Mensajes 1998


MENSAJE CRISTIANO A TODOS LOS POBRES DEL MUNDO

 

Desde esta isla del Mediterráneo, Mallorca, islas Baleares, os enviamos este sencillo mensaje del verdadero cristianismo de Jesús de Nazareth, el obrero carpintero. Al Espíritu universal de Dios, nosotros los cristianos, lo llamamos Cristo, este Cristo que ya estaba en el obrero carpintero Jesús de Nazareth, el cual, de forma muy clara y sencilla, en los evangelios, nos resume lo siguiente: “Bienaventurados vosotros los pobres porque vuestro es el reino de Dios”, Lucas 6,20, o sea,  que el reino de Dios no hay que buscarlo en las iglesias, en las organizaciones, en las religiones, etc., sino que  es cada uno en sí mismo, en su propia vida. Después Cristo nos aclara más la cosa y nos dice que “no se puede servir a Dios y al dinero”, que “es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja que entrar un rico en el reino de Dios”, que “los dos principales mandamientos son: Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo”, por lo tanto, hacerse rico a costa del trabajo del prójimo es burlarse de Dios y del prójimo; además, que esta ley de Dios es natural porque nadie quiere que lo maltraten, que le roben, que lo maten, etc.. Nosotros, en Mallorca, somos obreros y obreras los que formamos esta sencilla Iglesia Pobre, sin templos, sin organizar nada, sin sacerdotes a sueldo, sin toda esa cosa teatral, esa maquinaria capitalista del catolicismo del Vaticano o del Protestantismo que salió de Lutero, ya que todo esto no tiene nada que ver con el verdadero cristianismo de Cristo. Os aconsejamos, pues, a todos los obreros y obreras del mundo, o sea, los pobres, los que trabajamos, los que precisamente producimos la riqueza en este mundo, la cual se lleva después, se apropia de ella, nos roba el capitalismo, os aconsejamos amigos, que procuréis tener la idea clara de que si ellos, los ricos, los capitalistas, el clero, los militares, etc., ya que todos van juntos, si defienden sus intereses, nosotros los obreros tenemos el derecho y el deber de defender también nuestros propios intereses. Si estamos con Cristo tendremos, pues, las cosas claras, porque Cristo es la Luz y cuando hay Luz se ven las cosas claras. Cristo es la Armonía, la Sabiduría, la Justicia, la Bondad, que es la chispa del Amor de Dios en cada ser humano; procurad, pues, tomar en serio este sencillo consejo que os damos, procurad no traer tantos hijos al mundo, o no traer ninguno, para no engrosar las filas, la cantera de gente pobre, hombres y mujeres, obreros al paro, el hambre en el mundo, proporcionar mano de obra barata al capitalismo, soldados para las guerras que ellos organizan; no amigos, tened la idea clara, un hijo por pareja ya es suficiente y si no hay trabajo seguro, ninguno; no escuchéis los “cantos de sirena” de los ricos, de las iglesias: “el aborto es una animalada, hay que traer muchos hijos porque son una bendición”, no, porque vemos la porquería que está haciendo el capitalismo en el mundo, ellos mismos nos dicen los millones de niños que se mueren de hambre, se venden niños, etc., barbaridades, que las noticias nos traen acerca de lo que está pasando en el mundo con este capitalismo salvaje y las jerarquías y sacerdotes son cómplices de toda esta maldad, esta porquería social, de la injusticia. La idea está clara: seguir al Cristo, tener al Cristo en uno mismo, en la propia vida, es la verdadera y única revolución que podemos hacer los pobres en el mundo, ya que con violencia, armar guerras contra los ricos, implantar comunismos que después se caen, no sirve, no quita el egoísmo de las personas, sin Cristo nada se puede hacer ya que se cambian los gobiernos, pero si no cambia uno mismo, no cambia nada, hay que cambiar uno mismo, quitar de la mente todo lo negativo para tener la idea clara de lo positivo, del Amor de Dios, la Bondad, abrir el corazón a las cosas de la vida, a las personas; no se trata de odiar a nadie, ya dice el Cristo por boca de Jesús: “Sed prudentes como serpientes y sencillos como palomas”, hay que ser buenos pero no tontos. Seamos cristianos de Cristo, y los pobres del mundo que viven en países donde se conoce el budismo, el islam, el judaísmo u otras religiones, maldad a paseo a los sacerdotes de cualquier religión, daos de baja de cualquier religión, llámese como se llame y tratad de buscar a ese Espíritu de Dios, al que nos ha creado, unos le llamamos Cristo, otros le llaman Buda, etc., es el mismo Espíritu, el de nuestro Creador al que nadie puede negar ya que alguien o algo ha hecho posible nuestra existencia. Amigos, comprended que en todas las religiones, los sacerdotes, el clero, la jerarquía, etc., admiten que unos creyentes se hagan ricos a costa del trabajo de otros creyentes y después se reúnen en las mezquitas, sinagogas, templos, etc. “alabando” a Dios y dando gracias, mientras ahí dentro están el rico y el pobre, el sinvergüenza que se aprovecha y se hace rico a costa del trabajo del pobre, y los sacerdotes se callan y dan la bendición. Cristo, el Espíritu de Dios, y nadie más que Cristo, nos da Luz y tenemos ideas propias, el cerebro marcha de forma normal, sin dejarse engañar por nadie ni por la propaganda del capitalismo de comprar cosas, ni por la droga del fútbol, ni por las drogas, el alcohol, ni por otro montón de drogas tales como religiones, partidos políticos, el dinero, que son la gran droga, con el lema de que tienes que hacerte rico para poder vivir bien, pero Dios ha creado  el infinito Universo para que seamos ricos, porque si todos fuéramos ricos nos moriríamos de hambre, es el trabajo lo importante, y si quieren seguir conservando el nombre de banquero, empresario, etc., bien, pero que trabajen y cuando lleguen los beneficios, que los repartan y acabar con la comedia de los sindicatos de pedir unas pesetitas más, ya  que hay suficiente para todos, el Amor de Dios basta para todos. Amigos obreros y obreras, pobres del mundo, buscad el Espíritu de Dios, el Cristo, convertíos en verdaderos apóstoles de Cristo, en verdaderos sacerdotes de Dios, vosotros, nosotros, todos, y no tengamos temor ante señores que tienen muchos estudios de seminario y dinero, porque estos no tienen a Cristo, no tienen a Dios; no nos avergonzamos de ser nosotros mismos apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios, sin intermediarios de ninguna clase entre Dios, al que nadie ha visto jamás, y cada uno de nosotros, y será “La iglesia verdadera en cada casa obrera y Cristo en el corazón”. La meditación, la oración es la base de todo, oración espiritual, mental, nada de palabras aprendidas de memoria; el que nos ha creado nos escucha y Él es el único que puede guiarnos, el Cristo, Dios universal. Ánimos, amigos, y adelante. Así sea. Amén. (Enero).

 

 

LA IGLESIA DE CRISTO LA FORMAMOS TODOS LOS POBRES

 

La iglesia de Cristo la formamos todos los pobres que tienen a Cristo en sí mismo, en su propia vida. Cristo ya dijo por boca del obrero carpintero Jesús de Nazareth: "El reino de Dios es de los pobres" Lucas 6, 20. Las llamadas "iglesias", católica, protestante, etc., no son la iglesia de Cristo, ya que estas organizaciones están compuestas de ricos y pobres, unos creyentes que se hacen ricos a costa del trabajo de otros creyentes, y las jerarquías y sacerdotes de ambos lados se callan y consienten esta gran injustícia en su llamada "religión", y claro está que esto no es el cristianismo de Cristo. Jesús de Nazareth resume los mandamientos en dos: "Ama a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a tí mismo"; hacerse, pues, rico a costa del trabajo del prójimo y a veces a costa de las vidas en las guerras que organizan los ricos, es burlarse de Dios y del prójimo. La iglesia pobre, aconsejamos, pues, a todos los pobres del mundo que se den de baja de la religión de los ricos, que se aparten de partidos políticos, militarismo, etc., y que procuren no traer muchos hijos al mundo para no aumentar más el número de pobres, de obreros en paro, etc. Que comprendan que todo esto nos lo dicta Cristo mismo y lo vemos claro en la vida que llevamos de trabajar para comer y de oración en la vida misma, porque cuando se tiene a Cristo, que es la Luz, se ven las cosas claras. Y si los ricos quieren ser cristianos que se hagan pobres, y que toda la humanidad comprenda que ser cristiano es vivir la vida en y con Cristo, con Dios, y esto hace que después todos podamos ser verdaderos apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios. Los obreros y obreras que formamos la iglesia pobre no somos un grupo de personas que estemos socializando la cosa, o que estemos contra los ricos; somos cristianos, de Cristo; o sea, vivir la vida espiritual. Hay personas que sin la vida espiritual, sin el Cristo, piden justicia desde partidos políticos, organizaciones, etc., pero nosotros lo vemos desde el punto básico de la Justicia de Dios; predicamos al Dios de Justicia, cosa que falla en todas las religiones del mundo que se auto-titulan “cristianas”. Por tanto, os repetimos, amigos obreros y obreras de todo el mundo, y a los ricos también, unos y otros, entended bien todo esto, que sin Cristo, todo son tinieblas, por lo tanto, todo es injusticia. Ánimos, pues, buscad a Cristo, cada uno en sí mismo. Saludos fraternales de la iglesia pobre en Mallorca. Así sea. Amén. (Enero).

 

 

ATEOS, RELIGIONES Y CRISTIANOS

 

En general, los ateos, lo son de los dioses muertos que predican las religiones, pero si tenemos presente al infinito Universo y a todos los seres vivos, seres humanos, animales, plantas, etc., vemos que alguien o algo ha hecho posible la existencia de todo lo que vive, incluidos los mundos, soles, estrellas, etc. Aquí, en este mundo, los seres humanos, vemos claramente que nadie se ha creado a sí mismo, por que si de forma natural, la madre está pariendo al hijo, también alguien parió a la madre, llegando al principio de que alguien o algo tuvo que ser lo primero, y una de dos, o alguien creó primero a esto, o esto se creó a sí mismo. No podemos, pues, negar a nuestro Creador, al cual llamamos Dios. Vemos, pues, que todas las religiones en este mundo, en lugar de predicar la sencillez de estas cosas, lo han complicado y han confundido a millones y millones de personas. Es lógico, pues, que haya ateos. Pero estamos aquí presentes, gente pobre, obreros y obreras que procuramos vivir y predicar el mensaje que Cristo, a través del obrero carpintero Jesús de Nazareth, dio al mundo, hace ahora casi dos mil años; este mensaje es, sencillamente, buscar cada ser humano en sí mismo al Espíritu de nuestro Creado, que los cristianos llamamos Cristo; de esta forma tan sencilla, nos damos cuenta de que la verdadera religión es universal, o sea, el Amor de Dios en uno mismo, ya que nos damos cuenta de que los seres humanos hacemos actos positivos y negativos, y a esto se le ha llamado el bien y el mal, la bondad y la maldad, o sea, la luz y las tinieblas, la oscuridad, etc., y claro está, que cuando tenemos a Cristo, tenemos la Luz, y esto, amigos, es el verdadero cristianismo, no hay otro; y esto se puede aplicar a todas las religiones del mundo. Todo esto se puede resumir en una sola palabra: la Bondad. Los obreros y obreras, o sea, los pobres, en cualquier parte del mundo, que formamos la Iglesia Pobre, el único y verdadero cristianismo, somos también ateos de los dioses muertos de todas las religiones, pero no lo somos, ni lo podemos ser, de Dios, nuestro Creador. Ánimos, pues, a todos los pobres del mundo; apartaros, daros de baja de la religión de los ricos, cualquier religión organizada, llámese como se llame, no traigáis muchos hijos al mundo, y procurad tener al Espíritu de Dios, al Cristo, cada uno en sí mismo, en su propia vida, y seréis también, como nosotros, apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios. Así sea. Amén. (Enero).

 

 

LA ORACIÓN ES LA FUERZA VITAL DEL SER HUMANO

 

La verdadera oración a nuestro Creador, que llamamos Dios, es un auténtico diálogo con Dios en uno mismo, es hablar con la mente, más que con la boca; no es, pues, ninguna tontería tratar de hablar con Dios, ya que alguien o algo ha hecho posible nuestra existencia, pues nadie se ha creado a sí mismo. Claro está, que todo esto no tiene nada que ver con las religiones que han organizado los hombres a través de la historia humana. Precisamente, todas las religiones del mundo se han fundado, o sea, se basan en las experiencias espirituales de seres humanos que con la única y verdadera oración a Dios, lo encontraron en sí mismos, a los cuales llamamos profetas, Mesías, etc., y nos dan la idea muy clara de lo que es la verdadera oración. La oración es la fuerza vital para todos los seres humanos, por la sencilla razón de que todo ser humano, hombre o mujer, se hace a sí mismo la misma pregunta, ¿de dónde viene?, ¿para qué está en este mundo? etc., y muchos buscan la contestación en todas partes menos en sí mismo, y al no hacerlo, se dejan llevar o engañar por los demás, por las ideas políticas, religiosas, etc., y sobre todo por el egoísmo que domina la mente de millones de seres humanos que viven en la ignorancia y la confusión de este mundo. Dirigirse, pues, en oración a nuestro Creador, es saber razonar y tener las ideas claras, pero dirigirse a otros seres creados, para aclarar las cosas de Dios, es perder el tiempo y no comprender que de la misma manera que nadie puede comer por otro, físicamente hablando, tampoco nadie puede alimentarse espiritualmente y crecer como espíritu. Tenemos que comprender que el infinito Universo, con su número también infinito de soles, mundos, estrellas, etc., moviéndose con una maravillosa matemática, creando y recreando, seguramente, millones de formas de visa diferentes, todo esto no ha sido creado para una cosa tan tonta como es creer que el vivir en este mundo que llamamos Tierra es para acaparar dinero, tener cosas materiales, vivir sin trabajar a costa del trabajo de otros, etc., y al morir, todo se acabó.. Esto pueden pensarlo los seres humanos ignorantes en las cosas de Dios, y seguramente que hay millones de creyentes, en todas las religiones del mundo, así como también los ateos, que viven en esta  ignorancia, por la sencilla razón de que no se alimentan espiritualmente, o sea, que en su vida diaria no hay verdadera oración. Por esto, los cristianos comprendemos muy bien lo que dijo el obrero carpintero Jesús de Nazareth, el Cristo: “Vosotros oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos...”, etc. Cristo nos da la idea clara, las palabras son lo de menos, y cuando decimos “cristiano”, entendemos que solamente es cristiano el ser humano que tiene a Cristo en sí mismo, o sea, el Espíritu Universal de Dios, aunque se le den nombres diferentes. Nosotros, los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre, tenemos muy claro todo esto, y podemos decir con propiedad, que si no cambia uno mismo, no cambia nada. La oración es, pues, un verdadero diálogo con nuestro Creador, al que llamamos Dios. La oración es la fuerza vital para todo ser humano. Ánimos amigos. Amén. (Febrero).

 

 

MOISÉS Y LOS JUDÍOS RICOS Y POBRES

 

Moisés organizó al pueblo hebreo, o sea, los esclavos salidos de Egipto, y fundó la religión judía. Al principio todo marchaba más o menos bien, pero después, el pueblo hebreo, o sea, los israelitas, ya tenían sus sacerdotes organizados como religión judía, y dichos israelitas o judíos estaban divididos en judíos ricos y judíos pobres, empezando otra vez la injusticia social, o sea, la explotación que todos los hebreos habían sufrido como esclavos, muchos años antes en Egipto. El pueblo judío se vio envuelto en guerras, hambres, etc., y los profetas daban ideas y consejos inspirados por Dios, pero también había alguna falsedad, y los judíos pobres estaban esperando otra vez, tal como en Egipto, un libertador, un Mesías, y es fácil comprender que los únicos israelitas o judíos que esperaban un Mesías eran los pobres. Aquí ya podemos comprender lo que significaba para los pobres de Israel aquél hombre que predicaba el reino de Dios; nos referimos al obrero carpintero llamado Jesús de Nazareth, el Cristo, pero para los judíos ricos, reyes, militares, sacerdotes, etc., no era conveniente un nuevo profeta defensor de los pobres, así como tampoco les convenía a los romanos que dominaban Israel, por esto, unos y otros condenaron a muerte al obrero carpintero Jesús de Nazareth. Acudiendo, sencillamente, a nuestra historia como descendientes de los primeros israelitas cristianos que llegaron a Mallorca poco tiempo después de la muerte de Jesús de Nazareth, vemos que otra vez se repite la historia de judíos ricos y judíos pobres, conocidos en Mallorca con el mote de “chuetas”; así pues, los seguidores de Moisés son los chuetas ricos, y los seguidores de Jesús de Nazareth son los chuetas pobres. Después de ser perseguidos, y muchos muertos por la Inquisición, los chuetas que quedaron vivos fueron bautizados por la fuerza, pero seguían en secreto sus religión, unos a Moisés, y otros a Jesús de Nazareth, o sea, nuestro Rabí, el obrero carpintero Jesús de Nazareth, fundador de la Iglesia Pobre. Nosotros, los obreros y obreras, descendientes o no, pero todos pobres, somos la única iglesia de Cristo en el mundo, pero comprendemos que seguramente hay otras personas en el mundo que tratan de seguir a Cristo, aunque sea con nombres diferentes, ya que Cristo es el Espíritu Universal de Dios. Ahora bien, al decir, por ejemplo, Moisés y los judíos ricos y pobres, también podemos decir, Jesús de Nazareth, el Cristo y los cristianos ricos y los cristianos pobres, y así como en Egipto había un pueblo esclavo, o sea, pobre, liberado por Moisés, también sólo hay un pueblo liberado por Jesús de Nazareth, el Cristo, que es la Iglesia Pobre, o sea, el cristianismo pobre. Y este cristianismo de Cristo no tiene nada que ver con las sectas ricas, como son el catolicismo, protestantismo, etc.; pero también los ricos pueden ser cristianos, si abandonan o devuelven las riquezas materiales, las cuales son adquiridas a costa del trabajo de los pobres. Y vosotros, pobres, si hay egoísmo en vuestra mente, apartadlo, y todos, acudid a Cristo. Así sea. Amén.  (Abril).

 

 

EL NACIMIENTO DE JESÚS DE NAZARETH Y EL CRISTO

 

El catolicismo y el protestantismo, etc., con sus jerarquías, sus sacerdotes y creyentes, todos celebran el nacimiento de Jesús de Nazareth, y dicen que nació en Belén y esto una vez cada año; después celebran ritos, ceremonias, etc. cada semana y a veces muchos días, después tienen sus creencias, sus dogmas, etc., y estas organizaciones están compuestas de creyentes ricos y creyentes pobres, explotados y explotadores, unos que se hacen ricos a costa del trabajo de otros, y a veces a costa de su vida, con las guerras que organizan los ricos, y así burlándose de Dios y del prójimo, pues Dios dice “Ama a tu prójimo como a ti mismo”, y Cristo dice “No se puede servir a Dios y al dinero”, “El reino de Dios es de los pobres”, “Buscad primero el reino de Dios”, “Aprended de mi”, etc., y Jesús de Nazareth era un obrero carpintero que llevaba en sí mismo al Espíritu Universal que los cristianos llamamos Cristo. Los católicos y los protestantes celebran el nacimiento de Jesús de Nazareth, lo predican mucho, escriben mucho sobre Jesús de Nazareth, lo alaban mucho, etc.,  pero son muy pocos que le siguen de verdad y busquen a Cristo, queda pues muy lejos Cristo de estas mal llamadas iglesias cristianas. Y la jerarquía y sacerdotes de estas religiones se basan en estudios de seminario, teológicos, etc.,  para enseñar a la gente y se cumple lo que dice Cristo, “Si un ciego guía a otros ciego, ambos se caerán”, y así pues queda claro que lo más importante, lo primero, es el nacer, o mejor dicho, el renacer del Cristo en uno mismo, cada uno en su propia vida, esto es el verdadero cristianismo, todo lo demás es puro teatro, o tristemente drama, por las amargas consecuencias de estas organizaciones, como son las guerras, persecuciones religiosas, la inquisición etc. Ya hemos dicho en otras muchas ocasiones, si no cambias tú no cambia nada, y sin Cristo que es la Luz, todo está oscuro, no se vive la verdadera vida, se vegeta, y todo son problemas, explotación, guerras, robos, hambre, injusticias, etc., y todo en este mundo que se auto-titula civilizado, con cultura y muchas religiones, y sobre todo con un tristemente cómico cristianismo sin Cristo. Amigos todos, católicos y protestantes, etc., comprended ya de una vez que sin Cristo en uno mismo no hay cristiano; si Cristo no renace en el ser humano, todo lo demás es teatro, es comedia, y a veces el ateo está más cerca de Dios. Y nosotros, los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre, el único y verdadero cristianismo en el mundo, aconsejamos al catolicismo y protestantismo, etc., que dejen en paz al obrero carpintero Jesús de Nazareth, que no hagan más negocio sobre este obrero, en una palabra, no se burlen más de nosotros, los obreros y obreras, los pobres del mundo. Y si de verdad queréis ser cristianos, buscad a Cristo, cada uno en si mismo, en su propia vida; esto es el verdadero nacimiento, el verdadero evangelio, y poco importa si Jesús de Nazareth nació en un lugar o en otro, buscad a Cristo amigos. Así sea. Amén. (Abril).

 

 

¿POR QUÉ HAY CATÓLICOS RICOS Y CATÓLICOS POBRES?

 

Toda la humanidad está dividida en ricos y pobres, y claro está, también todas las religiones del mundo; pero aquí, en este mensaje, nos referimos al catolicismo y protestantismo que se auto-titulan “religión cristiana”. Nosotros, los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre, la única iglesia que agrupó o fundó el obrero carpintero Jesús de Nazareth, el Cristo, preguntamos al Vaticano, y concretamente al catolicismo español, que domina las mentes o espíritus de la mayoría de los españoles, ¿por qué hay católicos ricos y católicos pobres?, ¿por qué unos creyentes se hacen ricos a costa del trabajo de otros creyentes?, ¿por qué las leyes civiles protegen esto, y los sacerdotes se callan y se hacen cómplices de esta gran injusticia social?. Repetimos, ¿por qué hay católicos ricos y católicos pobres?, y en el protestantismo pasa lo mismo, y todos se auto-titulan “cristianos”. La Ley de Dios, tanto escrita como natural, dice: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”; esto está en la Biblia, pero es también natural, pues nadie quiere que le maltraten, que le exploten, que le roben, que le maten, y Cristo dice: “Lo que no quieras para ti, no lo quieras para los demás”. Hacerse rico a costa del trabajo del prójimo, es no amar al prójimo, y esto es burlarse de Dios y del prójimo, o sea, que los católicos ricos y los protestantes ricos, se burlan de Dios, con el visto bueno de, o sea, la complicidad de sus llamados “sacerdotes”. Y los cristianos pobres, los que formamos la Iglesia Pobre, preguntamos a estos ricos y a sus sacerdotes: ¿En qué se basan para explotar a los pobres y disponer de sus vidas en las guerras que organizan ellos, los ricos? Nosotros, los pobres, sólo vemos una respuesta, que esta es la ley del más fuerte, del más pillo, del más ateo de los ateos, esto es el capitalismo salvaje, sin Dios, sin conciencia, sin bondad,; estos son los primitivos monos que aún no se han bajado del árbol y siguen robando y matando a los que tratamos de ser, ya, seres humanos, o sea, personas con espíritu y con verdadera creencia en Dios. Aconsejamos, pues, a los ricos católicos, protestantes, etc., y a sus sacerdotes, jerarquías, etc., que de verdad busquen a Cristo, cada uno en sí mismo, en su propia vida, y serán de verdad, unos y otros, verdaderos apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios, viviendo la verdadera vida como seres humanos, como personas, en y con Dios. Mientras tanto, sin seguir a Cristo, no habléis de Cristo, no habléis de Dios, y seguid predicando y practicando vuestro dios, o sea, el poder político y el dinero, o sea, el antiguo becerro de oro. Pero no todo está perdido, si recapacitáis y empezáis a ver claramente que nadie se hace rico trabajando, y el que se hace rico, es a costa del trabajo de los demás. Procurad ser persona, ser seres humanos de verdad; y la pregunta que hacemos los pobres del mundo, desaparecerá, y el mundo será una gran casa para todos. Ánimos amigos. Así sea. Amén. (Mayo).

 

 

EL HOGAR POBRE DE JESÚS DE NAZARETH, EL CRISTO

 

El obrero carpintero Jesús de Nazareth, que llevaba en si mismo al Espíritu Universal de Dios, que los cristianos llamamos Cristo, pertenecía a una familia pobre. En el llamado nuevo testamento de la Biblia podemos leer lo siguiente: “Le salió al encuentro un escriba que le dijo: Maestro, te seguiré adonde quiera que vayas. Díjole Jesús: las raposas tienen cuevas y las aves del cielo nidos (en la actualidad se puede añadir lo que tiene la llamada religión cristiana; catolicismo, protestantismo, etc., palacios, catedrales, templos, monasterios, conventos, etc.), más el Hijo del hombre, o sea, el obrero carpintero Jesús de Nazareth, no tenía más casa que el hogar pobre de sus padres” (Mateo 8, 20-21). Este hombre, Jesús de Nazareth, es el que fundó la pequeña sinagoga, hoy llamada iglesia, con unos amigos suyos, obreros como él, y dice: “El reino de Dios es de los pobres”, “No se puede servir a Dios y al dinero”, “Es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja que un rico entre en el cielo”. Jesús dice: “Aprended de mi”, y nos aclara que los dos principales mandamientos son: “Ama a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo”; y viendo que nadie se hace rico trabajando, pues el que se hace rico es a costa del trabajo de prójimo, estos se burlan de Dios y del prójimo. Las organizaciones religiosas (catolicismo y protestantismo), al estar compuestas de miembros o creyentes ricos y pobres, no son el cristianismo de Cristo. Nosotros, los obreros y obreras que en la actualidad formamos la Iglesia Pobre, no podemos admitir de ninguna manera, que tanto la jerarquía como sacerdotes católicos y protestantes, se burlen de nuestro amigo Jesús de Nazareth, el obrero carpintero; tanto el catolicismo como el protestantismo, que se presenten tal y como son, o sea, como organizaciones religiosas que van solo al poder y al dinero; mientras no sigan a Cristo, que no se presenten como Iglesia Cristiana; conviene insistir y repetir lo mismo: nadie es cristiano sin Cristo en si mismo, en su propia vida. Cuando el ser humano, hombres y mujeres, encuentran en sí mismo al Cristo, se convierten en verdaderos apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios, con propiedad pueden predicar a los demás que hagan lo mismo, o sea, buscar y tener a Cristo en si mismo, sin necesidad de intermediarios de ninguna clase, y si los ricos, católicos, protestantes, jerarquía, sacerdotes, creyentes, etc., quieren ser cristianos, que se hagan pobres, que trabajen para comer y formarán parte con nosotros en la única Iglesia de Cristo, la Iglesia Pobre. Ánimos amigos pobres del mundo, buscad a Cristo, y vosotros también ricos si queréis ser cristianos de verdad. Así sea. (Mayo).

 

 

LOS CRISTIANOS NO NECESITAN SACERDOTES

 

En el Nuevo Testamento de la Biblia podemos leer lo siguiente: "El Reino de Dios es de los pobres". Lucas 6, 20; "Llegaron a Jerusalem, y entrando en el templo, se puso a expulsar a los que allí vendían y compraban, y derribó las mesas de los cambistas y los asientos de los vendedores de palomas; no permitía que nadie transportase fardo alguno por el templo y les enseñaba y decía: "¿No está escrito: "Mi casa será casa de oración para todas las gentes?", pero vosotros la habéis convertido en cueva de ladrones" Marcos 11, 15. Todo esto fué dicho por el obrero carpintero Jesús de Nazareth, que llevaba en sí mismo al Espíritu de Dios que los cristianos llamamos Cristo. En los Evangelios de Jesús vemos que reunió a varios amigos suyos y formó la pequeña y sencilla sinagoga, después llamada iglesia, demostrándonos así claramente, que a partir de este momento los sacerdotes sobraban y sobran, y es muy triste ver que después de dos o tres siglos se formó otra iglesia llamada católica con su Vaticano, papas, etc., y siglos después el sacerdote  católico Martín Lutero organizó el protestantismo separándose de ellos, y tanto unas como otras, estas organizaciones están formadas por ricos y pobres o sea, unos creyentes que se hacen ricos a costa del trabajo de otros creyentes, y a veces, a costa de sus vidas, en las guerras que organizan los ricos. Así, pues, tanto los sacerdotes del judaísmo, como del catolicismo y protestantismo, no tienen nada que ver con Dios, ni con la iglesia primitiva del obrero carpintero Jesús de Nazareth. Nosotros, los obreros y obreras que formamos la iglesia pobre, tenemos el derecho y el deber de decir a todos los obreros, los pobres del mundo, que pueden hacer lo mismo que nosotros; buscar a Cristo cada uno en sí mismo en su propia vida y serán apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios, sin tenet necesidad de tener intermediarios, sacerdotes a sueldo, etc. El cristianismo es vida, no es una creencia; los cristianos no se hacen ricos a costa del trabajo del prójimo, ni organizan guerras, ni participan en ellas, cosa que siempre han hecho tanto el catolicismo, como el protestantismo a través de su historia. Ánimos amigos, pobres del mundo; buscad a Cristo, y si los ricos quieren ser cristianos que se hagan pobres. Así sea. Amén. (Mayo).

 

 

CRISTIANOS DE CRISTO Y CRISTIANOS DE RELIGIÓN

 

En el evangelio de Lucas podemos leer lo siguiente: "El reino de Dios es de los pobres" Lucas 6, 20. El Espíritu de Dios que los cristianos llamamos Cristo estaba en y con el obrero carpintero Jesús de Nazareth y nos da la buena nueva o evangelio que consiste en poder ir a Dios de forma directa, sin intermediarios de ninguna clase. Es, pues, una tontería, creer que Jesús de Nazareth fundó una nueva religión, además de la que él ya conocía, en Israel, la religión judía, la de Moisés. El llamado cristianismo católico y protestante no son, pues, la sencilla sinagoga o iglesia de amigos que fundó Jesús de Nazareth. No vamos a entrar en polémica, ni con católicos, ni con protestantes, si Jesús era o no Dios, si nombró o no a un jefe como papa; una cosa es cierta, que éstas organizaciones religiosas que se auto-titulan cristianas no tienen nada que ver con Cristo, ya que están compuestas de ricos y pobres, unos creyentes que se hacen ricos a costa del trabajo de otros creyentes, y a veces a costa de sus vidas en las guerras que organizan los ricos. Tanto el catolicismo como el protestantismo, enseñan creencias, ritos, dogmas, etc., y dejan lo más importante: una auténtica vida en y con Cristo, ya que nadie es cristiano sin Cristo. Nosotros, los obreros y obreras que formamos esta sencilla iglesia pobre, que no es más que un grupo de obreros que tratamos de vivir el cristianismo de Cristo, aconsejamos a los demás obreros y obreras que hagan lo mismo, y si los ricos quieren ser cristianos, ya lo saben, tienen que hacerse pobres, ponerse a trabajar, porque bien claro dice Cristo, que no se puede servir a Dios y al dinero". Es muy triste que tanto la religión judía, como el catolicismo y el protestantismo, al preguntarles sobre la justicia social, se excusan de una forma tonta, por ejemplo, el judaísmo dice: "Cuando venga el Mesías lo arreglará todo", y el catolicismo y protestantismo, dicen: "El Mesías ya ha venido, era Jesús de Nazareth, pero cuando vuelva por segunda vez, lo arreglará todo, habrá paz en el mundo, justícia, etc.,"; pero nosotros, los pobres que procuramos vivir el cristianismo de Cristo, comprendemos muy bien que estas personas, al decir esto, no hacen más que defender sus intereses materiales en esta sociedad o humanidad dividida en ricos y pobres. Los que formamos la iglesia pobre, comprendemos muy bien que una cosa es ser cristianos de Cristo y otra cosa muy diferente es ser o auto-titularse cristianos, pero de religión, porque cualquier religión en este mundo, se puede practicar, y seguramente hay mucha gente que lo hace, sin creer en Dios o tener una idea muy vaga de El, y tanto la jerarquía, como los sacerdotes católicos y protestantes, están en lo mismo, por muchos estudios que tengan, de seminario, teológicos, etc. Cristo es Vida, Paz, Armonía, Justicia, etc., y esto no es para discutir o creer, es para vivir. Resumiendo, el cristianismo es Vida, y todo ser humano que se auto-titula Cristiano y no vive en y con Cristo, con Dios, se engaña a sí mismo y engaña a los demás. Ya lo decimos muy claramente por aquí, si no cambias tú, no cambia nada. Aconsejamos, pues, a todos los obreros y obreras, que son los pobres del mundo, que busque cada uno en sí mismo al Espíritu Universal de Dios que llamamos Cristo, y serán como nosotros, verdaderos apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios, sin necesidad de tener intermediarios de ninguna clase, ni pertenecer a ninguna organización religiosa que no es más que una especie de teatro religioso que no sirve para nada. Ánimos, pues, amigos. Buscad a Cristo. Así sea. Amén. (Mayo).

 

 

LA GRAN FARSA Y MENTIRA DEL CAPITALISMO

 

Hace muchos siglos que el capitalismo, o sea, la gente rica, domina el mundo. La humanidad está dividida en ricos y pobres; los ricos tienen palacios, tierras, oro, obras de arte, etc., y dominan los gobiernos, los ejércitos, todas las religiones organizadas, etc., y tienen las fábricas de armas, la bomba atómica, etc., y han creado engaños y mentiras para todos los obreros y obreras, o sea, los pobres del mundo, tales como la llamada “civilización”, “cultura”, “progreso”, “democracia”, etc., pero todo esto es como un espejismo, una gran cortina para tapar o esconder la verdad del capitalismo, que consiste en vivir sin trabajar y hacerse rico a costa del trabajo, y muchas veces, a costa de las vidas de los pobres, con las guerras que organizan los ricos. Por ejemplo, en la actualidad, cuando se abre un negocio, una industria, etc., se dice que es para crear nuevos puestos de trabajo, y si en un país hay paro obrero, se dice que en dicho país se vive bien, y que no hay problemas, etc., pero hay ricos y pobres, y claro está, que los obreros no siempre pueden trabajar, pasan los años y les llega la jubilación y si los obreros jubilados no tienen familia, no tienen más remedio que recurrir a la limosna del asilo, retirado, como una herramienta ya inservible, mientras que la riqueza que ha producido con su trabajo, se queda en manos de otros, o sea, los ricos, el capitalismo. En cada caso, los obreros tienen su propio oficio, albañil, carpintero, campesino, electricista, barrendero, etc., pero el oficio de todos, se puede decir que el oficio en común, el trabajo de todos, es producir riqueza material para otros, o sea, hacer ricos a otros. Pero lo triste de todo esto es que las jerarquías y sacerdotes de todas las religiones del mundo se callan, y los sindicatos obreros se limitan a pedir mejoras, aumento de salario, etc., pero no van al tronco de la cuestión y se van por las ramas. Pero nosotros, la Iglesia Pobre, el único cristianismo de Cristo en el mundo, siempre aconsejamos a todos los pobres del mundo que se aparten de los políticos, que no voten a nadie, que se aparten del militarismo, que se den de baja de la religión de los ricos, llámese como se llame, y sobre todo, que procuren no tener muchos hijos para no aumentar el número de pobres en paro, o de soldados para las guerras que organizan los ricos. Basta ya de engaños y mentiras; la única y verdadera revolución es la espiritual, con Cristo; no se trata de odiar a nadie, hay que apartar de la mente toda clase de egoísmo, maldad, envidia, odio, etc., y pedir en oración a Dios que ilumine las mentes y sobre todo, los espíritus de los ricos, de los militares de los sacerdotes de todas las religiones, y pedir a Dios que venga pronto la Paz, la Justicia, la Sabiduría, el Amor de Dios, etc., a la Tierra. Y vosotros, obreros y obreras, pobres del mundo, buscad a Cristo, cada uno en sí mismo, en su propia vida. Así sea. Amén. (Junio).

 

 

EL VATICANO NUNCA HA SIDO CRISTIANO DE CRISTO

 

El Vaticano católico nunca ha sido cristiano de Cristo, sencillamente, por ser una organización religiosa y política, o sea, iglesia rica, pero tampoco es cristiano el protestantismo de Lutero salido del Vaticano. Estas organizaciones no son cristianas por estar compuestas de ricos y pobres, o sea, unos creyentes que se hacen ricos a costa del trabajo de otros creyentes y con las guerras que organizan los ricos católicos, protestantes, etc., y con el visto bueno o la completa complicidad de las jerarquías y sacerdotes de ambos lados; no son pues, cristianos de Cristo. Somos pues, nosotros, los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre, la que fundó el obrero carpintero en Israel, hace dos mil años, somos pues, repito, el único cristianismo de Cristo en el mundo, y claro está, que lo forman todos los obreros y obreras que tienen en ellos mismos, en sus propias vidas, al Espíritu Universal de Dios, que los cristianos llamamos Cristo. Ahora, aquí, viene bien que os cuente uno de mis viajes en el astral. Me encontraba en una gran plaza, llena de mucha gente de diversas edades y de diferentes religiones, por lo que había un templo de cada religión, sinagoga, mezquita, pagoda, católico, protestante, etc., y todos entrábamos en éstos templos, estábamos todos nosotros, nuestros familiares y amigos, y muchos niños, además de los que conocemos. De pronto se paró delante de mi un niño chino o japonés, de unos cuatro o cinco años de edad, me sonreía y me dijo: “¿Qué es eso que hacen en aquel templo que dicen que es una “misa” y dan un “pastelito”, y dicen: “Esto es el cordero de Dios”, pues en el templo de mis padres hacen y dicen otras cosas?”. En ese momento yo me arrodillé delante del niño y le dije: “Aquí está el “Maestro” y nos explicará todo esto”. Pero era yo mismo el que le habló así al niño: “Solamente hay un verdadero templo de Dios, es el Infinito Universo, y una verdadera religión, la del Amor de Dios”. El niño y yo nos pusimos a llorar de alegría; yo abracé al niño mientras que le decía con emoción: “Esto és el cordero de Dios que quita el pecado, o sea, el Amor de Dios en el ser humano es la verdadera misa católica, el verdadero rito musulmán, budista, judío, etc., esto es el verdadero Evangelio de Cristo”. Me desperté con lágrimas en mis ojos, pero muy contento. Es todo tan sencillo, tan natural, que no comprendo como hay personas que lo complican tanto con las religiones, con estudios de seminarios, teológicos, etc., con sacerdotes a sueldo, etc., pero veo con tristeza que el egoísmo es el dueño de muchas personas en el mundo, que junto con la falta de Amor de Dios hace que tengamos un mundo hecho una verdadera porquería, un infierno terrenal. Pero nosotros, los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre sabemos por propia experiencia que el vaticano católico y protestante, etc., nunca han sido la iglesia que fundó el obrero carpintero Jesús de Nazareth, el Cristo; por eso, con propiedad, podemos decir a toda la humanidad que cada uno busque a Cristo, a Dios, en sí mismo, en su propia vida y será de verdad un apóstol de Cristo y sacerdote de Dios. Así sea. Amén. (Julio).

 

 

ACONSEJAMOS A TODOS LOS GOBIERNOS DEL MUNDO

 

Hemos leído en la prensa local de Palma de Mallorca, Baleares, España, el 19-7-98, lo siguiente: "Reunidos 160 países en la Conferencia de Roma, nace la Corte Penal Internacional, para penalizar y juzgar a los autores de genocidio, crímenes de guerra y de lesa humanidad". Nosotros, los obreros y obreras que formamos la iglesia pobre, aconsejamos a todos los gobiernos del mundo, que ya que lo que han acordado es un gran paso hacia la justicia humana, que tengan presente que la guerra misma, cualquier guerra, llámese como se llame, es un crimen, va contra la humanidad, así como también va contra la humanidad fabricar armas, como por ejemplo, la misma bomba atómica. Pero hay algo muy importante, se trata de la explotación, que está implantada durante tantos siglos en nuestro mundo como una cosa normal, una cosa legal, y creemos que ya ha llegado el momento de que se penalice, se juzgue a todo ser humano que trate de hacerse rico a costa del trabajo de otros seres humanos. No estamos en contra, de los nombres que se puedan dar a sí mismos, por ejemplo, empresario, comerciante, industrial, banquero, etc., pueden seguir auto-titulándose con estos nombres o títulos, pero la riqueza que produce el trabajo, que sea para todos y no para unos cuantos que manejan toda la riqueza que falta, para el bien del resto de la humanidad, y los gobiernos y religiones lo consienten. Lo que estamos diciendo no es más que la justicia de Dios, y la justicia humana, no decimos disparates, y es muy triste ver que han pasado tantos siglos y todas las religiones en este mundo, con sus jerarquías y sacerdotes, nunca han dicho estas cosas, demostrando claramente, que con los militares y capitalistas, los tres juntos, forman la gran piña o trinidad diabólica, como lo que son, capitalismo salvaje, que domina este mundo. Y para los gobernantes y no gobernantes, católicos y protestantes de este mundo, que tengan presente lo que dice Cristo, por boca del obrero carpintero Jesús de Nazareth: "El reino de Dios es de los pobres, no se puede servir a Dios y al dinero, ama a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a tí mismo"; hacerse rico, pues, a costa del trabajo del prójimo, es burlarse de Dios y del prójimo, pero sin acudir a Cristo, a Dios, simplemente en la vida misma, en la vida humana, ¿con qué derecho pueden hacerse ricos unos con el trabajo de otros?, ya que a nadie le gusta que lo exploten, que lo maltraten, que le roben, que lo maten. Repetimos lo del principio, empezad ya a discutir, a hablar de estas cosas, a fin de que pronto veamos que todos los gobiernos del mundo condenan esto, a fin de que ningún ser humano pueda hacerse rico a costa del trabajo de otro ser humano, ya que esto es un insulto, un crimen de lesa humanidad. Claro, que de tener al Espíritu de Dios, cada uno en sí mismo, en su propia vida, no se habría llegado a la barbaridad de ver a la humanidad dividida en ricos y pobres. Ánimos amigos, que cada uno busque al Espíritu de Dios, que los cristianos llamamos Cristo, cada uno en sí mismo, en su propia vida y todos seremos lo que debemos ser: personas humanas, no animales o aves de rapiña. Ánimos amigos, buscad a Cristo. Así sea. Amén. (Julio).

 

 

SER RICO Y CRISTIANO DE CRISTO ES IMPOSIBLE

 

El Espíritu Universal de Dios que los cristianos llamamos Cristo, dijo por boca del obrero carpintero Jesús de Nazareth, hace dos mil años en Israel: “No se puede servir a Dios y al dinero”, “Es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el cielo”, El reino de Dios es de los pobres”, y “los dos principales mandamientos de Dios son: Ama a Dios sobre todas las cosas, y ama a tu prójimo como a ti mismo”; y claro está, que todos los mandamientos de Dios, además de estar escritos en la Biblia, son naturales, pues nadie quiere que lo exploten, que le roben, que lo maten; entonces, Cristo dice: “Lo que no quieras para ti, no lo quieras para los demás”. La cosa está muy clara, ser rico y cristiano de Cristo, es imposible, pues nadie se hace rico trabajando, los que se hacen ricos, es a costa del trabajo de otros, o sea, del prójimo, y a veces, a costa de la vida del prójimo, en las guerras que organizan los ricos. Es muy triste ver que todas las religiones de este mundo colaboran y siguen con esta gran injusticia social; pero aquí nos referimos, en particular, a las organizaciones religiosas que se auto-titulan “cristianas”, tales como el catolicismo, el protestantismo, etc., donde unos creyentes se hacen ricos a costa del trabajo de otros creyentes, con el visto bueno de las jerarquías y sacerdotes católicos y protestantes; no son, pues, el cristianismo de Cristo, y todos se burlan de Dios y del prójimo. No valen, pues, los argumentos teológicos, bíblicos, versículos del llamado “Nuevo Testamento” para fundar o tener una base, como por ejemplo: “Tú eres Pedro y sobre esta piedra fundaré mi iglesia”, etc., o los protestantes, que cada denominación busca sus versículos, etc., para que nadie hable de la gran injusticia en la humanidad, que está dividida en ricos y pobres, y los únicos que hablamos de esto, somos los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre, el único cristianismo de Cristo en este mundo. Tratamos de aclarar las cosas, es cuestión de Amor de Dios, personificado en la bondad del ser humano, en justicia, en paz, etc., y con todos los nombres que se dan a las cosas, a los seres humanos, etc., pasa lo mismo, por ejemplo, empresario, comerciante, industrial, banquero, etc., obrero, trabajador, etc., todos con un mismo fin: hacer cosas, hacer riqueza, pero es el trabajo el que produce la riqueza material, y la justicia de Dios dice muy claramente, que dicha riqueza o bien material es para todos, y no para unos cuantos que se hacen ricos robando la riqueza, y los pobres siempre siguen siendo pobres. Pero nosotros no somos comunistas o socialistas, solamente en el sentido social, somos espirituales, cristianos de Cristo, místicos de Cristo, y no nos basamos solamente en la Biblia, pero sí que nuestra fuerte y sólida base es Cristo, además de nuestras experiencias espirituales. No se puede ser rico y cristiano de Cristo, pero tampoco basta con ser pobre, hay que tener a Cristo, cada uno en sí mismo, en su propia vida. Buscad a Cristo, amigos. Así sea. Amén. (Julio).

 

 

EL CRISTIANISMO CHUETA DE MALLORCA

 

El cristianismo chueta de Mallorca és, sencillamente, la Iglesia Pobre, la Iglesia primitiva que fundó el obrero carpintero Jesús de Nazareth, el Cristo, en Israel hace casi dos mil años. La Iglesia Pobre no somos una secta más, ni hemos fundado nada, ya que el cristianismo de los chuetas lo tenemos siempre de forma viva y oral de padres a hijos; somos descendientes de los primeros israelitas cristianos que llegaron a Mallorca, poco tiempo después de la muerte de Jesús de Nazareth. Pero debemos aclarar que no todos los chuetas son cristianos, la gran mayoría eran de la religión de Moisés, o sea, la judía, y a través de los siglos, llegaron a tener sus sinagogas en Palma y en otros lugares de la isla; pero nosotros, los cristianos, siempre nos hemos reunido en la propia casa. Pero tanto los habitantes que había aquí al llegar nuestros antepasados, como nosotros, los seguidores de Jesús, hemos vivido todos en armonía con los seguidores de Moisés, pero claro está, siempre hemos tenido la división chueta en ricos y pobres, los llamados chuetas de oreja alta y los de oreja baja, y es fácil comprender que los chuetas pobres somos los cristianos. Pero entre los seguidores de Moisés también había pobres, pero los cristianos siempre hemos tenido las ideas claras sobre Cristo y siempre hemos trabajado para comer, para tener lo necesario para vivir, pero nunca para hacernos ricos; además, nadie puede hacerse rico trabajando honradamente, pero sí a costa del trabajo de los demás, pero Cristo nos recuerda siempre el mandamiento de Dios, "Ama a tu prójimo como a tí mismo", y claro está, que el ser humano que se enriquece a costa de otro, no ama, pues, al prójimo, y se burla de Dios y del prójimo. Ahora, conviene aclarar que el mote de "Chueta", nos lo pusieron después de la llamada "conquista" del rey Jaime I, con el catolicismo, y más tarde, la inquisición, y después, los chuetas fueron bautizados por la fuerza, y hoy son muy católicos, y hasta hay sacerdotes católicos que son chuetas. Pero nosotros, los chuetas cristianos, vemos y sabemos que no es cristiana la organización católica, ni las protestantes. Pero también conviene aclarar que los primeros seguidores del obrero carpintero Jesús de Nazareth, los que le conocieron personalmente, eran conocidos como "seguidores del rabí Jesús, nazarenos", etc., y después ya, como "cristianos". y Jesús, conocido como "Cristo", pero estos nombres siempre han sido para nosotros muy familiares, ya que nos vienen desde el principio, pero para nosotros, los chuetas cristianos, lo extraño, y no cristiano, es el catolicismo de los papas, Vaticano, etc., y el protestantismo de Lutero. Estas organizaciones religiosas que se auto-titulan cristianas, no son la Iglesia Pobre de Cristo, y comprendemos, claro está, que en estas organizaciones religiosas, ha habido y seguramente hay, personas de buena fe que siguen a Cristo. Pero el cristianismo chueta, la Iglesia Pobre, somos la única Iglesia que fundó Jesús de Nazareth. Pero cualquier ser humano, chueta o no, puede ser cristiano si sigue a Cristo. Amén. (Julio).

 

 

CRISTO FUNDÓ LA IGLESIA POBRE

 

El obrero carpintero Jesús de Nazareth el Cristo, fundó la Iglesia Pobre al reunir obreros y obreras, o sea, gente pobre para ser sus apóstoles. Cristo dice: “Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios”. Lucas 6-20. Y dijo esto y más cosas a favor de los pobres hace casi dos mil años en Israel, dominado por los romanos, los ricos y los sacerdotes de la religión judía. Hoy nos encontramos con lo mismo, los obreros que formamos la Iglesia Pobre en Mallorca, y en otros lugares en el mundo, donde dominan los ricos, los militares, sacerdotes católicos, protestantes, etc., aquí en España domina el catolicismo del Vaticano y se presenta como “la Iglesia”, queriendo dar a entender que no hay más iglesia que la suya; como iglesia rica tienen razón, pero queda muy claro que no es la Iglesia de Cristo. Nosotros, la Iglesia Pobre no tenemos necesidad de defendernos con polémicas, argumentos, etc., ya que somos la única Iglesia de Cristo y nuestra misión es practicar y predicar el verdadero Evangelio de Cristo en éste mundo. Cristo dice: “No se puede servir a Dios y al dinero”; los que formamos la Iglesia Pobre damos la idea clara, no somos católicos, protestantes, etc., y los obreros y obreras que se sientan atraídos al cristianismo de Cristo, deben emplear siempre las palabras Iglesia Pobre, mientras exista la iglesia rica y para los ricos. Y siendo descendientes de los primeros israelitas cristianos que llegaron a Mallorca, poco tiempo después de la muerte de Jesús de Nazareth, sus sencillas enseñanzas han llegado a nosotros de forma oral de padres a hijos y ahora hemos hecho posible el renacer de la Iglesia primitiva, la Iglesia Pobre de Cristo. Por lo tanto no tenemos nada que ver con el catolicismo del Vaticano, protestantismo, etc., ni tampoco con el judaísmo de los ricos, que también llegó a Mallorca desde Israel, y que siglos después fuimos todos tachados con el mote de “chuetas”; nosotros, la Iglesia Pobre somos pues los verdaderos herederos o sucesores de los apóstoles o primeros cristianos, que conocieron personalmente a Jesús de Nazareth, el Cristo. Aconsejamos a la iglesia rica, tanto católicos como protestantes, que acudan de verdad a Cristo, si quieren ser cristianos en su única y verdadera Iglesia Pobre, y claro está, no tienen necesidad de acudir a nosotros, pero sí de buscar en sí mismo, en su propia vida a Cristo y dejar las riquezas materiales. Nosotros resumimos el cristianismo así: “La iglesia verdadera en cada casa obrera y Cristo en el corazón” esto es todo, o sea, trabajo y oración como dos títulos básicos del verdadero cristiano que vive en y con Cristo, con Dios. Los cristianos no necesitamos catedrales, templos, etc., ni sacerdotes con estudios de seminario, sueldo mensual, etc., nos basta Cristo, el único y verdadero “Maestro” para enseñarnos y guiarnos en el camino de la vida, para llegar felizmente a Dios, nuestro Padre y Creador. La Iglesia formada por Jesús era de gente pobre, la Iglesia Pobre es la de Cristo, no hay otra, ánimos. Amén. (Agosto).

 

 

EL CAPITALISMO ES EL GRAN PROBLEMA SOCIAL

 

El Espíritu de Dios al que los cristianos llamamos "Cristo" dijo por boca del obrero carpintero Jesús de Nazareth: "El reino de Dios es de los pobres", y claro está que no sólamente son pobres quienes piden limosna, los pobres somos todos los obreros y obreras que trabajamos en este mundo. También dice Cristo que, "no se puede servir a Dios y al dinero"; vemos entonces, que la humanidad está dividida en ricos y pobres, o sea, unos que se hacen ricos a costa del trabajo de otros, y a veces, a costa de sus vidas en las guerras que organizan los ricos; hacerse, pues, rico a costa del prójimo es burlarse de Dios y del prójimo, ya que dios dice: "Ama a tu prójimo como a tí mismo". Podemos decir que el capitalismo es el gran problema social. La revoluciones sangrientas que organizan los obreros contra los ricos no solucionan el problema, teniendo como claro ejemplo el comunismo que domina el país después de la revolución, ya que soluciona algunas cosas, pero si al cabo de algunos años aquél comunismo cae, volvemos a lo mismo de antes, ya que mientras no se domine o se aparte el egoísmo de cada ser humano, no adelantamos nada. La verdadera revolución está en Cristo, y claro está, que no nos referimos a ninguna religión organizada por los hombres. Los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre tenemos las ideas muy claras de todo esto y aconsejamos a todos los pobres del mundo que se aparten de los partidos políticos, que no voten a nadie, que se aparten del militarismo, que se den de baja de la religión de los ricos, llámese como se llame y que procuren no traer muchos hijos al mundo, y si es necesario, hay que acudir al aborto ya que viendo como está la humanidad en este mundo con millones de obreros en paro, las guerras, el hambre, etc., es mejor no traer hijos, máximo uno por pareja, pero si no se tiene trabajo seguro, no traer ninguno. El capitalismo, que es la bestia del Apocalipsis, está compuesto por ricos, reyes, condes, marqueses, banqueros, comerciantes, industriales, jefes militares, etc., junto con la jerarquía y sacerdots de todas las religiones. Los ricos lo tienen todo: tierras, casas, palacios, oro, obras de artes, armas, bombas atómicas, etc., o sea, que los ricos son los parásitos de este mundo, robándonos contínuamente la riqueza que produce el trabajo de todos los obreros y obreras, o sea, los pobre en este mundo, y vemos claramente que el capitalismo es el problema. No se trata de matar a los ricos; se trata, sencillamente, de que no nazcan más pobres y el capitalismo se verá obligado a cambiar las cosas, éste es el único y verdadero evangelio de Cristo. Animos, pues, obreros y obreras, pobres del mundo, que cada uno busque a Cristo en sí mismo, en su propia vida, pues Cristo es la Verdad, la Vida. la Libertad, y sobre todo, es la Luz de Dios para ver las cosas claras. Animos, amigos, hagamos la gran revolución espiritual para vencer al capitalismo salvaje que domina este mundo, y tendremos a Cristo, que es lo que puede solucionar este gran problema social. Un saludo fraternal de la Iglesia Pobre. Así sea. Amén. (Agosto).

 

 

SÓLO CRISTO PUEDE HACER CRISTIANOS

 

Cuando Cristo dice por boca del obrero carpintero Jesús de Nazareth, "Buscad primero el reino de Dios", está claro que no hay que buscarlo en religiones, sociedades, grupos, etc., hay que buscarlo en uno mismo. El catolicismo, protestantismo, etc., no hacen cristianos, solamente hacen creyentes o seguidores de su organización religiosa, que no tiene nada que ver con Cristo, el Espíritu de Dios. No hay que dejarse guiar por los sacerdotes de las diferentes denominaciones que se auto-titulan "cristianas", ya que sólo enseñan creencias, ritos, dogmas, etc., y bautizan de formas diferentes, se reúnen en catedrales, templos, locales, etc., y los sacerdotes y jerarquías tienen estudios de seminario y cobran por predicar; no son, pues, cristianos de Cristo. Por eso hay tanta confusión religiosa, ya que sacerdotes y creyentes católicos, protestantes, etc., cambian de religión, o se hacen ateos; y lo triste es que estas organizaciones religiosas se componen de ricos y pobres, explotados y explotadores, o sea, unos creyentes que se hacen ricos a costa del trabajo de otros creyentes, burlándose así de Dios y del prójimo, ya que Dios dice: "Ama a tu prójimo como a ti mismo". Pero comprendemos que en estas organizaciones religiosas hay personas que buscan de verdad a Cristo, y si llegan de verdad a ser cristianos, es por la sencilla razón de que han encontrado a Cristo en ellos mismos, al margen de la religión a la pertenecen. Claro está que todo ser humano, hombre o mujer, al encontrar en sí mismo a Cristo, o sea, el Espíritu Universal de Dios, es guiado y enseñado por Cristo, ya que El es el único y verdadero Maestro en la escuela espiritual de Dios. Nosotros, los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre de Cristo, lo sabemos por propia experiencia, hablamos, pues, con propiedad y tenemos nuestras ideas claras, por eso predicamos siempre que las personas busquen a Cristo en su interior, en su propia vida; este es el verdadero evangelio, no tenemos templos, locales, etc., no buscamos socios, simplemente buscamos amigos que busquen a Cristo en su interior, en su propia vida; este es el verdadero evangelio, que busquen a Cristo, esto es todo. El verdadero apostolado del cristiano de Cristo es muy sencillo, se trata de aconsejar, dar ideas a los demás seres humanos para que encuentren al Espíritu de Dios que llamamos Cristo; la oración, que no son palabras aprendidas, pero sí un verdadero diálogo con Dios; la meditación, apartar de la mente todas las ideas negativas, egoísmo, maldad, odio, etc., y dar cabida a las ideas positivas, amor, paz, armonía, etc., y así preparar el feliz encuentro con Cristo y recibir de él el bautismo espiritual; y todo esto, amigos, no se encuentra en seminarios, libros, etc., ni siquiera en la Biblia; no es lo mismo teoría que práctica. Acudid, pues, todos a Cristo, amigos. Así sea. (Septiembre).

 

 

SER CRISTIANO ES SER LIBRE DE VERDAD

 

Cristo dice por boca del obrero carpintero Jesús de Nazareth: "Solamente la Verdad nos hace libres", y claro está, que el llamado "cristianismo" católico y protestante, no libera a nadie con sus creencias, ritos, dogmas, etc., impuestos por sus sacerdotes con estudios de seminario y con sueldo, y en lugar de practicar y predicar la verdadera libertad de Dios, la anulan, y ellos mismos también caen en la trampa. Pero los seres humanos que no son creyentes de ninguna religión, o sea, los llamados "ateos", tampoco son libres de verdad, ya que tienen en su mente lo que domina a la gran mayoría de los seres humanos: el egoísmo, acumular dinero, oro, tierras, casas, etc., o simplemente, aferrarse a los vicios, y claro está, que ni unos, ni otros, son libres. Pero lo más triste de todo esto, es que los ateos no son religiosos, pero la gran mayoría de religiosos o creyentes son tan materialistas como los demás, y al no ser cristianos de Cristo, ni unos, ni otros son verdaderamente libres, porque tan esclavo es el creyente con sus dogmas, ritos, etc., como el ateo sin estas cosas, y peor aún, si unos y otros tienen egoísmo, odio, vicios, etc., y es triste ver que a la gran mayoría de seres humanos, creyentes o no, les domina el egoísmo. No se trata, pues, de creer o no creer en Dios, ya que esto no libera al ser humano, es cuestión de buscar a Cristo en uno mismo, al Espíritu de Dios, que es como decir, a Dios mismo, es la Verdad, y esta Verdad nos hace libres; ser, pues, cristiano de Cristo de Cristo, es ser libre de verdad, porque Cristo es Luz, y cuando hay Luz se ven las cosas claras y hay que darse de baja de la religión de los ricos, llámese como se llame, casarse por lo civil, y si se tienen hijos, no permitir que nadie los bautice, trabajar para comer, pero no para hacerse rico, no dejarse engañar por el egoísmo, odio, maldad, etc., no dejar que los vicios dominen, que no manden en uno mismo, en una palabra, procurar tener a Dios en uno mismo sin necesidad de ninguna religión organizada. Claro está, que así ya se es un libre pensador, un filósofo, un sabio de la Sabiduría de Dios, o sea, un cristiano de Cristo. Pero si el ser humano se olvida de Dios y cree que la libertad está al margen de Dios, se equivoca y cae en el libertinaje, o sea, una libertad sin Luz, sin Dios, sin Guía Espiritual, y esto es desconocer la vida universal, ya que alguien o algo ha hecho posible nuestra existencia, es, pues, imposible ser libre de verdad sin contar con nuestro Creador, ya que no nos hemos creado nosotros mismos. El infinito Universo, soles, mundos, estrellas, etc., obedecen la Ley de Dios, y Cristo nos dice: “No se puede Servir a Dios y al dinero”, “Bienaventurados vosotros los pobres porque vuestro es el Reino de Dios”. Y nosotros, los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre tenemos todo esto muy claro, teniendo a Dios en nuestro corazón, en nuestra propia vida somos libres de verdad y al mismo tiempo también somos apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios; pero esto está al alcance de toda la humanidad. Amén. (Septiembre).

 

 

LA IGLESIA POBRE ES IGLESIA OBRERA

 

La Iglesia Pobre la formamos obreros y obreras, todos somos apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios, somos el cristianismo de Cristo, o sea, la pequeña sinagoga o iglesia que fundó el obrero carpintero Jesús de Nazareth en Israel hace dos mil años, somos pues nosotros, los pobres, que hemos hecho posible el renacer del cristianismo primitivo, que no tiene nada que ver con el catolicismo, protestantismo, etc., ya que es la iglesia rica, compuesta de ricos y pobres, o sea, unos creyentes que se hacen ricos a costa del trabajo de otros creyentes, y así se burlan de Dios y del prójimo, pues Dios dice: “Ama a tu prójimo como a tí mismo”, “No matarás”; y los ricos de estas organizaciones religiosas, arman guerras para hacerse más ricos, y a costa de la vida de muchos pobres con la complicidad de los sacerdotes católicos, protestantes, etc., y claro está, todo esto no es el cristianismo de Cristo. Pero nosotros, los obreros y obreras, los pobres del mundo, tenemos el derecho y el deber de aclarar las cosas sobre Cristo. No se trata pues de vanagloriarnos o creernos superiores al decir Iglesia Pobre, somos pobres con Cristo, etc., pero tampoco sentirnos humillados por ser pobres, los obreros no nos avergonzamos de ser obreros, de trabajar para comer, somos pues pobres que al quedarnos sin trabajo, de no cobrar el paro, tendríamos que pedir comida; los obreros y obreras somos todos los pobres del mundo. Pero al ser cristianos de Cristo, somos apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios, somos el único y verdadero cristianismo del mundo, y la llamada iglesia católica, protestante, etc., no son la Iglesia de Cristo y si ellos se fundan en algún versículo del llamado Nuevo Testamento de la Biblia, nosotros bien podemos citar los versículos siguientes: “Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios”. Lucas 6-20. Somos pues los pobres los únicos cristianos del mundo, pero claro está, si buscamos a Cristo cada uno en si mismo, en su propia vida, y al tener a Cristo somos ya verdaderos apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios, y para esto no se necesitan estudios de seminario, etc., ni pertenecer a la iglesia rica, llámese como se llame, y esto es el verdadero y único evangelio de Cristo que está al alcance de todos los seres humanos si buscan de verdad a Cristo; los pobres lo tienen más fácil, ya que los ricos tienen que abandonar sus riquezas materiales, ya que Cristo dice: “No se puede servir a Dios y al dinero”. Y nadie se hace rico trabajando, se hace rico a costa del trabajo de los demás, a costa del prójimo y Dios dice que su mandamiento es: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”, hacerse rico a costa del trabajo del prójimo es burlarse de Dios y del prójimo. Somos pues los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre el único cristianismo de este mundo, somos apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios, y repetimos siempre todo esto, y lo repetimos como Iglesia Pobre, hasta que la llamada iglesia rica no sea pobre; el día que el catolicismo, protestantismo, etc., se haga pobre, las palabras Iglesia Pobre ya no será necesaria, bastará decir iglesia cristiana, Iglesia de Cristo. Mientras tanto pues somos la Iglesia Pobre el único cristianismo en este mundo. Y queda muy claro que no nos avergonzamos de ser pobres, de ser obreros y con honor y mucha honra, somos apóstoles de Cristo y sacerotes de Dios. Buscad a Cristo. Así sea. (Octubre).

 

 

LA SABIDURÍA Y LA IGNORANCIA HUMANA

 

La sabiduría y la ignorancia humana son como la luz y la oscuridad, siempre están presentes en los seres humanos; analicemos un poco lo que es primero la ignorancia, o sea, falta de luz en el ser humano. La ignorancia tiene siempre por base el egoísmo, la envidia, el odio, o sea, la maldad, pero el egoísmo es querer tener cosas materiales, casas, tierras, dinero, oro, etc., pero también es vanidad, orgullo, el querer ser más que otros, saber más que otros, etc., y para todo esto el egoísta no duda en explotar a otros, en estafar, en robar, en armar guerras, etc., siempre procurando ganar más dinero, tener más cosas; después lee algunos libros para saber cosas y todo para aparentar, para querer ser más que otros. Pero lo triste es que hay otros seres humanos que no llegando a tales cosas de estos egoístas, les aplauden, les ayudan, etc., pensando seguramente, en que algún día puedan ser como ellos, esto es el capitalismo que produce y alimenta el egoísmo humano, esto es ignorancia total, ya que estos seres humanos se parecen a los niños que siempre se pelean por los juguetes; es muy triste ver a estos seres humanos, pero es la triste realidad de la gran ignorancia de muchos seres humanos en este mundo que le llamamos Tierra; y esto está produciendo siempre una humanidad dividida en ricos y pobres, y triste es que la gran mayoría de estos seres humanos pertenecen a alguna religión, y así de esta manera vemos a algunos creyentes que se hacen ricos a costa del trabajo de otros creyentes y también con las guerras que organizan los ricos, y todo esto con el visto bueno de los sacerdotes de todas las religiones; a todo esto le llaman civilización, cultura, religión, etc., y el catolicismo, protestantismo, etc., le llaman cristianismo para colmo de burla. Pero ahora digamos algo sobre la sabiduría humana, nosotros los obreros y obreras que formamos la iglesia pobre, o sea, el primitivo cristianismo en la pequeña sinagoga o iglesia que fundó el obrero carpintero Jesús de Nazareth en Israel hace casi dos mil años, nosotros pues comprendemos muy bien que la verdadera sabiduría humana está en tener en sí mismo, en la propia vida, el Espíritu de Dios que los cristianos llamamos Cristo, y sabemos por propia experiencia que cuando se tiene a Cristo, se tiene la verdadera sabiduría de Dios en sí mismo, en la propia vida, ya que Cristo es Luz, Paz, Amor, Justicia, Bondad, etc.; o sea, con Cristo se vence al egoísmo, es decir, al tener la Luz que es Cristo, desaparecen las tinieblas, la oscuridad, el egoísmo, en definitiva, desaparece la ignorancia en el ser humano. No es ninguna tontería o capricho, decir que los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre, procuramos tener la Luz que es Cristo, cada uno en sí mismo en la propia vida, ya que Cristo no da y nos enseña la sabiduría de Dios. No nos creemos ser más o mejores que los demás, pero sí que tratamos de ser personas normales, que viven la vida sin ensuciarla y esto, claro está que puede hacerlo todo ser humano, o sea, ser apóstol de Cristo y sacerdote de Dios y así poder practicar el evangelio de Cristo, la sabiduría de Dios. Ánimos pues amigos, buscad a Cristo, cada uno en si mismo y en su propia vida. Esto es ser verdaderamente sabio. Adelante amigos. Así sea. Amén.

 

 

LA IGLESIA POBRE PERDONA AL VATICANO

 

En el periódico "El Día del Mundo" de fecha 25 de Mayo de 1.998, hemos leído lo siguiente: "La iglesia de Mallorca quiere pedir perdón a los xuetas. La iglesia de Mallorca quiere pedir perdón a los descendientes de los judíos conversos de la isla, por la cruel y humillante discriminación que han padecido durante siglos, según recoge una propuesta que los fieles católicos presentarán para su aprobación en el Sínodo diocesano que entra en su fase final".

Muy poco tiempo después de la muerte del obrero carpintero Jesús de Nazareth, llamado cariñosamente por sus amigos, "el rabí", llegaron a Mallorca algunos de sus seguidores a los cuales se les conocía con el nombre de "los nazarenos", y algún tiempo después se les conoció con el nombre de "cristianos". Esto ocurrió en Israel, hace ahora dos mil años. Entre estos israelitas llegaron unos pocos cristianos, o sea, seguidores de Jesús, cuyas sencillas enseñanzas han llegado hasta nosotros de forma oral de padres a hijos; esta es la verdadera iglesia de Jesús de Nazareth, la iglesia pobre. Al llegar el rey Jaime I, con su llamada "conquista de Mallorca", vino también la iglesia católica y un poco más tarde, la Inquisición, obligando a todos los nativos a ser bautizados por la fuerza y los que se negaban a ello, eran encarcelados o muertos, y algunos, quemados vivos en un terraplén que en la actualidad es conocido como la plaza Gomila, cerca del castillo de Bellver de Palma. Si ahora, en la actualidad, esta iglesia católica quiere pedir perdón a los xuetas, hace bien, reconociendo que los seguidores de Moisés practican su propia religión, la religión judía, pero en el caso de nosotros, los cristianos, no es lo mismo, pues el catolicismo se creó muchos años después de la muerte de Jesús de Nazareth, no son, entonces, la iglesia de Cristo, ya que Cristo nos dice que el reino de Dios es de los pobres y no se puede servir a Dios y al dinero. La Iglesia Pobre aconseja al Vaticano, que con este perdón a los xuetas de Mallorca, digan de una forma pública, que ellos nos han sido, ni son, la iglesia de Cristo, y que esta iglesia de Cristo esta formada por gente obrera, o sea, los pobres en todo el mundo, xuetas o no xuetas, pero que procuran tener a Cristo en ellos mismos. Ánimos amigos, tanto el catolicismo, como el protestantismo, nunca han sido, ni son, la iglesia de Cristo, y reconocemos que de entre todos ellos hay personas de buena fe que buscan a Cristo, pero en vuestras organizaciones religiosas hay ricos y pobres, explotados y explotadores, ya que el que se hace rico a costa del trabajo del prójimo, se burla de Dios y del prójimo, pues Dios dice: "Ama a tu prójimo como a ti mismo". Pedid perdón, amigos, no solamente a los xuetas de Mallorca, pedid perdón a todos los pobres del mundo y devolved el nombre de "iglesia cristiana" que nunca os ha pertenecido. Buscad a Cristo, cada uno en sí mismo, en su propia vida, y al tenerlo podréis predicar con propiedad. Así sea. Amén.

 

 

LA FILOSOFÍA DE UN OBRERO JUBILADO

 

Soy un obrero yesero ya jubilado, empecé a trabajar a la edad de nueve años, sólo fui a la escuela unas pocas semanas, no siempre he residido en Palma. Sin recurrir a mi descendencia de los primeros israelitas cristianos que llegaron a Mallorca muy poco tiempo después de la muerte del obrero carpintero Jesús de Nazareth, el Cristo, y sin acudir, a poco, a la Iglesia Pobre, que formamos unos pocos obreros y obreras, como descendientes, o no, aquí doy un poco de idea de mi sencilla filosofía. Cuando me veo a mí mismo y todo lo que me rodea en este mundo Tierra, otros seres humanos, plantas, árboles, animales, etc. y mirando al cielo, al Sol, la Luna, las estrellas, etc. me digo a mí mismo que alguien o algo ha hecho posible mi existencia, pues yo no me he creado a mí mismo, me han creado; mi madre me parió, pero a mi madre la parió su madre, y así hasta llegar a los primeros seres humanos, que no sabemos que eran, una hierba, un pez, un átomo, etc. que ha ido cambiando, evolucionando, hasta ser lo que ahora somos. Ahora bien, alguien creó este principio o este principio se creó a sí mismo, yo no puedo, pues, negara a mi Creador, y creo que nadie puede negarlo, por la sencilla razón de que nadie se ha creado a sí mismo, y al poder contemplar algo del infinito Universo, estamos en lo mismo, alguien lo creó, o se creó a sí mismo. Resumiendo, yo no puedo negar a mi Creador, y no veo ninguna tontería en llamar a mi Creador: Dios, Padre Eterno, enseguida ya que sólo se trata de dar nombre a nuestro Creador. Pero veo que estoy viviendo en este mundo, con otros seres humanos, formando lo que llamamos "la humanidad", la cual está dividida en ricos y pobres, o sea, unos que se hacen ricos a costa del trabajo de otros, después veo partidos políticos, ejércitos, religiones, etc. pero también veo obreros en paro, guerras, hambre, injusticias, etc. y a todo esto lo llaman civilización, cultura, religiones, etc. y todo esto regido o dirigido por leyes humanas, o sea, hechas por los hombres, pero leyes que se contradicen unas a otras, leyes, en muchos casos injustas, sobre todo en el tema de ricos y pobres. Pero cuando pienso otra vez en mi Creador veo que en todas las religiones organizadas por seres humanos como yo, éstos se auto-titulan sacerdotes, o sea, intermediarios entre Dios, mi Creador y los seres creados, y esto es ridículo ya que nadie ha visto jamás a Dios, nuestro Creador y Recreador del infinito Universo. Siendo, pues, un ser humano que puedo pensar como los demás, porque Dios me ha dado un cerebro, no me dejo engañar por nadie, y no confío en religiones, ni en partidos políticos, etc. y siempre he procurado tener ideas propias; estoy casado y tenemos una sola hija, también casada, y tienen una sola hija. Tengamos, pues, las ideas claras, no aumentemos el número de obreros en paro, de soldados para las guerras que organizan los ricos, seamos, pues, buenos, pero no todos, tengamos ideas propias. Esta es mi filosofía, y encaja muy bien con el sencillo evangelio del obrero carpintero Jesús de Nazareth, el Cristo; esto es la Iglesia Pobre. Ánimos amigos, buscad a Cristo, cada uno en sí mismo, en su propia vida. Así sea. Amén. (Noviembre).

 

 

MENSAJE A TODA LA JUVENTUD OBRERA DEL MUNDO

 

A toda la juventud obrera de este mundo, amigos, salud y paz. Somos obreros y obreras los que formamos la Iglesia Pobre, el único y verdadero cristianismo en el mundo, y estamos en Mallorca, en otros lugares de España y en otros países. Este mensaje es para ayudaros a comprender muchas cosas de este mundo. La humanidad está dividida en ricos y pobres, o sea, explotados y explotadores, pero es más triste ver que en todas las religiones, son creyentes los que se hacen ricos a costa del trabajo de otros creyentes, y a veces, a costa de las vidas, en las guerras que organizan los ricos, y se burlan de Dios y del prójimo, tanto sacerdotes como creyentes, todos se burlan de Dios y pisotean sus mandamientos, pues Dios dice: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Pero nosotros, la Iglesia Pobre, os aconsejamos que busquéis al Espíritu Universal de Dios, que los cristianos llamamos Cristo, el nombre es lo de menos. Buscad a Cristo, cada uno en sí mismo, en su propia vida. Dios es Amor, Justicia, Paz, Armonía, Sabiduría, Luz, etc., y todo ser humano que vive en y con Cristo, con Dios, tiene todo esto, según su propio avance espiritual. El cristiano de Cristo, no hace revoluciones violentas contra los ricos; el cristiano de Cristo, procura no traer muchos hijos al mundo, y si no tiene trabajo seguro, no trae ninguno. Los cristianos comprendemos muy bien que no hay que aumentar el número de pobres en el mundo; no aumentemos el número de obreros en paro, no aumentemos el número de soldados para las guerras que organizan los ricos, no aumentemos el hambre, etc., pensemos con la cabeza, no nos dejemos engañar por nadie; apartaros de toda clase de militarismo, dáos de baja de la religión de los ricos, llámese como se llame, apartaros de toda clase de partidos políticos , no votéis a nadie, en una palabra, jóvenes obreros y obreras del mundo, abrid los ojos, no os dejéis engañar por nadie. En las organizaciones religiosas, el catolicismo del Vaticano, el protestantismo de Lutero, etc., puede que algunas personas sinceras busquen de verdad a Cristo, pero estas organizaciones no son el cristianismo de Cristo. En el cristianismo de Cristo, no hay sacerdotes a sueldo, o sea, paga mensual, ni estudios de seminario, etc., en el cristianismo de Cristo, en su Iglesia Pobre, no hay templos, catedrales, monasterios, etc., en la iglesia pobre todos somos apóstoles de Cristo, y sacerdotes de Dios, hombres y mujeres, y nuestras sencillas reuniones las celebramos en nuestra propia casa, y claro está, que ningún rico puede ser cristiano, pues Cristo dice: “No se puede servir a Dios y al dinero”; y “El reino de Dios es de los pobres”. Está muy claro, pues, que si un rico quiere ser cristiano, tiene que dejar sus riquezas materiales, y  si los pobres quieren ser cristianos, tienen que dejar su egoísmo. Pero todo esto podéis hacerlo en cualquier lugar o país del mundo, basta con cambiar los nombres, y veréis que es lo mismo. “La iglesia, pagoda, mezquita, sinagoga, etc., verdadera en cada casa obrera, y Cristo, Buda, Alá, etc., en el corazón”. Basta ya, pues, de engaño, sed vosotros mismos vuestros propios sacerdotes. Así sea. Amén. (Noviembre).

 

 

LOS MANDAMIENTOS DE DIOS EN LA BIBLIA

 

Los mandamientos de Dios que se pueden leer en la Biblia, que son naturales, ya que ningún ser humano quiere que le hagan daño, dicen así: "Y habló Dios todas estas palabras, diciendo..., no tendrás otros dioses delante de mí, no harás para ti escultura, ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni de lo que está debajo de la tierra..., no te inclinarás ante ellas, porque Yo soy el Señor tu Dios..., no pronuncies el nombre del Señor tu Dios en vano..., acuérdate del día del Sábado para santificarlo..., honra a tu padre y a tu madre, no matarás, no cometerás adulterio,  no robarás, no hablarás contra tu prójimo falso testimonio, no codiciarás la casa de tu prójimo, ni su mujer, etc.” Exodo 20, 1 al 14. Biblia Ediciones Sigal. El obrero carpintero Jesús de Nazareth, el Cristo, resume estos mandamientos en dos: "Ama a Dios sobre todas las cosas, y ama a tu prójimo como a ti mismo", y nos dice que el reino de Dios es de los pobres, que no se puede servir a Dios y al dinero, etc. y nos da la idea muy clara de que todo ser humano, hombre o mujer, puede dirigirse a Dios de forma directa, sin intermediarios de ninguna clase, ya que al cumplir las mandamientos, o sea, obedecer a Dios, se es un creyente en la Religión de Dios, al seguir a Cristo el Espíritu Universal de Dios, que estaba en Jesús de Nazareth, el ser humano se convierte en verdadero apóstol de Cristo y sacerdote de Dios. Esto es el evangelio de Cristo, acudir a Dios de forma directa; esto es lo que significa la sinagoga, más tarde llamada iglesia de Jesús de Nazareth, o sea, un pequeño grupo de obreros, formado por Jesús y sus amigos, y Jesús no fundó una nueva religión, es más, esto nos dá la idea clara de que todas las religiones sobran, si el ser humano busca a Dios en sí mismo. Nosotros, los obreros que formamos la Iglesia Pobre, lo tenemos muy claro, el catolicismo, protestantismo, etc.,  no son el cristianismo de Cristo, no son su iglesia, la del obrero carpintero Jesús de Nazareth, son la iglesia da los ricos, y hacerse rico a costa del trabajo del prójimo es robar, y armar guerras es matar, esto es burlarse de Dice y del prójimo, es pisotear las mandamientos de Dice. La Iglesia Pebre es la única iglesia de Cristo, y nosotros los obreros que la formamos, aconsejamos a todos los seres humanos en este mundo, que busquen a Cristo, a Dios en ellos mismos, y serán también, como nosotros, apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios. Para ir a Dios no se necesitan intermediarios de ninguna clase, ya que los primeros seres humanos que encontraron a Dios, fue en ellos mismos, cada uno en su propia vida, y no en religiones, libros sagrados, etc., que no existían; y Jesús de Nazareth nos dice que podemos dirigirnos a Dios, de forma directa y personal: "Vosotros oraréis así, Padre nuestro, que estás en los cielos", etc., eso es todo. Esto es la Iglesia Pobre, la de Cristo, obedecer a Dios, cumplir sus mandamientos, y seguir el ejemplo del obrero carpintero Jesús de Nazareth, el Cristo, practicando y predicando su única y verdadero evangelio. Así sea. Amén. (Diciembre).

 

 

LOS CRISTIANOS SIN EL EVANGELIO ESCRITO

 

El Espíritu de Dios, que los cristianos llamamos Cristo, siempre esta presente en toda la historia humana, y todo ser humano que lo busca en sí mismo, en su propia vida, lo encuentra. Es el caso de los  profetas, Mesías, místicos, etc., y sobre todo en el obrero carpintero Jesús de Nazareth, en Israel, hace dos mil años.. Jesús de Nazareth guiado por Cristo, con unos pocos obreros, amigos suyos, reunió o formó una pequeña sinagoga, más tarde se le llamó “iglesia”, y les dio la buena nueva, o sea, el llamado “Evangelio”, que sencillamente es, ir a Dios, o sea, Buscar a dios de forma directa, cada uno en sí mismo, en su propia vida, sin intermediarios de ninguna clase,  o sea, sin sacerdotes con estudio de seminario y con sueldo mensual. Es, pues, el Evangelio de Cristo, el fin de todas las religiones fundadas por lo hombres. Cristo dio la idea muy clara por boca de Jesús de Nazareth; Cristo es todo, y al tenerlo cada uno en vosotros mismos, en vuestra propia vida, podéis predicarlo a otros para que hagan lo mismo, predicar, pues, el evangelio de Dios. Es el Amor de Dios traducido en Bondad en el ser humano, y esto no necesita creencias, dogmas, ritos, ceremonias, etc., es cuestión de vivir en y con Cristo, con Dios; y esto, vividlo y predicarlo. Cristo dijo a todos: “Estoy siempre con vosotros, trabajad para que nadie se haga rico a costa del trabajo de otros, tened siempre muy presente uno de los mandamientos de Dios”, “Ama a tu prójimo como a ti mismo”, esto es todo, predicad el evangelio a todos los demás seres humanos. El final del obrero carpintero Jesús de Nazareth fue la cruz, o sea, lo condenaron a muerte los sacerdotes de la religión judía, la gente rica, los militares, etc., sencillamente por decir la Verdad, o sea, la Justicia de Dios. Ese sencillo evangelio lo vivían y lo predicaban los primeros cristianos, que no se fundaban en el evangelio escritos, o sea, en el llamado “nuevo testamento”, por la sencilla razón de que no existía, muchos años más tarde lo compuso el Vaticano, con cartas de los apóstoles, y gente rica y con poder político se apoderó de la idea sencilla del evangelio de Cristo, para montar una religión de tan triste historia, y siglos después, un fraile católico, Martín Lutero, se separó del llamado “catolicismo”, y empezó el protestantismo, también con triste historia, ya que tanto el catolicismo, como el protestantismo, son organizaciones compuestas de ricos y pobres, o sea, unos creyentes que se hacen ricos a costa de otros, del trabajo de otros creyentes, y a veces, a costa de sus vidas, en las guerras que organizan los ricos, burlándose así de Dios y del prójimo, esto es la gran farsa religiosa y la gran injusticia social. Pero nosotros, los obreros y obreras que formamos en la actualidad la Iglesia Pobre, somos el único y verdadero cristianismo de Cristo en el mundo, por dos razones muy sencillas, algunos somos descendientes de los primeros israelitas cristianos que llegaron a Mallorca, poco tiempo después de la muerte de Jesús de Nazareth, y por las propias experiencias espirituales. Buscad, pues, a Cristo. Así sea. Amén. 

 

 

LOS CRISTIANOS NO NECESITAN SACERDOTES

 

En el Nuevo Testamento de la Biblia podemos leer lo siguiente: "El Reino de Dios es de los pobres". Lucas 6, 20; "Llegaron a Jerusalem, y entrando en el templo, se puso a expulsar a los que allí vendían y compraban, y derribó las mesas de los cambistas y los asientos de los vendedores de palomas; no permitía que nadie transportase fardo alguno por el templo y les enseñaba y decía: "¿No está escrito: Mi casa será casa de oración para todas las gentes?, pero vosotros la habéis convertido en cueva de ladrones". Marcos 11, 15. Todo esto fue dicho por el obrero carpintero Jesús de Nazareth, que llevaba en sí mismo al Espíritu de Dios que los cristianos llamamos Cristo. En los Evangelios de Jesús vemos que reunió a varios amigos suyos y formó la pequeña y sencilla sinagoga, después llamada iglesia, demostrándonos así claramente, que a partir de este momento los sacerdotes sobraban y sobran, y es muy triste ver que después de dos o tres siglos se formó otra iglesia llamada católica con su Vaticano, papas, etc., y siglos después el sacerdote  católico Martín Lutero organizó el protestantismo separándose de ellos, y tanto unas como otras, estas organizaciones están formadas por ricos y pobres o sea, unos creyentes que se hacen ricos a costa del trabajo de otros creyentes, y a veces, a costa de sus vidas, en las guerras que organizan los ricos. Así, pues, tanto los sacerdotes del judaísmo, como del catolicismo y protestantismo, no tienen nada que ver con Dios, ni con la iglesia primitiva del obrero carpintero Jesús de Nazareth. Nosotros, los obreros y obreras que formamos la iglesia pobre, tenemos el derecho y el deber de decir a todos los obreros, los pobres del mundo, que pueden hacer lo mismo que nosotros; buscar a Cristo cada uno en sí mismo en su propia vida y serán apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios, sin tener necesidad de tener intermediarios, sacerdotes a sueldo, etc. El cristianismo es vida, no es una creencia; los cristianos no se hacen ricos a costa del trabajo del prójimo, ni organizan guerras, ni participan en ellas, cosa que siempre han hecho tanto el catolicismo, como el protestantismo a través de su historia. Ánimos amigos, pobres del mundo; buscad a Cristo, y si los ricos quieren ser cristianos que se hagan pobres. Así sea. Amén.

 

 

LA IGLESIA POBRE ES LA DE JESÚS DE NAZARETH

 

El espíritu de Dios, que los cristianos llamamos Cristo dijo por boca del obrero carpintero Jesús da Nazareth: “El reino de Dios es de los pobres” Luces 620. En otros lugares de los cuatro evangelios dice, "No se puede servir a Dios y al dinero", "Es más fácil pasar un camello por al ojo de una aguja que entrar un rico en el cielo”, “Los dos principales mandamientos de Díos son: Ama a Dios sobre todas lee cosas y el prójimo como a ti mismo", y Jesús de Nazareth dice: "Aprended de mí" y Jesús trabajaba de carpintero para comer, Jesús no era rico, no era militar, no era empresario, comerciante, industrial, etc. y tampoco era sacerdote con estudios de seminario y paga mensual. Cristo, pues, es el verdadero Maestro, el verdadero Pastor, a sea, Cristo es la Luz de Dios y cuando hay luz, se ven las cosas claras. Todo ser humano que se hace rico a costa del Trabajo de los demás, o sea, a costa del prójimo, se burla de Dios y del prójimo, y mucho peor es si se auto-titula cristiano. Queda muy claro, pues, que tanto al catolicismo del Vaticano como todo el protestantismo de Martín Lutero, no son la iglesia pobre o pequeña sinagoga que reunió Jesús de Nazareth con algunos amigos suyos, obreros también, como Jesús. Los obreros y obreras hoy, o sea, los pobres del mundo, si tenemos a Cristo en nosotros mismo, en nuestra propia vida, somos todos la iglesia pobre de Cristo. Aquí en Mallorca, los que formamos la iglesia pobre somos obreros y obreras, y algunos somos descendientes de las primeros israelitas cristianos que llegaron a Mallorca muy poco tiempo después de la muerte de Jesús de Nazareth, y aconsejamos a las organizaciones religiosas católicas y protestantes, a sus jerarquías sacerdotes y creyentes que busque cada uno a Cristo en sí mismo, en su propia vida y los ricos de estas organizaciones tanto dirigentes, como dirigidos, que trabajen para poder comer y no vivan, o quieran vivir a costa del trabajo de los demás, pues mientras la humanidad esté dividida en ricos y pobres no habrá paz, ni justicia, por mucho que se hable de civilización, cultura, etc. Este mensaje es para todas las religiones del mundo, pero en particular para las llamadas religiones “cristianas”, que de Cristo no tienen nada, son religiones de los ricos y para los ricos, no son pues, sinagoga o iglesia de Jesús de Nazareth. La única y verdadera iglesia de Cristo en este mundo es la iglesia pobre. No vamos a entrar en polémica con nadie, no nos fundamos sobre versículos del llamado Nuevo Testamento de la Biblia, manipulados por el Vaticano o protestantismo, pero sí que nos fundamos en las experiencias propias, de nuestro propio espíritu, en cada uno. Ánimos pues, amigos todos, buscad a Cristo cada uno en si mismo, en su propia vida y seréis como nosotros verdaderos apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios. Así sea.

 

 

LA IGLESIA POBRE ACONSEJA AL VATICANO

 

Por tradición, por ser algunos de nosotros descendientes de los primeros israelitas cristianos que llegaron a Mallorca muy poco tiempo después de la muerte  del obrero carpintero Jesús de Nazareth, el Cristo, cuyas sencillas enseñanzas han llegado hasta nosotros de forma oral de padres a hijos y por ser todos nosotros obreros, o sea, gente pobre, y también por nuestras propias experiencias espirituales, tenemos el derecho y el deber de aconsejar al Vaticano, y también al protestantismo salido de ellos, o sea, del catolicismo. Aconsejamos, pues, a todos, jerarquías, sacerdotes, creyentes, etc., que no hablen de Cristo, sin tenerlo en sí mismo, en su propia vida, y también, que dejen en paz al obrero carpintero Jesús de Nazareth, pues era pobre, era uno de los nuestros; nadie tiene, pues, el derecho de llamarse cristiano, si no es pobre. Los ricos, así como la iglesia rica, tienen el derecho a tener su religión, pero no tienen el derecho de apropiarse de nuestro cristianismo pobre, sin ser pobres los que lo prediquen. Aconsejamos, pues, al Vaticano y al protestantismo, que se fabriquen, que se vayan creando un dios rico, un salvador rico para ellos, pero que dejen en paz al obrero carpintero Jesús de Nazareth. No se trata de meternos con las organizaciones religiosas de nadie, pero tenemos el derecho y el deber de repetir lo que os decimos, que no os metáis con Jesús de Nazareth, ya que os habéis apropiado de él, y sobre él habéis montado vuestras organizaciones religiosas. No queremos polemizar con nadie; simplemente estamos defendiendo la Iglesia Pobre de Cristo, ya que “el reino de Dios es de los pobres”, Jesús mismo lo ha dicho, e incluso añade que “no se puede servir a Dios y al dinero”; y si alguno de vosotros quiere ser cristiano de verdad, mirad lo que Jesús dice: “Aprended de mí”, y él era un carpintero, trabajaba para comer, no era un sacerdote a sueldo, ni un militar, ni un capitalista, y si alguno de vosotros quiere ser cristiano de verdad, que abandone sus riquezas materiales y busque a Cristo en sí mismo, en su propia vida y será como nosotros, un verdadero apóstol de Cristo y sacerdote de Dios. Comprendemos muy bien que dentro del catolicismo y dentro del protestantismo hay personas que tratan de seguir a Cristo de verdad, y en estos días tenemos el ejemplo de Teresa de Calcuta, o años atrás, el de Francisco de Asís, ya que todo son alabanzas hacia estas personas, pero muy pocos tratan de hacer lo mismo que ellos hicieron, y esto es el cristianismo, y no andarse con rodeos y apoyar guerras, el capitalismo, etc., ya que si hay pobres en el mundo es porque hay ricos que lo acaparan todo. Comprended que nosotros no somos “anti” de nada, ni odiamos a nadie, pero tenemos que decir la verdad: buscad a Cristo. Así sea. Amén.

 

 

MENSAJE CRISTIANO A TODOS LOS OBREROS DEL MUNDO

 

El obrero carpintero Jesús de Nazareth que llevaba en sí mismo al Espíritu Universal de Dios, que los cristianos llamamos Cristo, dice: "Los dos principales mandamientos de Dios, son: "Ama a Dios sobre todas las cosas y ama a tu prójimo como a ti mismo". Amigos, estos mandamientos no están solamente escritos en la Biblia, son ley natural, pues nadie quiere ser maltratado, explotado, nadie quiere que le roben, que lo maten, etc., y Cristo dice: "Lo que no quieras para ti, no lo quieras para los demás". Hacerse rico a costa del trabajo de otros, o sea, del prójimo, es burlarse de Dios y del prójimo. Esta injusticia social está protegida por leyes hechas por hombres, por los ejércitos y por todas las religiones organizadas por hombres. De esta manera la humanidad está dividida en ricos y pobres desde hace muchos siglos. En varias ocasiones los obreros han tratado de poner fin a esta barbaridad con revoluciones sangrientas, como por ejemplo, el comunismo. Pero pasan unos años y se vuelve a lo de antes, o sea, a la brutal explotación del capitalismo salvaje. Los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre, el único y verdadero cristianismo del mundo, aconsejamos a todos los obreros y obreras, los pobres en el mundo, que procuren no traer muchos hijos al mundo, máximo uno por pareja, y si no se tiene trabajo seguro, procurad no tener ningún hijo, y si es necesario, acudid al aborto. Basta ya de aumentar el número de pobres, el número de obreros en paro, basta de aumentar el número de soldados para las guerras que organizan los ricos, basta ya de dar más mano de obra barata o de carne de cañón. Abrid los ojos no os dejéis engañar por nadie; apartaros de toda clase de política, no votéis a nadie, apartaros de toda clase de militarismo, negaros a hacer el servicio militar, daros de baja de la religión de los ricos, llámese como se llame, procurad tener ideas propias, no gastéis vuestro poco dinero dinero  en cosas no necesarias, en una palabra, procurad ser vosotros mismos, y esto lo conseguiréis si cada uno de vosotros busca a Cristo en sí mismo, en su propia vida. Tomad, pues, parte con nosotros, la Iglesia Pobre, la única revolución del Cristo, o sea, la única y verdadera solución al grave problema de todos los obreros y obreras, los pobres del mundo. No se trata de odiar a nadie, es cuestión de tener las ideas claras. Repetimos, no traigáis muchos hijos al mundo, no aumentéis el número de pobres, seamos buenos, pero no tontos. Pero no tenéis que ver en este mensaje, solamente ideas socialistas o comunistas, ya que lo importante, la base o fundamento, es Cristo, que es la Luz, Paz, Justicia, Bondad, Armonía, Sabiduría, etc. Dios es Amor infinito, Poder infinito y Sabiduría infinita. Todos los seres humanos en este mundo y en todos los mundos del infinito Universo estamos hechos a imagen de Dios. El Creador del infinito Universo es Espíritu, somos todos, pues, espíritu. Amigos obreros y obreras, o sea, los pobres del mundo, buscad a Cristo, cada uno en sí mismo, en su propia vida y seréis de verdad apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios. Así sea. Amén. (Noviembre).

 

 

“EL CRISTIANISMO DEL 3ER MILENIO”

 

El cristianismo del 3er milenio, –y digo 3er milenio porque de decir en el 3er milenio parecería ser un cristianismo ya conocido de católicos y protestantes– es el verdadero cristianismo que ya hemos empezado ahora a vivir; este cristianismo se ha vivido a través de la historia desde Jesús de Nazareth hasta estos tiempos en varios lugares del mundo en algunas familias; es el cristianismo de Jesús de Nazareth que ha pasado de padres a hijos de forma oral, pero no solamente aquí, en Mallorca, sino en otros lugares del mundo, aunque no se le haya dado esa fuerza que le hemos dado aqui llamandolo Iglesia Pobre.

El cristianismo de Jesús de Nazareth pues, tiene sus momentos primeros en Israel, eran unos cuantos amigos de Nazareth con Jesús, el obrero carpintero que llevaba en si mismo el Cristo como lo llevaban también sus amigos, hombres y mujeres, trabajadores como él y que formaron aquella pequeñita sinagoga que más tarde fue llamada iglesia cristiana.

Los primeros cristianos según ya se conoce en la historia, fueron perseguidos en Roma, en España, incluso en Mallorca mismo, pero aparte de todo esto, este cristianismo primitivo, –ahora que entraremos en el tercer milenio–, es la idea básica y universal de la verdadera religión de Dios, que no tiene templos hechos por manos de hombres, que no tiene sacerdotes a sueldo, etc.

Resulta que, –y aunque parezca una contradicción no lo es– era necesario a través de mil y pico de años, que el cristianismo se diera a conocer a través de este catolicismo y protestantismo de Martín Lutero salido del Vaticano romano, un cristianismo falsificado que no tiene nada que ver con el primitivo cristianismo del que hablamos, el de Cristo, el de Jesús de Nazareth. Así pues, hoy se puede decir al mundo: “el cristianismo que conocéis como iglesia católica o protestantismo con todas sus denominaciones, no es el cristianismo verdadero”. De no haber existido este catolicismo y protestantismo estaria de más hablar hoy de cristianismo, pero hoy ya no hay ignorancia sobre este hecho, porque millones de seres humanos conocen, además de todas las religiones que hay en nuestro mundo, la llamada religión cristiana, catolicismo y protestantismo.

En muchas ocasiones hemos dicho que estas organizaciones están formadas además de la jerarquía, por sacerdotes a sueldo, estudios de seminario, miembros ricos y pobres, creyentes que se hacen ricos a costa de otros creyentes con el  visto bueno de los sacerdotes de las religiones, etc. Y esto lo vemos en todas las religiones del mundo, aunque este mensaje trate de dar la idea clara sobre el cristianismo. Hace años hable en un mensaje titulado “Mensaje a la Humanidad” de este futuro, pero ahora concretamente será el mensaje del cristianismo de este tercer milenio. No tiene importancia la idea de milenio en el tiempo del universo, pero si que tiene importancia en el cristianismo que conocemos y vivimos desde Jesús de Nazareth hasta que empezaron estos señores a cambiar el calendario en Israel, –que son 5700 y pico de años–.

Este cristianismo de Jesús de Nazareth es tan sencillo que ha escapado a mucha gente. Muchas personas católicas y protestantes leen en el Nuevo Testamento, –este librito compuesto por el Vaticano con supuestas cartas de los apóstoles, etc.– claramente aquello de “El reino de Dios es de los pobres” y también lo de las Bienaventuranzas, “bienaventurados los pacificadores, los limpios de corazón, etc.,”, cosas que se pueden resumir, –como tantas veces lo hemos dicho–, en Bondad. Nos encontramos pues que este Dios Universal, que le llamamos Dios del amor o el amor mismo, así como dice Juan el apóstol, “A Dios nadie lo ha visto jamás, Dios es amor, etc.”, es el amor en cada ser humano, es la chispa pequeñita de Dios, ya que no podemos abarcar todo el mor de Dios en nosotros mismos, es a esto pues le llamamos Bondad.

En el transcurso de estos siglos, han venido unos hombres y mujeres del Vaticano romano y protestante y han dicho a la humanidad: “Todo esto es demasiado sencillo, hay que hacerlo mas complicado para poder vivir a costa de los demás”; y se ha hecho como ellos decían; desde el poder se ha permitido que unos hombres puedan hacerse ricos a costa del trabajo de otros y así se han burlado de Dios y del prójimo, a pesar de que Dios ha dicho “ama a tu prójimo como a ti mismo”; han apoyado guerras, incluso han organizado ellos mismos guerras, católicos y protestantes. Y ahora vemos la cosa bien clara, unos señores que dominan Norteamérica, los gobernantes, cuya mayoría es protestante, arman guerras y luchan, como ha hecho y hace el catolicismo a través de toda su historia.

Nos encontramos pues que hemos entrado en el tercer milenio, –que son dos días–, y existe ya una cantidad enorme de personas en el mundo que saben leer y escribir. Millones de seres humanos empiezan a pensar ya por ellos mismos, las ideas propias van apareciendo, y la circunstancia humana no es como hace siglos en donde la ignorancia era total en la gran mayoría de personas mientras unos cuantos pillos dominaban el mundo. La cosa esta cambiando, y este tercer milenio se presenta como se ha dicho, que será espiritual o no será. Recuerdo que los chicos que pasan por mi casa me dijeron que en ese congreso católico que se celebra cada año en Madrid ya se dijo que el cristianismo, la iglesia católica será pobre o no será.

Cuando empiecen los seres humanos, –que ya hemos empezado, pero en gran mayoría–, a pensar por si mismos, a tener la ideas claras, se verá con claridad la importancia de la bondad y como, estando al alcance de todos, se irá comprendiendo que hasta un ateo, puede ser y de hecho lo es en muchos casos buena persona, porque practica esta bondad y la vive.

La llamada religión sufrirá un proceso, en nuestro caso el llamado cristianismo católico y protestante va desapareciendo y como consecuencia la iglesia rica acaba y queda la iglesia pobre; seguidamente ya no habrá ninguna necesidad de decir iglesia pobre y se dirá la iglesia, (así como asram, pagoda, mezquita, sinagoga, etc., en otras culturas); siguiendo el proceso, después se dirá el cristianismo, como se dirá budismo, islam, judaísmo, etc. como religión; hasta que llegue el momento que desaparezcan las siglas, los nombres de dichas religiones, el cristianismo, el budismo, catolicismo, protestantisno, etc. todo esto quedará retirado y veremos al ser humano que se levantará como un gran gigante, y él mismo ya se autotitulará delante de los demás y lo verán como ser humano.

Ya hemos bajado del árbol, ya no somos monos, no somos animales, somos personas, no será necesario decir, “soy cristiano, procura ser cristiano, busca a Cristo, etc.”, porque llegará el momento en que lo viviremos todos, y en esto consistirá el tercer milenio. La maravillosa enseñanza de Jesús de Nazareth, el carpintero, estará al alcance de todos y se vivirá como seres humanos que se portan con bondad, que viven la vida; el ser humano será buena persona, pero no porque de espere un cielo o tema a un infierno, ya que esto será considerado como cosas de niños; desaparecerán expresiones como ¡pórtate bien y te irás al cielo, y cuidado que si te portas mal vendrá el hombre del saco!, simbolizando el infierno o el demonio.

Los seres humanos se portarán como seres humanos, la verdad ya revelada, la verdad vivida, “La verdad os hará libres”, la libertad de ver las cosas claras; se tendrá el Cristo, el Espíritu de Dios que es la Luz y el único que hará ver las cosas claras en este tercer milenio, pero a todos por igual. La injusticia social que está produdida por el egoismo, caerá, ha de caer, porque el egoísmo desaparece. Como hemos dicho en este Mensaje a la Humanidad, “el hombre se avergonzará en el futuro si no es útil a los demás”. Expresiones como “...para vivir he de explotar a otro ser humano...”, será considerado el colmo y la gente pobre, la gente obrera en el mundo verá claramente que lo importante es no traer tantos hijos pobres al mundo, muy pocos y si es necesario ninguno para que no ocurra este hecho. El cristianismo ha de ser vivido –algo que intentamos hacer ahora muchos seres humanos, antes de entrar en este tercer milenio–, y al vivirlo puede ser predicado con propiedad.

Las creencias no son necesarias, porque creer o no creer en Dios es lo de menos, hay que sentir, vivir a Dios. Y a esta conclusión se llega ahora –como se llegará en el tercer milenio de forma total–, pensando que alguien o algo ha hecho posible nuestra existencia, y la existencia del Infinito Universo, y por tanto no podemos negar a nuestro Creador, ya que nadie se ha creado a si mismo. Todo esto estará tan claro en el tercer milenio que ya no se discutirá sobre ello; resultará absurdo decir: “Dios, ¿existe o no existe?; yo no creo en Dios; yo que sé cuando me muera donde iré”, serán tonterías que desaparecerán de la mente de todos los seres humanos porque, a medida de que vayan pensando todos los seres humanos, nadie querrá parecer tonto, ignorante ante nadie; la mente trabajará y el Cristo aumentará dentro del ser humano, porque cuando creces espiritualmente todo lo ves claro, ya no irás a discutir cosas que estén al alcance de tu mano.

Hoy nadie se atreve a decir que el Sol no existe, o el frío, o el calor, o la vida no existe, nadie se atreve a decir: “Nada existe, lo que vemos a simple vista, las estrellas, etc., no existe nada de esto, etc.”; nadie se atreve a decir esto, porque lo ve. Decir en el tercer milenio “yo creo en Dios o yo no creo en Dios”, esto desaparecerá; decir que: “Para estar bien con nuestro Creador que llamamos Dios, tenemos necesidad de acudir a un lugar determinado, lo que llaman templos, iglesias, etc.” no existirá. Las palabras de los profetas antiguos, “Dios no habita en templos hechos de manos de hombre”, se verán claras, ya que la vida misma la vivimos estemos donde estemos, la viven en el Japón, en China, en Mallorca, la viven en cualquier parte del mundo. Es absurdo que para vivir tengamos que acudir a otro pueblo, o para sentir frío o calor tengamos que ir a otro país, entonces es absurdo también que, para que nos hablen de nuestro Creador, necesitemos ir a un templo determinado; ¿acaso no te das cuenta –podríamos decir– que en tu casa, sentado en una silla, sientes a Dios y lo vives?, pues este es el cristianismo verdadero del tercer milenio.

Y decimos cristianismo porque ha venido aquí por la historia y así lo llamamos, como diríamos budismo de estar en la India, de hecho también el budismo será vivido de igual manera, pero no como ahora; el ser humano que se sienta seguidor de Sidharta, de Budha, lo vivirá también en su casa y no tendrá necesidad de ir a una pagoda determinada y sentarse según los rituales y oraciones. Y eso es así porque el cristianismo así como el budismo, son cosas sencillas; respiramos físicamente y no necesitamos a nadie para ello, no necesitamos intermediarios. La idea es clara ahora pero lo será mucho más en el tercer milenio.

Comprenderá toda la humanidad todo esto y dirá: “¡Caramba, ¿quién es éste que viene a predicarme cosas de Dios, si él no lo ha visto jamás y yo tampoco?, entonces estamos iguales y si estamos iguales, de hombre a hombre, de mujer a mujer va cero, ¿quién eres tú para meterte entre mi Creador y yo?, eso no puede ser, tienes que hacer lo que hago yo”; y se le dirá a la jerarquía, a los sacerdotes de todas las religiones: “buscad a este Dios Universal, a este Creador nuestro en vosotros mismos, yo haré lo mismo y nos sentiremos hermanos, nos sentiremos miembros de la verdadera y única religión de Dios, que es no sólo mundial sino Universal, porque la religión de Dios, que es la verdadera, es para todos los seres humanos en este mundo y en todos los millones y millones de mundos del Infinito Universo”.

En el tercer milenio ya entramos en la edad madura, podríamos decir en una mayoría de edad, pero lo maravilloso és que, antes de entrar de forma global toda la humanidads, muchos de nosotros nos sentimos ya mayores de edad, sobre todo los que formamos la Iglesia Pobre, pues hemos comprendido que ya no necesitamos de individuos que nos hablen sobre Dios, –algo que se ve claramente que no entienden las religiones–, comprobando claramente aquella verdad de Cristo que dice: “Si un ciego guía a otro ciego ambos se caen”. No necesitamos pues intermediaros, y por consecuencia comprendemos de una vez aquellas palabras sencillas – que gracias a Dios no han sido muy manoseadas– del Cristo cuando dijo: “Yo soy el Buen Pastor...”, aparte de lo escrito en el llamado Nuevo Testamento de la Biblia y de todas las biblias del mundo, de todos los libros llamados sagrados.

Entramos pues en este tercer milenio ya mayores de edad de forma sencilla y familiar, con el simbólico carné de poder conducirnos a nosotros mismos. Comprendemos que si un motor de coche no marcha sin gasolina, igual que una bombilla no da luz si no está en contacto con la electricidad, de la misma manera sin Cristo nadie puede ser cristiano, sin Budha nadie puede ser budista, etc., sin el Creador que nos dirija, no somos más que animales. Cuando vivimos y sentimos al Creador –que está dentro de nosotros mismos y al que lo definimos como Espíritu, Cristo–, entonces marchamos nosotros por nuestros propios pies, guiados de forma simbólica y alegre por la gasolina llamada Cristo, Espíritu.

Así como nadie puede negar que un coche, un camión un autocar, no funciona si el motor no tiene gasolina, el ser humano sin Dios no funciona y por consecuencia  vemos las grandes contradicciones en nuestro mundo, injusticia social, explotación humana, unos que viven a costa de los demás, guerras, fabricación de armas, cuarteles, individuos que se auto-titulan reyes, condes y marqueses, industriales, comerciantes y toda esta tramoya de sacerdotes en todo el mundo; cuando vemos todo esto, lo único que se puede decir es: “¡esto no!, somos seres humanos todos, trabaja para vivir, para comer, pero no te hagas rico, no acumules nada a costa del trabajo de tu prójimo, de los demás, deja ya de ser tonto, deja de ser animal y pórtate como un ser humano, como persona”. Este es el verdadero ser humano grande, que ha crecido limpio y que entra en este tercer milenio.

Muchas personas dirán al este mensaje: “Esto parece como un cuento de hadas, una utopía”. Pero la realidad es que todo lo que ocurre en nuestro planeta está ya al alcance del conocimiento de casi todos los seres humanos, y por consecuencia mucha gente han empezado a pensar por si mismo, claro que en esta lucha hay que saber vencer al egoísmo; pero muchos seres humanos, hombres y mujeres, se dan cuenta que a esto de estar dirigidos por otros dicen que no, a estar explotados por otros dicen que no, que hacerse rico a costa de su trabajo dicen que no, y este pensamiento enorme y mundial se irá ensanchando más y más, y esto es el Espíritu, el Cristo. Y lo podemos comprobar por la gran cantidad de organizaciones y grupos humanos que defienden la naturaleza misma, plantas, animales, el ambiente, etc.; todo esto no es más que la idea sencilla de plantearse seriamente “tenemos que ser seres humanos”.

En muchas ocasiones por los medios de comunicación se presentan animalitos pequeños, y se dice que son hermanos pequeños nuestros; las plantas, los animales, todos como hermanos; el caso de Francisco de Asís planteando lo del hermano lobo, el hermano perro, el hermano sol, etc., todo esto ya acontece y acontecerá de forma total en el tercer milenio; se vivirá una sola verdad, la verdad de Dios, no ideas arregladas porque interesan el ser humano y planteadas como un cuento, sino la verdad sencilla y clara en el ser humano de que ya no es un animal y que lo importante en la vida es portarse como lo que se es, un ser humano.

Este es el cristianismo en el tercer milenio; nosotros aquí, como iglesia pobre, hombres y mujeres que formamos este grupito de amigos, decimos con este mensaje a toda la jerarquía y sacerdotes del llamado catolicismo y protestantismo lo mismo que hemos dicho ya en otras ocasiones, “como organizaciones no sois el cristianismo”, el catolicismo y protestantismo no es el cristianismo. Admitimos la evidencia de que en estas organizaciones hay hombres y mujeres de buena fe que buscan a Cristo, pero esto ocurre porque estas personas forman parte de la verdadera iglesia o religión de Dios, la iglesia pobre, aunque estén metidas en estas organizaciones, pero cuando comprendan por ellas mismas que estas sobran para vivir la vida de esta forma sencilla que decimos, se apartarán sin ningún temor de la organización.

La organización religiosa, cualquiera que sea, no tiene nada que ver con la bondad, de ser así el mero hecho de ser católico, evangélico, bautista, testigo de Jehová, etc., tendría que dar como resultado el ser buena persona, todos acabarían siendo buenos cristianos y el mundo sería un paraíso, y en las otras religiones también, pero esto no es así; estar dentro de una organización es fácil, cualquier ser humano puede autotitularse católico, protestante, testigo de Jehová, o de cualquier religión, judía mahometana, budista, etc., pero esto no tiene nada que ver con la vida espiritual del ser humano. Este tercer milenio se hambre a la gente, a la humanidad, para que se vea que todo el lastre religioso que llevamos durante siglos hay que retirarlo.

Han sido experiencias humanas –si queréis llamarlas así–, porque a través de la historia hay muchas cosas que aprender, y de hecho se nos han dado muchas de estas lecciones. Pero si miramos a este mundo desde un punto de vista más elevado, vemos que es una simple bola pequeña en el Infinito Universo, una bolita llena de trocitos de tierra llamados por los seres humanos fronteras, gobiernos, compuestos de gente rica y pobre, mucha porquería social, etc.

Ha llegado pues el momento de comprender que hay que crecer y no ser tan niños, yo diría tan bestias; darnos cuenta que, como seres humanos, estamos en el derecho y la obligación de vivir la vida sin ensuciarla, no necesitamos armas de guerras, por lo tanto, no necesitamos de fábricas que fabriquen armas para matarse unos a otros, no necesitamos de cuarteles, no necesitamos que unos señores se hagan ricos a costa de los demás, no necesitamos sacerdotes de ninguna clase de religión para decirnos que tenemos que ser buenas personas y portarnos bien para estar en y con Dios, con Cristo.

El cristianismo verdadero está entrando gloriosamente –se podría decir– en este tercer milenio, y decimos gloriosamente porque al fin nos damos cuenta ya muchas personas, tanto aqui en Mallorca como en el mundo, de que todo este lastre, esta porquería política de religiones etc. es basura, y que hay que ir a la verdad que es Dios, que es Cristo, que es el Infinito Universo, que es la vida misma sin ensuciarla, si no cambias tu no cambia nada. Estamos cambiando y decimos a los demás que hagan lo mismo, decimos a los católicos, protestantes, jerarquía, sacerdotes, creyentes, etc., que dejen ya de una vez todos esa porquería religiosa y que vayan a Cristo buscándolo cada uno en sí mismo.

El tercer milenio, el cristianismo, –que no es un nuevo cristianismo sino el verdadero cristianismo que ya ha renacido entre muchos seres humanos en el mundo– está renaciendo en otros mundos, es este tercer milenio cristiano, budista mahometano, judío, etc., pero sin intermediarios. Basta ya de comerciar con las cosas espirituales de Dios, basta de teatro religioso, vayamos a la verdad sencilla del Cristo. Tenemos que repetir otra vez lo que dice Juan: “A Dios nadie lo ha visto nadie jamás…”; seguramente hay quienes lo han visto en el terreno humano porque Dios es amor, y el que vive en amor..., pero ¿que és este amor?, el amor es lo que hemos dicho en este mensaje, la bondad. Es tan sencilla la cosa, y esto es el cristianismo.

Habrá quienes digan que lo dicho aquí va en contra del catolicismo o del protestantismo, que esto son ideas de falsos profetas: pero la cosa esta clara sobre el verdadero y el falso profeta. El verdadero profeta dice a la humanidad, “acude a Dios, búscalo en ti mismo”; este es el verdadero profeta que tiene la luz de Dios. Pero el falso profeta dice: “Ven conmigo y acude a tal o cual religión”; la cosa está clara, “acudid a mi”, ahí esta el falso profeta, y “acudid a Dios”, este es el verdadero profeta y no puede ser de otra manera; no como ahora que católicos llaman a los protestantes falsos profetas, los protestantes a los católicos, después a los budistas, budistas a judíos, etc., y unos a otros se tiran la pelota diciendo, “tu eres el falso profeta”. Y la realidad espiritual no es así, porque el verdadero profeta es el hombre o mujer que diga busca a Dios en si mismo, al Cristo y luego dice a los demás que hagan lo mismo realizando la verdadera profecía, es el verdadero profeta que habla en nombre de Dios y que te dice que busques a Dios en ti mismo, no en la religión que más convenga.

El tercer milenio será cristianismo primitivo actual, porque el cristianismo es como Dios mismo, como la vida misma, no es una cosa pasada, es el eterno presente de Cristo, el eterno presente de Budha, el eterno presente del Espíritu, el eterno presente de nuestro Creador; vivamos pues a este Creador, vivamos pues al Creador del Infinito Universo, no es cuestión de creer en el Creador, hay que vivirlo, esto es el cristianismo verdadero tan natural que en su momento hasta el nombre de cristianismo desaparecerá.

Creo que la cosa ha quedado más clara, pero hay que repetir muchas veces estas cosas y todas las personas, los que teneis la idea clara, teneis el derecho y el deber de decirlo también a otras personas, “Id, predicar el evangelio…” dice Cristo, el Espíritu, a todos los seres humanos, pero esto no quiere decir organizar misiones, etc., diciendo aquello de “el que creyere...”, todo esto son arreglos religiosos que se han dado; tu predica siempre la verdad y la verdad es sencilla, “di a tu hermano, al ser humano cualquier ser que sea, blanco o negro, hombre o mujer que busque a Dios en si mismo y tendrá la luz, tendrá a Cristo, tendrá la verdad –lo que se dice la vida eterna– de una forma clara y nos portaremos bien por el bien no porque esperemos el premio, si después hay un premio bendito sea Dios, pero si no lo hay bendito sea Dios.

Este es el cristianismo primitivo actual del tercer milenio y no hay otro; todos los hombres y mujeres que estén dentro de todas las organizaciones, de religiones que se auto-titulen cristianas desaparecerán por completo como miembros, en este tercer milenio desaparecen todas las religiones organizadas del mundo para dar paso de forma ya definitiva a la verdadera religión universal, la de Dios, que como ya vemos no tiene nada que ver con organizaciones religiosas. Y hay que decir esto a los sacerdotes de todas las religiones y en concreto al catolicismo y protestantismo que nunca han sido iglesia cristiana; decirles que busquen a Cristo y entonces serán verdaderos cristianos de Cristo y no de Roma ni de ningún vaticano, sea católico o protestante.

Veremos pues hasta donde llega este mensaje ya que depende de vosotros. El ser humano que se diga a si mismo, “me gusta este mensaje de Cayetano Martí, me gusta escuchar a este hombre lo que dice, pero yo no creo en nada de religión; yo procuro vivir la vida sin hacer daño a nadie, no me interesa ni el budismo, judaísmo, iglesia pobre, ni cristianismo, etc., yo me aparto por completo de todo esto, pero trato de vivir mi vida sin explotar a nadie, sin hacerme rico a costa de los demás”, si este ser humano dice esto, está en la verdad, aunque el mismo, hombre o mujer, diga que tiene una idea diferente de Dios, que no crea en ningún Dios como le han presentado, etc., esto es lo de menos, “pórtate bien amigo –hasta podemos decir hermano– en este tercer milenio que entramos, seas blanco, negro, chino, japonés, hombre o mujer, viejo o joven, pórtate simplemente como un ser humano”.

Comprender pues que no somos animales, somos personas humanas, es vivir este cristianismo del tercer milenio, es vivir como ser humano, y si católicos y protestantes quieren coger algunas palabras o cosas del Nuevo Testamento, de la Biblia, o del Corán, o los Vedas, pueden hacerlo, pero cuidado, que la vida es la primero, la vida en y con Dios, nuestro Creador, llamémosle Dios, Creador, etc.; no olvidemos que nosotros no nos hemos creado a nosotros mismos, nos han creado, por tanto es una tontería negar a nuestro Creador pues Él sabe porqué nos ha puesto en nuestro mundo, Él sabe porque vivimos de una manera u otra y al morir o dejar el físico, volveremos a este Creador Infinito que, –para nosotros– además de infinito en el tiempo, es infinitamente sabio, poderoso, bondadoso, etc., aunque a veces parezca que no es así porque vemos cosas que nos hace preguntarnos “¿porqué permite Dios...?, etc.” pero esto son cosas nuestras porque no entendemos la gran sabiduría de éste o esto que nos ha creado y al que llamamos Dios.

Ánimos pues amigos, ya estamos a las puertas del tercer milenio, –en el caso nuestro de Mallorca, de España– y en muchas partes del mundo; hablemos de este cristianismo nuestro actual que no tiene nada que ver con el catolicismo y protestantismo, somos cristianos de Cristo, no de organizaciones de ninguna clase y esto que lo puedan decir también los budistas de Budha, que lo puedan decir todas las religiones. Se ha acabado el negociar sobre una cosa tan sencilla como es el ser buenas personas, tener bondad, vivirla y ponerla en práctica. Esta entrada en el tercer milenio que parece que tiene que ser todo lleno de cambio y de misterio aclarados y apocalipsis no es así, es más sencilla, vive la vida y no la ensucies, la bondad por delante y nada más que esto, es así ahora y a sido así a través de la historia del Infinito Universo, de todo.

Aclarado esto, lo que queda es poner en práctica lo que se tiene claro y vivirlo. En muchas ocasiones hemos dicho que no se trata de hablar de la comida, sea la que sea, por ejemplo la paella, hay que comer para saber el gusto que tiene la paella, la comida física; no se trata de tanta literatura, palabreo, tanta religión, ceremonia etc. para hablar de Dios, de una cosa tan sencilla como es la bondad; Jesús de Nazareth dijo: “Aprended de mi” y el trabajaba de carpintero, estaba en comunión con Dios, lo sentía, lo vivía y lo predicaba. Todos los seres humanos podemos hacer lo mismo, hombres y mujeres, y este es el verdadero cristianismo de Cristo, de Dios. El tercer milenio es el final de todas las religiones organizadas por lo hombres, fomentar la bondad, vivir la bondad, no hay más. Ánimos. Así sea. Amén. (Noviembre).

 

 

EL MENSAJE DEL TERCER MILENIO

 

Bueno, podríamos resumir esto diciendo que es el sermón de un obrero yesero ya jubilado. Para los que ya me conocen y para los que no me conocen, soy mallorquín, nacido en Inca, he cumplido los 80 años; he trabajado toda mi vida y también he procurado predicar el evangelio toda mi vida. Cuando hablamos de Cristo, nos referimos, claro está, al Espíritu Universal de Dios. En muchas partes, en muchos lugares del mundo se dice, se dan otros nombres pero esto es lo de menos. Digamos que es Dios Universal. Ahora estamos terminando este tiempo llamado del siglo XX, y entraremos en el siglo XXI, y hay mucha gente en el mundo que espera un cambio, pero ya hemos dicho tantas veces que si no cambias tú, no cambia nada. Hay, se podría decir, millones de toneladas de libros, de literatura, que hablan de profetas, de personas de iluminados, y aquí en España mismo, en Europa, en América, se habla mucho de Jesús de Nazareth. Mucha literatura, muchos libros sobre la vida sencilla de un obrero carpintero, Jesús de Nazareth, que llevaba en sí mismo al Cristo, al Espíritu de Dios, pero este Espíritu, el Cristo está continuamente, a través de la historia humana, hablando en cada ser humano, hombre o mujer que lo escuche. Hoy, el Cristo habla y nos encontramos con que cuando decimos “hoy”, es siempre. No es solamente cuando se hablaba en tiempos de Jesús, de los profetas. Nos encontramos con una humanidad, a través de la historia de esta humanidad, en la que vemos a ricos  y pobres, una humanidad dividida: ricos y pobres, explotados y explotadores, y un montón de religiones que hablan de Dios. Muchas creencias, muchos ritos, muchos dogmas, muchas ceremonias, pero muy pocas personas viven la vida sencilla del Espíritu. En el llamado Antiguo Testamento de la Biblia, que los judíos llaman la Torá, encontramos ya, en la Ley de Dios dada a Moisés aquello de los Mandamientos: No robarás, no matarás, etc., en un libro llamado Levítico, que por cierto, leyéndolo con Juan estos días, hemos encontrado en el Capítulo 19, versículo 18: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Después viene Jesús de Nazareth y dice: “Los dos principales mandamientos son, amarás a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo como a tí mismo, no hay mandamiento mayor que estos”, incluso le dicen  los de la religión judía, que sí: “Tienes razón Maestro, es más esto, el Amor a Dios, el Amor al prójimo, que todas, podríamos decir, las comedias humanas”. En estos tiempos modernos podemos decir: En aquél tiempo se decia, que el sacrificio es más que todas las comedias religiosas, misas, servicios religiosos, el bautismo, la comunión, la hostia, el pan, el vino, todo esto es teatro, puro teatro, no sirve de nada. Concretando, en el campo llamado cristiano, tanto el catolicismo, como el protestantismo, ya lo hemos dicho muchas veces, que no son la idea, la iglesia sencilla, la iglesia pobre de aquél obrero carpintero, Jesús de Nazareth: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”, y la humanidad sigue dividida en ricos y pobres. Trabajando nadie se hace rico, el que se hace rico es a costa del trabajo del prójimo, y así, de esta forma, se burla de Dios y del prójimo. Esto, sin contar las guerras que organizan los ricos, y entonces se hacen ricos, o más ricos, a costa de la vida de los pobres. Vemos, por ejemplo en España, Asturias, en las minas, que hubo unos cuantos muertos. Ahora, últimamente, está lo que era de Rusia, Ucrania, sesenta o setenta mineros muertos, y los dueños de las minas, éstos no, éstos siempre están fuera, y enriqueciéndose a costa del trabajo, de la vida de otros. Dos albañiles, estos días en Madrid, han sido sepultados en unas obras; siempre lo mismo. En esta humanidada dividida en ricos y pobres, vemos esta parte, este mundo de los ricos, que lo tienen todo, tal como hemos repetido en muchas ocasiones, tierras, palacios, castillos, oro, obras de arte, los ejercitos, la bomba atómica, etc., lo tienen todo, y los pobres, los obreros y obreras en el mundo, no tenemos nada más que el salario, y gracias si trabajamos. Después, al jubilarnos, una miseria para poder ir tirando adelante, y comiendo un poco, pero nada más; mientras que éstos, los ricos, se dán la gran vida, apoyados por el militarismo de todo el mundo, y también, apoyados por los sacerdotes, la jerarquía de todas las religiones del mundo, quienes les dan el visto bueno a esta gran injusticia humana, social. En el campo llamado cristiano, católicos y protestantes, admiten en sus organizaciones, en sus religiones, a creyentes que se harán ricos a costa de otros creyentes, y después todos se dan la mano, según los sacerdotes, en nombre de la paz, del Amor de Dios, y esto, ya digo, es la gran burla que se hace a Dios y al prójimo. De civilización, nada; de cultura, nada; de religion de Cristo, de Dios, nada. Entonces, nos encontramos con que los obreros y obreras en el mundo, son los que trabajan y construyen casas, pueblos, carreteras, etc. y la ropa y zapatos, después, la comida, el campo, etc., ya que sin el trabajo, todos estos ricos, se morirían de hambre. De vez en cuando, y esto también lo hemos dicho en otras ocasiones, el pueblo pobre, ya no puede aguantar más y hace revoluciones, pero con armas, revoluciones sangrientas, un comunismo, la dictadura comunista, socialista, lo que queráis, pero dura un tiempo, cierto tiempo, al final se cae, por que el capitalismo hace que siempre se caiga, y estamos en las mismas, o peor, porque si no cambias tú, no cambia nada. Se procura cambiar el gobierno, la forma de actuar, se procura cambiar la llamada “Constitución”, de los partidos, y no es por ahí; es el ser humano el que tiene que cambiar. Buscar, pues, a Cristo, es lo primero, “buscad primero el reino de Dios y las demás cosas os vienen por añadidura”, dice Cristo, por boca del obrero carpintero, y cuando leemos el evangelio de Lucas que dice que "el reino de Dios es de los pobres", Lucas 6 20 y después añade que "no se puede servir a Dios y al dinero", y que "es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja que entrar un rico en el reino de Dios", en el cielo, en la tierra, donde sea, entonces, la cosa está clara: La verdadera religión universal de Dios, en todo el infinito Universo, es la Justicia. Así, pues, en este mundo, que es uno de los más atrasados del infinito Universo, aquí también es la Justicia la religión verdadera; aquí en este mundo, es la iglesia pobre, en este caso podemos decir, la sinagoga pobre, la pagoda pobre, la mezquita pobre, pero de los  pobres, porque somos los pobres quienes hemos heredado la Tierra. Esto de que los pobres la heredarán, no, ya la hemos heredado, lo que pasa es que después, unos cuantos pillos, podemos decirlo así, se han ido apoderando de esta Tierra, entonces, los ricos lo tienen todo y los pobres no tenemos nada, y gracias si nos dejan tener una casa para vivir, unas ropas para llevar encima y un bocado de pan para llevarnos a la boca. Entonces, ¿cual es la verdadera revolución de Cristo, del Espíritu?, no es hacer esta revolución en este mundo. No solamente con Jesús, sino que a través de la historia humana consiste en esto, cambiar tú; si no cambias tú, no cambia nada. Buscar a Cristo dentro de uno mismo, y cuando lo tienes, tienes la Luz, la Verdad, la Vida. Cristo mismo ha dicho y dice: “Busca el reino dentro de tí mismo”, entonces tendrás esto, la Verdad, la Vida, la Luz, etc. Pero no llames a nadie Padre Espiritual, o Maestro Espiritual, porque solamente hay un  Maestro, Cristo, el Espíritu, y sólo un Padre Universal, Dios. Entonces, cuando el Cristo ha dicho y dice, que si un ciego guía a otro ciego ambos se caen, la cosa ya no puede estar mas clara, nadie en este mundo, nadie, por muchos estudios que tenga, nadie, puede interponerse entre Dios y los seres humanos, nadie, puede darnos ideas de algo que no ha visto jamás, que es Dios. Ahora bien, cualquier ser humano, todos tenemos derecho a dialogar, a pensar, a tener nuestras opiniones propias, sobre Dios, sobre el Espíritu, sobre la vida eterna, sobre la reecarnacion, etc., todo lo que queráis, pero nadie puede decir de parte de Dios: “Esto y esto es así”. Nadie puede decir: “Yo te diré de parte de Dios, esto y esto”; tú no me dirás nada, porque tú no sabes nada, sabes tanto como yo, por lo tanto tú, como yo tenemos que acudir a Dios, en nosotros mismos, es Cristo, quien nos dirá lo que tenemos que decir y hacer en cada momento. Así, de esta forma, nos convertimos en verdaderos apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios; hombres y mujeres. No se trata de ser anti-católico, anti-protestante, anti-capitalista, no, no; se trata de ser personas humanas, que ya han bajado del árbol, como los monos, y cuando nos damos cuenta de que somos seres humanos, tenemos que vivir como seres humanos, comportarnos como personas, y no como animales, que roban el hueso contínuamente al otro, esto lo hacen los animales, pero los seres humanos, ningún ser humano que sea consciente de ser un ser humano, puede vivir a costa de otros, a costa del trabajo de otros, porque entonces es peor que un perro, que un caballo, es peor que los demás animales, por muchos estudios que tenga, por mucha llamada “civilización”, o títulos de grandeza, que pueda tener, no. Los seres humanos, ninguno es más que otro, en el sentido espiritual, porque todos estamos hechos a imagen y semejanza de Dios, entonces, ¿qué pasa aquí?, que la verdadera revolución empieza por uno mismo. Hemos dicho en muchas ocasiones, que todos los pobres del mundo, somos los obreros los que trabajamos. Me choca cuando hay obreros mismos que dicen, "¡ah, no!, yo no soy pobre, lo son los que piden limosnas", y no es así. Si dejas de trabajar y no te dan ayuda, ni el gobierno, ni la familia, te morirás de hambre como los demás. Todo ser humano que trabaja, es pobre. Jesús de Nazareth dice aprended de mi, y él trabajaba de carpintero y predicaba la Verdad. Entonces, ¿qué pasa aquí? En los momentos actuales, aconsejamos a todos los pobres del mundo: Procurad no traer tantos hijos al mundo, procurad, diremos, no traer tanta carne de cañón, no tanta mano de obra barata, tantos soldados para los ricos, procurad no traer tantos hijos al mundo, y si no traéis ninguno, mejor; yo diría que uno por pareja ya es suficiente. Hay que acudir a los chismes estos que se llaman anticonceptivos, o si es preciso, al aborto. No escuchéis las voces de los “mandamases” religiosos que dicen que esto es un pecado; el pecado lo es, y gordo, apoyar que se tengan muchos hijos, para que los cuatro mangantes, cuatro ladrones, y asesinos que dominan el mundo, se apoderen de vuestros hijos, los exploten y los maten en las guerras; y no hablemos de la prostitución. Esto es el colmo, con tantos estudios, estos hombres y mujeres, sobre todo estos hombres que dominan el mundo, el capitalismo, con tantos estudios, y después, también, los hombres con tantos estudios de seminario, unos de universidad y otros de seminario, parece mentira, ¿eh?, que con tantos estudios sean tan bestias, tan animales, tan ladrones, tan asesinos, y es porque el estudio lo ponen a su servicio, para machacar al prójimo. Ama a tu prójimo como a tí mismo. Yo era un muchacho, y jugaba por la Plaza de la Paja de Palma, y ya oía hablar a mucha gente sobre el egoísmo, la bestia, y a veces oía también decir, incluso a mi madre, que "éste o ésta vendería a su propio padre o madre para un duro”, el egoísmo es la bestia de la que habla el Apocalipsis; bestias, ladrones y asesinos que dominan al mundo. Y millones de pobres, en lugar de ver las cosas claras, le hacen el juego al capitalismo y dicen algunos: “¡Hombre!, siempre habrá ricos y pobres”,  “¡Hombre!, éstos me dan trabajo”, pero, ¿no os dáis cuenta de la gran injusticia social, disfrazada, tapada, con palabras como esto de “justicia”, de sindicatos obreros?; por ejemplo: “Pórtate bien, e irás al cielo”. “La cultura de cada pueblo”; al fin y al cabo, cuando se habla tanto de cultura, después resulta que son costumbres de unos y de otro; está bien todo esto, pero en la práctica, ¿qué? Cuando decimos que hay que procurar no traer tantos hijos al mundo, no es para estar en contra de nadie, es porque está tan clara la cosa, ya que pasan siglos y siglos, y mientras la cantera de gente pobre esté rellena, los mandamases religiosos, políticos, militares, etc., en una palabra, el capitalismo, esta bestia, que forman esta trinidad diabólica de capitalistas, de militares, y de sacerdotes, religiosos, jerarquías, etc., mientras éstos tengan la cantera llena, claro, ellos siempre vivirán bien a costa de los demás. Quejarnos, ¿de qué sirve?, no se trata de quejarnos o de hacer revoluciones sangrientas, no se trata de esperar la panacea, el milagro, de los partidos políticos, sean de izquierdas, de derechas, sea lo que sea, no se trata de esperar ni siquiera el milagro comunista o socialista, se trata de buscar al Cristo, al Espíritu de Dios, tener las cosas claras en uno mismo. “Yo soy la Verdad, la Vida, soy la Luz, soy el Camino”; está tan clara la cosa; Cristo, a través de la historia humana, siempre habla a los seres humanos que lo buscan de verdad. El sermón del monte de Jesús, es una maravilla, pero hay unas palabras de aquél tiempo que hoy hay que hacerlas nuestras, ahora; se podría decir: “Bienaventurados los de limpio corazón”, pero, ¿quienes son estos de limpio corazón?, los que no roban, ni matan, los que no sienten orgullo, vanidad, egoismo, maldad, envidia, etc. “Bienaventurados los pacificadores, los pacíficos”, hoy en día son los que no quieren hacer el servicio militar en ningun lugar del mundo, pero teniendo conciencia de aquello de ser “pacíficos”, los que no quieren trabajar en arsenales militares, en la construcción de barcos o aviones de guerra, en fábricas de armas, etc. Hoy hay que decir estas cosas así; “Aprended de mí, que soy manso, humilde de corazón”, dijo Jesús en aquél tiempo; hoy, el Cristo dice: “Aprended de mí, ahora, que hablo por boca de cualquier ser humano, y en este caso, del obrero yesero, Cayetano; ahora aprended de mí, que soy un obrero, que he trabajado de yesero”, esto dice el Cristo de ayer y de hoy. Si ayer lo podía decir el cuerpo físico del carpintero, hoy lo puede decir el del yesero, o el del albañil, o el del barrendero, es lo de menos, es lo mismo. Trabajar para comer, vivir el evangelio y predicarlo, y, ¿qué es el evangelio?, es la buena nueva de que todos podemos ir directamente a Dios, buscarlo en nosotros mismos; que maravilla es esto. El Padre que nos ha creado y recreado a nosotros y al infinito Universo, así como a todos los seres que viven en todos los mundos, del infinito Universo; este Padre nuestro, lo tenemos tan cerca, que está en y con nosotros, en nosotros mismos, porque somos todos, todos hijos de Dios. El protestantismo, el catolicismo, claro, de Jesús de Nazareth han hecho, el hijo de Dios, de un hombre lo han hecho Dios, y de ahí la gran confusión que han metido, y no, no es así; estamos hechos a imagen y semejanza de Dios, y se refiere al Espíritu; ya lo dijo muy claramente el Cristo, y ahora también, que “las palabras que yo os hablo son verdad y espíritu, la carne es lo de menos”, ahora, en estos momentos, es el Cristo quien lo dice. Cuando entremos en este llamado tercer milenio, no esperemos, ya digo, milagros de nada, porque si uno no tiene al Cristo dentro, en el año 2001 o 2050, si no tiene al Cristo dentro, será igual que ahora. No cambiará nada más que el nombre, del 2001, del 2002, nada más. Hay que tener la idea clara, no esperemos milagros de otros, no esperemos que para que se arreglen las cosas en este mundo, que cambien los demas, empieza por tí mismo, cambia tú ahora. Esta llamada noche oscura de la que tantas veces hemos hablado por aquí, y algunos mistícos religiosos, católicos, en España mismo, Juan de la Cruz, habla de esta noche oscura, es noche oscura durante meses, años, o durante toda la vida, pero, ¿por qué esta noche oscura?, ¿porqué no hay una “caída del caballo” de cada ser humano, como Saulo de Tarso, que se convirtió en Pablo?, ahora es el momento, ¡cáete del caballo, ahora! Id a Cristo, teniendo la idea clara de que cuando decimos “Cristo”, no nos referimos al catolicismo, ni protestantismo, cuidado con esto, es una palabra, si no queréis decir “el Cristo”, podríamos decir, el Espíritu de Dios, pero ahora. ¿ Y qué pasa después?, que lo vés todo tan claro, tan natural, y ya no escuchas las voces de sirena, de los mandamases políticos y religiosos de este mundo, y dices, no, no es por aquí, vosotros no, el Espíritu de Dios sí, Cristo sí, vosotros no. Es más, el ser humano que tiene a Cristo en sí mismo, sea hombre o mujer aunque, no sepa leer y escribir, no tiene que ponerse a la defensiva de nada, no tiene que estar avergozado, no tiene que temer a aquellos indivíduos que tienen muchos estudios y mucha palabrería, no, no. A los reyes católicos de la España de hoy, o a la reina protestante de Inglaterre, o al papa católico, o a los sacerdotes, católicos, protestantes, etc. ya digo, tanto el papa católico como a los mandamáses de todas las religiones, los teólogos, protestantes, budistas, mahometanos, rabinos, etc., ahora les diría, les digo: “Vosotros no podéis, no tenéís nada que enseñarme; sí, estudios humanos teológicos, bíblicos, de historia, etc.,  pero no podéís enseñarme nada sobre Dios, sobre el Espíritu de Dios, sobre el Cristo, sobre mí mismo como espíritu, nada podéis enseñarme amigos, es al revés, yo sí que puedo enseñaros, o daros consejo". Cuando el Cristo ha dicho y dice ahora: “Por sus frutos los conoceréis”, no por sus estudios, la cosa está clara, ¿qué fruto habéis dado a través de la historia humana, todas las religiones en este mundo?; todo, absolutamente todo negativo, guerras producidas por vosotros, o apoyadas por vosotros, los sacerdotes de todas las religiones, y la última esta guerra, en España apoyada por el Vaticano, por la iglesia católica, guerras apoyadas por el protestantismo, etc., no, todo esto no es de Cristo, no es cristiano. Vosotros tenéis que aprender de mí, del yesero jubilado, y no se trata de vanagloria, de vanidad, y toda esa tonteria que podais decir, no, porque ya en tiempos de Jesús de Nazareth, la gente decía: “¡Cómo!, ¿quién es éste?, ¿cómo sabe tantas cosas si es el carpintero?” ¿Qué tiene que ver si es el carpintero o es el yesero, o es el enterrador de muertos?,  es el espíritu el que cuenta, el cual es el verdadero hijo de Dios, el espíritu de cada ser humano, hombre o mujer, blanco o negro, este es verdaderamente hijo de Dios, porque Dios lo ha creado, y Dios no hace acepción de personas. ¿Jesús de Nazareth sería hijo de Dios y nosotros no?, esto es el colmo. “¡Padre, (dijo hace dos mil años el Cristo por boca de Jesús), así como tú y yo somos uns cosa, que estos entiendan también que somos una cosa”, y han puesto la palabra, “que sean”, ¿cómo “que sean”? si ya somos. El Espíritu lo es todo, Dios es Espíritu, porque claro, no podemos decir si es redondo o si es cuadrado, si es así si es asá, decímos “Espíritu”; es el nombre más acertado que podemos dar a esta cosa que llamamos Dios, y lo más acertado es decir “Espíritu”, a mí mismo, a vosotros a cualquiera, porque el físico no cuenta. Cuantas veces he dicho que yo no envejesco, no me he vuelto viejo, soy el mismo, entonces, si soy el mismo, ahora siempre, está claro que esto que soy yo, no ha nacido, ni puede morir, es eterno. Una cosa que envejece, es porque ha empezado, ha nacido y después muere, este nacer y morir, que es la reencarnación de todo, pero, la recreación, en este caso, es en el físico, el espíritu no, el Espíritu es eterno, tan eterno como Dios mismo, porque es el Todo, y somos esta pequeñita parte del Todo. En muchas ocasiones, también hemos dicho que este Amor de Dios, cuando se hace real, verdadero en el ser humano, vemos que las personas se portan de forma diferente y a esto le llamamos bondad, o maldad, porque vemos las consecuencias, negativa o positiva. Entonces, esta Bondad es esta Luz, esta Vida, es el Todo, de este Dios-Amor del que habla Juan, diciendo que Dios es Amor, que nadie ha visto jamás a Dios. Muy bien, entonces, ayer, hoy y mañana, siempre estaremos con lo mismo; es el eterno presente: Cristo, ahora. ¿Qué podemos hacer nosotros, obreros y obreras, aquí en Mallorca y en otros lugares de España o del mundo? Como seres humanos que queremos vivir, que tratamos de vivir este cristianismo, el cristianismo y en otros lugares será el budismo, el islam, el judaísmo, o lo que sea, pero en este caso aquí, nosotros, como iglesia pobre, ¿qué podemos hacer? La cosa está clara, y la hemos repetido un montón de veces: Vive en y con Cristo, y ya eres sacerdote de Dios, apóstol de Cristo, pero este sacerdocio que vives, después te sirve para decir a otros que hagan lo mismo; ahí está la gran Verdad Universal de Dios, y la maravillosa idea, incluso podríamos decir, filosófica idea, del Universo; busca tú la Luz y dí a los demas que hagan lo mismo. Es la gran maravilla, que no vemos en los mandamases de ninguna religión organizada, ¿por qué?, porque ellos sólamente van al poder y al dinero, y todos los sacerdotes de todas las religiones, en este caso, catolicismo, protestantismo, dicen: “Acude a nosotros para tener la luz, para estar con Dios”; no, no habéis entendido nada de Dios, a través de la historia humana, ni de profetas, ni de iluminados, o mesías, y mucho menos de Jesús de Nazareth; no habéis entendido nada, o habéis hecho oídos sordos a esta gran Verdad, sencilla Verdad. Cuando tienes a Dios, al Cristo, te das cuenta, los sentimientos se te abren, notas que la bestia va muriendo y el ángel renace, y eres el único, que con propiedad puedes decir a otros que hagan lo mismo, no que te sigan a tí; no hay que seguir a Cayetano, el yesero, ni a Miguel, ni a Juan, ni a José, ni a María, ni a nadie; hay que seguir al Cristo, al Maestro, y todos juntos, formamos la verdadera iglesia pobre en este mundo, la religión universal, porque religión, esta palabra, no es nada más que religar, dar la idea de volver al Padre. Cuando te dás cuenta de que has sido creado por alguien o algo, que le damos el nombre de Dios, cuanto te dás cuenta de esto, dices: “¡Ah!, la cosa está clara, yo tengo que estar bien con Dios, y después amar al prójimo como a mí mismo”, pero cuidado, en el campo sencillo de la cosa, de la palabra misma, no hacer teatro, no dar la limosnita, no pertenecer a una religión determinada, no, no; hay que vivir la vida de forma sencilla, y hay que repetir otra ves lo mismo, si no cambias tú, no cambia nada, y lo que no quieras para ti, no lo quieras para los demás, la cosa está clara, si no quieres que te exploten, no explotes, si no quieres que te insulten, no quieres que te roben, que te maten, no lo hagas tú, y sin saber leer, ni escribir, tendrás la verdadera, que diremos, comunión con Dios, la verdadera cultura, la verdadera civilización, la verdadera religión, podemos decir ahora, la verdadera Vida, vivir la Vida sin ensuciarla, este es el mensaje de ahora. Existen partidos políticos, religiones, y todo lo que queráis, porque de un plumazo no se pueden quitar ahora, pero todo eso se cae, si las personas cambian. La cosa está clara, no se trata de odiar al rico, al militar, o al sacerdote, se trata de decirles:”¡Eh!, que te has equivocado, esta pillería tuya de vivir a costa de otros, de armar guerras, o partidos políticos para explotar a otros, con ideas y con la parte material, el dinero, todo esto, no, con esto se ve que lo que estáis haciendo es de enfermos", y no es sólamente la pillería en el sentido de que estos tipos merece que los cuelguen, no, no, es que están enfermos, y Cristo ha dicho y dice: “Yo he venido a curar a los enfermos, los sanos no necesitan ser curados, porque ya están curados”. Es por esto que se ha dicho, se dice, que el reino de Dios es de los pobres, porque, en un ejemplo sencillo de ahora, podríamos decir que los pobres de todo el mundo son los que están fuera, poniendo un ejemplo, están fuera de la clínica, ahí dentro hay muchos enfermos, pero los pobres están fuera de la clínica, ahora les falta a los pobres ponerse a trabajar, a trabajar la Vida Espiritual, pero los enfermos, los que han quedado dentro de la clínica, son los ricos de todo el mundo, los mandamáses religiosos, los mandamases políticos y militares; estos son los eternos enfermos que están dentro de la clínica, pero todos los pobres que han salido de esta clínica, o que no han entrado nunca, tienen ya la obligación de ponerse a trabajar, ya que están sanos, y Cristo tiene que decirles a estos ricos: “Os sacaré de la clínica, os sacaré de la clínica y lo haré de dos formas; de forma directa, y lo dice a los ricos, pero también lo haré de forma indirecta, a través de los pobres, ya que ellos ya están sanos”. Entonces, la verdadera revolución es en y con Cristo, con el Espíritu. Nos encontramos con ricos y pobres, y hay que saber ver la gran película que pasa delante de nosotros, de toda la falsedad, de la porquería que vemos cada día en el mundo, en España, en América, en Mallorca mismo, los medios de comunicación, la gran propaganda que hacen para vender cosas; el capitalismo está ahí a toda máquina, para acumular dinero, caiga quien caiga. Las enfermedades, no sólamente físicas, sino del cerebro, de la mente, del espíritu, la droga, el alcohol, el sexo a costa de todo, tener dinero, tener una casa aquí, y otra allá, trabajar más de la cuenta, aquellos matrimonios que trabajan los dos y los niños abandonados, en el colegio, en la guardería, toda esto es prueba clara de que falta Cristo, falta la Luz, están en las tinieblas están enfermos, muy enfermos, es más, podemos decir enfermos, pero también, animales, monos encima del árbol, aún no han bajado, aún no son personas humanas, humanas de verdad. Este egoísmo; cuántas mujeres hay, hoy en día, en Europa, en América, en Espáña mismo, que dicen: ”Quiero realizarme”. ¿Qué es realizarte?, ¿que tu marido haga la comida en la cocina?, ¿que tú vayas a trabajar aquí o allá, ¿que estudies ésto o lo otro?, ¿que te sientas independiente?, ¿porqué, pues, traes hijos al mundo, si no sirves para madre?, ¿quieres realizarte?, entonces, ¿por qué te casas, y quieres formar un hogar? ¡Realízate sola!, pero este realizarse es propio de los enfermos, de los que están en la clínica, porque el verdadero realizarse de las mujeres de todo el mundo, pobres y ricas, ricas y pobres, mujeres, la verdadera realización, la verdad, no es esto; es buscar el Espíritu de Dios, el Cristo, y ser cada día más persona, y menos animal, porque si tienes muchos estudios y dirijes una empresa o vas a trabajar en una empresa con aparatos por aquí y aparatos por allá y no tienes sentimientos, no vives como persona y vives como, animal con unos conocimientos, físicos, humanos, y después te dá algo que no sabes de dónde viene y enfermas, duras poco tiempo, te mueres y te entierran; ¿será el entierro de una mujer realizada, de una mujer, o de un hombre de cultura, un hombre cargado de medallas, de homenajes, un hombre cargado de millones y lo deja todo y muere también?, ¿también se ha realizado?. Imaginemos que los dos se presentan ante Dios, el hombre y la mujer diciend: "Yo estoy realizada, y yo tambien estoy realizado", y les dirá el Padre, les dirá Dios: “Bien, ahora volved otra vez al mundo físico, ya sea este u otro, y tratad de entender la cosa; sí, tenéis que realizaros, tenéis que despertar al Espíritu, el Cristo, a Dios, que es la verdadera Vida", porque la verdadera Vida, no se trata de tener oro y plata, palacios, obras de arte, o de tener una casa en el campo para ir a pasar un fin de semana, no, no; la verdadera Vida es la vida sencilla, clara, bondadosa, aunque sea comiendo sólamente pan con aceite. No se trata de ser, o aparentar una cosa humilde, con hipocresía, no; se trata de la vida sencilla de un ser humano, de un pobre. Cuando el pobre se dá cuenta de todo esto, que siente la dignidad de ser obrero, de ser pobre, valga la palabra, podemos decir, que este ser humano, hombre o mujer, es el más rico, es el ser más rico en este mundo. Cuando te dás cuenta de qué es la dignidad del ser humano, trabajas para comer y punto; y vives en y con Cristo, con Dios, tienes las ideas claras, vives contínuamente al Cristo, que te enseña y te dice lo que tienes que decir, lo que tienes que hacer, en cada momento de la vida, y todo esto sin contar, después, con esta vida, que diremos, mística, interior, de la oración, de la relajación, esta vivencia, esta cosa del viaje astral. Sin contar todo esto, simplemente la vida sencilla, este mundo, si viviéramos todos esta vida sencilla, todos, si tuviéramos todos la idea clara de esta Bondad, que viene de Dios, claro,  este mundo sería ya un paraíso, sobrando los partidos políticos, la policia, sobran los militares, los ejércitos, sobran las religiones, sobra todo. Procuremos tener la idea clara, vamos a entrar en este llamado tercer milenio, pero esto es cosa humana, porque los calendarios no son los mismos en todo el mundo, y mucho menos para el infinito Universo. El tiempo es infinito; que si cambios de lunas, de planetas, y entramos aquí y allá, que si Era de Acuario, y todo lo que queráis, pero si este ser no cambia, se encuentra, se encontrará, muchos se encontrarán con que entraremos en el dos mil y tantos, y la cosa será igual que antes. No, tienes que ser tú, cambiar tú, realizarte tú, hombre o mujer, pero en el Espíritu. Este es el mensaje hoy. Hace algún tiempo, unos meses, hablamos un poco del sermón del monte, el de ayer, trasladarlo un poco a hoy. Pero hoy, dicho sermón, es de actualidad; repitamos la cosa, no votar a nadie, cuidado con el militarismo, y los jóvenes que se hagan objetores de conciencia, mandar a paseo todo el militarismo, y procurar no traer tantos hijos, o no traer ninguno, no aumentar más la pobreza. Cuando todos los seres humanos pobres, hombres y mujeres en este mundo, tengan la idea clara de esto, el capitalismo tocará a su fin. Ellos mismos cerrarán las fábricas de armas, los capitalistas mismos cerrarán hasta las religiones, quedará todo anulado, no sirve, porque cuando el ser humano piensa por sí mismo, tiene al Cristo, tiene ideas propias. A este ser humano nadie puede engañarlo, explotarlo, nadie. Es que se podría decir: “Cayetano, tú has trabajado toda tu vida, te han explotado otros”, sí, pero cuidado, he sabido, he tenido la idea clara de que me estaban explotando, pero era necesario para poder yo comer; así como están las cosas, pero hemos procurado no traer muchos hijos al mundo, con Magdalena, tuvimos una hija; ahora vemos que Jaime y Lucía, tienen una hija; ahí está la cosa, y si es un matrimonio, pero pobres, y no trae ninguno, yo diría que mejor. Hemos dicho muchas veces que hay personas que tienen millones y millones, dinero en el banco, y otras, tienen los millones en la cabeza. Estos pobres que quieren enriquecerse, todo esto es negativo, es falso. Basta pensar, ya hemos repetido y hay que repetirlo, que basta pensar que en la humanidad, si todos somos ricos, nos moriremos de hambre, pero si todos somos pobres y todo el mundo trabaja, habrá comida suficiente para todos. La cosa ya no puede estar más clara, pero sobre todo tengamos esto presente: iglesia pobre, hombres y mujeres, somos sacerdotes de Dios, apóstoles de Cristo, tenemos el derecho y después la obligación, de decir a los demás que hagan lo mismo; todos, no se trata pues, ya digo, de acobardarse, no, no. Lo que oís al oído, predicadlo desde los terrados, es decir, las palabras que hablo son verdad, son espíritu, ahora y siempre, entonces, ¿qué es lo que hay que tener?; es que este hombre tiene un título, es un cardenal, es un obispo, es el papa, es un profesor de la universidad, es un gran escritor, es un historiador, bien, pueden hablarme de todo lo que quieran, puedo escucharles, pero en las cosas del espíritu, repitamos, el que vive en y con Cristo, con Dios, éste ser no necesita que nadie le enseñe nada. Cuántas veces hemos dicho que todo lo que se ha dicho, o se ha escrito, se dice y se escribe, o se dirá y se escribirá sobre el Espíritu, sobre Dios, yo, Cayetano, el yesero, ya lo sé; el pasado, el presente y el futuro, sobre las cosas del espíritu, sobre Dios, pasado, presente y futuro, y esto está al alcance de todos, porque cuando se tiene al Cristo, no es cuestión de un pasado, o de un futuro, es el eterno presente, ¡ahora!, y en este “ahora”, pasan años, siglos, millones de años, es el eterno presente, ahora. Somos tan eternos como Dios mismo, y como Dios no ha nacido nunca, ni morirá nunca, entonces, es el eterno ahora. Estas palabras, que leemos, estas frases de la biblia, del antíguo testamento, “yo soy el que soy”; esta voz que oyó Moises, “yo soy el que soy”, eso es todo; somos nosotros, es el infinito Universo, es Dios. No se trata de ponernos ahí y decir: “¡ah!, yo soy Dios, yo puedo enseñarte, ¡ah!, yo puedo", no, no. La cosa sencilla y clara, la dignidad de pobre, de obrero, la dignidad de apóstol, de sacerdote de Dios, y cuando vives esta vida sin ensuciarla, esta bondad que se vá manifestando contínuamente, entonces, ¿qué pasa aquí?, esto no se adquiere por estudios humanos, por lo tanto, todas la jeraquías de todas las religiones, y en este caso, del catolicismo y protestantismo, nada, nada puede enseñarnos, porque estos hombres no saben nada de Dios, del Espíritu. Ahora podemos decir lo mismo de hace dos mil años, “toma tu cruz, ven, sígueme”, pero esto lo dice el Cristo, el Espíritu, no hay que seguir a Cayetano, es el Cristo, el Espíritu. O lo tomas, o lo dejas, la cosa está clara. Yo os aconsejo a vosotros, a los que me oirán despues con esta cinta, a todos los que pueda llegar mi voz, en el mundo, en cualquier parte, buscad a Cristo, buscad al que nos ha creado, no hay otro camino, no hay otra solución, no esperemos milagros, ya digo, de religiones, de partidos políticos, de cambios de, qué diremos, de cambios de pensar de la humanidad, no, no, si no cambias tú, no cambia nada, es el Cristo, tú cambia, y puedes decir con propiedad a los demás que hagan lo mismo, ahí está la cosa. Claro, primero limpiar por dentro, que la cosa esté limpia para que el Cristo, yo, dice El, pueda entrar, hacer morada, hacerme familiar; esta preparación, este limpiar, estas palabras conocidas, que tantas veces se repiten en el mundo, egoísmo, odio, maldad, rabia, envídia, etc., todo esto, apartado de uno mismo, que la cosa quede limpia, y el Espíritu, Dios, el Cristo, hace una comunión contigo y eso es todo. La cosa es sencillísima, es la verdadera comunión, que no se trata de un día, una hora, es la forma eterna, la comunión con Dios, es volver al Padre. Claro, que se puede preguntar lo que a veces yo, como Cayetano, he preguntado a Dios, al Cristo, "¿por qué todo esto, si hemos salidos de tí, por qué hemos tenido que salir y pasar por todas estas experiencias, peripecias, por estos mundos?", ¡ah!, esto es cosa de Dios. Pero así y todo, el Cristo, el Espíritu, me dice: “Sí,¿ pero no te dás cuenta de que es necesario para Dios mismo todo esto? Es lo que ya tuve que decir a los rabinos: “No habéis entendido esto de que Dios creó el infinito Universo, en seis o siete días, y después, el séptimo, descasa”. Pero si Dios no puede descasar, ¿cómo va a descansar?, entonces, si todo está bien hecho y los espíritus están con Dios, sobran los mundos, sobran los soles, las galaxias, sobra este mundo, sobra la tierra, el agua, el aire, sobra la vida física, y entonces, tendríamos al infinito Universo sin nada físico, el gran vacío lleno de Espíritu, pero se vé que Dios no quiere esto, por esto ha creado y recreado siempre, mundos, soles, galaxias, cuerpos físicos de varias formas, de formas diferentes, en todas partes, pero una cosa es cierta, sentimos a veces esta, que diremos, esta, digamos, pena, pero yo creo que es porque no se tienen las ideas claras, esta pena del físico, los problemas humanos, las enfermedades, la muerte, los disgustos, estas cosas, pero todo esto es pasajero, cuando te dás cuentas dices: “¡Caramba!, sí que es pasajero todo esto”. No hay, pues, lo que dicen las religiones, castigos, muerte eterna, infiernos; si todo esto es imposible. ¿Dicen que hay un cielo?, sí, pero este cielo no en la forma que lo predican las religiones, es la forma de estar, ayer, hoy, mañana; ahora, en el infinito Universo, esto es el cielo; el vacio éste, que no hay tal vacio, todo es el cielo, todo es Dios. ¿Dónde podemos colocar la parte negativa de todo esto, si no existe?, es imposible, sólamente es un enrredo para nosotros esperar, en este caso, reencarnación tras reencarnación, pero todos al final, todo, al final, siempre se salva. Se siembra patatas o tomates, entonces se comen estos tómates, estas patatas, aquello otra vez en la tierra, da una  nueva cosecha, en una palabra, que nada desaparece, todo se transforma. Ahora imaginad el Espíritu, cuántas veces deja el físico, en una casa o en una clínica, días, meses, años, y humanamente se dice que está en coma, pero el espíritu ya está en otras partes. Cristo, ahora, os dice: “¡Adelante!, sin temor, como hace dos mil años, no temáis manada pequeña, precisamente es de lo pequeñito, que viene lo grande, una semilla será un árbol, de lo pequeñito. No se trata pues de ayudar al capitalismo, en estas tonterías, que si Jesús de Nazareth era así o asá, alto, bajo, feo, guapo, si Dios es redondo, si es cuadrado. Estos días están dando estas animaladas por la televisión, de la semana santa que dicen, si resucitó, si no resucitó, si esto así, si esto asá, y venga libros y más libros sobre Jesús, y millones y millones de seres humanos enrredados, con estas cosas. En esta parte occidental, el llamado “cristianismo”, católicos y protestantes, enrredados, hablando mucho de Jesús, y muy pocos, muy pocos se atreven a vivir como Jesús, el carpintero; ¿os dáis cuenta? Asi es que, Cristo es, digamos, el gran Líder, el Espíritu, no Jesús de Nazareth. La verdadera revolución en este mundo, revolución humana, no hay más que esto, cambiar tú, y decir a otro que cambien, no hay más, porque si no es así, por muchos años, o siglos que pasen, seguirá siempre lo de la explotación, las guerras, etc., porque el egoísmo es, en este caso podríamo decir, el jefe de todo lo negativo, claro, el egoísmo. Se le ha puesto el nombre del demonio, de Satanás, la bestia, etc., hay tantos nombres, pero esto es el egoísmo. Es triste, muy triste, ver a estos mandamases con tantos estudios, estos pobres reyes de España, este pobre rey, Juan Carlos, su vida, es una vida sin sentido, hace el papel de rey, pero, ¿dónde queda la parte espiritual?, de haber buscado a Cristo no sería rey humano, sería un ser sencillo, trabajando para comer y predicaría a Cristo. Después, los gobernantes, los sacerdotes, los pastores estos de rebaño, de religión, cardenales, papas, ¿qué es todo esto?, ¿hay que odiarlos?, ¡no!, no. Yo, como Cayetano, el yesero jubilado, no odio al papa, ni al rey de España, no les odio, les tengo compasión, y pido al Cristo: “¡Ayúdales!, a ver si en esta vida pudieran despertar al Cristo, al Señor”. Hemos dicho tantas veces que no se trata de luchar contra el enfermo, sino contra la enfermedad. Tenemos que ver en todas estas personas, capitalistas, banqueros, industriales, comerciantes, militares, congregaciones religiosas, etc., tenemos que ver en ellos, simplemente esto, enfermos, gente atrasada que aún está encima del árbol, monos sin evolucionar, son animales vestidos de personas. Yo era un niño y oía decir a mi madre: “Son carne, trozos de carne bautizados”, es muy triste todo esto, porque el verdadero ser humano, como dicen estas mujeres de realizarse, el verdadero ser humano que se realiza de verdad, es este pobre, que trabaja para comer con dignidad, trabaja, y predica, éste se ha realizado de verdad y lleva en sí al Espíritu, al gran, digamos, bagage conjunto de cosas que podrá presentar a Dios, todas las cosas unidas. "Señor, Maestro, Cristo, Dios, Padre, esta chispa que me has dado bondad y he procurado no estropearla, no ensuciarla, al contrario, limpiarla más; ahí tengo el gran testamento que dejo a los demás seres humanos, amigos y familiares, y te lo devuelvo a tí, Señor". ¡Qué maravilla!, ir con las manos limpias. “Bienavanturados vosotros, los de limpio corazón”; Cristo dice ahora: “Bienaventurados vosotros, los obreros y obreras en todo el mundo, que sentís la necesidad de trabajar para comer, pero con la necesidad de estar en y con Dios, no de acumular cosas humanas”. Podríamos hablar y hablar, pero yo creo que ya es suficiente. Cristo, ahora, sin religión de ninguna clase, y este llamado “cristianismo”, católico y protestante, está de más, sobra; además, no es cristianismo, es una organización, u organizaciones teatrales de unos vividores y otros abajo, los creyentes que hay de buena fe, claro, pero todo esto es triste, es triste. “Sin mí nada podéis hacer, yo soy la Verdad, la Vida, soy la Paz, soy la Justicia”, Cristo es el todo, la Justicia verdadera. Así como hemos empezado, con esto del Levítico, o de Jesús: “Los dos principales mandamientos son, ama a Dios, al Espíritu, por sobre todas la cosas, y a tu prójimo como a tí mismo”; ¿os dáis cuenta?, y es de esa forma, cuando lo sientes, lo vives, no sientes odio al rey de España, a los mandamases políticos, a los banqueros, tampoco odias al papa, no sientes odio, lástima sí, pero odio, no. Buscad a Cristo, hay que repetir contínuamente, y no lo busquéis en libros, ni en reuniones en casa de Cayetano, ni en casa de Miguel, o de María, o de Juan, o del que sea; no, buscadlo dentro de vosotros mismos, y seguro que después el Maestro os dará algún caramelito, o algún bombón, que pueden ser viajes astrales, adivinar, saber cosas, pero esto no tiene que alarmarnos, porque lo importante no es el bombón, lo importante es estar bien con Dios, con el que nos ha creado. Basta por hoy. Me gustaría saber que esto pueda verlo mucha gente en el mundo; verlo y oirlo; y en fin; basta. (Abril).

 

 

DIOS Y EL EGOÍSMO DE LOS SERES HUMANOS

 

Nos dijo Cristo, por boca del obrero carpintero Jesús de Nazareth, “Donde esta vuestro tesoro esta vuestro corazón”; el egoísmo pues esta en muchas formas diferentes en la mente de muchos seres humanos. Los ricos quieren enriquecerse más y muchos pobres sueñan o piensan en hacerse ricos y así sigue la humanidad dividida en ricos y pobres. Pero se es egoísta cuando se piensa en querer ser más que otros, o sea, el orgullo, la vanidad, etc., y sobre todo en tener dinero, casas, coches, etc., más que otros, pero todo esto adornado, camuflado, etc., con la llamada civilización, cultura, religión, etc.; total, que todo esto es un gran engaño. Y claro esta que todo esto queda muy lejos de Dios, con tantos y variados dioses muertos que se han creado muchos seres humanos en este mundo, pero todas estas cosas o formas de egoísmo, son simplemente la gran ignorancia de muchos seres humanos, son como niños que juegan con las cosas de la vida, en lugar de vivir y comportarse como adultos, o sea, como seres humanos, como verdaderas personas; sería todo esto cómico, pero por desgracia no lo es, ya que es un gran drama social y muy triste, ya que produce explotación, o sea, unos que se hacen ricos a costa del trabajo de otros, y las guerras que organizan los ricos con la muerte de muchos pobres. Entonces algo falla en esta llamada civilización, se ha querido edificar una casa empezando por el tejado y esto es una gran equivocación, es un disparate, ya que una casa se empieza haciendo primero los fundamentos, y el verdadero y único fundamento es nuestro Creador que llamamos Dios, pues alguien o algo ha hecho posible nuestra existencia y la del Infinito Universo. Pero nosotros, los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre, tenemos las ideas muy claras pues al tener al Cristo que es Luz, se ven las cosas claras; no se trata pues de organizaciones religiosas, se trata de organizar la propia vida, de tener al Espíritu de Dios en uno mismo, en la propia vida, o sea, vivir en y con Cristo, con Dios, y de forma sencilla se vence al egoísmo, y el ser humano, el hombre o mujer, se convierte en verdadero apóstol de Cristo y sacerdote de Dios; esto es todo, es el verdadero y único evangelio de Cristo, es pues el verdadero cristianismo. Aconsejamos pues a todos los seres humanos, que procuren apartar de su mente toda clase de egoísmo y busquen a Cristo en si mismo, sin intermediarios de ninguna clase, acción directa, la oración a Dios, que no son palabras aprendidas de memoria, es un verdadero diálogo con Dios, ánimos pues amigos.

Somos la Iglesia Pobre, el único cristianismo en el mundo, no somos católicos ni protestantes, pero comprendemos que en estas organizaciones religiosas, hay seguramente seres humanos que tratan de verdad de seguir al Cristo, estas personas pues forman parte también de nuestra Iglesia Pobre, y que pronto puedan formar parte toda la humanidad. Así sea. Amén. (Diciembre).