aumentemos el número de pobres, de obreros en paro, de soldados para las guerras que organizan los ricos, basta ya de engaño. Amigos obreros y obreras, pobres del mundo, buscad a Cristo, cada una en sí mismo, en su propia vida. Sed apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios. Así sea. Amén. (Junio).

 

LA IGLESIA POBRE ES EL COMUNISMO DE CRISTO


 

El Espíritu de Dios que los cristianos llamamos Cristo estaba en y con el obrero carpintero Jesús de Nazareth, y dijo: "El reino de Dios es de los pobres", "No se puede servir a Dios y al dinero", "Es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja que entrar un rico en el reino de Dios". Jesús de Nazareth también nos dijo: "Aprended de mí", y él trabajaba de carpintero para poder comer y predicaba el evangelio sin cobrar dinero de nadie, y dijo, además, que "los dos principales mandamientos son: "Ama a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo". Las personas que se enriquecen a costa del trabajo del prójimo, se burlan de Dios y del prójimo, y a veces se enriquecen a costa de la vida del prójimo en las guerras que organizan los ricos. En una palabra, que hace miles de años que la humanidad está dividida en ricos y pobres, y los sacerdotes de todas las religiones se callan y no dicen nada de esta gran injusticia, y a veces, los obreros, los pobres, han organizado, han hecho, revoluciones sangrientas para defenderse de los ricos, y en el país que han vencido se ha implantado un gobierno comunista, pero esto no es la solución, porque después de varios años, este gobierno se cae y todo sigue igual, el egoísmo domina, impera. La verdadera solución o revolución, es la de Cristo, porque cuando se tiene a Cristo en uno mismo, que es la Luz, se tienen las ideas claras. Nosotros, los obreros y obreras que formamos la iglesia pobre, aconsejamos a todos los demás obreros y obreras, los pobres del mundo, que se aparten de toda clase de militarismo, de partidos políticos, que no voten a nadie, que se den de baja de la religión de los ricos, llámese como se llame, y sobre todo, que procuren no traer muchos hijos al mundo, un hijo por pareja ya es suficiente, y si no se tiene trabajo seguro, que no se traiga ninguno. Aconsejamos, pues a las mujeres obreras del mundo, que si es necesario, aborten; comprendamos todos, que si aumentamos continuamente el número de obreros en paro, la explotación, la mano de obra barata, soldados para las guerras que organizan los ricos, si no frenamos esto de dar a los ricos tantos pobres, nunca tendremos la verdadera justicia humana en este mundo. No se trata de odiar a los ricos, se trata de tener las ideas claras; ya dijo Jesús de Nazareth que tenemos que ser buenos pero no tontos. Al decir que la iglesia pobre es el comunismo de Cristo hay que entender que no nos referimos a ningún partido político; el comunismo, el socialismo, aspiran a una justicia humana, y Cristo predicó esta justicia humana, por que si solamente pensamos en el mandamiento: "Ama a tu prójimo como a ti mismo", ya lo dice todo; el que se vale del prójimo para enriquecerse, además de que  es una barbaridad, un robo legalizado, es una burla que se hace al prójimo, y a Dios. Insistimos, no tratamos de imponer ideas a nadie, sino que aconsejamos a las mujeres pobres del mundo,  que si llega el momento, si es necesario, abortad, pero no olvidéis, obreros y obreras, pobres del mundo, que todo esto es el cristianismo; que la oración a Dios es la base. Este es el verdadero y único cristianismo, la iglesia pobre. Animos amigos. Amén. (Julio).

 

 

LA IGLESIA POBRE PERDONA AL VATICANO


 

En el periódico “El Día del Mundo” de fecha 25 de Mayo de 1998, hemos leído lo siguiente: “La iglesia de Mallorca quiere pedir perdón a los xuetas. La iglesia de Mallorca quiere pedir perdón a los descendientes de los judíos conversos de la isla, por la cruel y humillante discriminación que han padecido durante siglos, según recoge una propuesta que los fieles católicos presentarán para su aprobación en el Sínodo diocesano que entra en su fase final”.

Muy poco tiempo después de la muerte del obrero carpintero Jesús de Nazareth, llamado cariñosamente por sus amigos “el Rabí”, llegaron a Mallorca algunos de sus seguidores a los cuales se les conocía con el nombre de “los nazarenos”, y algún tiempo después se les conoció con el nombre de “cristianos”. Esto ocurrió en Israel, hace ahora dos mil años. Entre estos israelitas llegaron unos pocos cristianos, o sea, seguidores de Jesús, cuyas sencillas enseñanzas han llegado hasta nosotros de forma oral de padres a hijos. Esta es la verdadera Iglesia de Jesús de Nazareth, la Iglesia Pobre. Al llegar el rey Jaime I con su llamada “conquista de Mallorca”, vino también la iglesia católica, y más tarde la Inquisición, obligando a todos los nativos a ser bautizados por la fuerza y los que se negaban a ello eran encarcelados o muertos, y algunos, quemados vivos en un terraplén que en la actualidad es conocido como la Plaza Gomila, cerca del Castillo de Bellver de Palma. Si ahora, en la actualidad, esta iglesia católica quiere pedir perdón a los xuetas, hace bien, reconociendo que los seguidores de Moisés practican su propia religión, la religión judía, pero en el caso de nosotros, los cristianos, no es lo mismo, pues el catolicismo se creó muchos años después de la muerte de Jesús de Nazareth; no son entonces, la iglesia de Cristo, ya que Cristo nos dice que el reino de Dios es de los pobres y no se puede servir a Dios y al dinero. La Iglesia Pobre aconseja al Vaticano, que con este perdón a los xuetas de Mallorca, digan de una forma pública, que ellos no han sido ni son la Iglesia de Cristo, y que esta Iglesia de Cristo está formada por gente obrera, o sea, los pobres en todo el mundo, xuetas o no xuetas, pero que procuran tener a Cristo en ellos mismos. Ánimos amigos, tanto el catolicismo como el protestantismo nunca han sido ni son la Iglesia de Cristo, y reconocemos que de entre todos ellos hay personas de buena fe que buscan a Cristo, pero en vuestras organizaciones hay ricos y pobres, explotados y explotadores, ya que el que se hace rico a costa del trabajo del prójimo, se burla de Dios y del prójimo, pues Dios dice: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Pedid perdón amigos, no solo a los xuetas de Mallorca, pedid perdón a todos los pobres del mundo y devolved el nombre de “iglesia cristiana” que nunca os ha pertenecido. Buscad a Cristo, cada uno en sí mismo, en su propia vida, y al tenerlo podréis predicar con propiedad. Así sea. Amén. (Julio).

 

 

HACE DOS MIL AÑOS QUE HAY CRISTIANOS EN MALLORCA


 

Poco tiempo después de la muerte de nuestro Rabí, el obrero carpintero Jesús de Nazareth, el Cristo, los primeros israelitas cristianos llegaron a Mallorca, junto con otros israelitas seguidores de la religión de Moisés. Pero aquí nos referimos a los seguidores de Jesús de Nazareth, que al principio se les conocía como los "nazarenos", o sea, seguidores de Jesús de Nazareth, más tarde llamados "cristianos", y al Espíritu Universal de Dios, se le llamó "Cristo". Las sencillas enseñanzas del obrero carpintero Jesús de Nazareth, pasaron de padres a hijos de forma oral, llegando hasta nosotros en la actualidad; y yo he conocido tres o cuatro familias de estas. Hoy, con otros descendientes y no descendientes israelitas cristianos, pero todos obreros y obreras, formamos la Iglesia Pobre, el único y verdadero cristianismo de Cristo en este mundo, y todos los pobres, o sea, todos lo obreros y obreras que viven en y con Cristo, aunque sea con nombres diferentes, y en cualquier lugar del mundo, forman parte con nosotros, de la Iglesia Pobre. Algunos siglos después de la llegada de los primeros cristianos a Mallorca, llegaron también algunos católicos, llamados también "cristianos", y con la llamada conquista de Mallorca por el rey Jaime I, llegó el catolicismo y la inquisición, y obligaron a todos los habitantes de la isla a ser bautizados; los que se resistían fueron encarcelados o quemados vivos en el terraplén de El Terreno, hoy Plaza Gomila. El catolicismo, pues, lleva en Mallorca mil y pico de años de existencia, y unos pocos siglos el protestantismo de Martín Lutero, y no puede ser de otra forma, ya que el catolicismo empezó con el Vaticano, en Roma, con el rey Constantino, unos tres siglos después de la muerte de Jesús de Nazareth. Somos, pues, nosotros, la Iglesia Pobre, el único y verdadero cristianismo de Cristo en el mundo. Las sencillas enseñanzas de Cristo, por boca del obrero carpintero Jesús de Nazareth, conocidas como la buena nueva, o evangelio, son las siguientes: Cumple los mandamientos de Dios, ama a tu prójimo como a tí mismo, trabaja para comer, no para hacerte rico, no quieras vivir a costa del trabajo de otros. Piensa por ti mismo, ora, o sea, reza a Dios de forma directa, no necesitas sacerdotes de ninguna clase para comunicarte con Dios, ya que puedes hacerlo dentro de ti mismo y en cualquier lugar. Cristo es la Luz, Amor, Paz, Justicia, Armonía, etc., y todo esto lo vive cualquier ser humano que vive en y con Cristo. Al vivir en armonía con Dios, tus actos son positivos, amas a Dios sobre todas las cosas, y amas a tu prójimo como a ti mismo; la cosa es sencilla, y todo se resume en una palabra: BONDAD. Cualquier ser humano que vive en y con Cristo, con Dios, es de hecho un verdadero apóstol de Cristo y sacerdote de Dios, y puede decir a otros que hagan lo mismo. Sobran, pues, todas las religiones organizadas por los hombres. Esta es la buena noticia o evangelio de Cristo. Los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre te aconsejamos amigo, busca a Cristo en ti mismo. Así sea. Amén. (Julio).

 

 

CRISTO ES SIEMPRE MI MAESTRO ESPIRITUAL


 

Siempre he tenido muy presente las palabras de Cristo, que dijo a través del obrero carpintero Jesús de Nazareth: “No llaméis a nadie maestro, porque sólo uno es vuestro Maestro, el Cristo”, o sea, el Espíritu Universal de Dios que los cristianos llamamos Cristo. Yo mismo tengo buena prueba de que Cristo y nadie más que Cristo puede enseñarte el verdadero camino espiritual, o sea, el crecimiento del espíritu del ser humano. El Cristo es Luz, Paz, Amor, Justicia, Bondad, Vida, etc., por lo tanto es el verdadero “Maestro” y Guía, y no necesita intermediarios de ninguna clase, ya que Cristo enseña de forma directa a todo ser humano que lo busca en sí mismo, en su propia vida. En las cosas humanas, es normal y natural que se busquen maestros en las cosas físicas o mentales, por ejemplo, estudiar matemáticas, idiomas, lo que se llama una carrera, médico, abogado, etc., o en las artes, música, pintura, etc., por la sencilla razón de que estas cosas son mentales, es cuestión de memorizar, recordar lo aprendido, pues son ideas grabadas en el cerebro del ser humano. Pero lo espiritual es algo muy distinto, es alimentar el espíritu del ser humano para que vaya creciendo, que evolucione, que avance, y claro está, que no se puede crecer sin el alimento espiritual que es Cristo. Todo ser humano que busca su propio crecimiento espiritual en otro ser humano, tropieza, se cae, y aquí se entienden muy bien las palabras de Cristo: “Si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán”; nadie puede ponerse en el lugar de Cristo, pues Cristo, siendo el Espíritu de Dios, de nuestro Creador y Recreador del Infinito Universo, es el único que puede enseñar a todo lo creado, y es una tontería creer y decir, que algo creado, –en este caso un ser humano– puede enseñar a otro ser creado el camino de Dios, su Creador. Claro está, que los seres humanos tenemos que ayudarnos, compartir el camino, y esto es lo que deberían hacer todas las religiones del mundo, pero no lo hacen y entorpecen las cosas con creencias, ritos, dogmas, ceremonias, etc., y se cumple lo que dijo Jesús de Nazareth a los sacerdotes de su tiempo: “Sois piedras de tropiezo, que no entráis en el reino de Dios ni dejáis entrar a los demás”. Tengamos pues las cosas claras, tengamos pues intercambios de ideas, revelemos a los demás nuestras propias experiencias espirituales hasta donde nos sea posible, tengamos comprensión para los demás, y no nos cansemos de decir que se acuda a Cristo, que se busque al Cristo, al “Maestro” cada uno en si mismo, en su propia vida, y no pierda el tiempo en tonterías, que nadie lo busque en ningún lugar de este mundo. Este es el verdadero evangelio de Cristo, esto es lo que predicó y enseñó el obrero carpintero Jesús de Nazareth, y esto es lo que predicamos la Iglesia Pobre. Ánimos amigos, buscad a Cristo cada uno en sí mismo, en su propia vida. Así sea. Amén. (Julio).

 

 

ACONSEJAMOS A TODOS LOS OBREROS DEL MUNDO


 

Hemos leido en la prensa local de Palma de Mallorca en Baleares (España) el  19 de Julio de 1998, lo siguiente: “Reunidos 160 países en la Conferencia de Roma, nace la Corte Penal Internacional, para penalizar y juzgar a los autores de genocidios, crímenes de guerra y inhumanidad”. Nosotros, los obreros y obreras que formamos la iglesia pobre, aconsejamos a todos los gobiernos del mundo que, ya que lo acordado es un gran paso hacia la justicia humana, que tengan presente que la guerra misma, cualquier guerra, llámese como se llame, es un crimen, va contra la humanidad, así como también va contra la humanidad fabricar armas, como por ejemplo la misma bomba atómica. Pero hay algo muy importante, se trata de la explotación, que está implantada durante tantos siglos en nuestro mundo como una cosa normal, una cosa legal, y creemos que ya ha llegado el momento de que se penalice, se juzgue a todo ser humano que trate de hacerse rico a costa del trabajo de otros seres humanos. No estamos en contra de los nombres que se puedan dar a sí mismos, por ejemplo, empresario, comerciante, industrial, banquero, etc., pueden seguir auto-titulándose con estos nombres o títulos, pero la riqueza que produce el trabajo que sea para todos y no para unos cuantos que manejan toda la riqueza que falta para bien del resto de la humanidad, y los gobiernos y religiones lo consienten. Lo que estamos diciendo no es más que la justicia de Dios y la justicia humana, no decimos disparates, y es muy triste ver que han pasado tantos siglos y todas las religiones de este mundo, con sus jerarquías y sacerdotes, nunca han dicho estas cosas, demostrando claramente, que junto a los militares y capitalistas, los tres juntos, forman la gran piña o trinidad diabólica, como lo que son, capitalismo salvaje que domina este mundo. Y para los gobernantes y no gobernantes, católicos y protestantes de este mundo, que tengan presente lo que dice Cristo, por boca del carpintero Jesús de Nazareth: “El reino de Dios es de los pobres; no se puede servir a Dios y al dinero; ama a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo”. Hacerse rico pues, a costa del trabajo del prójimo, es burlarse de Dios y del prójimo, pero sin acudir a Cristo, a Dios, simplemente en la vida misma, en la vida humana, ¿con qué derecho pueden hacerse ricos unos con el trabajo de otros?, ya que a nadie le gusta que lo exploten, que lo maltraten, que le roben, que lo maten. Repetimos lo del principio, empezad ya a discutir, a hablar de estas cosas, a fin de que pronto veamos de que todos los gobiernos del mundo condenan esto, a fin de que ningún ser humano pueda hacerse rico a costa del trabajo de otro ser humano, ya que esto es un insulto, un crimen a la humanidad. Claro, que de tener al Espíritu de Dios cada uno en sí mismo, en su propia vida, no se habría llegado a la barbaridad de ver a la humanidad dividida en ricos y pobres. Ánimos amigos, que cada uno busque en si mismo, en su propia vida y todos seremos lo que debemos ser, personas humanas, no animales o aves de rapiña. Ánimos amigos, buscad a Cristo. Así sea. Amén. (Agosto).

 

 

LA IGLESIA POBRE Y LAS RELIGIONES DE LOS RICOS


 

En el evangelio de Lucas, se puede leer lo siguiente: "Alzando él los ojos hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios; Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados; Mas ¡ay de vosotros ricos! porque tenéis vuestro consuelo; ¡ay de vosotros, los que estáis hartos! porque tendréis hambre; Así como queréis que os hagan los hombres, así hacedles también vosotros; perdonad y seréis perdonados; etc.”. Lucas, 6-20 al 37. Nosotros, los obreros y obreras que formamos la iglesia pobre, tenemos las ideas muy claras de las sencillas enseñanzas del Cristo que nos dio a través del obrero carpintero Jesús de en Nazareth. No se trata, pues, de estudios de seminario, teológicos, bíblicos, etc. ya que el mismo Cristo dice en otros lugares, en el llamado Nuevo Testamento: "Gracias Padre, que has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y las has revelado a la gente sencilla, a la gente pobre; no se puede servir a Dios y al dinero; aprender de mi, -y él trabajaba de carpintero y predicaba-; yo soy el buen Pastor, más el asalariado huye cuando viene el lobo; a nadie llaméis maestro, porque uno es vuestro Maestro, Cristo; los dos principales mandamientos de Dios son: ama a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo”. Hacerse rico a costa del trabajo del prójimo y a veces a costa de su vida, en las guerras que organizan los ricos, es burlarse de Dios y del prójimo. La humanidad está dividida en ricos y pobres, y los sindicatos obreros se limitan a pedir mejoras en el trabajo, más salario, etc. y las religiones, todas, se limitan a predicar a sus creyentes que se porten bien, que practiquen las ceremonias y los ritos que practica cada religión, que tengan o crean en sus dogmas o creencias, etc. y la jerarquía y los sacerdotes, son cómplices de la gran injusticia humana de que unos creyentes se hacen ricos a costa del trabajo de otros creyentes, y a toda esta porquería se le llama civilización, cultura, religión, etc. Nosotros, pues, los obreros y obreras que formamos la iglesia pobre aconsejamos a todos los demás pobres del mundo que se den de baja de la religión de los ricos, llámese como se llame, que se aparten del militarismo y partidos políticos, etcétera, que no voten a nadie, y sobre todo, que procuren no traer muchos hijos al mundo, para no aumentar más el número de obreros en paro, el hambre, el número de soldados para las guerras que organizan los ricos, en una palabra, que seamos buenos pero no tontos. Se trata pues, de buscar el Espíritu Universal de Dios, que los cristianos llamamos Cristo, procurando apartar de nuestra mente todas las ideas negativas, como son el egoísmo, la maldad, la envidia, el odio, etc. y con Cristo en nuestra propia vida tendremos la verdadera Paz, Armonía, Justicia, Amor de Dios traducido en Bondad en nuestra propia vida, y con propiedad podremos decir a los demás que hagan lo mismo. De esta forma somos verdaderos apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios. Aconsejamos a todas las religiones del mundo que hagan lo mismo, y en particular el llamado catolicismo y protestantismo, que tanto hablan de Cristo, y muy pocos le siguen de verdad. Ánimos pues, amigos. Buscad a Cristo en vuestra propia vida. Así sea. Amén. (Agosto).

 

 

LA BONDAD NO NECESITA ORGANIZACIÓN


 

El Espíritu de Dios que los cristianos llamamos Cristo, dijo por boca del obrero carpintero Jesús de Nazareth: "El reino de Dios es de los pobres", Lucas 6,20, y en el evangelio de Mateo podemos leer lo siguiente: "Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios", " Bienaventurados los pacíficos, los misericordiosos, etc.", "No se puede servir a Dios y al dinero", "Es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja que entrar un rico en el reino de los cielos", y sigue diciendo Jesús: "aprended de mi", y Jesús de Nazaret trabajaba de carpintero, y practicaba y predicaba el evangelio de Cristo, que es sencillamente el Amor de Dios que hay en cada ser humano, al cual llamamos Bondad, o sea, matar simbólicamente la bestia que hay en cada ser humano, que  es el egoísmo, odio, vanidad, maldad, etc. y hacer que renazca o despierte el ángel que hay en cada uno, que es bondad, justicia, paz, amor al prójimo, etc. Claro está, que para desarrollar estas cosas no se necesita ninguna clase de en organización y en este caso, no se necesita ninguna religión organizada por los hombres, porque cuando el espíritu, el ser humano va desarrollando en sí mismo el infinito Amor de Dios, que es la Bondad, es porque el espíritu tiene en sí mismo a Cristo, que es luz, vida, paz, justicia, etcétera, y en el caso del cristianismo, el ser humano, hombre o mujer, se convierte en verdadero apóstol de Cristo y sacerdote de Dios, y con propiedad puede decir a los demás que hagan lo mismo; esto es el verdadero evangelio de Cristo. El llamado cristianismo católico y protestante, no son el cristianismo de Cristo, porque estas organizaciones religiosas están compuestas de ricos y pobres, o sea, unos creyentes  que se hacen ricos a costa del trabajo de otros creyentes, y a veces, a costa de sus vidas en las guerras que organizan los ricos. El ser humano que quiere buscar de verdad a Cristo, y es miembro de alguna de estas organizaciones que son la religión de los ricos, tiene forzosamente que salir de dichas organizaciones y buscar a Cristo en sí mismo, en su propia vida. Vemos pues, claramente, que la bondad de Dios que cada uno lleva en sí mismo no necesita organización de ninguna clase para vivir en y con Cristo, con Dios. Esto es lo que aconsejamos los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre en el mundo. Y si los ricos quieren ser cristianos de verdad, ya lo saben, que dejen sus riquezas materiales y busquen a Cristo cada uno en sí mismo. Ánimos amigos ricos y pobres, buscad a Cristo y desarrollad la bondad. Así sea. Amén. (Septiembre).

 

 

LOS SANTOS CATÓLICOS NO ESTAN EN EL CIELO


 

En el llamado "Nuevo Testamento" de la Biblia, podemos leer lo siguiente: "En la casa de mi Padre, muchas moradas hay, de otra manera, os lo hubiera dicho, voy pues, a preparar lugar para vosotros", Juan 14,2, y Jesús dice: "yo soy el camino, la verdad, y la vida, nadie viene al padre, sino por mi". Juan 14,6. Dijo el ladrón a Jesús: "Acuérdate de en mí cuando vinieres a su reino", entonces Jesús le respondió: De cierto te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso", Lucas 23, 42-43. Y escribe el ángel de la iglesia en Filadelfia: "Estas cosas dice el santo, el verdadero, el que tiene la llave de la vida, el que abre y ninguno cierra, y cierra, y ninguno abre...” Apocalipsis 3,7. La llamada religión católica con sus dirigentes en el Vaticano dice quienes se salvan y quienes se condenan y hacen santos y los envían al cielo, o sea, que hacen y deshacen lo que les da la gana y se fundan en unas palabras que dijo Jesús de Nazaret al apóstol que más tarde fue llamado Pedro: "Tú eres piedra, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia y lo que tú hagas o deshagas en la Tierra así también será en el cielo". Pero nosotros, la iglesia pobre, también demostramos bíblicamente que ningún santo católico está en el cielo y que nadie más tiene las llaves del cielo, que el Cristo mismo, que es el Espíritu de Dios. Pero sin acudir a la letra escrita de la Biblia, se puede comprender muy bien, que nadie sabe las cosas de Dios y es Dios el único que y lo sabe todo, por lo tanto, sólo El sabe quienes son santos y quienes no son santos. Querer pues, hacer las cuentas a Dios, es prueba clara de ignorancia o de mala fe, o sea, de un materialismo de la iglesia rica. Y una cosa es cierta, de poder inmiscuirnos en las cosas de Dios, los únicos que podríamos hacerlo somos los pobres del mundo, pero sólo los que tenemos a Cristo, cada uno en sí mismo, los que formamos la iglesia pobre, pues Cristo mismo dice: "El reino de Dios es de los pobres". Lucas 6,20. Cuando nosotros decimos que ningún santo católico está en el cielo, estamos en la misma ignorancia de los papas, cardenales, obispos, etc., que canonizan a algunos de sus creyentes y los envían al cielo, los hacen santos, etc. Pero nosotros, la iglesia pobre, tomamos muy en serio las cosas de Dios, y tenemos muy presente las palabras de Cristo que dice: "No se puede servir a Dios y al dinero". Aconsejamos pues, al Vaticano católico y al protestantismo, que busquen a Cristo, cada uno en sí mismo, en su propia vida, y serán como nosotros, verdaderos apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios. Así sea. Amén. (Septiembre).

 

 

EL CATOLICISMO NO ES LA IGLESIA POBRE DE CRISTO


 

El catolicismo del Vaticano que se organizó con el rey Constantino muchos años después de la muerte de Jesús de Nazareth, está claro que no es la sencilla iglesia pobre que formó y fundó nuestro Rabí, el obrero carpintero Jesús de Nazareth, el Cristo. La llamada "iglesia católica", no es la iglesia cristiana, pero tampoco lo es el protestantismo de Martín Lutero, ex-obispo o sacerdote católico; ni el catolicismo, ni el protestantismo, son la iglesia pobre de Cristo, son iglesia rica y para los ricos. Estas organizaciones religiosas están formadas de ricos y pobres, o sea, unos creyentes que se hacen ricos a costa del trabajo de otros creyentes, y a veces a costa de sus vidas en las guerras que organizan los ricos y la jerarquía religiosa. Los sacerdotes católicos y protestantes se callan, no dicen nada sobre esta gran injusticia social, y unos y otros se burlan del Dios y del prójimo, pues Dios dice: "Ama a tu prójimo como a ti mismo". Nosotros, los obreros y obreras que formamos la iglesia pobre, el único y verdadero cristianismo en el mundo, pedimos, o mejor dicho, exigimos que tanto el catolicismo, como el protestantismo, dejen ya de una vez de auto-titularse "iglesia cristiana", ya que nadie es cristiano sin Cristo en sí mismo, en su propia vida; y claro está, que el verdadero cristianismo lo forman los cristianos, y esta verdadera iglesia o religión de Dios, solamente la conoce y dirige Dios. La iglesia pobre está formada de obreros y obreras, o sea, los pobres, tanto si son católicos, protestantes, judíos, budistas, etc., gente pobre, pero que cada uno tenga en sí mismo, en su propia vida, al Espíritu Universal de Dios que los cristianos llamamos Cristo. Lo que pedimos a la jerarquía y sacerdotes y también a sus creyentes, es que no se presenten al mundo como cristianos, que no hablen o prediquen sobre Cristo, en una palabra, que dejen de usar la palabra nombre "cristiano", sin tener a Cristo, sin vivir en y con Cristo, con Dios. La iglesia rica está en su derecho de quedarse o seguir teniendo las riquezas materiales que han ido adquiriendo a través de los siglos, o sea, dinero, obras de arte, templos, catedrales, monasterios, conventos, etc. ya que todo esto no es de la iglesia pobre de Cristo. Pueden quedarse con estas riquezas materiales, pero que no se presenten como iglesia de Cristo. Pero claro, es que además comprendemos que para ser un verdadero cristiano no basta con ser pobre, ya que el pobre, o sea, el obrero, si piensa en ser rico algún día, en poner un negocio, etc. alimenta su egoísmo, no sirve pues para ser cristiano, hasta que no aparte de su mente toda clase de egoísmos; pero si busca en sí mismo, en su propia vida, a Cristo, este obrero, esta obrera, en una palabra, este pobre, al tener en sí mismo a Cristo se convierte en un verdadero apóstol de Cristo y sacerdote de Dios, y no tiene ninguna necesidad del estudios de seminario, paga mensual, etc., por la sencilla razón de que tiene al Espíritu Universal de Dios en sí mismo, en su propia vida, y tiene el derecho y el deber de predicar el evangelio de Cristo a los demás pobres del mundo; y si los ricos quieren ser cristianos de Cristo, que abandonen sus riquezas materiales y se hagan pobres. Ánimos amigos, buscad a Cristo. Así sea. Amén. (Octubre).

 

 

LA IGLESIA VERDADERA DE CRISTO ES POBRE


 

El Espíritu de Dios, -que los cristianos llamamos Cristo-, estaba en y con el obrero carpintero Jesús de Nazareth, y dijo: “El reino de Dios es de los pobres”. (Evangelio de Lucas, 6-20). También dijo: “No se puede servir a Dios y al dinero”; “Aprended de mi”; “A los pobres es predicado el Evangelio, etc.”. Jesús de Nazareth no era rico, no era un sacerdote a sueldo, no era un militar, etc., era sencillamente un obrero que trabajaba de carpintero, esto es todo. Pero al llevar en sí mismo al Cristo, practicó y predicó el Evangelio, o sea, la buena nueva o noticia de que todos los seres humanos pueden ir a buscar Dios, cada uno, en su propia vida, sin intermediarios de ninguna clase. Nada pues de religiones compuestas por los hombres, nada pues de organizaciones religiosas compuestas de ricos y pobres, con sacerdotes de estudios de seminario, sueldo, paga mensual, etc., y unos creyentes que se hacen ricos a costa del trabajo de otros creyentes, a veces, a costa de su vida en la guerras que organizan los ricos, burlándose así unos y otros de Dios y del prójimo, pues Dios dice: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.

Hacerse rico a costa del trabajo del prójimo es una brutal injusticia del capitalismo salvaje, con el visto bueno de jerarquías y sacerdotes de todas las religiones del mundo. No es suficiente solucionar el paro obrero; supongamos que en todo el mundo todos los obreros trabajan, no hay paro obrero, pero sigue la humanidad dividida en ricos y pobres, sigue pues la grave injusticia social, ya que la riqueza material, la comida, casas, etc., que produce el trabajo de los obreros y obreras, los pobres del mundo, en justicia es para todos y no para hacerse ricos unos cuantos, esto es simplemente un robo, legalizado y apoyado por los gobiernos, militares y todas las religiones del mundo.

Esto lo denunciamos los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre, el único y verdadero cristianismo de Cristo en este mundo tan lleno de confusión, política, religiosa, social, etc. Pero todo lo dicho en este mensaje es de Cristo, es la oración, es vivir en y con Cristo que es la Luz de Dios, y claro está, que cuando hay luz se ven las cosas muy claras; esto amigos es la Iglesia Pobre. Cada ser humano, si busca en sí mismo, en su propia vida al Espíritu Universal de Dios, -que los cristianos llamamos Cristo-, el ser humano hombre o mujer, al tener a Cristo, se convierte en un verdadero apóstol de Cristo y sacerdote de Dios. Esta es la Religión Universal de Dios que en este mundo la llamamos Iglesia Pobre, sencillamente porque es el verdadero Evangelio de Cristo.

Ya los sabéis amigos, nadie es cristiano sin Cristo, claro que no basta ser pobre, hay que buscar a Cristo, y si los ricos quieren ser cristianos tiene que devolver, o sea, dejar la riqueza material y buscar a Cristo. Así sea. Amén. (Octubre).

 

 

EL ESTIGMA CHUETA


 

El día 10 de Octubre vi en el programa "Línea 900" de TV2, el reportaje "El estigma xueta". Yo soy chueta mallorquín, mi nombre es Cayetano Martí Valls y tengo 81 años de edad. Este programa ha sido una sorpresa para mi porque yo soy un obrero y nunca he sido perseguido, pero siempre me he encontrado con lo mismo, ricos y pobres, en este caso chuetas ricos y chuetas pobres.

En mi familia siempre hemos sido obreros, gente pobre, pero además de ello he de decir que soy descendiente de los primeros cristianos israelitas venidos a Mallorca después de la muerte del rabí Jesús de Nazareth, aunque en el principio se les llamara "los nazarenos" y más tarde "cristianos".

He conocido pocas familias descendientes de israelitas cristianos, porque la gran mayoría de descendientes eran seguidores de la religión rica, el judaísmo de Moisés, pero la Inquisición nos persiguió a todos, a ricos y a pobres. Algunas de estas personas que salieron en el reportaje han estado en mi casa, como el ahora rabino Israel Nicolás Aguiló, en cuya mano tiene la Torá y en la otra una metralleta para defender "tierra". Allá ellos con su conciencia, pero que quede claro que yo soy israelita cristiano, algo que no tiene nada que ver ni con el catolicismo ni con el protestantismo, organizaciones humanas que nunca han sido el cristianismo de Jesús de Nazareth.

He trabajado de yesero toda mi vida, he sido vocal sindical, he tenido incluso amigos fascistas, e incluso he llegado a ser respetado por el mismo clero católico, pero siempre me he dado cuenta que los ricos no quieren saber nada de los pobres, ni ricos católicos, ni protestantes, ni rabinos ni sacerdotes, a ninguno le interesa el cristianismo pobre de Jesús el carpintero, su iglesia pobre, una iglesia que tanto chuetas como no chuetas hemos restaurado aquí en Mallorca después de tantos siglos de ignorancia religiosa católica y protestante.

Pero nosotros, los obreros que la formamos, nos sentimos orgullosos de practicar el cristianismo sencillo de Jesús y de predicarlo, cosa que está al alcance de todos los pobres del mundo que buscan a Cristo en si mismo, y si los ricos quieren ser cristianos, ya saben que no se puede servir a Dios y al dinero.

A mis 81 años recuerdo ser insultado de niño por ser chueta pero nada más; he trabajado en varias empresas y nunca pasó nada, me casé con una chica no chueta llamada Magdalena Moll de Vidal y su familia nunca dijo nada, también era gente pobre. Si los ricos se han sentido perjudicados allá ellos, nosotros los pobres, siempre lo hemos tenido claro y lo hemos resumido de una manera muy sencilla, "la iglesia verdadera en cada casa obrera y Cristo en el corazón", esto es todo. Ánimos a todos amigos y buscad a Cristo cada uno en si mismo. (Octubre).

 

 

ABORTO SI, PARO OBRERO, HAMBRES Y GUERRAS NO


 

El obrero carpintero Jesús de Nazareth dice: "Sed prudentes como serpientes y sencillos como palomas", o lo que es lo mismo, ser buenas personas pero no tontos. No nos dejemos, pues, engañar. Y al referirnos al aborto, lo hacemos teniendo las ideas muy claras; el número de pobres en el mundo es enorme, se trata de muchos millones, y los obreros y obreras que formamos la iglesia pobre aconsejamos a todos los pobres del mundo que procuren no traer muchos hijos al mundo; máximo uno por familia, o ninguno si no se tiene trabajo seguro. Tratemos, pues, de no aumentar el número de pobres, de obreros en paro. No aumentemos el hambre, el número de soldados para las guerras que organizan los ricos, etc. No nos dejemos engañar por nadie, y tengamos siempre presente que el capitalismo es una especie de trinidad diabólica compuesta de ricos, o sea, la gente rica, los jefes militares y la jerarquía y sacerdotes de todas las religiones y todos juntos, hace muchos siglos que explotan, esclavizan y matan, en las guerras, a todos los pobres del mundo, y en muchas ocasiones, los pobres organizan revoluciones sangrientas contra los ricos, tal como el caso del comunismo, etc. pero al final siempre vence el capitalismo, el dinero, etc.  La única y verdadera revolución es la de Cristo, o sea, el Espíritu Universal de Dios en el ser humano. Cristo es la Luz, y cuando hay luz se ven las cosas claras. Pensemos y meditemos bien estas cosas: procurar, los pobres, no traer hijos al mundo, o tener muy pocos, incluso acudir al aborto es más humano, más justo que las mujeres pobres paran hijos para que los ricos dispongan de ellos para explotarlos o matarlos en las guerras. Basta con ver lo que dicen los jefes religiosos de todas las religiones del mundo, por ejemplo, el llamado papa católico y su jerarquía dicen que "no al aborto porque es un pecado", pero muy poco les importa esto de pecado; lo que les importa o les Interesa de verdad es que no se acabe la cantera de pobres, o sea, mano de obra barata y carne de cañón. Además, todo el capitalismo sabe y entiende muy bien que sin los pobres en el mundo, se acaba el vivir sin trabajar, se acaba el capitalismo, militarismo y religión; porque los ricos no creen en Dios. No se trata pues de odiar a los ricos. No se trata de ser un anti esto o anti aquello, etc. Se trata de ver las cosas claras. Se trata de buscar a Cristo cada uno en sí mismo, en su propia vida. Y nosotros, los obreros y obreras que formamos la iglesia pobre, aconsejamos a todos los pobres del mundo que se den de baja de la religión de los ricos, llámese como se llame; que se aparten de toda clase de militarismo, de partidos políticos, etc. y que entiendan que éste es el verdadero y único Evangelio de Cristo, o sea, la Verdad que han predicado todos los profetas a través de la historia humana. Amén. (Noviembre).

 

 

DE LA ESCLAVITUD A LA LIBERTAD DE DIOS


 

En la Biblia se puede leer lo siguiente: “Y habló Dios todo esto, diciendo: Yo Soy Yavé, tu Dios, que te ha sacado de la tierra de Egipto, de la casa de la servidumbre... etc.; acuérdate del día del sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y harás tus obras, pero el séptimo día, es día de descanso consagrado a Yavé tu Dios, y no harás en él trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, etc.” (Éxodo 20, de los versículos 1 al 10). “He aquí las leyes que les darás: si compras un siervo hebreo, te servirá por seis años”. (Éxodo 21, de los versículos 1 al 3). Jesús de Nazareth dijo a los apóstoles: “Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os digo amigos, porque todo lo que oí de mi Padre os lo he dado a conocer.” (Evangelio de Juan 15-15, traducción católica de la Biblia).

Queda claramente demostrado que una cosa es lo que dice Dios y otra lo que dicen los sacerdotes de todas las religiones; en el caso concreto de Israel, Dios sacó de la esclavitud a los hebreos de Egipto y pasando los años los hebreos formaron la nación israelita, dividiéndose una vez más en amos y esclavos, o sea, unos que se hacían ricos a costa del trabajo de los otros, con el beneplácito de los sacerdotes de la religión judía de Israel. Pero cuando vino el obrero carpintero Jesús de Nazareth, que llevaba en sí mismo el Espíritu Universal de Dios que los cristianos llamamos Cristo, todo cambió y para siempre, ya que Dios nos libera a todos de la esclavitud física y espiritual, o sea, dejarnos explotar lo menos posible para poder comer y liberarnos de toda clase de religión; este es el verdadero Evangelio, no hay otro.

Nosotros, los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre, tanto si descendemos de Israel o no, somos el verdadero cristianismo en el mundo; ya dijo muy claramente Jesús de Nazareth: “El Reino de Dios es de los pobres”. Lucas 6-20. Las organizaciones religiosas (catolicismo, protestantismo, etc.) nunca han sido ni son la Iglesia de Cristo, ya que estas organizaciones están compuestas de ricos y pobres, o sea, unos creyentes que se hacen ricos a costa del trabajo de otros creyentes y a veces a costa de sus vidas con las guerras que organizan los ricos. Claro está que no es suficiente ser pobre para ser cristiano, hay que buscar a Cristo cada uno en si mismo, en su propia vida, y de esta forma nos convertimos en verdaderos apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios aunque no tengamos estudios de ninguna clase; y si los ricos quieren ser cristianos, ya lo saben, que se hagan pobres y devuelvan la riqueza que han ido acumulando a costa del trabajo de otros. Jesús de Nazareth dijo muy claramente en el famoso Sermón de la Montaña: “No se puede servir a Dios y al dinero”. Ánimos amigos, buscad a Cristo, así sea. Amén. (Noviembre).

 

 

EL ONÁN DE LA BIBLIA Y EL ABORTO ACTUAL


 

En el llamado Antiguo Testamento de la Biblia y en el Génesis, se puede leer lo siguiente: “Y sabiendo Onán que la simiente no había de ser suya, sucedía que cuando entraba a la mujer de su hermano vertía en tierra, por no dar simiente a su hermano”. Génesis 38-9. Esta fuerza de voluntad de Onán estaba producida por el egoísmo, porque de esta forma seguramente entraban intereses materiales de herencia, tierras, dinero, etc., pero esto demuestra claramente que cuando el ser humano pone en marcha la voluntad, puede hacer muchas cosas. Nosotros los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre, aconsejamos a todos los obreros y obreras, o sea, los pobres del mundo, que procuren no traer muchos hijos al mundo. La humanidad está dividida en ricos y pobres, o sea, explotados y explotadores, unos que se hacen ricos a costa del trabajo de otros. Hoy no es necesario hacer lo mismo que hizo Onán, ya que en la actualidad existen los anticonceptivos y sobre todo el aborto. Esto no es ninguna clase de egoísmo, es de justicia, porque mientras nazcan más pobres habrán más millones de obreros en paro, de soldados para las guerras que organizan los ricos, de toda clase de vicios, de hambre, etc. La cosa está clara, o se hace la revolución sangrienta contra los ricos, o se hace la verdadera revolución de Cristo. Nosotros, como Iglesia Pobre, aconsejamos y propagamos la revolución de Cristo, pues somos cristianos de Cristo, pero no lo somos de ninguna organización religiosa; conviene que se entienda bien que el Catolicismo y el Protestantismo no son la religión de Cristo, bien claro lo dijo el obrero carpintero Jesús de Nazareth: “El reino de Dios es de los pobres”. Lucas 6-20. Conviene repetir muchas veces lo mismo, buscamos la verdadera justicia de Dios, pues la justicia hecha por los hombres está hecha siempre para defender los intereses de los ricos, o sea, de los mandamases religiosos, políticos, militares, etc., en una palabra, del capitalismo salvaje que domina al mundo. Aconsejamos a todos los pobres del mundo que se den de baja de la religión de los ricos, llámese como se llame, que se procure no traer muchos hijos y si es preciso, acudir al aborto y no hacer caso de lo que dicen los mandamases religiosos, de que el aborto es un pecado. Ánimos pues obreros y obreras, pobres del mundo, buscad a Cristo, o sea, el Espíritu de Dios, en la oración, cada uno en si mismo, en su propia vida y seréis como nosotros verdaderos apóstoles y sacerdotes de Dios y podréis decir a los demás que hagan lo mismo. Y si los ricos quieren ser cristianos ya lo saben, que se hagan pobres y busquen a Cristo. Así sea. Amén. (Diciembre).

 

 

DOS CRISTIANOS REUNIDOS YA SON IGLESIA


 

En el evangelio de Mateo, se puede leer lo que dijo Cristo por boca del obrero carpintero Jesús de Nazareth, por ejemplo, "Donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo", Mateo 18, 20;  "El reino de Dios es de los pobres",  Lucas 6, 20; "No se puede servir a Dios y al dinero", "Es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el cielo", etc. Todo esto está muy claro, la verdadera iglesia de Cristo la componen los seres humanos, pero que sean pobres y tengan cada uno en sí mismo, en su propia vida, al Espíritu Universal de Dios, que los cristianos y llamamos Cristo; donde están solamente dos cristianos, sean hombres o mujeres, reunidos en y con Cristo, ya forman la verdadera iglesia de Cristo. Esta es la sencilla reunión o iglesia que formo Jesús en Nazareth de Galilea, Israel, hace dos mil años. Esto es el verdadero evangelio de Cristo, esto es la iglesia pobre. Si la organización religiosa conocida como el Vaticano, catolicismo, etc. dice que se funda sobre las palabras de, "Tú eres Pedro..." allá ellos, pero no tienen base, ya que arrebataron la idea a los cristianos, y formaron la iglesia rica; después vino Martín Lutero, con su protestantismo compuesto de ricos y pobres, explotados y explotadores, unos creyentes que se hacen ricos a costa del trabajo de otros creyentes, y a veces a costa de sus vidas en las guerras que organizan los ricos, y todo esto con la complicidad de la jerarquía y sacerdotes católicos y protestantes,. Claro está, que esto no es la iglesia de Cristo; además, es un insulto a Dios, ya que Dios dice, "Ama a tu prójimo como a ti mismo", y claro está, que hacerse rico a costa del trabajo del prójimo, o a costa del su vida, es burlarse de Dios y del prójimo; es bestial. Esto es el capitalismo salvaje, con mucha religión, pero sin Dios. Repitamos lo dicho, con sólo dos cristianos reunidos en y con Cristo, ya forman la verdadera iglesia de Cristo, aunque estos cristianos no tengan estudios, o no sepan leer ni escribir, pues el amor de Dios, o sea, la bondad en el ser humano, no necesita estudios para manifestarse; ya dijo Cristo, "Por sus futuros los conocerles", y claro está, que no estamos en contra del estudio humano, pero lo primero es buscar a Cristo, cada uno en sí mismo, en su propia vida. Nosotros, los obreros y obreras que formamos la iglesia pobre, resumimos todo esto así, "la iglesia verdadera en cada casa obrera, y Cristo en el corazón"; esto es todo, esto es el evangelio de Cristo, es nuestra propia liberación. Cristo dice, "La verdad nos hace libres"; nada pues de la llamada religión organizada por los hombres, nada de intermediarios entre Dios y los seres humanos, ya que nadie ha visto jamás a Dios, es de forma directa que hay que buscar a Dios; bien claro lo dice Cristo, "Vosotros oraréis así, "Padre nuestro...". Buscad a Cristo, cada uno en sí mismo, y formad la verdadera iglesia en vuestra casa. Así sea. Amén. (Diciembre).

 

 

OREMOS PARA NO CAER EN LA TENTACIÓN


 
El obrero carpintero Jesús de Nazareth dice lo siguiente: “Velad y orad para no caer en la tentación”, “el espíritu esta pronto pero la carne os flaca”, Mateo 26, 41. Esto que nos dice Jesús, sobre no caer en la tentación, nos hace pensar muchas cosas, porque los seres humanos estamos siempre tentados y muchos caen en las tentaciones de los vicios, sexo, vanidad, orgullo, soberbia, etc.; pero hay algo mucho más serio que esto: la maldad, el odio, la envidia, el egoísmo, el afán de tener mucho dinero, poder, organizar guerras, etc. Nosotros, los cristianos, comprendemos muy bien lo que Jesús de Nazareth nos quiere decir con todo esto que abarca la tentación, y no comprendemos, pues, que las organizaciones religiosas, catolicismo, protestantismo,  etc., las cuales se autotitulan "religión cristiana", estén compuestas de ricos y pobres, o sea, que unos creyentes se hacen ricos a costa del trabajo de otros creyentes, y a veces a costa de sus vidas en las guerras que organizan los ricos, Y esto es burlarse de Dios y del prójimo, ya que Dios dice: “Ama a tu prójimo como a tí mismo”. El verdadero cristianismo es pobre, y nosotros, los obreros y obreras que formamos la iglesia pobre entendemos muy bien lo que dice Jesús de Nazareth: “El reino de Dios es de los pobres”, Lucas 6, 20, pero tenemos la idea muy clara de que no basta con ser pobre, hay que buscar cada uno en sí mismo, en su propia vida, al Espíritu Universal de Dios, que los cristianos llamamos Cristo. porque sin Cristo, nadie es cristiano. Por esto procuramos velar y orar para no caer en estas tentaciones nunca; y este velar no es nada más que pensar en la vida misma, en las cosas que nos rodean, procurar tener las ideas claras. La oración es el continuo diálogo con Dios. No se trata de palabras aprendidas de memoria, es cuestión de pensamientos limpios, positivos, hacia Dios. Tengamos, pues, las ideas claras, no se trata de ir por la vida en plan místico, modesto, etc., sólo en apariencia; porque cuando trabajamos lo hacemos para cubrir las necesidades como son la comida, una casa, el vestido, etc. Cuando se trabaja no se roba a nadie, por lo tanto, el fruto del trabajo es de todos; sin embargo, las leyes humanas permiten que unos pocos se hagan ricos a costa del trabajo de los demás, con el visto bueno o complicidad de todas las jerarquías religiosas del mundo. Los obreros y obreras que formamos la iglesia pobre aconsejamos que todos estemos velando y orando y los ricos que hagan lo mismo si quieren ser cristianos. Amén. (Diciembre).