MENSAJE CRISTIANO A TODOS LOS POBRES DEL MUNDO
Desde esta isla del Mediterráneo, Mallorca, islas Baleares, os
enviamos este sencillo mensaje del verdadero cristianismo de Jesús de Nazareth,
el obrero carpintero. Al Espíritu universal de Dios, nosotros los cristianos,
lo llamamos Cristo, este Cristo que ya estaba en el obrero carpintero Jesús de
Nazareth, el cual, de forma muy clara y sencilla, en los evangelios, nos resume
lo siguiente: “Bienaventurados vosotros
los pobres porque vuestro es el reino de Dios”, Lucas 6,20, o sea, que el reino de Dios no hay que buscarlo en
las iglesias, en las organizaciones, en las religiones, etc., sino que es cada uno en sí mismo, en su propia vida.
Después Cristo nos aclara más la cosa y nos dice que “no se puede servir a Dios y al dinero”, que “es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja que entrar un
rico en el reino de Dios”, que “los dos principales mandamientos son:
Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo”, por lo
tanto, hacerse rico a costa del trabajo del prójimo es burlarse de Dios y del
prójimo; además, que esta ley de Dios es natural porque nadie quiere que lo
maltraten, que le roben, que lo maten, etc.. Nosotros, en Mallorca, somos obreros
y obreras los que formamos esta sencilla Iglesia Pobre, sin templos, sin
organizar nada, sin sacerdotes a sueldo, sin toda esa cosa teatral, esa
maquinaria capitalista del catolicismo del Vaticano o del Protestantismo que
salió de Lutero, ya que todo esto no tiene nada que ver con el verdadero
cristianismo de Cristo. Os aconsejamos, pues, a todos los obreros y obreras del
mundo, o sea, los pobres, los que trabajamos, los que precisamente producimos
la riqueza en este mundo, la cual se lleva después, se apropia de ella, nos
roba el capitalismo, os aconsejamos amigos, que procuréis tener la idea clara
de que si ellos, los ricos, los capitalistas, el clero, los militares, etc., ya
que todos van juntos, si defienden sus intereses, nosotros los obreros tenemos
el derecho y el deber de defender también nuestros propios intereses. Si
estamos con Cristo tendremos, pues, las cosas claras, porque Cristo es la Luz y
cuando hay Luz se ven las cosas claras. Cristo es la Armonía, la Sabiduría, la
Justicia, la Bondad, que es la chispa del Amor de Dios en cada ser humano;
procurad, pues, tomar en serio este sencillo consejo que os damos, procurad no
traer tantos hijos al mundo, o no traer ninguno, para no engrosar las filas, la
cantera de gente pobre, hombres y mujeres, obreros al paro, el hambre en el
mundo, proporcionar mano de obra barata al capitalismo, soldados para las
guerras que ellos organizan; no amigos, tened la idea clara, un hijo por pareja
ya es suficiente y si no hay trabajo seguro, ninguno; no escuchéis los “cantos
de sirena” de los ricos, de las iglesias: “el aborto es una animalada, hay que
traer muchos hijos porque son una bendición”, no, porque vemos la porquería que
está haciendo el capitalismo en el mundo, ellos mismos nos dicen los millones
de niños que se mueren de hambre, se venden niños, etc., barbaridades, que las
noticias nos traen acerca de lo que está pasando en el mundo con este
capitalismo salvaje y las jerarquías y sacerdotes son cómplices de toda esta
maldad, esta porquería social, de la injusticia. La idea está clara: seguir al
Cristo, tener al Cristo en uno mismo, en la propia vida, es la verdadera y
única revolución que podemos hacer los pobres en el mundo, ya que con
violencia, armar guerras contra los ricos, implantar comunismos que después se
caen, no sirve, no quita el egoísmo de las personas, sin Cristo nada se puede
hacer ya que se cambian los gobiernos, pero si no cambia uno mismo, no cambia
nada, hay que cambiar uno mismo, quitar de la mente todo lo negativo para tener
la idea clara de lo positivo, del Amor de Dios, la Bondad, abrir el corazón a
las cosas de la vida, a las personas; no se trata de odiar a nadie, ya dice el
Cristo por boca de Jesús: “Sed prudentes
como serpientes y sencillos como palomas”, hay que ser buenos pero no tontos.
Seamos cristianos de Cristo, y los pobres del mundo que viven en países donde
se conoce el budismo, el islam, el judaísmo u otras religiones, maldad a paseo
a los sacerdotes de cualquier religión, daos de baja de cualquier religión,
llámese como se llame y tratad de buscar a ese Espíritu de Dios, al que nos ha
creado, unos le llamamos Cristo, otros le llaman Buda, etc., es el mismo
Espíritu, el de nuestro Creador al que nadie puede negar ya que alguien o algo
ha hecho posible nuestra existencia. Amigos, comprended que en todas las
religiones, los sacerdotes, el clero, la jerarquía, etc., admiten que unos
creyentes se hagan ricos a costa del trabajo de otros creyentes y después se
reúnen en las mezquitas, sinagogas, templos, etc. “alabando” a Dios y dando
gracias, mientras ahí dentro están el rico y el pobre, el sinvergüenza que se
aprovecha y se hace rico a costa del trabajo del pobre, y los sacerdotes se
callan y dan la bendición. Cristo, el Espíritu de Dios, y nadie más que Cristo,
nos da Luz y tenemos ideas propias, el cerebro marcha de forma normal, sin
dejarse engañar por nadie ni por la propaganda del capitalismo de comprar
cosas, ni por la droga del fútbol, ni por las drogas, el alcohol, ni por otro
montón de drogas tales como religiones, partidos políticos, el dinero, que son
la gran droga, con el lema de que tienes que hacerte rico para poder vivir
bien, pero Dios ha creado el infinito
Universo para que seamos ricos, porque si todos fuéramos ricos nos moriríamos
de hambre, es el trabajo lo importante, y si quieren seguir conservando el
nombre de banquero, empresario, etc., bien, pero que trabajen y cuando lleguen
los beneficios, que los repartan y acabar con la comedia de los sindicatos de
pedir unas pesetitas más, ya que hay
suficiente para todos, el Amor de Dios basta para todos. Amigos obreros y
obreras, pobres del mundo, buscad el Espíritu de Dios, el Cristo, convertíos en
verdaderos apóstoles de Cristo, en verdaderos sacerdotes de Dios, vosotros,
nosotros, todos, y no tengamos temor ante señores que tienen muchos estudios de
seminario y dinero, porque estos no tienen a Cristo, no tienen a Dios; no nos
avergonzamos de ser nosotros mismos apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios,
sin intermediarios de ninguna clase entre Dios, al que nadie ha visto jamás, y
cada uno de nosotros, y será “La iglesia
verdadera en cada casa obrera y Cristo en el corazón”. La meditación, la
oración es la base de todo, oración espiritual, mental, nada de palabras
aprendidas de memoria; el que nos ha creado nos escucha y Él es el único que
puede guiarnos, el Cristo, Dios universal. Ánimos, amigos, y adelante. Así sea.
Amén. (Enero).
LA IGLESIA DE CRISTO LA FORMAMOS TODOS LOS POBRES
La iglesia de Cristo la formamos todos los pobres que tienen a
Cristo en sí mismo, en su propia vida. Cristo ya dijo por boca del obrero
carpintero Jesús de Nazareth: "El
reino de Dios es de los pobres" Lucas 6, 20. Las llamadas
"iglesias", católica, protestante, etc., no son la iglesia de Cristo,
ya que estas organizaciones están compuestas de ricos y pobres, unos creyentes
que se hacen ricos a costa del trabajo de otros creyentes, y las jerarquías y
sacerdotes de ambos lados se callan y consienten esta gran injustícia en su
llamada "religión", y claro está que esto no es el cristianismo de Cristo.
Jesús de Nazareth resume los mandamientos en dos: "Ama a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a tí
mismo"; hacerse, pues, rico a costa del trabajo del prójimo y a veces
a costa de las vidas en las guerras que organizan los ricos, es burlarse de
Dios y del prójimo. La iglesia pobre, aconsejamos, pues, a todos los pobres del
mundo que se den de baja de la religión de los ricos, que se aparten de
partidos políticos, militarismo, etc., y que procuren no traer muchos hijos al
mundo para no aumentar más el número de pobres, de obreros en paro, etc. Que
comprendan que todo esto nos lo dicta Cristo mismo y lo vemos claro en la vida
que llevamos de trabajar para comer y de oración en la vida misma, porque
cuando se tiene a Cristo, que es la Luz, se ven las cosas claras. Y si los
ricos quieren ser cristianos que se hagan pobres, y que toda la humanidad
comprenda que ser cristiano es vivir la vida en y con Cristo, con Dios, y esto
hace que después todos podamos ser verdaderos apóstoles de Cristo y sacerdotes
de Dios. Los obreros y obreras que formamos la iglesia pobre no somos un grupo
de personas que estemos socializando la cosa, o que estemos contra los ricos;
somos cristianos, de Cristo; o sea, vivir la vida espiritual. Hay personas que
sin la vida espiritual, sin el Cristo, piden justicia desde partidos políticos,
organizaciones, etc., pero nosotros lo vemos desde el punto básico de la
Justicia de Dios; predicamos al Dios de Justicia, cosa que falla en todas las
religiones del mundo que se auto-titulan “cristianas”. Por tanto, os repetimos,
amigos obreros y obreras de todo el mundo, y a los ricos también, unos y otros,
entended bien todo esto, que sin Cristo, todo son tinieblas, por lo tanto, todo
es injusticia. Ánimos, pues, buscad a Cristo, cada uno en sí mismo. Saludos
fraternales de la iglesia pobre en Mallorca. Así sea. Amén. (Enero).
ATEOS, RELIGIONES Y CRISTIANOS
En general, los ateos, lo son de los dioses muertos que predican
las religiones, pero si tenemos presente al infinito Universo y a todos los
seres vivos, seres humanos, animales, plantas, etc., vemos que alguien o algo
ha hecho posible la existencia de todo lo que vive, incluidos los mundos,
soles, estrellas, etc. Aquí, en este mundo, los seres humanos, vemos claramente
que nadie se ha creado a sí mismo, por que si de forma natural, la madre está
pariendo al hijo, también alguien parió a la madre, llegando al principio de
que alguien o algo tuvo que ser lo primero, y una de dos, o alguien creó
primero a esto, o esto se creó a sí mismo. No podemos, pues, negar a nuestro
Creador, al cual llamamos Dios. Vemos, pues, que todas las religiones en este
mundo, en lugar de predicar la sencillez de estas cosas, lo han complicado y
han confundido a millones y millones de personas. Es lógico, pues, que haya
ateos. Pero estamos aquí presentes, gente pobre, obreros y obreras que
procuramos vivir y predicar el mensaje que Cristo, a través del obrero
carpintero Jesús de Nazareth, dio al mundo, hace ahora casi dos mil años; este
mensaje es, sencillamente, buscar cada ser humano en sí mismo al Espíritu de
nuestro Creado, que los cristianos llamamos Cristo; de esta forma tan sencilla,
nos damos cuenta de que la verdadera religión es universal, o sea, el Amor de
Dios en uno mismo, ya que nos damos cuenta de que los seres humanos hacemos
actos positivos y negativos, y a esto se le ha llamado el bien y el mal, la
bondad y la maldad, o sea, la luz y las tinieblas, la oscuridad, etc., y claro
está, que cuando tenemos a Cristo, tenemos la Luz, y esto, amigos, es el
verdadero cristianismo, no hay otro; y esto se puede aplicar a todas las
religiones del mundo. Todo esto se puede resumir en una sola palabra: la
Bondad. Los obreros y obreras, o sea, los pobres, en cualquier parte del mundo,
que formamos la Iglesia Pobre, el único y verdadero cristianismo, somos también
ateos de los dioses muertos de todas las religiones, pero no lo somos, ni lo
podemos ser, de Dios, nuestro Creador. Ánimos, pues, a todos los pobres del
mundo; apartaros, daros de baja de la religión de los ricos, cualquier religión
organizada, llámese como se llame, no traigáis muchos hijos al mundo, y
procurad tener al Espíritu de Dios, al Cristo, cada uno en sí mismo, en su
propia vida, y seréis también, como nosotros, apóstoles de Cristo y sacerdotes de
Dios. Así sea. Amén. (Enero).
LA ORACIÓN ES LA FUERZA VITAL DEL SER HUMANO
La verdadera oración a nuestro Creador, que llamamos Dios, es un
auténtico diálogo con Dios en uno mismo, es hablar con la mente, más que con la
boca; no es, pues, ninguna tontería tratar de hablar con Dios, ya que alguien o
algo ha hecho posible nuestra existencia, pues nadie se ha creado a sí mismo.
Claro está, que todo esto no tiene nada que ver con las religiones que han
organizado los hombres a través de la historia humana. Precisamente, todas las
religiones del mundo se han fundado, o sea, se basan en las experiencias
espirituales de seres humanos que con la única y verdadera oración a Dios, lo
encontraron en sí mismos, a los cuales llamamos profetas, Mesías, etc., y nos dan
la idea muy clara de lo que es la verdadera oración. La oración es la fuerza
vital para todos los seres humanos, por la sencilla razón de que todo ser
humano, hombre o mujer, se hace a sí mismo la misma pregunta, ¿de dónde viene?,
¿para qué está en este mundo? etc., y muchos buscan la contestación en todas
partes menos en sí mismo, y al no hacerlo, se dejan llevar o engañar por los
demás, por las ideas políticas, religiosas, etc., y sobre todo por el egoísmo
que domina la mente de millones de seres humanos que viven en la ignorancia y
la confusión de este mundo. Dirigirse, pues, en oración a nuestro Creador, es
saber razonar y tener las ideas claras, pero dirigirse a otros seres creados,
para aclarar las cosas de Dios, es perder el tiempo y no comprender que de la
misma manera que nadie puede comer por otro, físicamente hablando, tampoco
nadie puede alimentarse espiritualmente y crecer como espíritu. Tenemos que
comprender que el infinito Universo, con su número también infinito de soles,
mundos, estrellas, etc., moviéndose con una maravillosa matemática, creando y
recreando, seguramente, millones de formas de visa diferentes, todo esto no ha
sido creado para una cosa tan tonta como es creer que el vivir en este mundo
que llamamos Tierra es para acaparar dinero, tener cosas materiales, vivir sin
trabajar a costa del trabajo de otros, etc., y al morir, todo se acabó.. Esto
pueden pensarlo los seres humanos ignorantes en las cosas de Dios, y
seguramente que hay millones de creyentes, en todas las religiones del mundo,
así como también los ateos, que viven en esta
ignorancia, por la sencilla razón de que no se alimentan
espiritualmente, o sea, que en su vida diaria no hay verdadera oración. Por
esto, los cristianos comprendemos muy bien lo que dijo el obrero carpintero
Jesús de Nazareth, el Cristo: “Vosotros
oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos...”, etc. Cristo nos da
la idea clara, las palabras son lo de menos, y cuando decimos “cristiano”,
entendemos que solamente es cristiano el ser humano que tiene a Cristo en sí
mismo, o sea, el Espíritu Universal de Dios, aunque se le den nombres
diferentes. Nosotros, los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre,
tenemos muy claro todo esto, y podemos decir con propiedad, que si no cambia
uno mismo, no cambia nada. La oración es, pues, un verdadero diálogo con
nuestro Creador, al que llamamos Dios. La oración es la fuerza vital para todo
ser humano. Ánimos amigos. Amén. (Febrero).
MOISÉS Y LOS JUDÍOS RICOS Y POBRES
Moisés organizó al pueblo hebreo, o sea, los esclavos salidos de
Egipto, y fundó la religión judía. Al principio todo marchaba más o menos bien,
pero después, el pueblo hebreo, o sea, los israelitas, ya tenían sus sacerdotes
organizados como religión judía, y dichos israelitas o judíos estaban divididos
en judíos ricos y judíos pobres, empezando otra vez la injusticia social, o
sea, la explotación que todos los hebreos habían sufrido como esclavos, muchos
años antes en Egipto. El pueblo judío se vio envuelto en guerras, hambres,
etc., y los profetas daban ideas y consejos inspirados por Dios, pero también
había alguna falsedad, y los judíos pobres estaban esperando otra vez, tal como
en Egipto, un libertador, un Mesías, y es fácil comprender que los únicos
israelitas o judíos que esperaban un Mesías eran los pobres. Aquí ya podemos
comprender lo que significaba para los pobres de Israel aquél hombre que
predicaba el reino de Dios; nos referimos al obrero carpintero llamado Jesús de
Nazareth, el Cristo, pero para los judíos ricos, reyes, militares, sacerdotes,
etc., no era conveniente un nuevo profeta defensor de los pobres, así como
tampoco les convenía a los romanos que dominaban Israel, por esto, unos y otros
condenaron a muerte al obrero carpintero Jesús de Nazareth. Acudiendo,
sencillamente, a nuestra historia como descendientes de los primeros israelitas
cristianos que llegaron a Mallorca poco tiempo después de la muerte de Jesús de
Nazareth, vemos que otra vez se repite la historia de judíos ricos y judíos
pobres, conocidos en Mallorca con el mote de “chuetas”; así pues, los
seguidores de Moisés son los chuetas ricos, y los seguidores de Jesús de
Nazareth son los chuetas pobres. Después de ser perseguidos, y muchos muertos
por la Inquisición, los chuetas que quedaron vivos fueron bautizados por la
fuerza, pero seguían en secreto sus religión, unos a Moisés, y otros a Jesús de
Nazareth, o sea, nuestro Rabí, el obrero carpintero Jesús de Nazareth, fundador
de la Iglesia Pobre. Nosotros, los obreros y obreras, descendientes o no, pero
todos pobres, somos la única iglesia de Cristo en el mundo, pero comprendemos
que seguramente hay otras personas en el mundo que tratan de seguir a Cristo,
aunque sea con nombres diferentes, ya que Cristo es el Espíritu Universal de
Dios. Ahora bien, al decir, por ejemplo, Moisés y los judíos ricos y pobres,
también podemos decir, Jesús de Nazareth, el Cristo y los cristianos ricos y
los cristianos pobres, y así como en Egipto había un pueblo esclavo, o sea,
pobre, liberado por Moisés, también sólo hay un pueblo liberado por Jesús de
Nazareth, el Cristo, que es la Iglesia Pobre, o sea, el cristianismo pobre. Y
este cristianismo de Cristo no tiene nada que ver con las sectas ricas, como
son el catolicismo, protestantismo, etc.; pero también los ricos pueden ser
cristianos, si abandonan o devuelven las riquezas materiales, las cuales son
adquiridas a costa del trabajo de los pobres. Y vosotros, pobres, si hay
egoísmo en vuestra mente, apartadlo, y todos, acudid a Cristo. Así sea.
Amén. (Abril).
EL NACIMIENTO DE JESÚS DE NAZARETH Y EL CRISTO
El catolicismo y el protestantismo, etc., con sus jerarquías, sus
sacerdotes y creyentes, todos celebran el nacimiento de Jesús de Nazareth, y
dicen que nació en Belén y esto una vez cada año; después celebran ritos,
ceremonias, etc. cada semana y a veces muchos días, después tienen sus
creencias, sus dogmas, etc., y estas organizaciones están compuestas de
creyentes ricos y creyentes pobres, explotados y explotadores, unos que se
hacen ricos a costa del trabajo de otros, y a veces a costa de su vida, con las
guerras que organizan los ricos, y así burlándose de Dios y del prójimo, pues
Dios dice “Ama a tu prójimo como a ti
mismo”, y Cristo dice “No se puede
servir a Dios y al dinero”, “El reino de Dios es de los pobres”, “Buscad primero
el reino de Dios”, “Aprended de mi”, etc., y Jesús de Nazareth era un
obrero carpintero que llevaba en sí mismo al Espíritu Universal que los
cristianos llamamos Cristo. Los católicos y los protestantes celebran el
nacimiento de Jesús de Nazareth, lo predican mucho, escriben mucho sobre Jesús
de Nazareth, lo alaban mucho, etc., pero
son muy pocos que le siguen de verdad y busquen a Cristo, queda pues muy lejos
Cristo de estas mal llamadas iglesias cristianas. Y la jerarquía y sacerdotes
de estas religiones se basan en estudios de seminario, teológicos, etc., para enseñar a la gente y se cumple lo que
dice Cristo, “Si un ciego guía a otros
ciego, ambos se caerán”, y así pues queda claro que lo más importante, lo
primero, es el nacer, o mejor dicho, el renacer del Cristo en uno mismo, cada
uno en su propia vida, esto es el verdadero cristianismo, todo lo demás es puro
teatro, o tristemente drama, por las amargas consecuencias de estas
organizaciones, como son las guerras, persecuciones religiosas, la inquisición
etc. Ya hemos dicho en otras muchas ocasiones, si no cambias tú no cambia nada,
y sin Cristo que es la Luz, todo está oscuro, no se vive la verdadera vida, se
vegeta, y todo son problemas, explotación, guerras, robos, hambre, injusticias,
etc., y todo en este mundo que se auto-titula civilizado, con cultura y muchas
religiones, y sobre todo con un tristemente cómico cristianismo sin Cristo.
Amigos todos, católicos y protestantes, etc., comprended ya de una vez que sin
Cristo en uno mismo no hay cristiano; si Cristo no renace en el ser humano,
todo lo demás es teatro, es comedia, y a veces el ateo está más cerca de Dios.
Y nosotros, los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre, el único y
verdadero cristianismo en el mundo, aconsejamos al catolicismo y
protestantismo, etc., que dejen en paz al obrero carpintero Jesús de Nazareth,
que no hagan más negocio sobre este obrero, en una palabra, no se burlen más de
nosotros, los obreros y obreras, los pobres del mundo. Y si de verdad queréis
ser cristianos, buscad a Cristo, cada uno en si mismo, en su propia vida; esto
es el verdadero nacimiento, el verdadero evangelio, y poco importa si Jesús de
Nazareth nació en un lugar o en otro, buscad a Cristo amigos. Así sea. Amén.
(Abril).
¿POR QUÉ HAY CATÓLICOS RICOS Y CATÓLICOS POBRES?
Toda la humanidad está dividida en ricos y pobres, y claro está,
también todas las religiones del mundo; pero aquí, en este mensaje, nos
referimos al catolicismo y protestantismo que se auto-titulan “religión
cristiana”. Nosotros, los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre, la
única iglesia que agrupó o fundó el obrero carpintero Jesús de Nazareth, el
Cristo, preguntamos al Vaticano, y concretamente al catolicismo español, que
domina las mentes o espíritus de la mayoría de los españoles, ¿por qué hay
católicos ricos y católicos pobres?, ¿por qué unos creyentes se hacen ricos a
costa del trabajo de otros creyentes?, ¿por qué las leyes civiles protegen
esto, y los sacerdotes se callan y se hacen cómplices de esta gran injusticia
social?. Repetimos, ¿por qué hay católicos ricos y católicos pobres?, y en el
protestantismo pasa lo mismo, y todos se auto-titulan “cristianos”. La Ley de
Dios, tanto escrita como natural, dice: “Ama
a tu prójimo como a ti mismo”; esto está en la Biblia, pero es también
natural, pues nadie quiere que le maltraten, que le exploten, que le roben, que
le maten, y Cristo dice: “Lo que no
quieras para ti, no lo quieras para los demás”. Hacerse rico a costa del
trabajo del prójimo, es no amar al prójimo, y esto es burlarse de Dios y del
prójimo, o sea, que los católicos ricos y los protestantes ricos, se burlan de
Dios, con el visto bueno de, o sea, la complicidad de sus llamados
“sacerdotes”. Y los cristianos pobres, los que formamos la Iglesia Pobre, preguntamos
a estos ricos y a sus sacerdotes: ¿En qué se basan para explotar a los pobres y
disponer de sus vidas en las guerras que organizan ellos, los ricos? Nosotros,
los pobres, sólo vemos una respuesta, que esta es la ley del más fuerte, del
más pillo, del más ateo de los ateos, esto es el capitalismo salvaje, sin Dios,
sin conciencia, sin bondad,; estos son los primitivos monos que aún no se han
bajado del árbol y siguen robando y matando a los que tratamos de ser, ya,
seres humanos, o sea, personas con espíritu y con verdadera creencia en Dios.
Aconsejamos, pues, a los ricos católicos, protestantes, etc., y a sus
sacerdotes, jerarquías, etc., que de verdad busquen a Cristo, cada uno en sí
mismo, en su propia vida, y serán de verdad, unos y otros, verdaderos apóstoles
de Cristo y sacerdotes de Dios, viviendo la verdadera vida como seres humanos,
como personas, en y con Dios. Mientras tanto, sin seguir a Cristo, no habléis
de Cristo, no habléis de Dios, y seguid predicando y practicando vuestro dios, o
sea, el poder político y el dinero, o sea, el antiguo becerro de oro. Pero no
todo está perdido, si recapacitáis y empezáis a ver claramente que nadie se
hace rico trabajando, y el que se hace rico, es a costa del trabajo de los
demás. Procurad ser persona, ser seres humanos de verdad; y la pregunta que
hacemos los pobres del mundo, desaparecerá, y el mundo será una gran casa para
todos. Ánimos amigos. Así sea. Amén. (Mayo).
EL HOGAR POBRE DE JESÚS DE NAZARETH, EL CRISTO
El obrero carpintero Jesús de Nazareth, que llevaba en si mismo al
Espíritu Universal de Dios, que los cristianos llamamos Cristo, pertenecía a
una familia pobre. En el llamado nuevo testamento de la Biblia podemos leer lo
siguiente: “Le salió al encuentro un
escriba que le dijo: Maestro, te seguiré adonde quiera que vayas. Díjole Jesús:
las raposas tienen cuevas y las aves del cielo nidos (en la actualidad se puede
añadir lo que tiene la llamada religión cristiana; catolicismo, protestantismo,
etc., palacios, catedrales, templos, monasterios, conventos, etc.), más el Hijo
del hombre, o sea, el obrero carpintero Jesús de Nazareth, no tenía más casa
que el hogar pobre de sus padres” (Mateo 8, 20-21). Este hombre, Jesús de
Nazareth, es el que fundó la pequeña sinagoga, hoy llamada iglesia, con unos
amigos suyos, obreros como él, y dice: “El
reino de Dios es de los pobres”, “No se puede servir a Dios y al dinero”, “Es
más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja que un rico entre en el
cielo”. Jesús dice: “Aprended de mi”,
y nos aclara que los dos principales mandamientos son: “Ama a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo”; y
viendo que nadie se hace rico trabajando, pues el que se hace rico es a costa
del trabajo de prójimo, estos se burlan de Dios y del prójimo. Las organizaciones
religiosas (catolicismo y protestantismo), al estar compuestas de miembros o
creyentes ricos y pobres, no son el cristianismo de Cristo. Nosotros, los
obreros y obreras que en la actualidad formamos la Iglesia Pobre, no podemos
admitir de ninguna manera, que tanto la jerarquía como sacerdotes católicos y
protestantes, se burlen de nuestro amigo Jesús de Nazareth, el obrero
carpintero; tanto el catolicismo como el protestantismo, que se presenten tal y
como son, o sea, como organizaciones religiosas que van solo al poder y al
dinero; mientras no sigan a Cristo, que no se presenten como Iglesia Cristiana;
conviene insistir y repetir lo mismo: nadie es cristiano sin Cristo en si
mismo, en su propia vida. Cuando el ser humano, hombres y mujeres, encuentran
en sí mismo al Cristo, se convierten en verdaderos apóstoles de Cristo y
sacerdotes de Dios, con propiedad pueden predicar a los demás que hagan lo
mismo, o sea, buscar y tener a Cristo en si mismo, sin necesidad de
intermediarios de ninguna clase, y si los ricos, católicos, protestantes,
jerarquía, sacerdotes, creyentes, etc., quieren ser cristianos, que se hagan
pobres, que trabajen para comer y formarán parte con nosotros en la única
Iglesia de Cristo, la Iglesia Pobre. Ánimos amigos pobres del mundo, buscad a
Cristo, y vosotros también ricos si queréis ser cristianos de verdad. Así sea.
(Mayo).
LOS CRISTIANOS NO NECESITAN SACERDOTES
En el Nuevo Testamento de la Biblia podemos leer lo siguiente:
"El Reino de Dios es de los pobres". Lucas 6, 20; "Llegaron a
Jerusalem, y entrando en el templo, se puso a expulsar a los que allí vendían y
compraban, y derribó las mesas de los cambistas y los asientos de los
vendedores de palomas; no permitía que nadie transportase fardo alguno por el
templo y les enseñaba y decía: "¿No está escrito: "Mi casa será casa
de oración para todas las gentes?", pero vosotros la habéis convertido en
cueva de ladrones" Marcos 11, 15. Todo esto fué dicho por el obrero
carpintero Jesús de Nazareth, que llevaba en sí mismo al Espíritu de Dios que
los cristianos llamamos Cristo. En los Evangelios de Jesús vemos que reunió a
varios amigos suyos y formó la pequeña y sencilla sinagoga, después llamada
iglesia, demostrándonos así claramente, que a partir de este momento los
sacerdotes sobraban y sobran, y es muy triste ver que después de dos o tres
siglos se formó otra iglesia llamada católica con su Vaticano, papas, etc., y
siglos después el sacerdote católico
Martín Lutero organizó el protestantismo separándose de ellos, y tanto unas
como otras, estas organizaciones están formadas por ricos y pobres o sea, unos
creyentes que se hacen ricos a costa del trabajo de otros creyentes, y a veces,
a costa de sus vidas, en las guerras que organizan los ricos. Así, pues, tanto
los sacerdotes del judaísmo, como del catolicismo y protestantismo, no tienen
nada que ver con Dios, ni con la iglesia primitiva del obrero carpintero Jesús
de Nazareth. Nosotros, los obreros y obreras que formamos la iglesia pobre,
tenemos el derecho y el deber de decir a todos los obreros, los pobres del
mundo, que pueden hacer lo mismo que nosotros; buscar a Cristo cada uno en sí
mismo en su propia vida y serán apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios, sin
tenet necesidad de tener intermediarios, sacerdotes a sueldo, etc. El
cristianismo es vida, no es una creencia; los cristianos no se hacen ricos a
costa del trabajo del prójimo, ni organizan guerras, ni participan en ellas,
cosa que siempre han hecho tanto el catolicismo, como el protestantismo a
través de su historia. Ánimos amigos, pobres del mundo; buscad a Cristo, y si
los ricos quieren ser cristianos que se hagan pobres. Así sea. Amén. (Mayo).
CRISTIANOS DE CRISTO Y CRISTIANOS DE RELIGIÓN
En el evangelio de Lucas podemos leer lo siguiente: "El reino de Dios es de los
pobres" Lucas 6, 20. El Espíritu de Dios que los cristianos llamamos
Cristo estaba en y con el obrero carpintero Jesús de Nazareth y nos da la buena
nueva o evangelio que consiste en poder ir a Dios de forma directa, sin
intermediarios de ninguna clase. Es, pues, una tontería, creer que Jesús de
Nazareth fundó una nueva religión, además de la que él ya conocía, en Israel,
la religión judía, la de Moisés. El llamado cristianismo católico y protestante
no son, pues, la sencilla sinagoga o iglesia de amigos que fundó Jesús de
Nazareth. No vamos a entrar en polémica, ni con católicos, ni con protestantes,
si Jesús era o no Dios, si nombró o no a un jefe como papa; una cosa es cierta,
que éstas organizaciones religiosas que se auto-titulan cristianas no tienen
nada que ver con Cristo, ya que están compuestas de ricos y pobres, unos
creyentes que se hacen ricos a costa del trabajo de otros creyentes, y a veces
a costa de sus vidas en las guerras que organizan los ricos. Tanto el
catolicismo como el protestantismo, enseñan creencias, ritos, dogmas, etc., y
dejan lo más importante: una auténtica vida en y con Cristo, ya que nadie es
cristiano sin Cristo. Nosotros, los obreros y obreras que formamos esta
sencilla iglesia pobre, que no es más que un grupo de obreros que tratamos de
vivir el cristianismo de Cristo, aconsejamos a los demás obreros y obreras que
hagan lo mismo, y si los ricos quieren ser cristianos, ya lo saben, tienen que
hacerse pobres, ponerse a trabajar, porque bien claro dice Cristo, que no se puede
servir a Dios y al dinero". Es muy triste que tanto la religión judía,
como el catolicismo y el protestantismo, al preguntarles sobre la justicia
social, se excusan de una forma tonta, por ejemplo, el judaísmo dice:
"Cuando venga el Mesías lo arreglará todo", y el catolicismo y
protestantismo, dicen: "El Mesías ya ha venido, era Jesús de Nazareth,
pero cuando vuelva por segunda vez, lo arreglará todo, habrá paz en el mundo,
justícia, etc.,"; pero nosotros, los pobres que procuramos vivir el
cristianismo de Cristo, comprendemos muy bien que estas personas, al decir
esto, no hacen más que defender sus intereses materiales en esta sociedad o
humanidad dividida en ricos y pobres. Los que formamos la iglesia pobre,
comprendemos muy bien que una cosa es ser cristianos de Cristo y otra cosa muy
diferente es ser o auto-titularse cristianos, pero de religión, porque
cualquier religión en este mundo, se puede practicar, y seguramente hay mucha
gente que lo hace, sin creer en Dios o tener una idea muy vaga de El, y tanto
la jerarquía, como los sacerdotes católicos y protestantes, están en lo mismo,
por muchos estudios que tengan, de seminario, teológicos, etc. Cristo es Vida,
Paz, Armonía, Justicia, etc., y esto no es para discutir o creer, es para
vivir. Resumiendo, el cristianismo es Vida, y todo ser humano que se
auto-titula Cristiano y no vive en y con Cristo, con Dios, se engaña a sí mismo
y engaña a los demás. Ya lo decimos muy claramente por aquí, si no cambias tú,
no cambia nada. Aconsejamos, pues, a todos los obreros y obreras, que son los
pobres del mundo, que busque cada uno en sí mismo al Espíritu Universal de Dios
que llamamos Cristo, y serán como nosotros, verdaderos apóstoles de Cristo y
sacerdotes de Dios, sin necesidad de tener intermediarios de ninguna clase, ni
pertenecer a ninguna organización religiosa que no es más que una especie de
teatro religioso que no sirve para nada. Ánimos, pues, amigos. Buscad a Cristo.
Así sea. Amén. (Mayo).
LA GRAN FARSA Y MENTIRA DEL CAPITALISMO
Hace muchos siglos que el capitalismo, o sea, la gente rica,
domina el mundo. La humanidad está dividida en ricos y pobres; los ricos tienen
palacios, tierras, oro, obras de arte, etc., y dominan los gobiernos, los
ejércitos, todas las religiones organizadas, etc., y tienen las fábricas de
armas, la bomba atómica, etc., y han creado engaños y mentiras para todos los
obreros y obreras, o sea, los pobres del mundo, tales como la llamada
“civilización”, “cultura”, “progreso”, “democracia”, etc., pero todo esto es
como un espejismo, una gran cortina para tapar o esconder la verdad del
capitalismo, que consiste en vivir sin trabajar y hacerse rico a costa del
trabajo, y muchas veces, a costa de las vidas de los pobres, con las guerras
que organizan los ricos. Por ejemplo, en la actualidad, cuando se abre un
negocio, una industria, etc., se dice que es para crear nuevos puestos de
trabajo, y si en un país hay paro obrero, se dice que en dicho país se vive
bien, y que no hay problemas, etc., pero hay ricos y pobres, y claro está, que
los obreros no siempre pueden trabajar, pasan los años y les llega la
jubilación y si los obreros jubilados no tienen familia, no tienen más remedio
que recurrir a la limosna del asilo, retirado, como una herramienta ya
inservible, mientras que la riqueza que ha producido con su trabajo, se queda
en manos de otros, o sea, los ricos, el capitalismo. En cada caso, los obreros
tienen su propio oficio, albañil, carpintero, campesino, electricista,
barrendero, etc., pero el oficio de todos, se puede decir que el oficio en
común, el trabajo de todos, es producir riqueza material para otros, o sea,
hacer ricos a otros. Pero lo triste de todo esto es que las jerarquías y
sacerdotes de todas las religiones del mundo se callan, y los sindicatos
obreros se limitan a pedir mejoras, aumento de salario, etc., pero no van al
tronco de la cuestión y se van por las ramas. Pero nosotros, la Iglesia Pobre,
el único cristianismo de Cristo en el mundo, siempre aconsejamos a todos los
pobres del mundo que se aparten de los políticos, que no voten a nadie, que se
aparten del militarismo, que se den de baja de la religión de los ricos,
llámese como se llame, y sobre todo, que procuren no tener muchos hijos para no
aumentar el número de pobres en paro, o de soldados para las guerras que
organizan los ricos. Basta ya de engaños y mentiras; la única y verdadera
revolución es la espiritual, con Cristo; no se trata de odiar a nadie, hay que
apartar de la mente toda clase de egoísmo, maldad, envidia, odio, etc., y pedir
en oración a Dios que ilumine las mentes y sobre todo, los espíritus de los
ricos, de los militares de los sacerdotes de todas las religiones, y pedir a
Dios que venga pronto la Paz, la Justicia, la Sabiduría, el Amor de Dios, etc.,
a la Tierra. Y vosotros, obreros y obreras, pobres del mundo, buscad a Cristo,
cada uno en sí mismo, en su propia vida. Así sea. Amén. (Junio).
EL VATICANO NUNCA HA SIDO CRISTIANO DE CRISTO
El Vaticano católico nunca ha sido cristiano de Cristo,
sencillamente, por ser una organización religiosa y política, o sea, iglesia
rica, pero tampoco es cristiano el protestantismo de Lutero salido del
Vaticano. Estas organizaciones no son cristianas por estar compuestas de ricos
y pobres, o sea, unos creyentes que se hacen ricos a costa del trabajo de otros
creyentes y con las guerras que organizan los ricos católicos, protestantes,
etc., y con el visto bueno o la completa complicidad de las jerarquías y
sacerdotes de ambos lados; no son pues, cristianos de Cristo. Somos pues,
nosotros, los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre, la que fundó el
obrero carpintero en Israel, hace dos mil años, somos pues, repito, el único
cristianismo de Cristo en el mundo, y claro está, que lo forman todos los
obreros y obreras que tienen en ellos mismos, en sus propias vidas, al Espíritu
Universal de Dios, que los cristianos llamamos Cristo. Ahora, aquí, viene bien
que os cuente uno de mis viajes en el astral. Me encontraba en una gran plaza,
llena de mucha gente de diversas edades y de diferentes religiones, por lo que
había un templo de cada religión, sinagoga, mezquita, pagoda, católico,
protestante, etc., y todos entrábamos en éstos templos, estábamos todos
nosotros, nuestros familiares y amigos, y muchos niños, además de los que
conocemos. De pronto se paró delante de mi un niño chino o japonés, de unos
cuatro o cinco años de edad, me sonreía y me dijo: “¿Qué es eso que hacen en aquel templo que dicen que es una “misa” y
dan un “pastelito”, y dicen: “Esto es el cordero de Dios”, pues en el templo de
mis padres hacen y dicen otras cosas?”. En ese momento yo me arrodillé
delante del niño y le dije: “Aquí está el
“Maestro” y nos explicará todo esto”. Pero era yo mismo el que le habló así
al niño: “Solamente hay un verdadero
templo de Dios, es el Infinito Universo, y una verdadera religión, la del Amor
de Dios”. El niño y yo nos pusimos a llorar de alegría; yo abracé al niño
mientras que le decía con emoción: “Esto
és el cordero de Dios que quita el pecado, o sea, el Amor de Dios en el ser
humano es la verdadera misa católica, el verdadero rito musulmán, budista,
judío, etc., esto es el verdadero Evangelio de Cristo”. Me desperté con
lágrimas en mis ojos, pero muy contento. Es todo tan sencillo, tan natural, que
no comprendo como hay personas que lo complican tanto con las religiones, con
estudios de seminarios, teológicos, etc., con sacerdotes a sueldo, etc., pero
veo con tristeza que el egoísmo es el dueño de muchas personas en el mundo, que
junto con la falta de Amor de Dios hace que tengamos un mundo hecho una verdadera
porquería, un infierno terrenal. Pero nosotros, los obreros y obreras que
formamos la Iglesia Pobre sabemos por propia experiencia que el vaticano
católico y protestante, etc., nunca han sido la iglesia que fundó el obrero
carpintero Jesús de Nazareth, el Cristo; por eso, con propiedad, podemos decir
a toda la humanidad que cada uno busque a Cristo, a Dios, en sí mismo, en su
propia vida y será de verdad un apóstol de Cristo y sacerdote de Dios. Así sea.
Amén. (Julio).
ACONSEJAMOS A TODOS LOS GOBIERNOS DEL MUNDO
Hemos leído en la prensa local de Palma de Mallorca, Baleares,
España, el 19-7-98, lo siguiente: "Reunidos
160 países en la Conferencia de Roma, nace la Corte Penal Internacional, para
penalizar y juzgar a los autores de genocidio, crímenes de guerra y de lesa
humanidad". Nosotros, los obreros y obreras que formamos la iglesia
pobre, aconsejamos a todos los gobiernos del mundo, que ya que lo que han
acordado es un gran paso hacia la justicia humana, que tengan presente que la
guerra misma, cualquier guerra, llámese como se llame, es un crimen, va contra
la humanidad, así como también va contra la humanidad fabricar armas, como por
ejemplo, la misma bomba atómica. Pero hay algo muy importante, se trata de la
explotación, que está implantada durante tantos siglos en nuestro mundo como
una cosa normal, una cosa legal, y creemos que ya ha llegado el momento de que
se penalice, se juzgue a todo ser humano que trate de hacerse rico a costa del
trabajo de otros seres humanos. No estamos en contra, de los nombres que se
puedan dar a sí mismos, por ejemplo, empresario, comerciante, industrial,
banquero, etc., pueden seguir auto-titulándose con estos nombres o títulos,
pero la riqueza que produce el trabajo, que sea para todos y no para unos
cuantos que manejan toda la riqueza que falta, para el bien del resto de la
humanidad, y los gobiernos y religiones lo consienten. Lo que estamos diciendo
no es más que la justicia de Dios, y la justicia humana, no decimos disparates,
y es muy triste ver que han pasado tantos siglos y todas las religiones en este
mundo, con sus jerarquías y sacerdotes, nunca han dicho estas cosas,
demostrando claramente, que con los militares y capitalistas, los tres juntos,
forman la gran piña o trinidad diabólica, como lo que son, capitalismo salvaje,
que domina este mundo. Y para los gobernantes y no gobernantes, católicos y
protestantes de este mundo, que tengan presente lo que dice Cristo, por boca
del obrero carpintero Jesús de Nazareth: "El
reino de Dios es de los pobres, no se puede servir a Dios y al dinero, ama a
Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a tí mismo"; hacerse
rico, pues, a costa del trabajo del prójimo, es burlarse de Dios y del prójimo,
pero sin acudir a Cristo, a Dios, simplemente en la vida misma, en la vida humana,
¿con qué derecho pueden hacerse ricos unos con el trabajo de otros?, ya que a
nadie le gusta que lo exploten, que lo maltraten, que le roben, que lo maten.
Repetimos lo del principio, empezad ya a discutir, a hablar de estas cosas, a
fin de que pronto veamos que todos los gobiernos del mundo condenan esto, a fin
de que ningún ser humano pueda hacerse rico a costa del trabajo de otro ser
humano, ya que esto es un insulto, un crimen de lesa humanidad. Claro, que de
tener al Espíritu de Dios, cada uno en sí mismo, en su propia vida, no se
habría llegado a la barbaridad de ver a la humanidad dividida en ricos y
pobres. Ánimos amigos, que cada uno busque al Espíritu de Dios, que los
cristianos llamamos Cristo, cada uno en sí mismo, en su propia vida y todos
seremos lo que debemos ser: personas humanas, no animales o aves de rapiña.
Ánimos amigos, buscad a Cristo. Así sea. Amén. (Julio).
SER RICO Y CRISTIANO DE CRISTO ES IMPOSIBLE
El Espíritu Universal de Dios que los cristianos llamamos Cristo,
dijo por boca del obrero carpintero Jesús de Nazareth, hace dos mil años en
Israel: “No se puede servir a Dios y al
dinero”, “Es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un
rico en el cielo”, El reino de Dios es de los pobres”, y “los dos principales mandamientos de Dios
son: Ama a Dios sobre todas las cosas, y ama a tu prójimo como a ti mismo”; y
claro está, que todos los mandamientos de Dios, además de estar escritos en la
Biblia, son naturales, pues nadie quiere que lo exploten, que le roben, que lo
maten; entonces, Cristo dice: “Lo que no
quieras para ti, no lo quieras para los demás”. La cosa está muy clara, ser
rico y cristiano de Cristo, es imposible, pues nadie se hace rico trabajando,
los que se hacen ricos, es a costa del trabajo de otros, o sea, del prójimo, y
a veces, a costa de la vida del prójimo, en las guerras que organizan los
ricos. Es muy triste ver que todas las religiones de este mundo colaboran y
siguen con esta gran injusticia social; pero aquí nos referimos, en particular,
a las organizaciones religiosas que se auto-titulan “cristianas”, tales como el
catolicismo, el protestantismo, etc., donde unos creyentes se hacen ricos a
costa del trabajo de otros creyentes, con el visto bueno de las jerarquías y
sacerdotes católicos y protestantes; no son, pues, el cristianismo de Cristo, y
todos se burlan de Dios y del prójimo. No valen, pues, los argumentos
teológicos, bíblicos, versículos del llamado “Nuevo Testamento” para fundar o
tener una base, como por ejemplo: “Tú
eres Pedro y sobre esta piedra fundaré mi iglesia”, etc., o los
protestantes, que cada denominación busca sus versículos, etc., para que nadie
hable de la gran injusticia en la humanidad, que está dividida en ricos y
pobres, y los únicos que hablamos de esto, somos los obreros y obreras que
formamos la Iglesia Pobre, el único cristianismo de Cristo en este mundo.
Tratamos de aclarar las cosas, es cuestión de Amor de Dios, personificado en la
bondad del ser humano, en justicia, en paz, etc., y con todos los nombres que
se dan a las cosas, a los seres humanos, etc., pasa lo mismo, por ejemplo,
empresario, comerciante, industrial, banquero, etc., obrero, trabajador, etc.,
todos con un mismo fin: hacer cosas, hacer riqueza, pero es el trabajo el que
produce la riqueza material, y la justicia de Dios dice muy claramente, que
dicha riqueza o bien material es para todos, y no para unos cuantos que se
hacen ricos robando la riqueza, y los pobres siempre siguen siendo pobres. Pero
nosotros no somos comunistas o socialistas, solamente en el sentido social,
somos espirituales, cristianos de Cristo, místicos de Cristo, y no nos basamos
solamente en la Biblia, pero sí que nuestra fuerte y sólida base es Cristo,
además de nuestras experiencias espirituales. No se puede ser rico y cristiano
de Cristo, pero tampoco basta con ser pobre, hay que tener a Cristo, cada uno
en sí mismo, en su propia vida. Buscad a Cristo, amigos. Así sea. Amén.
(Julio).
EL CRISTIANISMO CHUETA DE MALLORCA
El cristianismo chueta de Mallorca és, sencillamente, la Iglesia
Pobre, la Iglesia primitiva que fundó el obrero carpintero Jesús de Nazareth,
el Cristo, en Israel hace casi dos mil años. La Iglesia Pobre no somos una
secta más, ni hemos fundado nada, ya que el cristianismo de los chuetas lo
tenemos siempre de forma viva y oral de padres a hijos; somos descendientes de
los primeros israelitas cristianos que llegaron a Mallorca, poco tiempo después
de la muerte de Jesús de Nazareth. Pero debemos aclarar que no todos los
chuetas son cristianos, la gran mayoría eran de la religión de Moisés, o sea,
la judía, y a través de los siglos, llegaron a tener sus sinagogas en Palma y
en otros lugares de la isla; pero nosotros, los cristianos, siempre nos hemos
reunido en la propia casa. Pero tanto los habitantes que había aquí al llegar
nuestros antepasados, como nosotros, los seguidores de Jesús, hemos vivido
todos en armonía con los seguidores de Moisés, pero claro está, siempre hemos
tenido la división chueta en ricos y pobres, los llamados chuetas de oreja alta
y los de oreja baja, y es fácil comprender que los chuetas pobres somos los
cristianos. Pero entre los seguidores de Moisés también había pobres, pero los
cristianos siempre hemos tenido las ideas claras sobre Cristo y siempre hemos
trabajado para comer, para tener lo necesario para vivir, pero nunca para
hacernos ricos; además, nadie puede hacerse rico trabajando honradamente, pero
sí a costa del trabajo de los demás, pero Cristo nos recuerda siempre el
mandamiento de Dios, "Ama a tu
prójimo como a tí mismo", y claro está, que el ser humano que se
enriquece a costa de otro, no ama, pues, al prójimo, y se burla de Dios y del
prójimo. Ahora, conviene aclarar que el mote de "Chueta", nos lo
pusieron después de la llamada "conquista" del rey Jaime I, con el
catolicismo, y más tarde, la inquisición, y después, los chuetas fueron
bautizados por la fuerza, y hoy son muy católicos, y hasta hay sacerdotes
católicos que son chuetas. Pero nosotros, los chuetas cristianos, vemos y
sabemos que no es cristiana la organización católica, ni las protestantes. Pero
también conviene aclarar que los primeros seguidores del obrero carpintero
Jesús de Nazareth, los que le conocieron personalmente, eran conocidos como
"seguidores del rabí Jesús, nazarenos", etc., y después ya, como
"cristianos". y Jesús, conocido como "Cristo", pero estos
nombres siempre han sido para nosotros muy familiares, ya que nos vienen desde
el principio, pero para nosotros, los chuetas cristianos, lo extraño, y no
cristiano, es el catolicismo de los papas, Vaticano, etc., y el protestantismo
de Lutero. Estas organizaciones religiosas que se auto-titulan cristianas, no
son la Iglesia Pobre de Cristo, y comprendemos, claro está, que en estas
organizaciones religiosas, ha habido y seguramente hay, personas de buena fe
que siguen a Cristo. Pero el cristianismo chueta, la Iglesia Pobre, somos la
única Iglesia que fundó Jesús de Nazareth. Pero cualquier ser humano, chueta o
no, puede ser cristiano si sigue a Cristo. Amén. (Julio).
CRISTO FUNDÓ LA IGLESIA POBRE
El obrero carpintero Jesús de Nazareth el Cristo, fundó la Iglesia
Pobre al reunir obreros y obreras, o sea, gente pobre para ser sus apóstoles.
Cristo dice: “Bienaventurados vosotros
los pobres, porque vuestro es el reino de Dios”. Lucas 6-20. Y dijo esto y
más cosas a favor de los pobres hace casi dos mil años en Israel, dominado por
los romanos, los ricos y los sacerdotes de la religión judía. Hoy nos
encontramos con lo mismo, los obreros que formamos la Iglesia Pobre en
Mallorca, y en otros lugares en el mundo, donde dominan los ricos, los
militares, sacerdotes católicos, protestantes, etc., aquí en España domina el
catolicismo del Vaticano y se presenta como “la Iglesia”, queriendo dar a
entender que no hay más iglesia que la suya; como iglesia rica tienen razón,
pero queda muy claro que no es la Iglesia de Cristo. Nosotros, la Iglesia Pobre
no tenemos necesidad de defendernos con polémicas, argumentos, etc., ya que
somos la única Iglesia de Cristo y nuestra misión es practicar y predicar el
verdadero Evangelio de Cristo en éste mundo. Cristo dice: “No se puede servir a Dios y al dinero”; los que formamos la
Iglesia Pobre damos la idea clara, no somos católicos, protestantes, etc., y
los obreros y obreras que se sientan atraídos al cristianismo de Cristo, deben
emplear siempre las palabras Iglesia Pobre, mientras exista la iglesia rica y
para los ricos. Y siendo descendientes de los primeros israelitas cristianos
que llegaron a Mallorca, poco tiempo después de la muerte de Jesús de Nazareth,
sus sencillas enseñanzas han llegado a nosotros de forma oral de padres a hijos
y ahora hemos hecho posible el renacer de la Iglesia primitiva, la Iglesia
Pobre de Cristo. Por lo tanto no tenemos nada que ver con el catolicismo del
Vaticano, protestantismo, etc., ni tampoco con el judaísmo de los ricos, que
también llegó a Mallorca desde Israel, y que siglos después fuimos todos
tachados con el mote de “chuetas”; nosotros, la Iglesia Pobre somos pues los
verdaderos herederos o sucesores de los apóstoles o primeros cristianos, que
conocieron personalmente a Jesús de Nazareth, el Cristo. Aconsejamos a la
iglesia rica, tanto católicos como protestantes, que acudan de verdad a Cristo,
si quieren ser cristianos en su única y verdadera Iglesia Pobre, y claro está,
no tienen necesidad de acudir a nosotros, pero sí de buscar en sí mismo, en su
propia vida a Cristo y dejar las riquezas materiales. Nosotros resumimos el
cristianismo así: “La iglesia verdadera
en cada casa obrera y Cristo en el corazón” esto es todo, o sea, trabajo y
oración como dos títulos básicos del verdadero cristiano que vive en y con
Cristo, con Dios. Los cristianos no necesitamos catedrales, templos, etc., ni
sacerdotes con estudios de seminario, sueldo mensual, etc., nos basta Cristo,
el único y verdadero “Maestro” para enseñarnos y guiarnos en el camino de la
vida, para llegar felizmente a Dios, nuestro Padre y Creador. La Iglesia
formada por Jesús era de gente pobre, la Iglesia Pobre es la de Cristo, no hay
otra, ánimos. Amén. (Agosto).
EL CAPITALISMO ES EL GRAN PROBLEMA SOCIAL
El Espíritu de Dios al que los
cristianos llamamos "Cristo" dijo por boca del obrero carpintero
Jesús de Nazareth: "El reino de Dios es de los pobres", y claro está
que no sólamente son pobres quienes piden limosna, los pobres somos todos los
obreros y obreras que trabajamos en este mundo. También dice Cristo que,
"no se puede servir a Dios y al dinero"; vemos entonces, que la
humanidad está dividida en ricos y pobres, o sea, unos que se hacen ricos a
costa del trabajo de otros, y a veces, a costa de sus vidas en las guerras que
organizan los ricos; hacerse, pues, rico a costa del prójimo es burlarse de
Dios y del prójimo, ya que dios dice: "Ama a tu prójimo como a tí
mismo". Podemos decir que el capitalismo es el gran problema social. La
revoluciones sangrientas que organizan los obreros contra los ricos no
solucionan el problema, teniendo como claro ejemplo el comunismo que domina el
país después de la revolución, ya que soluciona algunas cosas, pero si al cabo
de algunos años aquél comunismo cae, volvemos a lo mismo de antes, ya que
mientras no se domine o se aparte el egoísmo de cada ser humano, no adelantamos
nada. La verdadera revolución está en Cristo, y claro está, que no nos
referimos a ninguna religión organizada por los hombres. Los obreros y obreras
que formamos la Iglesia Pobre tenemos las ideas muy claras de todo esto y
aconsejamos a todos los pobres del mundo que se aparten de los partidos
políticos, que no voten a nadie, que se aparten del militarismo, que se den de
baja de la religión de los ricos, llámese como se llame y que procuren no traer
muchos hijos al mundo, y si es necesario, hay que acudir al aborto ya que
viendo como está la humanidad en este mundo con millones de obreros en paro,
las guerras, el hambre, etc., es mejor no traer hijos, máximo uno por pareja,
pero si no se tiene trabajo seguro, no traer ninguno. El capitalismo, que es la
bestia del Apocalipsis, está compuesto por ricos, reyes, condes, marqueses,
banqueros, comerciantes, industriales, jefes militares, etc., junto con la
jerarquía y sacerdots de todas las religiones. Los ricos lo tienen todo:
tierras, casas, palacios, oro, obras de artes, armas, bombas atómicas, etc., o
sea, que los ricos son los parásitos de este mundo, robándonos contínuamente la
riqueza que produce el trabajo de todos los obreros y obreras, o sea, los pobre
en este mundo, y vemos claramente que el capitalismo es el problema. No se
trata de matar a los ricos; se trata, sencillamente, de que no nazcan más
pobres y el capitalismo se verá obligado a cambiar las cosas, éste es el único
y verdadero evangelio de Cristo. Animos, pues, obreros y obreras, pobres del
mundo, que cada uno busque a Cristo en sí mismo, en su propia vida, pues Cristo
es la Verdad, la Vida. la Libertad, y sobre todo, es la Luz de Dios para ver
las cosas claras. Animos, amigos, hagamos la gran revolución espiritual para
vencer al capitalismo salvaje que domina este mundo, y tendremos a Cristo, que
es lo que puede solucionar este gran problema social. Un saludo fraternal de la
Iglesia Pobre. Así sea. Amén. (Agosto).
SÓLO CRISTO PUEDE HACER CRISTIANOS
Cuando Cristo dice por boca del obrero carpintero Jesús de
Nazareth, "Buscad primero el reino
de Dios", está claro que no hay que buscarlo en religiones,
sociedades, grupos, etc., hay que buscarlo en uno mismo. El catolicismo,
protestantismo, etc., no hacen cristianos, solamente hacen creyentes o
seguidores de su organización religiosa, que no tiene nada que ver con Cristo,
el Espíritu de Dios. No hay que dejarse guiar por los sacerdotes de las
diferentes denominaciones que se auto-titulan "cristianas", ya que
sólo enseñan creencias, ritos, dogmas, etc., y bautizan de formas diferentes,
se reúnen en catedrales, templos, locales, etc., y los sacerdotes y jerarquías tienen
estudios de seminario y cobran por predicar; no son, pues, cristianos de
Cristo. Por eso hay tanta confusión religiosa, ya que sacerdotes y creyentes
católicos, protestantes, etc., cambian de religión, o se hacen ateos; y lo
triste es que estas organizaciones religiosas se componen de ricos y pobres,
explotados y explotadores, o sea, unos creyentes que se hacen ricos a costa del
trabajo de otros creyentes, burlándose así de Dios y del prójimo, ya que Dios
dice: "Ama a tu prójimo como a ti
mismo". Pero comprendemos que en estas organizaciones religiosas hay
personas que buscan de verdad a Cristo, y si llegan de verdad a ser cristianos,
es por la sencilla razón de que han encontrado a Cristo en ellos mismos, al
margen de la religión a la pertenecen. Claro está que todo ser humano, hombre o
mujer, al encontrar en sí mismo a Cristo, o sea, el Espíritu Universal de Dios,
es guiado y enseñado por Cristo, ya que El es el único y verdadero Maestro en
la escuela espiritual de Dios. Nosotros, los obreros y obreras que formamos la
Iglesia Pobre de Cristo, lo sabemos por propia experiencia, hablamos, pues, con
propiedad y tenemos nuestras ideas claras, por eso predicamos siempre que las
personas busquen a Cristo en su interior, en su propia vida; este es el
verdadero evangelio, no tenemos templos, locales, etc., no buscamos socios,
simplemente buscamos amigos que busquen a Cristo en su interior, en su propia
vida; este es el verdadero evangelio, que busquen a Cristo, esto es todo. El
verdadero apostolado del cristiano de Cristo es muy sencillo, se trata de
aconsejar, dar ideas a los demás seres humanos para que encuentren al Espíritu
de Dios que llamamos Cristo; la oración, que no son palabras aprendidas, pero
sí un verdadero diálogo con Dios; la meditación, apartar de la mente todas las
ideas negativas, egoísmo, maldad, odio, etc., y dar cabida a las ideas
positivas, amor, paz, armonía, etc., y así preparar el feliz encuentro con
Cristo y recibir de él el bautismo espiritual; y todo esto, amigos, no se
encuentra en seminarios, libros, etc., ni siquiera en la Biblia; no es lo mismo
teoría que práctica. Acudid, pues, todos a Cristo, amigos. Así sea.
(Septiembre).
SER CRISTIANO ES SER LIBRE DE VERDAD
Cristo dice por boca del obrero carpintero Jesús de Nazareth: "Solamente la Verdad nos hace
libres", y claro está, que el llamado "cristianismo"
católico y protestante, no libera a nadie con sus creencias, ritos, dogmas,
etc., impuestos por sus sacerdotes con estudios de seminario y con sueldo, y en
lugar de practicar y predicar la verdadera libertad de Dios, la anulan, y ellos
mismos también caen en la trampa. Pero los seres humanos que no son creyentes
de ninguna religión, o sea, los llamados "ateos", tampoco son libres
de verdad, ya que tienen en su mente lo que domina a la gran mayoría de los
seres humanos: el egoísmo, acumular dinero, oro, tierras, casas, etc., o
simplemente, aferrarse a los vicios, y claro está, que ni unos, ni otros, son
libres. Pero lo más triste de todo esto, es que los ateos no son religiosos,
pero la gran mayoría de religiosos o creyentes son tan materialistas como los
demás, y al no ser cristianos de Cristo, ni unos, ni otros son verdaderamente
libres, porque tan esclavo es el creyente con sus dogmas, ritos, etc., como el
ateo sin estas cosas, y peor aún, si unos y otros tienen egoísmo, odio, vicios,
etc., y es triste ver que a la gran mayoría de seres humanos, creyentes o no,
les domina el egoísmo. No se trata, pues, de creer o no creer en Dios, ya que
esto no libera al ser humano, es cuestión de buscar a Cristo en uno mismo, al
Espíritu de Dios, que es como decir, a Dios mismo, es la Verdad, y esta Verdad
nos hace libres; ser, pues, cristiano de Cristo de Cristo, es ser libre de
verdad, porque Cristo es Luz, y cuando hay Luz se ven las cosas claras y hay que
darse de baja de la religión de los ricos, llámese como se llame, casarse por
lo civil, y si se tienen hijos, no permitir que nadie los bautice, trabajar
para comer, pero no para hacerse rico, no dejarse engañar por el egoísmo, odio,
maldad, etc., no dejar que los vicios dominen, que no manden en uno mismo, en
una palabra, procurar tener a Dios en uno mismo sin necesidad de ninguna
religión organizada. Claro está, que así ya se es un libre pensador, un
filósofo, un sabio de la Sabiduría de Dios, o sea, un cristiano de Cristo. Pero
si el ser humano se olvida de Dios y cree que la libertad está al margen de
Dios, se equivoca y cae en el libertinaje, o sea, una libertad sin Luz, sin
Dios, sin Guía Espiritual, y esto es desconocer la vida universal, ya que alguien
o algo ha hecho posible nuestra existencia, es, pues, imposible ser libre de
verdad sin contar con nuestro Creador, ya que no nos hemos creado nosotros
mismos. El infinito Universo, soles, mundos, estrellas, etc., obedecen la Ley
de Dios, y Cristo nos dice: “No se puede
Servir a Dios y al dinero”, “Bienaventurados vosotros los pobres porque vuestro
es el Reino de Dios”. Y nosotros, los obreros y obreras que formamos la
Iglesia Pobre tenemos todo esto muy claro, teniendo a Dios en nuestro corazón,
en nuestra propia vida somos libres de verdad y al mismo tiempo también somos
apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios; pero esto está al alcance de toda la
humanidad. Amén. (Septiembre).
LA IGLESIA POBRE ES IGLESIA OBRERA
La Iglesia Pobre la formamos obreros y obreras, todos somos
apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios, somos el cristianismo de Cristo, o
sea, la pequeña sinagoga o iglesia que fundó el obrero carpintero Jesús de
Nazareth en Israel hace dos mil años, somos pues nosotros, los pobres, que hemos
hecho posible el renacer del cristianismo primitivo, que no tiene nada que ver
con el catolicismo, protestantismo, etc., ya que es la iglesia rica, compuesta
de ricos y pobres, o sea, unos creyentes que se hacen ricos a costa del trabajo
de otros creyentes, y así se burlan de Dios y del prójimo, pues Dios dice: “Ama a tu prójimo como a tí mismo”, “No
matarás”; y los ricos de estas organizaciones religiosas, arman guerras
para hacerse más ricos, y a costa de la vida de muchos pobres con la
complicidad de los sacerdotes católicos, protestantes, etc., y claro está, todo
esto no es el cristianismo de Cristo. Pero nosotros, los obreros y obreras, los
pobres del mundo, tenemos el derecho y el deber de aclarar las cosas sobre
Cristo. No se trata pues de vanagloriarnos o creernos superiores al decir
Iglesia Pobre, somos pobres con Cristo, etc., pero tampoco sentirnos humillados
por ser pobres, los obreros no nos avergonzamos de ser obreros, de trabajar
para comer, somos pues pobres que al quedarnos sin trabajo, de no cobrar el
paro, tendríamos que pedir comida; los obreros y obreras somos todos los pobres
del mundo. Pero al ser cristianos de Cristo, somos apóstoles de Cristo y
sacerdotes de Dios, somos el único y verdadero cristianismo del mundo, y la
llamada iglesia católica, protestante, etc., no son la Iglesia de Cristo y si
ellos se fundan en algún versículo del llamado Nuevo Testamento de la Biblia,
nosotros bien podemos citar los versículos siguientes: “Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de
Dios”. Lucas 6-20. Somos pues los pobres los únicos cristianos del mundo,
pero claro está, si buscamos a Cristo cada uno en si mismo, en su propia vida,
y al tener a Cristo somos ya verdaderos apóstoles de Cristo y sacerdotes de
Dios, y para esto no se necesitan estudios de seminario, etc., ni pertenecer a
la iglesia rica, llámese como se llame, y esto es el verdadero y único
evangelio de Cristo que está al alcance de todos los seres humanos si buscan de
verdad a Cristo; los pobres lo tienen más fácil, ya que los ricos tienen que
abandonar sus riquezas materiales, ya que Cristo dice: “No se puede servir a Dios y al dinero”. Y nadie se hace rico
trabajando, se hace rico a costa del trabajo de los demás, a costa del prójimo
y Dios dice que su mandamiento es: “Ama a
tu prójimo como a ti mismo”, hacerse rico a costa del trabajo del prójimo
es burlarse de Dios y del prójimo. Somos pues los obreros y obreras que
formamos la Iglesia Pobre el único cristianismo de este mundo, somos apóstoles
de Cristo y sacerdotes de Dios, y repetimos siempre todo esto, y lo repetimos
como Iglesia Pobre, hasta que la llamada iglesia rica no sea pobre; el día que
el catolicismo, protestantismo, etc., se haga pobre, las palabras Iglesia Pobre
ya no será necesaria, bastará decir iglesia cristiana, Iglesia de Cristo.
Mientras tanto pues somos la Iglesia Pobre el único cristianismo en este mundo.
Y queda muy claro que no nos avergonzamos de ser pobres, de ser obreros y con
honor y mucha honra, somos apóstoles de Cristo y sacerotes de Dios. Buscad a
Cristo. Así sea. (Octubre).
LA SABIDURÍA Y LA IGNORANCIA HUMANA
La sabiduría y la ignorancia humana son como la luz y la
oscuridad, siempre están presentes en los seres humanos; analicemos un poco lo
que es primero la ignorancia, o sea, falta de luz en el ser humano. La
ignorancia tiene siempre por base el egoísmo, la envidia, el odio, o sea, la
maldad, pero el egoísmo es querer tener cosas materiales, casas, tierras,
dinero, oro, etc., pero también es vanidad, orgullo, el querer ser más que
otros, saber más que otros, etc., y para todo esto el egoísta no duda en
explotar a otros, en estafar, en robar, en armar guerras, etc., siempre
procurando ganar más dinero, tener más cosas; después lee algunos libros para
saber cosas y todo para aparentar, para querer ser más que otros. Pero lo
triste es que hay otros seres humanos que no llegando a tales cosas de estos
egoístas, les aplauden, les ayudan, etc., pensando seguramente, en que algún
día puedan ser como ellos, esto es el capitalismo que produce y alimenta el
egoísmo humano, esto es ignorancia total, ya que estos seres humanos se parecen
a los niños que siempre se pelean por los juguetes; es muy triste ver a estos
seres humanos, pero es la triste realidad de la gran ignorancia de muchos seres
humanos en este mundo que le llamamos Tierra; y esto está produciendo siempre
una humanidad dividida en ricos y pobres, y triste es que la gran mayoría de
estos seres humanos pertenecen a alguna religión, y así de esta manera vemos a
algunos creyentes que se hacen ricos a costa del trabajo de otros creyentes y
también con las guerras que organizan los ricos, y todo esto con el visto bueno
de los sacerdotes de todas las religiones; a todo esto le llaman civilización,
cultura, religión, etc., y el catolicismo, protestantismo, etc., le llaman
cristianismo para colmo de burla. Pero ahora digamos algo sobre la sabiduría
humana, nosotros los obreros y obreras que formamos la iglesia pobre, o sea, el
primitivo cristianismo en la pequeña sinagoga o iglesia que fundó el obrero
carpintero Jesús de Nazareth en Israel hace casi dos mil años, nosotros pues
comprendemos muy bien que la verdadera sabiduría humana está en tener en sí
mismo, en la propia vida, el Espíritu de Dios que los cristianos llamamos
Cristo, y sabemos por propia experiencia que cuando se tiene a Cristo, se tiene
la verdadera sabiduría de Dios en sí mismo, en la propia vida, ya que Cristo es
Luz, Paz, Amor, Justicia, Bondad, etc.; o sea, con Cristo se vence al egoísmo,
es decir, al tener la Luz que es Cristo, desaparecen las tinieblas, la
oscuridad, el egoísmo, en definitiva, desaparece la ignorancia en el ser
humano. No es ninguna tontería o capricho, decir que los obreros y obreras que
formamos la Iglesia Pobre, procuramos tener la Luz que es Cristo, cada uno en
sí mismo en la propia vida, ya que Cristo no da y nos enseña la sabiduría de
Dios. No nos creemos ser más o mejores que los demás, pero sí que tratamos de
ser personas normales, que viven la vida sin ensuciarla y esto, claro está que
puede hacerlo todo ser humano, o sea, ser apóstol de Cristo y sacerdote de Dios
y así poder practicar el evangelio de Cristo, la sabiduría de Dios. Ánimos pues
amigos, buscad a Cristo, cada uno en si mismo y en su propia vida. Esto es ser
verdaderamente sabio. Adelante amigos. Así sea. Amén.
LA IGLESIA POBRE PERDONA AL VATICANO
En el
periódico "El Día del Mundo" de fecha 25 de Mayo de 1.998, hemos
leído lo siguiente: "La iglesia de
Mallorca quiere pedir perdón a los xuetas. La iglesia de Mallorca quiere pedir
perdón a los descendientes de los judíos conversos de la isla, por la cruel y
humillante discriminación que han padecido durante siglos, según recoge una
propuesta que los fieles católicos presentarán para su aprobación en el Sínodo
diocesano que entra en su fase final".
Muy poco tiempo después de la muerte del obrero carpintero Jesús
de Nazareth, llamado cariñosamente por sus amigos, "el rabí",
llegaron a Mallorca algunos de sus seguidores a los cuales se les conocía con
el nombre de "los nazarenos", y algún tiempo después se les conoció
con el nombre de "cristianos". Esto ocurrió en Israel, hace ahora dos
mil años. Entre estos israelitas llegaron unos pocos cristianos, o sea,
seguidores de Jesús, cuyas sencillas enseñanzas han llegado hasta nosotros de
forma oral de padres a hijos; esta es la verdadera iglesia de Jesús de
Nazareth, la iglesia pobre. Al llegar el rey Jaime I, con su llamada
"conquista de Mallorca", vino también la iglesia católica y un poco
más tarde, la Inquisición, obligando a todos los nativos a ser bautizados por
la fuerza y los que se negaban a ello, eran encarcelados o muertos, y algunos,
quemados vivos en un terraplén que en la actualidad es conocido como la plaza
Gomila, cerca del castillo de Bellver de Palma. Si ahora, en la actualidad,
esta iglesia católica quiere pedir perdón a los xuetas, hace bien, reconociendo
que los seguidores de Moisés practican su propia religión, la religión judía,
pero en el caso de nosotros, los cristianos, no es lo mismo, pues el
catolicismo se creó muchos años después de la muerte de Jesús de Nazareth, no
son, entonces, la iglesia de Cristo, ya que Cristo nos dice que el reino de
Dios es de los pobres y no se puede servir a Dios y al dinero. La Iglesia Pobre
aconseja al Vaticano, que con este perdón a los xuetas de Mallorca, digan de
una forma pública, que ellos nos han sido, ni son, la iglesia de Cristo, y que
esta iglesia de Cristo esta formada por gente obrera, o sea, los pobres en todo
el mundo, xuetas o no xuetas, pero que procuran tener a Cristo en ellos mismos.
Ánimos amigos, tanto el catolicismo, como el protestantismo, nunca han sido, ni
son, la iglesia de Cristo, y reconocemos que de entre todos ellos hay personas
de buena fe que buscan a Cristo, pero en vuestras organizaciones religiosas hay
ricos y pobres, explotados y explotadores, ya que el que se hace rico a costa
del trabajo del prójimo, se burla de Dios y del prójimo, pues Dios dice: "Ama a tu prójimo como a ti
mismo". Pedid perdón, amigos, no solamente a los xuetas de Mallorca,
pedid perdón a todos los pobres del mundo y devolved el nombre de "iglesia
cristiana" que nunca os ha pertenecido. Buscad a Cristo, cada uno en sí
mismo, en su propia vida, y al tenerlo podréis predicar con propiedad. Así sea.
Amén.
LA FILOSOFÍA DE UN OBRERO JUBILADO
Soy un obrero yesero ya jubilado, empecé a trabajar a la edad de
nueve años, sólo fui a la escuela unas pocas semanas, no siempre he residido en
Palma. Sin recurrir a mi descendencia de los primeros israelitas cristianos que
llegaron a Mallorca muy poco tiempo después de la muerte del obrero carpintero
Jesús de Nazareth, el Cristo, y sin acudir, a poco, a la Iglesia Pobre, que
formamos unos pocos obreros y obreras, como descendientes, o no, aquí doy un
poco de idea de mi sencilla filosofía. Cuando me veo a mí mismo y todo lo que
me rodea en este mundo Tierra, otros seres humanos, plantas, árboles, animales,
etc. y mirando al cielo, al Sol, la Luna, las estrellas, etc. me digo a mí
mismo que alguien o algo ha hecho posible mi existencia, pues yo no me he creado
a mí mismo, me han creado; mi madre me parió, pero a mi madre la parió su
madre, y así hasta llegar a los primeros seres humanos, que no sabemos que
eran, una hierba, un pez, un átomo, etc. que ha ido cambiando, evolucionando,
hasta ser lo que ahora somos. Ahora bien, alguien creó este principio o este
principio se creó a sí mismo, yo no puedo, pues, negara a mi Creador, y creo
que nadie puede negarlo, por la sencilla razón de que nadie se ha creado a sí
mismo, y al poder contemplar algo del infinito Universo, estamos en lo mismo,
alguien lo creó, o se creó a sí mismo. Resumiendo, yo no puedo negar a mi
Creador, y no veo ninguna tontería en llamar a mi Creador: Dios, Padre Eterno,
enseguida ya que sólo se trata de dar nombre a nuestro Creador. Pero veo que
estoy viviendo en este mundo, con otros seres humanos, formando lo que llamamos
"la humanidad", la cual está dividida en ricos y pobres, o sea, unos
que se hacen ricos a costa del trabajo de otros, después veo partidos
políticos, ejércitos, religiones, etc. pero también veo obreros en paro,
guerras, hambre, injusticias, etc. y a todo esto lo llaman civilización,
cultura, religiones, etc. y todo esto regido o dirigido por leyes humanas, o
sea, hechas por los hombres, pero leyes que se contradicen unas a otras, leyes,
en muchos casos injustas, sobre todo en el tema de ricos y pobres. Pero cuando
pienso otra vez en mi Creador veo que en todas las religiones organizadas por
seres humanos como yo, éstos se auto-titulan sacerdotes, o sea, intermediarios
entre Dios, mi Creador y los seres creados, y esto es ridículo ya que nadie ha
visto jamás a Dios, nuestro Creador y Recreador del infinito Universo. Siendo,
pues, un ser humano que puedo pensar como los demás, porque Dios me ha dado un
cerebro, no me dejo engañar por nadie, y no confío en religiones, ni en
partidos políticos, etc. y siempre he procurado tener ideas propias; estoy
casado y tenemos una sola hija, también casada, y tienen una sola hija.
Tengamos, pues, las ideas claras, no aumentemos el número de obreros en paro,
de soldados para las guerras que organizan los ricos, seamos, pues, buenos,
pero no todos, tengamos ideas propias. Esta es mi filosofía, y encaja muy bien
con el sencillo evangelio del obrero carpintero Jesús de Nazareth, el Cristo;
esto es la Iglesia Pobre. Ánimos amigos, buscad a Cristo, cada uno en sí mismo,
en su propia vida. Así sea. Amén. (Noviembre).
MENSAJE A TODA LA JUVENTUD OBRERA DEL MUNDO
A toda la juventud obrera de este mundo, amigos, salud y paz.
Somos obreros y obreras los que formamos la Iglesia Pobre, el único y verdadero
cristianismo en el mundo, y estamos en Mallorca, en otros lugares de España y
en otros países. Este mensaje es para ayudaros a comprender muchas cosas de
este mundo. La humanidad está dividida en ricos y pobres, o sea, explotados y
explotadores, pero es más triste ver que en todas las religiones, son creyentes
los que se hacen ricos a costa del trabajo de otros creyentes, y a veces, a
costa de las vidas, en las guerras que organizan los ricos, y se burlan de Dios
y del prójimo, tanto sacerdotes como creyentes, todos se burlan de Dios y
pisotean sus mandamientos, pues Dios dice: “Ama
a tu prójimo como a ti mismo”. Pero nosotros, la Iglesia Pobre, os
aconsejamos que busquéis al Espíritu Universal de Dios, que los cristianos
llamamos Cristo, el nombre es lo de menos. Buscad a Cristo, cada uno en sí
mismo, en su propia vida. Dios es Amor, Justicia, Paz, Armonía, Sabiduría, Luz,
etc., y todo ser humano que vive en y con Cristo, con Dios, tiene todo esto,
según su propio avance espiritual. El cristiano de Cristo, no hace revoluciones
violentas contra los ricos; el cristiano de Cristo, procura no traer muchos
hijos al mundo, y si no tiene trabajo seguro, no trae ninguno. Los cristianos
comprendemos muy bien que no hay que aumentar el número de pobres en el mundo;
no aumentemos el número de obreros en paro, no aumentemos el número de soldados
para las guerras que organizan los ricos, no aumentemos el hambre, etc.,
pensemos con la cabeza, no nos dejemos engañar por nadie; apartaros de toda
clase de militarismo, dáos de baja de la religión de los ricos, llámese como se
llame, apartaros de toda clase de partidos políticos , no votéis a nadie, en
una palabra, jóvenes obreros y obreras del mundo, abrid los ojos, no os dejéis
engañar por nadie. En las organizaciones religiosas, el catolicismo del
Vaticano, el protestantismo de Lutero, etc., puede que algunas personas
sinceras busquen de verdad a Cristo, pero estas organizaciones no son el
cristianismo de Cristo. En el cristianismo de Cristo, no hay sacerdotes a
sueldo, o sea, paga mensual, ni estudios de seminario, etc., en el cristianismo
de Cristo, en su Iglesia Pobre, no hay templos, catedrales, monasterios, etc.,
en la iglesia pobre todos somos apóstoles de Cristo, y sacerdotes de Dios,
hombres y mujeres, y nuestras sencillas reuniones las celebramos en nuestra
propia casa, y claro está, que ningún rico puede ser cristiano, pues Cristo
dice: “No se puede servir a Dios y al
dinero”; y “El reino de Dios es de
los pobres”. Está muy claro, pues, que si un rico quiere ser cristiano,
tiene que dejar sus riquezas materiales, y
si los pobres quieren ser cristianos, tienen que dejar su egoísmo. Pero
todo esto podéis hacerlo en cualquier lugar o país del mundo, basta con cambiar
los nombres, y veréis que es lo mismo.
“La iglesia, pagoda, mezquita, sinagoga, etc., verdadera en cada casa obrera, y
Cristo, Buda, Alá, etc., en el corazón”. Basta ya, pues, de engaño, sed
vosotros mismos vuestros propios sacerdotes. Así sea. Amén. (Noviembre).
LOS MANDAMIENTOS DE DIOS EN LA BIBLIA
Los mandamientos de Dios que se pueden leer en la Biblia, que son
naturales, ya que ningún ser humano quiere que le hagan daño, dicen así: "Y habló Dios todas estas palabras,
diciendo..., no tendrás otros dioses delante de mí, no harás para ti escultura,
ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni de lo que está debajo
de la tierra..., no te inclinarás ante ellas, porque Yo soy el Señor tu
Dios..., no pronuncies el nombre del Señor tu Dios en vano..., acuérdate del
día del Sábado para santificarlo..., honra a tu padre y a tu madre, no matarás,
no cometerás adulterio, no robarás, no
hablarás contra tu prójimo falso testimonio, no codiciarás la casa de tu prójimo,
ni su mujer, etc.” Exodo 20, 1 al 14. Biblia Ediciones Sigal. El obrero
carpintero Jesús de Nazareth, el Cristo, resume estos mandamientos en dos: "Ama a Dios sobre todas las cosas, y
ama a tu prójimo como a ti mismo", y nos dice que el reino de Dios es
de los pobres, que no se puede servir a Dios y al dinero, etc. y nos da la idea
muy clara de que todo ser humano, hombre o mujer, puede dirigirse a Dios de
forma directa, sin intermediarios de ninguna clase, ya que al cumplir las
mandamientos, o sea, obedecer a Dios, se es un creyente en la Religión de Dios,
al seguir a Cristo el Espíritu Universal de Dios, que estaba en Jesús de
Nazareth, el ser humano se convierte en verdadero apóstol de Cristo y sacerdote
de Dios. Esto es el evangelio de Cristo, acudir a Dios de forma directa; esto
es lo que significa la sinagoga, más tarde llamada iglesia de Jesús de
Nazareth, o sea, un pequeño grupo de obreros, formado por Jesús y sus amigos, y
Jesús no fundó una nueva religión, es más, esto nos dá la idea clara de que
todas las religiones sobran, si el ser humano busca a Dios en sí mismo.
Nosotros, los obreros que formamos la Iglesia Pobre, lo tenemos muy claro, el
catolicismo, protestantismo, etc., no
son el cristianismo de Cristo, no son su iglesia, la del obrero carpintero
Jesús de Nazareth, son la iglesia da los ricos, y hacerse rico a costa del
trabajo del prójimo es robar, y armar guerras es matar, esto es burlarse de
Dice y del prójimo, es pisotear las mandamientos de Dice. La Iglesia Pebre es
la única iglesia de Cristo, y nosotros los obreros que la formamos, aconsejamos
a todos los seres humanos en este mundo, que busquen a Cristo, a Dios en ellos
mismos, y serán también, como nosotros, apóstoles de Cristo y sacerdotes de
Dios. Para ir a Dios no se necesitan intermediarios de ninguna clase, ya que
los primeros seres humanos que encontraron a Dios, fue en ellos mismos, cada
uno en su propia vida, y no en religiones, libros sagrados, etc., que no
existían; y Jesús de Nazareth nos dice que podemos dirigirnos a Dios, de forma
directa y personal: "Vosotros
oraréis así, Padre nuestro, que estás en los cielos", etc., eso es
todo. Esto es la Iglesia Pobre, la de Cristo, obedecer a Dios, cumplir sus
mandamientos, y seguir el ejemplo del obrero carpintero Jesús de Nazareth, el
Cristo, practicando y predicando su única y verdadero evangelio. Así sea. Amén.
(Diciembre).
LOS CRISTIANOS SIN EL EVANGELIO ESCRITO
El Espíritu de Dios, que los cristianos llamamos Cristo, siempre
esta presente en toda la historia humana, y todo ser humano que lo busca en sí
mismo, en su propia vida, lo encuentra. Es el caso de los profetas, Mesías, místicos, etc., y sobre
todo en el obrero carpintero Jesús de Nazareth, en Israel, hace dos mil años..
Jesús de Nazareth guiado por Cristo, con unos pocos obreros, amigos suyos,
reunió o formó una pequeña sinagoga, más tarde se le llamó “iglesia”, y les dio
la buena nueva, o sea, el llamado “Evangelio”, que sencillamente es, ir a Dios,
o sea, Buscar a dios de forma directa, cada uno en sí mismo, en su propia vida,
sin intermediarios de ninguna clase, o
sea, sin sacerdotes con estudio de seminario y con sueldo mensual. Es, pues, el
Evangelio de Cristo, el fin de todas las religiones fundadas por lo hombres.
Cristo dio la idea muy clara por boca de Jesús de Nazareth; Cristo es todo, y
al tenerlo cada uno en vosotros mismos, en vuestra propia vida, podéis
predicarlo a otros para que hagan lo mismo, predicar, pues, el evangelio de
Dios. Es el Amor de Dios traducido en Bondad en el ser humano, y esto no
necesita creencias, dogmas, ritos, ceremonias, etc., es cuestión de vivir en y
con Cristo, con Dios; y esto, vividlo y predicarlo. Cristo dijo a todos: “Estoy siempre con vosotros, trabajad para
que nadie se haga rico a costa del trabajo de otros, tened siempre muy presente
uno de los mandamientos de Dios”, “Ama a tu prójimo como a ti mismo”, esto
es todo, predicad el evangelio a todos los demás seres humanos. El final del
obrero carpintero Jesús de Nazareth fue la cruz, o sea, lo condenaron a muerte
los sacerdotes de la religión judía, la gente rica, los militares, etc.,
sencillamente por decir la Verdad, o sea, la Justicia de Dios. Ese sencillo
evangelio lo vivían y lo predicaban los primeros cristianos, que no se fundaban
en el evangelio escritos, o sea, en el llamado “nuevo testamento”, por la
sencilla razón de que no existía, muchos años más tarde lo compuso el Vaticano,
con cartas de los apóstoles, y gente rica y con poder político se apoderó de la
idea sencilla del evangelio de Cristo, para montar una religión de tan triste
historia, y siglos después, un fraile católico, Martín Lutero, se separó del
llamado “catolicismo”, y empezó el protestantismo, también con triste historia,
ya que tanto el catolicismo, como el protestantismo, son organizaciones
compuestas de ricos y pobres, o sea, unos creyentes que se hacen ricos a costa
de otros, del trabajo de otros creyentes, y a veces, a costa de sus vidas, en
las guerras que organizan los ricos, burlándose así de Dios y del prójimo, esto
es la gran farsa religiosa y la gran injusticia social. Pero nosotros, los
obreros y obreras que formamos en la actualidad la Iglesia Pobre, somos el
único y verdadero cristianismo de Cristo en el mundo, por dos razones muy
sencillas, algunos somos descendientes de los primeros israelitas cristianos
que llegaron a Mallorca, poco tiempo después de la muerte de Jesús de Nazareth,
y por las propias experiencias espirituales. Buscad, pues, a Cristo. Así sea.
Amén.
LOS CRISTIANOS NO NECESITAN SACERDOTES
En el Nuevo
Testamento de la Biblia podemos leer lo siguiente: "El Reino de Dios es de los pobres". Lucas 6, 20; "Llegaron a Jerusalem, y entrando en el
templo, se puso a expulsar a los que allí vendían y compraban, y derribó las
mesas de los cambistas y los asientos de los vendedores de palomas; no permitía
que nadie transportase fardo alguno por el templo y les enseñaba y decía:
"¿No está escrito: Mi casa será casa de oración para todas las gentes?,
pero vosotros la habéis convertido en cueva de ladrones". Marcos 11,
15. Todo esto fue dicho por el obrero carpintero Jesús de Nazareth, que llevaba
en sí mismo al Espíritu de Dios que los cristianos llamamos Cristo. En los
Evangelios de Jesús vemos que reunió a varios amigos suyos y formó la pequeña y
sencilla sinagoga, después llamada iglesia, demostrándonos así claramente, que
a partir de este momento los sacerdotes sobraban y sobran, y es muy triste ver
que después de dos o tres siglos se formó otra iglesia llamada católica con su
Vaticano, papas, etc., y siglos después el sacerdote católico Martín Lutero organizó el protestantismo
separándose de ellos, y tanto unas como otras, estas organizaciones están
formadas por ricos y pobres o sea, unos creyentes que se hacen ricos a costa
del trabajo de otros creyentes, y a veces, a costa de sus vidas, en las guerras
que organizan los ricos. Así, pues, tanto los sacerdotes del judaísmo, como del
catolicismo y protestantismo, no tienen nada que ver con Dios, ni con la
iglesia primitiva del obrero carpintero Jesús de Nazareth. Nosotros, los
obreros y obreras que formamos la iglesia pobre, tenemos el derecho y el deber
de decir a todos los obreros, los pobres del mundo, que pueden hacer lo mismo
que nosotros; buscar a Cristo cada uno en sí mismo en su propia vida y serán
apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios, sin tener necesidad de tener
intermediarios, sacerdotes a sueldo, etc. El cristianismo es vida, no es una
creencia; los cristianos no se hacen ricos a costa del trabajo del prójimo, ni
organizan guerras, ni participan en ellas, cosa que siempre han hecho tanto el
catolicismo, como el protestantismo a través de su historia. Ánimos amigos,
pobres del mundo; buscad a Cristo, y si los ricos quieren ser cristianos que se
hagan pobres. Así sea. Amén.
LA IGLESIA POBRE ES LA DE JESÚS DE NAZARETH
El espíritu de Dios, que los cristianos llamamos Cristo dijo por
boca del obrero carpintero Jesús da Nazareth: “El reino de Dios es de los pobres” Luces 620. En otros lugares de
los cuatro evangelios dice, "No se
puede servir a Dios y al dinero", "Es más fácil pasar un camello por
al ojo de una aguja que entrar un rico en el cielo”, “Los dos principales
mandamientos de Díos son: Ama a Dios sobre todas lee cosas y el prójimo como a
ti mismo", y Jesús de Nazareth dice: "Aprended de mí" y Jesús trabajaba de carpintero para
comer, Jesús no era rico, no era militar, no era empresario, comerciante,
industrial, etc. y tampoco era sacerdote con estudios de seminario y paga
mensual. Cristo, pues, es el verdadero Maestro, el verdadero Pastor, a sea,
Cristo es la Luz de Dios y cuando hay luz, se ven las cosas claras. Todo ser
humano que se hace rico a costa del Trabajo de los demás, o sea, a costa del
prójimo, se burla de Dios y del prójimo, y mucho peor es si se auto-titula
cristiano. Queda muy claro, pues, que tanto al catolicismo del Vaticano como
todo el protestantismo de Martín Lutero, no son la iglesia pobre o pequeña
sinagoga que reunió Jesús de Nazareth con algunos amigos suyos, obreros
también, como Jesús. Los obreros y obreras hoy, o sea, los pobres del mundo, si
tenemos a Cristo en nosotros mismo, en nuestra propia vida, somos todos la
iglesia pobre de Cristo. Aquí en Mallorca, los que formamos la iglesia pobre
somos obreros y obreras, y algunos somos descendientes de las primeros
israelitas cristianos que llegaron a Mallorca muy poco tiempo después de la
muerte de Jesús de Nazareth, y aconsejamos a las organizaciones religiosas
católicas y protestantes, a sus jerarquías sacerdotes y creyentes que busque
cada uno a Cristo en sí mismo, en su propia vida y los ricos de estas
organizaciones tanto dirigentes, como dirigidos, que trabajen para poder comer
y no vivan, o quieran vivir a costa del trabajo de los demás, pues mientras la
humanidad esté dividida en ricos y pobres no habrá paz, ni justicia, por mucho
que se hable de civilización, cultura, etc. Este mensaje es para todas las
religiones del mundo, pero en particular para las llamadas religiones
“cristianas”, que de Cristo no tienen nada, son religiones de los ricos y para
los ricos, no son pues, sinagoga o iglesia de Jesús de Nazareth. La única y verdadera
iglesia de Cristo en este mundo es la iglesia pobre. No vamos a entrar en
polémica con nadie, no nos fundamos sobre versículos del llamado Nuevo
Testamento de la Biblia, manipulados por el Vaticano o protestantismo, pero sí
que nos fundamos en las experiencias propias, de nuestro propio espíritu, en
cada uno. Ánimos pues, amigos todos, buscad a Cristo cada uno en si mismo, en
su propia vida y seréis como nosotros verdaderos apóstoles de Cristo y
sacerdotes de Dios. Así sea.
LA IGLESIA POBRE ACONSEJA AL VATICANO
Por tradición, por ser algunos de nosotros descendientes de los
primeros israelitas cristianos que llegaron a Mallorca muy poco tiempo después
de la muerte del obrero carpintero Jesús
de Nazareth, el Cristo, cuyas sencillas enseñanzas han llegado hasta nosotros
de forma oral de padres a hijos y por ser todos nosotros obreros, o sea, gente
pobre, y también por nuestras propias experiencias espirituales, tenemos el
derecho y el deber de aconsejar al Vaticano, y también al protestantismo salido
de ellos, o sea, del catolicismo. Aconsejamos, pues, a todos, jerarquías,
sacerdotes, creyentes, etc., que no hablen de Cristo, sin tenerlo en sí mismo,
en su propia vida, y también, que dejen en paz al obrero carpintero Jesús de
Nazareth, pues era pobre, era uno de los nuestros; nadie tiene, pues, el
derecho de llamarse cristiano, si no es pobre. Los ricos, así como la iglesia
rica, tienen el derecho a tener su religión, pero no tienen el derecho de
apropiarse de nuestro cristianismo pobre, sin ser pobres los que lo prediquen.
Aconsejamos, pues, al Vaticano y al protestantismo, que se fabriquen, que se
vayan creando un dios rico, un salvador rico para ellos, pero que dejen en paz
al obrero carpintero Jesús de Nazareth. No se trata de meternos con las organizaciones
religiosas de nadie, pero tenemos el derecho y el deber de repetir lo que os
decimos, que no os metáis con Jesús de Nazareth, ya que os habéis apropiado de
él, y sobre él habéis montado vuestras organizaciones religiosas. No queremos
polemizar con nadie; simplemente estamos defendiendo la Iglesia Pobre de
Cristo, ya que “el reino de Dios es de
los pobres”, Jesús mismo lo ha dicho, e incluso añade que “no se puede servir a Dios y al dinero”;
y si alguno de vosotros quiere ser cristiano de verdad, mirad lo que Jesús
dice: “Aprended de mí”, y él era un
carpintero, trabajaba para comer, no era un sacerdote a sueldo, ni un militar,
ni un capitalista, y si alguno de vosotros quiere ser cristiano de verdad, que
abandone sus riquezas materiales y busque a Cristo en sí mismo, en su propia
vida y será como nosotros, un verdadero apóstol de Cristo y sacerdote de Dios.
Comprendemos muy bien que dentro del catolicismo y dentro del protestantismo
hay personas que tratan de seguir a Cristo de verdad, y en estos días tenemos
el ejemplo de Teresa de Calcuta, o años atrás, el de Francisco de Asís, ya que
todo son alabanzas hacia estas personas, pero muy pocos tratan de hacer lo
mismo que ellos hicieron, y esto es el cristianismo, y no andarse con rodeos y
apoyar guerras, el capitalismo, etc., ya que si hay pobres en el mundo es
porque hay ricos que lo acaparan todo. Comprended que nosotros no somos “anti”
de nada, ni odiamos a nadie, pero tenemos que decir la verdad: buscad a Cristo.
Así sea. Amén.
MENSAJE CRISTIANO A TODOS LOS OBREROS DEL MUNDO
El obrero carpintero Jesús de Nazareth que llevaba en sí mismo al
Espíritu Universal de Dios, que los cristianos llamamos Cristo, dice: "Los dos principales mandamientos de
Dios, son: "Ama a Dios sobre todas las cosas y ama a tu prójimo como a ti
mismo". Amigos, estos mandamientos no están solamente escritos en la
Biblia, son ley natural, pues nadie quiere ser maltratado, explotado, nadie
quiere que le roben, que lo maten, etc., y Cristo dice: "Lo que no quieras para ti, no lo quieras para los demás". Hacerse
rico a costa del trabajo de otros, o sea, del prójimo, es burlarse de Dios y
del prójimo. Esta injusticia social está protegida por leyes hechas por
hombres, por los ejércitos y por todas las religiones organizadas por hombres.
De esta manera la humanidad está dividida en ricos y pobres desde hace muchos
siglos. En varias ocasiones los obreros han tratado de poner fin a esta
barbaridad con revoluciones sangrientas, como por ejemplo, el comunismo. Pero
pasan unos años y se vuelve a lo de antes, o sea, a la brutal explotación del
capitalismo salvaje. Los obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre, el
único y verdadero cristianismo del mundo, aconsejamos a todos los obreros y
obreras, los pobres en el mundo, que procuren no traer muchos hijos al mundo,
máximo uno por pareja, y si no se tiene trabajo seguro, procurad no tener
ningún hijo, y si es necesario, acudid al aborto. Basta ya de aumentar el
número de pobres, el número de obreros en paro, basta de aumentar el número de
soldados para las guerras que organizan los ricos, basta ya de dar más mano de
obra barata o de carne de cañón. Abrid los ojos no os dejéis engañar por nadie;
apartaros de toda clase de política, no votéis a nadie, apartaros de toda clase
de militarismo, negaros a hacer el servicio militar, daros de baja de la
religión de los ricos, llámese como se llame, procurad tener ideas propias, no
gastéis vuestro poco dinero dinero en
cosas no necesarias, en una palabra, procurad ser vosotros mismos, y esto lo conseguiréis
si cada uno de vosotros busca a Cristo en sí mismo, en su propia vida. Tomad,
pues, parte con nosotros, la Iglesia Pobre, la única revolución del Cristo, o
sea, la única y verdadera solución al grave problema de todos los obreros y
obreras, los pobres del mundo. No se trata de odiar a nadie, es cuestión de
tener las ideas claras. Repetimos, no traigáis muchos hijos al mundo, no
aumentéis el número de pobres, seamos buenos, pero no tontos. Pero no tenéis
que ver en este mensaje, solamente ideas socialistas o comunistas, ya que lo
importante, la base o fundamento, es Cristo, que es la Luz, Paz, Justicia,
Bondad, Armonía, Sabiduría, etc. Dios es Amor infinito, Poder infinito y
Sabiduría infinita. Todos los seres humanos en este mundo y en todos los mundos
del infinito Universo estamos hechos a imagen de Dios. El Creador del infinito
Universo es Espíritu, somos todos, pues, espíritu. Amigos obreros y obreras, o
sea, los pobres del mundo, buscad a Cristo, cada uno en sí mismo, en su propia
vida y seréis de verdad apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios. Así sea.
Amén. (Noviembre).
“EL CRISTIANISMO DEL 3ER MILENIO”
El
cristianismo del 3er milenio, –y digo 3er milenio porque de decir en el 3er
milenio parecería ser un cristianismo ya conocido de católicos y protestantes–
es el verdadero cristianismo que ya hemos empezado ahora a vivir; este
cristianismo se ha vivido a través de la historia desde Jesús de Nazareth hasta
estos tiempos en varios lugares del mundo en algunas familias; es el
cristianismo de Jesús de Nazareth que ha pasado de padres a hijos de forma
oral, pero no solamente aquí, en Mallorca, sino en otros lugares del mundo,
aunque no se le haya dado esa fuerza que le hemos dado aqui llamandolo Iglesia
Pobre.
El
cristianismo de Jesús de Nazareth pues, tiene sus momentos primeros en Israel,
eran unos cuantos amigos de Nazareth con Jesús, el obrero carpintero que
llevaba en si mismo el Cristo como lo llevaban también sus amigos, hombres y
mujeres, trabajadores como él y que formaron aquella pequeñita sinagoga que más
tarde fue llamada iglesia cristiana.
Los primeros
cristianos según ya se conoce en la historia, fueron perseguidos en Roma, en
España, incluso en Mallorca mismo, pero aparte de todo esto, este cristianismo
primitivo, –ahora que entraremos en el tercer milenio–, es la idea básica y
universal de la verdadera religión de Dios, que no tiene templos hechos por
manos de hombres, que no tiene sacerdotes a sueldo, etc.
Resulta que,
–y aunque parezca una contradicción no lo es– era necesario a través de mil y
pico de años, que el cristianismo se diera a conocer a través de este
catolicismo y protestantismo de Martín Lutero salido del Vaticano romano, un
cristianismo falsificado que no tiene nada que ver con el primitivo
cristianismo del que hablamos, el de Cristo, el de Jesús de Nazareth. Así pues,
hoy se puede decir al mundo: “el cristianismo que conocéis como iglesia
católica o protestantismo con todas sus denominaciones, no es el cristianismo
verdadero”. De no haber existido este catolicismo y protestantismo estaria de
más hablar hoy de cristianismo, pero hoy ya no hay ignorancia sobre este hecho,
porque millones de seres humanos conocen, además de todas las religiones que
hay en nuestro mundo, la llamada religión cristiana, catolicismo y protestantismo.
En muchas
ocasiones hemos dicho que estas organizaciones están formadas además de la
jerarquía, por sacerdotes a sueldo, estudios de seminario, miembros ricos y
pobres, creyentes que se hacen ricos a costa de otros creyentes con el visto bueno de los sacerdotes de las
religiones, etc. Y esto lo vemos en todas las religiones del mundo, aunque este
mensaje trate de dar la idea clara sobre el cristianismo. Hace años hable en un
mensaje titulado “Mensaje a la Humanidad” de este futuro, pero ahora concretamente
será el mensaje del cristianismo de este tercer milenio. No tiene importancia
la idea de milenio en el tiempo del universo, pero si que tiene importancia en
el cristianismo que conocemos y vivimos desde Jesús de Nazareth hasta que
empezaron estos señores a cambiar el calendario en Israel, –que son 5700 y pico
de años–.
Este
cristianismo de Jesús de Nazareth es tan sencillo que ha escapado a mucha
gente. Muchas personas católicas y protestantes leen en el Nuevo Testamento,
–este librito compuesto por el Vaticano con supuestas cartas de los apóstoles,
etc.– claramente aquello de “El reino de Dios es de los pobres” y también lo de
las Bienaventuranzas, “bienaventurados
los pacificadores, los limpios de corazón, etc.,”, cosas que se pueden
resumir, –como tantas veces lo hemos dicho–, en Bondad. Nos encontramos pues
que este Dios Universal, que le llamamos Dios del amor o el amor mismo, así
como dice Juan el apóstol, “A Dios nadie lo ha visto jamás, Dios es amor,
etc.”, es el amor en cada ser humano, es la chispa pequeñita de Dios, ya que no
podemos abarcar todo el mor de Dios en nosotros mismos, es a esto pues le
llamamos Bondad.
En el
transcurso de estos siglos, han venido unos hombres y mujeres del Vaticano
romano y protestante y han dicho a la humanidad: “Todo esto es demasiado
sencillo, hay que hacerlo mas complicado para poder vivir a costa de los
demás”; y se ha hecho como ellos decían; desde el poder se ha permitido que
unos hombres puedan hacerse ricos a costa del trabajo de otros y así se han burlado
de Dios y del prójimo, a pesar de que Dios ha dicho “ama a tu prójimo como a ti mismo”; han apoyado guerras, incluso
han organizado ellos mismos guerras, católicos y protestantes. Y ahora vemos la
cosa bien clara, unos señores que dominan Norteamérica, los gobernantes, cuya
mayoría es protestante, arman guerras y luchan, como ha hecho y hace el
catolicismo a través de toda su historia.
Nos
encontramos pues que hemos entrado en el tercer milenio, –que son dos días–, y
existe ya una cantidad enorme de personas en el mundo que saben leer y
escribir. Millones de seres humanos empiezan a pensar ya por ellos mismos, las
ideas propias van apareciendo, y la circunstancia humana no es como hace siglos
en donde la ignorancia era total en la gran mayoría de personas mientras unos
cuantos pillos dominaban el mundo. La cosa esta cambiando, y este tercer
milenio se presenta como se ha dicho, que será espiritual o no será. Recuerdo
que los chicos que pasan por mi casa me dijeron que en ese congreso católico
que se celebra cada año en Madrid ya se dijo que el cristianismo, la iglesia
católica será pobre o no será.
Cuando
empiecen los seres humanos, –que ya hemos empezado, pero en gran mayoría–, a
pensar por si mismos, a tener la ideas claras, se verá con claridad la importancia
de la bondad y como, estando al alcance de todos, se irá comprendiendo que
hasta un ateo, puede ser y de hecho lo es en muchos casos buena persona, porque
practica esta bondad y la vive.
La llamada
religión sufrirá un proceso, en nuestro caso el llamado cristianismo católico y
protestante va desapareciendo y como consecuencia la iglesia rica acaba y queda
la iglesia pobre; seguidamente ya no habrá ninguna necesidad de decir iglesia
pobre y se dirá la iglesia, (así como asram, pagoda, mezquita, sinagoga, etc.,
en otras culturas); siguiendo el proceso, después se dirá el cristianismo, como
se dirá budismo, islam, judaísmo, etc. como religión; hasta que llegue el
momento que desaparezcan las siglas, los nombres de dichas religiones, el
cristianismo, el budismo, catolicismo, protestantisno, etc. todo esto quedará
retirado y veremos al ser humano que se levantará como un gran gigante, y él
mismo ya se autotitulará delante de los demás y lo verán como ser humano.
Ya hemos
bajado del árbol, ya no somos monos, no somos animales, somos personas, no será
necesario decir, “soy cristiano, procura
ser cristiano, busca a Cristo, etc.”, porque llegará el momento en que lo
viviremos todos, y en esto consistirá el tercer milenio. La maravillosa
enseñanza de Jesús de Nazareth, el carpintero, estará al alcance de todos y se
vivirá como seres humanos que se portan con bondad, que viven la vida; el ser
humano será buena persona, pero no porque de espere un cielo o tema a un
infierno, ya que esto será considerado como cosas de niños; desaparecerán
expresiones como ¡pórtate bien y te irás al cielo, y cuidado que si te portas
mal vendrá el hombre del saco!, simbolizando el infierno o el demonio.
Los seres
humanos se portarán como seres humanos, la verdad ya revelada, la verdad
vivida, “La verdad os hará libres”,
la libertad de ver las cosas claras; se tendrá el Cristo, el Espíritu de Dios
que es la Luz y el único que hará ver las cosas claras en este tercer milenio,
pero a todos por igual. La injusticia social que está produdida por el egoismo,
caerá, ha de caer, porque el egoísmo desaparece. Como hemos dicho en este
Mensaje a la Humanidad, “el hombre se
avergonzará en el futuro si no es útil a los demás”. Expresiones como
“...para vivir he de explotar a otro ser humano...”, será considerado el colmo
y la gente pobre, la gente obrera en el mundo verá claramente que lo importante
es no traer tantos hijos pobres al mundo, muy pocos y si es necesario ninguno
para que no ocurra este hecho. El cristianismo ha de ser vivido –algo que
intentamos hacer ahora muchos seres humanos, antes de entrar en este tercer
milenio–, y al vivirlo puede ser predicado con propiedad.
Las creencias
no son necesarias, porque creer o no creer en Dios es lo de menos, hay que
sentir, vivir a Dios. Y a esta conclusión se llega ahora –como se llegará en el
tercer milenio de forma total–, pensando que alguien o algo ha hecho posible
nuestra existencia, y la existencia del Infinito Universo, y por tanto no
podemos negar a nuestro Creador, ya que nadie se ha creado a si mismo. Todo
esto estará tan claro en el tercer milenio que ya no se discutirá sobre ello;
resultará absurdo decir: “Dios, ¿existe o no existe?; yo no creo en Dios; yo
que sé cuando me muera donde iré”, serán tonterías que desaparecerán de la
mente de todos los seres humanos porque, a medida de que vayan pensando todos
los seres humanos, nadie querrá parecer tonto, ignorante ante nadie; la mente
trabajará y el Cristo aumentará dentro del ser humano, porque cuando creces
espiritualmente todo lo ves claro, ya no irás a discutir cosas que estén al
alcance de tu mano.
Hoy nadie se
atreve a decir que el Sol no existe, o el frío, o el calor, o la vida no
existe, nadie se atreve a decir: “Nada existe, lo que vemos a simple vista, las
estrellas, etc., no existe nada de esto, etc.”; nadie se atreve a decir esto,
porque lo ve. Decir en el tercer milenio “yo creo en Dios o yo no creo en
Dios”, esto desaparecerá; decir que: “Para estar bien con nuestro Creador que
llamamos Dios, tenemos necesidad de acudir a un lugar determinado, lo que
llaman templos, iglesias, etc.” no existirá. Las palabras de los profetas
antiguos, “Dios no habita en templos
hechos de manos de hombre”, se verán claras, ya que la vida misma la
vivimos estemos donde estemos, la viven en el Japón, en China, en Mallorca, la
viven en cualquier parte del mundo. Es absurdo que para vivir tengamos que
acudir a otro pueblo, o para sentir frío o calor tengamos que ir a otro país,
entonces es absurdo también que, para que nos hablen de nuestro Creador, necesitemos
ir a un templo determinado; ¿acaso no te das cuenta –podríamos decir– que en tu
casa, sentado en una silla, sientes a Dios y lo vives?, pues este es el
cristianismo verdadero del tercer milenio.
Y decimos
cristianismo porque ha venido aquí por la historia y así lo llamamos, como
diríamos budismo de estar en la India, de hecho también el budismo será vivido
de igual manera, pero no como ahora; el ser humano que se sienta seguidor de
Sidharta, de Budha, lo vivirá también en su casa y no tendrá necesidad de ir a
una pagoda determinada y sentarse según los rituales y oraciones. Y eso es así
porque el cristianismo así como el budismo, son cosas sencillas; respiramos
físicamente y no necesitamos a nadie para ello, no necesitamos intermediarios.
La idea es clara ahora pero lo será mucho más en el tercer milenio.
Comprenderá
toda la humanidad todo esto y dirá: “¡Caramba, ¿quién es éste que viene a
predicarme cosas de Dios, si él no lo ha visto jamás y yo tampoco?, entonces
estamos iguales y si estamos iguales, de hombre a hombre, de mujer a mujer va
cero, ¿quién eres tú para meterte entre mi Creador y yo?, eso no puede ser,
tienes que hacer lo que hago yo”; y se le dirá a la jerarquía, a los sacerdotes
de todas las religiones: “buscad a este Dios Universal, a este Creador nuestro
en vosotros mismos, yo haré lo mismo y nos sentiremos hermanos, nos sentiremos
miembros de la verdadera y única religión de Dios, que es no sólo mundial sino
Universal, porque la religión de Dios, que es la verdadera, es para todos los
seres humanos en este mundo y en todos los millones y millones de mundos del
Infinito Universo”.
En el tercer
milenio ya entramos en la edad madura, podríamos decir en una mayoría de edad,
pero lo maravilloso és que, antes de entrar de forma global toda la humanidads,
muchos de nosotros nos sentimos ya mayores de edad, sobre todo los que formamos
la Iglesia Pobre, pues hemos comprendido que ya no necesitamos de individuos
que nos hablen sobre Dios, –algo que se ve claramente que no entienden las
religiones–, comprobando claramente aquella verdad de Cristo que dice: “Si un ciego guía a otro ciego ambos se
caen”. No necesitamos pues intermediaros, y por consecuencia comprendemos
de una vez aquellas palabras sencillas – que gracias a Dios no han sido muy
manoseadas– del Cristo cuando dijo: “Yo
soy el Buen Pastor...”, aparte de lo escrito en el llamado Nuevo Testamento
de la Biblia y de todas las biblias del mundo, de todos los libros llamados
sagrados.
Entramos pues
en este tercer milenio ya mayores de edad de forma sencilla y familiar, con el
simbólico carné de poder conducirnos a nosotros mismos. Comprendemos que si un
motor de coche no marcha sin gasolina, igual que una bombilla no da luz si no
está en contacto con la electricidad, de la misma manera sin Cristo nadie puede
ser cristiano, sin Budha nadie puede ser budista, etc., sin el Creador que nos
dirija, no somos más que animales. Cuando vivimos y sentimos al Creador –que
está dentro de nosotros mismos y al que lo definimos como Espíritu, Cristo–,
entonces marchamos nosotros por nuestros propios pies, guiados de forma
simbólica y alegre por la gasolina llamada Cristo, Espíritu.
Así como nadie
puede negar que un coche, un camión un autocar, no funciona si el motor no
tiene gasolina, el ser humano sin Dios no funciona y por consecuencia vemos las grandes contradicciones en nuestro
mundo, injusticia social, explotación humana, unos que viven a costa de los
demás, guerras, fabricación de armas, cuarteles, individuos que se auto-titulan
reyes, condes y marqueses, industriales, comerciantes y toda esta tramoya de
sacerdotes en todo el mundo; cuando vemos todo esto, lo único que se puede
decir es: “¡esto no!, somos seres humanos todos, trabaja para vivir, para
comer, pero no te hagas rico, no acumules nada a costa del trabajo de tu
prójimo, de los demás, deja ya de ser tonto, deja de ser animal y pórtate como
un ser humano, como persona”. Este es el verdadero ser humano grande, que ha
crecido limpio y que entra en este tercer milenio.
Muchas
personas dirán al este mensaje: “Esto parece como un cuento de hadas, una
utopía”. Pero la realidad es que todo lo que ocurre en nuestro planeta está ya
al alcance del conocimiento de casi todos los seres humanos, y por consecuencia
mucha gente han empezado a pensar por si mismo, claro que en esta lucha hay que
saber vencer al egoísmo; pero muchos seres humanos, hombres y mujeres, se dan
cuenta que a esto de estar dirigidos por otros dicen que no, a estar explotados
por otros dicen que no, que hacerse rico a costa de su trabajo dicen que no, y
este pensamiento enorme y mundial se irá ensanchando más y más, y esto es el
Espíritu, el Cristo. Y lo podemos comprobar por la gran cantidad de
organizaciones y grupos humanos que defienden la naturaleza misma, plantas,
animales, el ambiente, etc.; todo esto no es más que la idea sencilla de
plantearse seriamente “tenemos que ser seres humanos”.
En muchas
ocasiones por los medios de comunicación se presentan animalitos pequeños, y se
dice que son hermanos pequeños nuestros; las plantas, los animales, todos como
hermanos; el caso de Francisco de Asís planteando lo del hermano lobo, el
hermano perro, el hermano sol, etc., todo esto ya acontece y acontecerá de
forma total en el tercer milenio; se vivirá una sola verdad, la verdad de Dios,
no ideas arregladas porque interesan el ser humano y planteadas como un cuento,
sino la verdad sencilla y clara en el ser humano de que ya no es un animal y
que lo importante en la vida es portarse como lo que se es, un ser humano.
Este es el
cristianismo en el tercer milenio; nosotros aquí, como iglesia pobre, hombres y
mujeres que formamos este grupito de amigos, decimos con este mensaje a toda la
jerarquía y sacerdotes del llamado catolicismo y protestantismo lo mismo que
hemos dicho ya en otras ocasiones, “como organizaciones no sois el
cristianismo”, el catolicismo y protestantismo no es el cristianismo. Admitimos
la evidencia de que en estas organizaciones hay hombres y mujeres de buena fe
que buscan a Cristo, pero esto ocurre porque estas personas forman parte de la
verdadera iglesia o religión de Dios, la iglesia pobre, aunque estén metidas en
estas organizaciones, pero cuando comprendan por ellas mismas que estas sobran
para vivir la vida de esta forma sencilla que decimos, se apartarán sin ningún
temor de la organización.
La
organización religiosa, cualquiera que sea, no tiene nada que ver con la
bondad, de ser así el mero hecho de ser católico, evangélico, bautista, testigo
de Jehová, etc., tendría que dar como resultado el ser buena persona, todos
acabarían siendo buenos cristianos y el mundo sería un paraíso, y en las otras
religiones también, pero esto no es así; estar dentro de una organización es
fácil, cualquier ser humano puede autotitularse católico, protestante, testigo
de Jehová, o de cualquier religión, judía mahometana, budista, etc., pero esto
no tiene nada que ver con la vida espiritual del ser humano. Este tercer
milenio se hambre a la gente, a la humanidad, para que se vea que todo el
lastre religioso que llevamos durante siglos hay que retirarlo.
Han sido
experiencias humanas –si queréis llamarlas así–, porque a través de la historia
hay muchas cosas que aprender, y de hecho se nos han dado muchas de estas
lecciones. Pero si miramos a este mundo desde un punto de vista más elevado,
vemos que es una simple bola pequeña en el Infinito Universo, una bolita llena
de trocitos de tierra llamados por los seres humanos fronteras, gobiernos,
compuestos de gente rica y pobre, mucha porquería social, etc.
Ha llegado
pues el momento de comprender que hay que crecer y no ser tan niños, yo diría
tan bestias; darnos cuenta que, como seres humanos, estamos en el derecho y la
obligación de vivir la vida sin ensuciarla, no necesitamos armas de guerras,
por lo tanto, no necesitamos de fábricas que fabriquen armas para matarse unos
a otros, no necesitamos de cuarteles, no necesitamos que unos señores se hagan
ricos a costa de los demás, no necesitamos sacerdotes de ninguna clase de
religión para decirnos que tenemos que ser buenas personas y portarnos bien
para estar en y con Dios, con Cristo.
El
cristianismo verdadero está entrando gloriosamente –se podría decir– en este
tercer milenio, y decimos gloriosamente porque al fin nos damos cuenta ya
muchas personas, tanto aqui en Mallorca como en el mundo, de que todo este
lastre, esta porquería política de religiones etc. es basura, y que hay que ir
a la verdad que es Dios, que es Cristo, que es el Infinito Universo, que es la
vida misma sin ensuciarla, si no cambias tu no cambia nada. Estamos cambiando y
decimos a los demás que hagan lo mismo, decimos a los católicos, protestantes,
jerarquía, sacerdotes, creyentes, etc., que dejen ya de una vez todos esa
porquería religiosa y que vayan a Cristo buscándolo cada uno en sí mismo.
El tercer
milenio, el cristianismo, –que no es un nuevo cristianismo sino el verdadero
cristianismo que ya ha renacido entre muchos seres humanos en el mundo– está
renaciendo en otros mundos, es este tercer milenio cristiano, budista
mahometano, judío, etc., pero sin intermediarios. Basta ya de comerciar con las
cosas espirituales de Dios, basta de teatro religioso, vayamos a la verdad
sencilla del Cristo. Tenemos que repetir otra vez lo que dice Juan: “A Dios nadie lo ha visto nadie jamás…”;
seguramente hay quienes lo han visto en el terreno humano porque Dios es amor,
y el que vive en amor..., pero ¿que és este amor?, el amor es lo que hemos
dicho en este mensaje, la bondad. Es tan sencilla la cosa, y esto es el
cristianismo.
Habrá quienes
digan que lo dicho aquí va en contra del catolicismo o del protestantismo, que
esto son ideas de falsos profetas: pero la cosa esta clara sobre el verdadero y
el falso profeta. El verdadero profeta dice a la humanidad, “acude a Dios,
búscalo en ti mismo”; este es el verdadero profeta que tiene la luz de Dios.
Pero el falso profeta dice: “Ven conmigo y acude a tal o cual religión”; la
cosa está clara, “acudid a mi”, ahí esta el falso profeta, y “acudid a Dios”,
este es el verdadero profeta y no puede ser de otra manera; no como ahora que
católicos llaman a los protestantes falsos profetas, los protestantes a los
católicos, después a los budistas, budistas a judíos, etc., y unos a otros se
tiran la pelota diciendo, “tu eres el falso profeta”. Y la realidad espiritual
no es así, porque el verdadero profeta es el hombre o mujer que diga busca a
Dios en si mismo, al Cristo y luego dice a los demás que hagan lo mismo
realizando la verdadera profecía, es el verdadero profeta que habla en nombre
de Dios y que te dice que busques a Dios en ti mismo, no en la religión que más
convenga.
El tercer
milenio será cristianismo primitivo actual, porque el cristianismo es como Dios
mismo, como la vida misma, no es una cosa pasada, es el eterno presente de
Cristo, el eterno presente de Budha, el eterno presente del Espíritu, el eterno
presente de nuestro Creador; vivamos pues a este Creador, vivamos pues al
Creador del Infinito Universo, no es cuestión de creer en el Creador, hay que
vivirlo, esto es el cristianismo verdadero tan natural que en su momento hasta
el nombre de cristianismo desaparecerá.
Creo que la
cosa ha quedado más clara, pero hay que repetir muchas veces estas cosas y
todas las personas, los que teneis la idea clara, teneis el derecho y el deber
de decirlo también a otras personas, “Id,
predicar el evangelio…” dice Cristo, el Espíritu, a todos los seres
humanos, pero esto no quiere decir organizar misiones, etc., diciendo aquello
de “el que creyere...”, todo esto son arreglos religiosos que se han dado; tu
predica siempre la verdad y la verdad es sencilla, “di a tu hermano, al ser
humano cualquier ser que sea, blanco o negro, hombre o mujer que busque a Dios
en si mismo y tendrá la luz, tendrá a Cristo, tendrá la verdad –lo que se dice
la vida eterna– de una forma clara y nos portaremos bien por el bien no porque
esperemos el premio, si después hay un premio bendito sea Dios, pero si no lo
hay bendito sea Dios.
Este es el
cristianismo primitivo actual del tercer milenio y no hay otro; todos los
hombres y mujeres que estén dentro de todas las organizaciones, de religiones
que se auto-titulen cristianas desaparecerán por completo como miembros, en
este tercer milenio desaparecen todas las religiones organizadas del mundo para
dar paso de forma ya definitiva a la verdadera religión universal, la de Dios,
que como ya vemos no tiene nada que ver con organizaciones religiosas. Y hay
que decir esto a los sacerdotes de todas las religiones y en concreto al
catolicismo y protestantismo que nunca han sido iglesia cristiana; decirles que
busquen a Cristo y entonces serán verdaderos cristianos de Cristo y no de Roma
ni de ningún vaticano, sea católico o protestante.
Veremos pues
hasta donde llega este mensaje ya que depende de vosotros. El ser humano que se
diga a si mismo, “me gusta este mensaje de Cayetano Martí, me gusta escuchar a
este hombre lo que dice, pero yo no creo en nada de religión; yo procuro vivir
la vida sin hacer daño a nadie, no me interesa ni el budismo, judaísmo, iglesia
pobre, ni cristianismo, etc., yo me aparto por completo de todo esto, pero
trato de vivir mi vida sin explotar a nadie, sin hacerme rico a costa de los
demás”, si este ser humano dice esto, está en la verdad, aunque el mismo,
hombre o mujer, diga que tiene una idea diferente de Dios, que no crea en
ningún Dios como le han presentado, etc., esto es lo de menos, “pórtate bien
amigo –hasta podemos decir hermano– en este tercer milenio que entramos, seas
blanco, negro, chino, japonés, hombre o mujer, viejo o joven, pórtate
simplemente como un ser humano”.
Comprender
pues que no somos animales, somos personas humanas, es vivir este cristianismo
del tercer milenio, es vivir como ser humano, y si católicos y protestantes
quieren coger algunas palabras o cosas del Nuevo Testamento, de la Biblia, o
del Corán, o los Vedas, pueden hacerlo, pero cuidado, que la vida es la
primero, la vida en y con Dios, nuestro Creador, llamémosle Dios, Creador,
etc.; no olvidemos que nosotros no nos hemos creado a nosotros mismos, nos han
creado, por tanto es una tontería negar a nuestro Creador pues Él sabe porqué
nos ha puesto en nuestro mundo, Él sabe porque vivimos de una manera u otra y
al morir o dejar el físico, volveremos a este Creador Infinito que, –para
nosotros– además de infinito en el tiempo, es infinitamente sabio, poderoso,
bondadoso, etc., aunque a veces parezca que no es así porque vemos cosas que
nos hace preguntarnos “¿porqué permite Dios...?, etc.” pero esto son cosas
nuestras porque no entendemos la gran sabiduría de éste o esto que nos ha
creado y al que llamamos Dios.
Ánimos pues
amigos, ya estamos a las puertas del tercer milenio, –en el caso nuestro de
Mallorca, de España– y en muchas partes del mundo; hablemos de este
cristianismo nuestro actual que no tiene nada que ver con el catolicismo y
protestantismo, somos cristianos de Cristo, no de organizaciones de ninguna
clase y esto que lo puedan decir también los budistas de Budha, que lo puedan
decir todas las religiones. Se ha acabado el negociar sobre una cosa tan
sencilla como es el ser buenas personas, tener bondad, vivirla y ponerla en
práctica. Esta entrada en el tercer milenio que parece que tiene que ser todo
lleno de cambio y de misterio aclarados y apocalipsis no es así, es más
sencilla, vive la vida y no la ensucies, la bondad por delante y nada más que
esto, es así ahora y a sido así a través de la historia del Infinito Universo,
de todo.
Aclarado esto,
lo que queda es poner en práctica lo que se tiene claro y vivirlo. En muchas
ocasiones hemos dicho que no se trata de hablar de la comida, sea la que sea,
por ejemplo la paella, hay que comer para saber el gusto que tiene la paella,
la comida física; no se trata de tanta literatura, palabreo, tanta religión,
ceremonia etc. para hablar de Dios, de una cosa tan sencilla como es la bondad;
Jesús de Nazareth dijo: “Aprended de mi” y
el trabajaba de carpintero, estaba en comunión con Dios, lo sentía, lo vivía y
lo predicaba. Todos los seres humanos podemos hacer lo mismo, hombres y
mujeres, y este es el verdadero cristianismo de Cristo, de Dios. El tercer
milenio es el final de todas las religiones organizadas por lo hombres,
fomentar la bondad, vivir la bondad, no hay más. Ánimos. Así sea. Amén.
(Noviembre).
EL MENSAJE DEL TERCER MILENIO
Bueno, podríamos resumir esto diciendo que es el sermón de un
obrero yesero ya jubilado. Para los que ya me conocen y para los que no me
conocen, soy mallorquín, nacido en Inca, he cumplido los 80 años; he trabajado
toda mi vida y también he procurado predicar el evangelio toda mi vida. Cuando
hablamos de Cristo, nos referimos, claro está, al Espíritu Universal de Dios.
En muchas partes, en muchos lugares del mundo se dice, se dan otros nombres
pero esto es lo de menos. Digamos que es Dios Universal. Ahora estamos
terminando este tiempo llamado del siglo XX, y entraremos en el siglo XXI, y
hay mucha gente en el mundo que espera un cambio, pero ya hemos dicho tantas
veces que si no cambias tú, no cambia nada. Hay, se podría decir, millones de
toneladas de libros, de literatura, que hablan de profetas, de personas de
iluminados, y aquí en España mismo, en Europa, en América, se habla mucho de
Jesús de Nazareth. Mucha literatura, muchos libros sobre la vida sencilla de un
obrero carpintero, Jesús de Nazareth, que llevaba en sí mismo al Cristo, al
Espíritu de Dios, pero este Espíritu, el Cristo está continuamente, a través de
la historia humana, hablando en cada ser humano, hombre o mujer que lo escuche.
Hoy, el Cristo habla y nos encontramos con que cuando decimos “hoy”, es
siempre. No es solamente cuando se hablaba en tiempos de Jesús, de los
profetas. Nos encontramos con una humanidad, a través de la historia de esta
humanidad, en la que vemos a ricos y
pobres, una humanidad dividida: ricos y pobres, explotados y explotadores, y un
montón de religiones que hablan de Dios. Muchas creencias, muchos ritos, muchos
dogmas, muchas ceremonias, pero muy pocas personas viven la vida sencilla del
Espíritu. En el llamado Antiguo Testamento de la Biblia, que los judíos llaman
la Torá, encontramos ya, en la Ley de Dios dada a Moisés aquello de los
Mandamientos: No robarás, no matarás, etc., en un libro llamado Levítico, que
por cierto, leyéndolo con Juan estos días, hemos encontrado en el Capítulo 19,
versículo 18: “Amarás a tu prójimo como a
ti mismo”. Después viene Jesús de Nazareth y dice: “Los dos principales
mandamientos son, amarás a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo como a
tí mismo, no hay mandamiento mayor que estos”, incluso le dicen los de la religión judía, que sí: “Tienes
razón Maestro, es más esto, el Amor a Dios, el Amor al prójimo, que todas,
podríamos decir, las comedias humanas”. En estos tiempos modernos podemos
decir: En aquél tiempo se decia, que el sacrificio es más que todas las
comedias religiosas, misas, servicios religiosos, el bautismo, la comunión, la
hostia, el pan, el vino, todo esto es teatro, puro teatro, no sirve de nada.
Concretando, en el campo llamado cristiano, tanto el catolicismo, como el
protestantismo, ya lo hemos dicho muchas veces, que no son la idea, la iglesia
sencilla, la iglesia pobre de aquél obrero carpintero, Jesús de Nazareth: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”, y la
humanidad sigue dividida en ricos y pobres. Trabajando nadie se hace rico, el
que se hace rico es a costa del trabajo del prójimo, y así, de esta forma, se
burla de Dios y del prójimo. Esto, sin contar las guerras que organizan los
ricos, y entonces se hacen ricos, o más ricos, a costa de la vida de los
pobres. Vemos, por
ejemplo en España, Asturias, en las minas, que hubo unos cuantos muertos.
Ahora, últimamente, está lo que era de Rusia, Ucrania, sesenta o setenta
mineros muertos, y los dueños de las minas, éstos no, éstos siempre están
fuera, y enriqueciéndose a costa del trabajo, de la vida de otros. Dos
albañiles, estos días en Madrid, han sido sepultados en unas obras; siempre lo
mismo. En esta humanidada dividida en ricos y pobres, vemos esta parte, este
mundo de los ricos, que lo tienen todo, tal como hemos repetido en muchas
ocasiones, tierras, palacios, castillos, oro, obras de arte, los ejercitos, la
bomba atómica, etc., lo tienen todo, y los pobres, los obreros y obreras en el
mundo, no tenemos nada más que el salario, y gracias si trabajamos. Después, al
jubilarnos, una miseria para poder ir tirando adelante, y comiendo un poco,
pero nada más; mientras que éstos, los ricos, se dán la gran vida, apoyados por
el militarismo de todo el mundo, y también, apoyados por los sacerdotes, la
jerarquía de todas las religiones del mundo, quienes les dan el visto bueno a
esta gran injusticia humana, social. En el campo llamado cristiano, católicos y
protestantes, admiten en sus organizaciones, en sus religiones, a creyentes que
se harán ricos a costa de otros creyentes, y después todos se dan la mano,
según los sacerdotes, en nombre de la paz, del Amor de Dios, y esto, ya digo,
es la gran burla que se hace a Dios y al prójimo. De civilización, nada; de
cultura, nada; de religion de Cristo, de Dios, nada. Entonces, nos encontramos
con que los obreros y obreras en el mundo, son los que trabajan y construyen
casas, pueblos, carreteras, etc. y la ropa y zapatos, después, la comida, el campo,
etc., ya que sin el trabajo, todos estos ricos, se morirían de hambre. De vez
en cuando, y esto también lo hemos dicho en otras ocasiones, el pueblo pobre,
ya no puede aguantar más y hace revoluciones, pero con armas, revoluciones
sangrientas, un comunismo, la dictadura comunista, socialista, lo que queráis,
pero dura un tiempo, cierto tiempo, al final se cae, por que el capitalismo
hace que siempre se caiga, y estamos en las mismas, o peor, porque si no
cambias tú, no cambia nada. Se procura cambiar el gobierno, la forma de actuar,
se procura cambiar la llamada “Constitución”, de los partidos, y no es por ahí;
es el ser humano el que tiene que cambiar. Buscar, pues, a Cristo, es lo
primero, “buscad primero el reino de Dios
y las demás cosas os vienen por añadidura”, dice Cristo, por boca del
obrero carpintero, y cuando leemos el evangelio de Lucas que dice que "el
reino de Dios es de los pobres", Lucas 6 20 y después añade que "no se puede servir a Dios y al
dinero", y que "es más fácil pasar un camello por el ojo de una
aguja que entrar un rico en el reino de Dios", en el cielo, en la tierra,
donde sea, entonces, la cosa está clara: La verdadera religión universal de
Dios, en todo el infinito Universo, es la Justicia. Así, pues, en este mundo,
que es uno de los más atrasados del infinito Universo, aquí también es la
Justicia la religión verdadera; aquí en este mundo, es la iglesia pobre, en
este caso podemos decir, la sinagoga pobre, la pagoda pobre, la mezquita pobre,
pero de los pobres, porque somos los
pobres quienes hemos heredado la Tierra. Esto de que los pobres la heredarán,
no, ya la hemos heredado, lo que pasa es que después, unos cuantos pillos,
podemos decirlo así, se han ido apoderando de esta Tierra, entonces, los ricos
lo tienen todo y los pobres no tenemos nada, y gracias si nos dejan tener una
casa para vivir, unas ropas para llevar encima y un bocado de pan para
llevarnos a la boca. Entonces, ¿cual es la verdadera revolución de Cristo, del
Espíritu?, no es hacer esta revolución en este mundo. No solamente con Jesús,
sino que a través de la historia humana consiste en esto, cambiar tú; si no
cambias tú, no cambia nada. Buscar a Cristo dentro de uno mismo, y cuando lo
tienes, tienes la Luz, la Verdad, la Vida. Cristo mismo ha dicho y dice: “Busca el reino dentro de tí mismo”,
entonces tendrás esto, la Verdad, la Vida, la Luz, etc. Pero no llames a nadie
Padre Espiritual, o Maestro Espiritual, porque solamente hay un Maestro, Cristo, el Espíritu, y sólo un Padre
Universal, Dios. Entonces, cuando el Cristo ha dicho y dice, que si un ciego
guía a otro ciego ambos se caen, la cosa ya no puede estar mas clara, nadie en
este mundo, nadie, por muchos estudios que tenga, nadie, puede interponerse
entre Dios y los seres humanos, nadie, puede darnos ideas de algo que no ha
visto jamás, que es Dios. Ahora bien, cualquier ser humano, todos tenemos
derecho a dialogar, a pensar, a tener nuestras opiniones propias, sobre Dios,
sobre el Espíritu, sobre la vida eterna, sobre la reecarnacion, etc., todo lo
que queráis, pero nadie puede decir de parte de Dios: “Esto y esto es así”.
Nadie puede decir: “Yo te diré de parte de Dios, esto y esto”; tú no me dirás
nada, porque tú no sabes nada, sabes tanto como yo, por lo tanto tú, como yo
tenemos que acudir a Dios, en nosotros mismos, es Cristo, quien nos dirá lo que
tenemos que decir y hacer en cada momento. Así, de esta forma, nos convertimos
en verdaderos apóstoles de Cristo y sacerdotes de Dios; hombres y mujeres. No
se trata de ser anti-católico, anti-protestante, anti-capitalista, no, no; se
trata de ser personas humanas, que ya han bajado del árbol, como los monos, y
cuando nos damos cuenta de que somos seres humanos, tenemos que vivir como
seres humanos, comportarnos como personas, y no como animales, que roban el
hueso contínuamente al otro, esto lo hacen los animales, pero los seres
humanos, ningún ser humano que sea consciente de ser un ser humano, puede vivir
a costa de otros, a costa del trabajo de otros, porque entonces es peor que un
perro, que un caballo, es peor que los demás animales, por muchos estudios que
tenga, por mucha llamada “civilización”, o títulos de grandeza, que pueda
tener, no. Los seres humanos, ninguno es más que otro, en el sentido
espiritual, porque todos estamos hechos a imagen y semejanza de Dios, entonces,
¿qué pasa aquí?, que la verdadera revolución empieza por uno mismo. Hemos dicho
en muchas ocasiones, que todos los pobres del mundo, somos los obreros los que
trabajamos. Me choca cuando hay obreros mismos que dicen, "¡ah, no!, yo no
soy pobre, lo son los que piden limosnas", y no es así. Si dejas de
trabajar y no te dan ayuda, ni el gobierno, ni la familia, te morirás de hambre
como los demás. Todo ser humano que trabaja, es pobre. Jesús de Nazareth dice
aprended de mi, y él trabajaba de carpintero y predicaba la Verdad. Entonces,
¿qué pasa aquí? En los momentos actuales, aconsejamos a todos los pobres del
mundo: Procurad no traer tantos hijos al mundo, procurad, diremos, no traer
tanta carne de cañón, no tanta mano de obra barata, tantos soldados para los
ricos, procurad no traer tantos hijos al mundo, y si no traéis ninguno, mejor;
yo diría que uno por pareja ya es suficiente. Hay que acudir a los chismes
estos que se llaman anticonceptivos, o si es preciso, al aborto. No escuchéis las
voces de los “mandamases” religiosos que dicen que esto es un pecado; el pecado
lo es, y gordo, apoyar que se tengan muchos hijos, para que los cuatro
mangantes, cuatro ladrones, y asesinos que dominan el mundo, se apoderen de
vuestros hijos, los exploten y los maten en las guerras; y no hablemos de la
prostitución. Esto es el colmo, con tantos estudios, estos hombres y mujeres,
sobre todo estos hombres que dominan el mundo, el capitalismo, con tantos
estudios, y después, también, los hombres con tantos estudios de seminario,
unos de universidad y otros de seminario, parece mentira, ¿eh?, que con tantos
estudios sean tan bestias, tan animales, tan ladrones, tan asesinos, y es
porque el estudio lo ponen a su servicio, para machacar al prójimo. Ama a tu prójimo
como a tí mismo. Yo era un muchacho, y jugaba por la Plaza de la Paja de Palma,
y ya oía hablar a mucha gente sobre el egoísmo, la bestia, y a veces oía
también decir, incluso a mi madre, que "éste o ésta vendería a su propio
padre o madre para un duro”, el egoísmo es la bestia de la que habla el
Apocalipsis; bestias, ladrones y asesinos que dominan al mundo. Y millones de
pobres, en lugar de ver las cosas claras, le hacen el juego al capitalismo y
dicen algunos: “¡Hombre!, siempre habrá ricos y pobres”, “¡Hombre!, éstos me dan trabajo”, pero, ¿no
os dáis cuenta de la gran injusticia social, disfrazada, tapada, con palabras
como esto de “justicia”, de sindicatos obreros?; por ejemplo: “Pórtate bien, e
irás al cielo”. “La cultura de cada pueblo”; al fin y al cabo, cuando se habla
tanto de cultura, después resulta que son costumbres de unos y de otro; está
bien todo esto, pero en la práctica, ¿qué? Cuando decimos que hay que procurar
no traer tantos hijos al mundo, no es para estar en contra de nadie, es porque
está tan clara la cosa, ya que pasan siglos y siglos, y mientras la cantera de
gente pobre esté rellena, los mandamases religiosos, políticos, militares,
etc., en una palabra, el capitalismo, esta bestia, que forman esta trinidad
diabólica de capitalistas, de militares, y de sacerdotes, religiosos,
jerarquías, etc., mientras éstos tengan la cantera llena, claro, ellos siempre
vivirán bien a costa de los demás. Quejarnos, ¿de qué sirve?, no se trata de
quejarnos o de hacer revoluciones sangrientas, no se trata de esperar la
panacea, el milagro, de los partidos políticos, sean de izquierdas, de
derechas, sea lo que sea, no se trata de esperar ni siquiera el milagro
comunista o socialista, se trata de buscar al Cristo, al Espíritu de Dios,
tener las cosas claras en uno mismo. “Yo
soy la Verdad, la Vida, soy la Luz, soy el Camino”; está tan clara la cosa;
Cristo, a través de la historia humana, siempre habla a los seres humanos que
lo buscan de verdad. El sermón del monte de Jesús, es una maravilla, pero hay
unas palabras de aquél tiempo que hoy hay que hacerlas nuestras, ahora; se
podría decir: “Bienaventurados los de
limpio corazón”, pero, ¿quienes son estos de limpio corazón?, los que no
roban, ni matan, los que no sienten orgullo, vanidad, egoismo, maldad, envidia,
etc. “Bienaventurados los pacificadores,
los pacíficos”, hoy en día son los que no quieren hacer el servicio militar
en ningun lugar del mundo, pero teniendo conciencia de aquello de ser
“pacíficos”, los que no quieren trabajar en arsenales militares, en la
construcción de barcos o aviones de guerra, en fábricas de armas, etc. Hoy hay
que decir estas cosas así; “Aprended de mí, que soy manso, humilde de corazón”,
dijo Jesús en aquél tiempo; hoy, el Cristo dice: “Aprended de mí, ahora, que hablo por boca de cualquier ser humano, y
en este caso, del obrero yesero, Cayetano; ahora aprended de mí, que soy un
obrero, que he trabajado de yesero”, esto dice el Cristo de ayer y de hoy.
Si ayer lo podía decir el cuerpo físico del carpintero, hoy lo puede decir el
del yesero, o el del albañil, o el del barrendero, es lo de menos, es lo mismo.
Trabajar para comer, vivir el evangelio y predicarlo, y, ¿qué es el evangelio?,
es la buena nueva de que todos podemos ir directamente a Dios, buscarlo en
nosotros mismos; que maravilla es esto. El Padre que nos ha creado y recreado a
nosotros y al infinito Universo, así como a todos los seres que viven en todos
los mundos, del infinito Universo; este Padre nuestro, lo tenemos tan cerca,
que está en y con nosotros, en nosotros mismos, porque somos todos, todos hijos
de Dios. El protestantismo, el catolicismo, claro, de Jesús de Nazareth han
hecho, el hijo de Dios, de un hombre lo han hecho Dios, y de ahí la gran
confusión que han metido, y no, no es así; estamos hechos a imagen y semejanza
de Dios, y se refiere al Espíritu; ya lo dijo muy claramente el Cristo, y ahora
también, que “las palabras que yo os hablo son verdad y espíritu, la carne es
lo de menos”, ahora, en estos momentos, es el Cristo quien lo dice. Cuando entremos
en este llamado tercer milenio, no esperemos, ya digo, milagros de nada, porque
si uno no tiene al Cristo dentro, en el año 2001 o 2050, si no tiene al Cristo
dentro, será igual que ahora. No cambiará nada más que el nombre, del 2001, del
2002, nada más. Hay que tener la idea clara, no esperemos milagros de otros, no
esperemos que para que se arreglen las cosas en este mundo, que cambien los
demas, empieza por tí mismo, cambia tú ahora. Esta llamada noche oscura de la
que tantas veces hemos hablado por aquí, y algunos mistícos religiosos,
católicos, en España mismo, Juan de la Cruz, habla de esta noche oscura, es
noche oscura durante meses, años, o durante toda la vida, pero, ¿por qué esta
noche oscura?, ¿porqué no hay una “caída del caballo” de cada ser humano, como
Saulo de Tarso, que se convirtió en Pablo?, ahora es el momento, ¡cáete del
caballo, ahora! Id a Cristo, teniendo la idea clara de que cuando decimos
“Cristo”, no nos referimos al catolicismo, ni protestantismo, cuidado con esto,
es una palabra, si no queréis decir “el Cristo”, podríamos decir, el Espíritu
de Dios, pero ahora. ¿ Y qué pasa después?, que lo vés todo tan claro, tan
natural, y ya no escuchas las voces de sirena, de los mandamases políticos y
religiosos de este mundo, y dices, no, no es por aquí, vosotros no, el Espíritu
de Dios sí, Cristo sí, vosotros no. Es más, el ser humano que tiene a Cristo en
sí mismo, sea hombre o mujer aunque, no sepa leer y escribir, no tiene que
ponerse a la defensiva de nada, no tiene que estar avergozado, no tiene que
temer a aquellos indivíduos que tienen muchos estudios y mucha palabrería, no,
no. A los reyes católicos de la España de hoy, o a la reina protestante de
Inglaterre, o al papa católico, o a los sacerdotes, católicos, protestantes, etc.
ya digo, tanto el papa católico como a los mandamáses de todas las religiones,
los teólogos, protestantes, budistas, mahometanos, rabinos, etc., ahora les
diría, les digo: “Vosotros no podéis, no tenéís nada que enseñarme; sí,
estudios humanos teológicos, bíblicos, de historia, etc., pero no podéís enseñarme nada sobre Dios,
sobre el Espíritu de Dios, sobre el Cristo, sobre mí mismo como espíritu, nada
podéis enseñarme amigos, es al revés, yo sí que puedo enseñaros, o daros
consejo". Cuando el Cristo ha dicho y dice ahora: “Por sus frutos los conoceréis”, no por sus estudios, la cosa está
clara, ¿qué fruto habéis dado a través de la historia humana, todas las
religiones en este mundo?; todo, absolutamente todo negativo, guerras
producidas por vosotros, o apoyadas por vosotros, los sacerdotes de todas las
religiones, y la última esta guerra, en España apoyada por el Vaticano, por la
iglesia católica, guerras apoyadas por el protestantismo, etc., no, todo esto
no es de Cristo, no es cristiano. Vosotros tenéis que aprender de mí, del
yesero jubilado, y no se trata de vanagloria, de vanidad, y toda esa tonteria
que podais decir, no, porque ya en tiempos de Jesús de Nazareth, la gente
decía: “¡Cómo!, ¿quién es éste?, ¿cómo sabe tantas cosas si es el carpintero?” ¿Qué
tiene que ver si es el carpintero o es el yesero, o es el enterrador de
muertos?, es el espíritu el que cuenta,
el cual es el verdadero hijo de Dios, el espíritu de cada ser humano, hombre o
mujer, blanco o negro, este es verdaderamente hijo de Dios, porque Dios lo ha
creado, y Dios no hace acepción de personas. ¿Jesús de Nazareth sería hijo de
Dios y nosotros no?, esto es el colmo. “¡Padre, (dijo hace dos mil años el
Cristo por boca de Jesús), así como tú y yo somos uns cosa, que estos entiendan
también que somos una cosa”, y han puesto la palabra, “que sean”, ¿cómo “que
sean”? si ya somos. El Espíritu lo es todo, Dios es Espíritu, porque claro, no
podemos decir si es redondo o si es cuadrado, si es así si es asá, decímos
“Espíritu”; es el nombre más acertado que podemos dar a esta cosa que llamamos
Dios, y lo más acertado es decir “Espíritu”, a mí mismo, a vosotros a
cualquiera, porque el físico no cuenta. Cuantas veces he dicho que yo no
envejesco, no me he vuelto viejo, soy el mismo, entonces, si soy el mismo,
ahora siempre, está claro que esto que soy yo, no ha nacido, ni puede morir, es
eterno. Una cosa que envejece, es porque ha empezado, ha nacido y después
muere, este nacer y morir, que es la reencarnación de todo, pero, la
recreación, en este caso, es en el físico, el espíritu no, el Espíritu es
eterno, tan eterno como Dios mismo, porque es el Todo, y somos esta pequeñita
parte del Todo. En muchas ocasiones, también hemos dicho que este Amor de Dios,
cuando se hace real, verdadero en el ser humano, vemos que las personas se
portan de forma diferente y a esto le llamamos bondad, o maldad, porque vemos
las consecuencias, negativa o positiva. Entonces, esta Bondad es esta Luz, esta
Vida, es el Todo, de este Dios-Amor del que habla Juan, diciendo que Dios es
Amor, que nadie ha visto jamás a Dios. Muy bien, entonces, ayer, hoy y mañana,
siempre estaremos con lo mismo; es el eterno presente: Cristo, ahora. ¿Qué podemos hacer
nosotros, obreros y obreras, aquí en Mallorca y en otros lugares de España o del
mundo? Como seres humanos que queremos vivir, que tratamos de vivir este
cristianismo, el cristianismo y en otros lugares será el budismo, el islam, el
judaísmo, o lo que sea, pero en este caso aquí, nosotros, como iglesia pobre,
¿qué podemos hacer? La cosa está clara, y la hemos repetido un montón de veces:
Vive en y con Cristo, y ya eres sacerdote de Dios, apóstol de Cristo, pero este
sacerdocio que vives, después te sirve para decir a otros que hagan lo mismo;
ahí está la gran Verdad Universal de Dios, y la maravillosa idea, incluso
podríamos decir, filosófica idea, del Universo; busca tú la Luz y dí a los
demas que hagan lo mismo. Es la gran maravilla, que no vemos en los mandamases
de ninguna religión organizada, ¿por qué?, porque ellos sólamente van al poder
y al dinero, y todos los sacerdotes de todas las religiones, en este caso,
catolicismo, protestantismo, dicen: “Acude a nosotros para tener la luz, para
estar con Dios”; no, no habéis entendido nada de Dios, a través de la historia
humana, ni de profetas, ni de iluminados, o mesías, y mucho menos de Jesús de
Nazareth; no habéis entendido nada, o habéis hecho oídos sordos a esta gran
Verdad, sencilla Verdad. Cuando tienes a Dios, al Cristo, te das cuenta, los
sentimientos se te abren, notas que la bestia va muriendo y el ángel renace, y
eres el único, que con propiedad puedes decir a otros que hagan lo mismo, no
que te sigan a tí; no hay que seguir a Cayetano, el yesero, ni a Miguel, ni a
Juan, ni a José, ni a María, ni a nadie; hay que seguir al Cristo, al Maestro,
y todos juntos, formamos la verdadera iglesia pobre en este mundo, la religión
universal, porque religión, esta palabra, no es nada más que religar, dar la
idea de volver al Padre. Cuando te dás cuenta de que has sido creado por
alguien o algo, que le damos el nombre de Dios, cuanto te dás cuenta de esto,
dices: “¡Ah!, la cosa está clara, yo tengo que estar bien con Dios, y después
amar al prójimo como a mí mismo”, pero cuidado, en el campo sencillo de la
cosa, de la palabra misma, no hacer teatro, no dar la limosnita, no pertenecer
a una religión determinada, no, no; hay que vivir la vida de forma sencilla, y
hay que repetir otra ves lo mismo, si no cambias tú, no cambia nada, y lo que
no quieras para ti, no lo quieras para los demás, la cosa está clara, si no
quieres que te exploten, no explotes, si no quieres que te insulten, no quieres
que te roben, que te maten, no lo hagas tú, y sin saber leer, ni escribir,
tendrás la verdadera, que diremos, comunión con Dios, la verdadera cultura, la
verdadera civilización, la verdadera religión, podemos decir ahora, la
verdadera Vida, vivir la Vida sin ensuciarla, este es el mensaje de ahora.
Existen partidos políticos, religiones, y todo lo que queráis, porque de un
plumazo no se pueden quitar ahora, pero todo eso se cae, si las personas
cambian. La cosa está clara, no se trata de odiar al rico, al militar, o al
sacerdote, se trata de decirles:”¡Eh!, que te has equivocado, esta pillería
tuya de vivir a costa de otros, de armar guerras, o partidos políticos para
explotar a otros, con ideas y con la parte material, el dinero, todo esto, no,
con esto se ve que lo que estáis haciendo es de enfermos", y no es
sólamente la pillería en el sentido de que estos tipos merece que los cuelguen,
no, no, es que están enfermos, y Cristo ha dicho y dice: “Yo he venido a curar a los enfermos, los sanos no necesitan ser
curados, porque ya están curados”. Es por esto que se ha dicho, se dice,
que el reino de Dios es de los pobres, porque, en un ejemplo sencillo de ahora,
podríamos decir que los pobres de todo el mundo son los que están fuera,
poniendo un ejemplo, están fuera de la clínica, ahí dentro hay muchos enfermos,
pero los pobres están fuera de la clínica, ahora les falta a los pobres ponerse
a trabajar, a trabajar la Vida Espiritual, pero los enfermos, los que han
quedado dentro de la clínica, son los ricos de todo el mundo, los mandamáses
religiosos, los mandamases políticos y militares; estos son los eternos
enfermos que están dentro de la clínica, pero todos los pobres que han salido
de esta clínica, o que no han entrado nunca, tienen ya la obligación de ponerse
a trabajar, ya que están sanos, y Cristo tiene que decirles a estos ricos: “Os
sacaré de la clínica, os sacaré de la clínica y lo haré de dos formas; de forma
directa, y lo dice a los ricos, pero también lo haré de forma indirecta, a
través de los pobres, ya que ellos ya están sanos”. Entonces, la verdadera
revolución es en y con Cristo, con el Espíritu. Nos encontramos con ricos y
pobres, y hay que saber ver la gran película que pasa delante de nosotros, de
toda la falsedad, de la porquería que vemos cada día en el mundo, en España, en
América, en Mallorca mismo, los medios de comunicación, la gran propaganda que
hacen para vender cosas; el capitalismo está ahí a toda máquina, para acumular
dinero, caiga quien caiga. Las enfermedades, no sólamente físicas, sino del
cerebro, de la mente, del espíritu, la droga, el alcohol, el sexo a costa de
todo, tener dinero, tener una casa aquí, y otra allá, trabajar más de la
cuenta, aquellos matrimonios que trabajan los dos y los niños abandonados, en
el colegio, en la guardería, toda esto es prueba clara de que falta Cristo,
falta la Luz, están en las tinieblas están enfermos, muy enfermos, es más,
podemos decir enfermos, pero también, animales, monos encima del árbol, aún no
han bajado, aún no son personas humanas, humanas de verdad. Este egoísmo;
cuántas mujeres hay, hoy en día, en Europa, en América, en Espáña mismo, que
dicen: ”Quiero realizarme”. ¿Qué es realizarte?, ¿que tu marido haga la comida
en la cocina?, ¿que tú vayas a trabajar aquí o allá, ¿que estudies ésto o lo
otro?, ¿que te sientas independiente?, ¿porqué, pues, traes hijos al mundo, si
no sirves para madre?, ¿quieres realizarte?, entonces, ¿por qué te casas, y
quieres formar un hogar? ¡Realízate sola!, pero este realizarse es propio de
los enfermos, de los que están en la clínica, porque el verdadero realizarse de
las mujeres de todo el mundo, pobres y ricas, ricas y pobres, mujeres, la
verdadera realización, la verdad, no es esto; es buscar el Espíritu de Dios, el
Cristo, y ser cada día más persona, y menos animal, porque si tienes muchos
estudios y dirijes una empresa o vas a trabajar en una empresa con aparatos por
aquí y aparatos por allá y no tienes sentimientos, no vives como persona y
vives como, animal con unos conocimientos, físicos, humanos, y después te dá
algo que no sabes de dónde viene y enfermas, duras poco tiempo, te mueres y te
entierran; ¿será el entierro de una mujer realizada, de una mujer, o de un
hombre de cultura, un hombre cargado de medallas, de homenajes, un hombre
cargado de millones y lo deja todo y muere también?, ¿también se ha realizado?.
Imaginemos que los dos se presentan ante Dios, el hombre y la mujer diciend:
"Yo estoy realizada, y yo tambien estoy realizado", y les dirá el
Padre, les dirá Dios: “Bien, ahora volved otra vez al mundo físico, ya sea este
u otro, y tratad de entender la cosa; sí, tenéis que realizaros, tenéis que
despertar al Espíritu, el Cristo, a Dios, que es la verdadera Vida",
porque la verdadera Vida, no se trata de tener oro y plata, palacios, obras de
arte, o de tener una casa en el campo para ir a pasar un fin de semana, no, no;
la verdadera Vida es la vida sencilla, clara, bondadosa, aunque sea comiendo
sólamente pan con aceite. No se trata de ser, o aparentar una cosa humilde, con
hipocresía, no; se trata de la vida sencilla de un ser humano, de un pobre.
Cuando el pobre se dá cuenta de todo esto, que siente la dignidad de ser
obrero, de ser pobre, valga la palabra, podemos decir, que este ser humano,
hombre o mujer, es el más rico, es el ser más rico en este mundo. Cuando te dás
cuenta de qué es la dignidad del ser humano, trabajas para comer y punto; y
vives en y con Cristo, con Dios, tienes las ideas claras, vives contínuamente
al Cristo, que te enseña y te dice lo que tienes que decir, lo que tienes que
hacer, en cada momento de la vida, y todo esto sin contar, después, con esta
vida, que diremos, mística, interior, de la oración, de la relajación, esta
vivencia, esta cosa del viaje astral. Sin contar todo esto, simplemente la vida
sencilla, este mundo, si viviéramos todos esta vida sencilla, todos, si
tuviéramos todos la idea clara de esta Bondad, que viene de Dios, claro, este mundo sería ya un paraíso, sobrando los
partidos políticos, la policia, sobran los militares, los ejércitos, sobran las
religiones, sobra todo. Procuremos tener la idea clara, vamos a entrar en este
llamado tercer milenio, pero esto es cosa humana, porque los calendarios no son
los mismos en todo el mundo, y mucho menos para el infinito Universo. El tiempo
es infinito; que si cambios de lunas, de planetas, y entramos aquí y allá, que
si Era de Acuario, y todo lo que queráis, pero si este ser no cambia, se
encuentra, se encontrará, muchos se encontrarán con que entraremos en el dos
mil y tantos, y la cosa será igual que antes. No, tienes que ser tú, cambiar
tú, realizarte tú, hombre o mujer, pero en el Espíritu. Este es el mensaje hoy.
Hace algún tiempo, unos meses, hablamos un poco del sermón del monte, el de
ayer, trasladarlo un poco a hoy. Pero hoy, dicho sermón, es de actualidad;
repitamos la cosa, no votar a nadie, cuidado con el militarismo, y los jóvenes
que se hagan objetores de conciencia, mandar a paseo todo el militarismo, y
procurar no traer tantos hijos, o no traer ninguno, no aumentar más la pobreza.
Cuando todos los seres humanos pobres, hombres y mujeres en este mundo, tengan
la idea clara de esto, el capitalismo tocará a su fin. Ellos mismos cerrarán
las fábricas de armas, los capitalistas mismos cerrarán hasta las religiones,
quedará todo anulado, no sirve, porque cuando el ser humano piensa por sí
mismo, tiene al Cristo, tiene ideas propias. A este ser humano nadie puede
engañarlo, explotarlo, nadie. Es que se podría decir: “Cayetano, tú has
trabajado toda tu vida, te han explotado otros”, sí, pero cuidado, he sabido,
he tenido la idea clara de que me estaban explotando, pero era necesario para
poder yo comer; así como están las cosas, pero hemos procurado no traer muchos
hijos al mundo, con Magdalena, tuvimos una hija; ahora vemos que Jaime y Lucía,
tienen una hija; ahí está la cosa, y si es un matrimonio, pero pobres, y no
trae ninguno, yo diría que mejor. Hemos dicho muchas veces que hay personas que
tienen millones y millones, dinero en el banco, y otras, tienen los millones en
la cabeza. Estos pobres que quieren enriquecerse, todo esto es negativo, es
falso. Basta pensar, ya hemos repetido y hay que repetirlo, que basta pensar
que en la humanidad, si todos somos ricos, nos moriremos de hambre, pero si
todos somos pobres y todo el mundo trabaja, habrá comida suficiente para todos.
La cosa ya no puede estar más clara, pero sobre todo tengamos esto presente:
iglesia pobre, hombres y mujeres, somos sacerdotes de Dios, apóstoles de
Cristo, tenemos el derecho y después la obligación, de decir a los demás que
hagan lo mismo; todos, no se trata pues, ya digo, de acobardarse, no, no. Lo
que oís al oído, predicadlo desde los terrados, es decir, las palabras que
hablo son verdad, son espíritu, ahora y siempre, entonces, ¿qué es lo que hay
que tener?; es que este hombre tiene un título, es un cardenal, es un obispo,
es el papa, es un profesor de la universidad, es un gran escritor, es un
historiador, bien, pueden hablarme de todo lo que quieran, puedo escucharles,
pero en las cosas del espíritu, repitamos, el que vive en y con Cristo, con
Dios, éste ser no necesita que nadie le enseñe nada. Cuántas veces hemos dicho
que todo lo que se ha dicho, o se ha escrito, se dice y se escribe, o se dirá y
se escribirá sobre el Espíritu, sobre Dios, yo, Cayetano, el yesero, ya lo sé;
el pasado, el presente y el futuro, sobre las cosas del espíritu, sobre Dios,
pasado, presente y futuro, y esto está al alcance de todos, porque cuando se
tiene al Cristo, no es cuestión de un pasado, o de un futuro, es el eterno
presente, ¡ahora!, y en este “ahora”, pasan años, siglos, millones de años, es
el eterno presente, ahora. Somos tan eternos como Dios mismo, y como Dios no ha
nacido nunca, ni morirá nunca, entonces, es el eterno ahora. Estas palabras,
que leemos, estas frases de la biblia, del antíguo testamento, “yo soy el que
soy”; esta voz que oyó Moises, “yo soy el
que soy”, eso es todo; somos nosotros, es el infinito Universo, es Dios. No
se trata de ponernos ahí y decir: “¡ah!, yo soy Dios, yo puedo enseñarte, ¡ah!,
yo puedo", no, no. La cosa sencilla y clara, la dignidad de pobre, de
obrero, la dignidad de apóstol, de sacerdote de Dios, y cuando vives esta vida
sin ensuciarla, esta bondad que se vá manifestando contínuamente, entonces,
¿qué pasa aquí?, esto no se adquiere por estudios humanos, por lo tanto, todas
la jeraquías de todas las religiones, y en este caso, del catolicismo y
protestantismo, nada, nada puede enseñarnos, porque estos hombres no saben nada
de Dios, del Espíritu. Ahora podemos decir lo mismo de hace dos mil años, “toma
tu cruz, ven, sígueme”, pero esto lo dice el Cristo, el Espíritu, no hay que
seguir a Cayetano, es el Cristo, el Espíritu. O lo tomas, o lo dejas, la cosa
está clara. Yo os aconsejo a vosotros, a los que me oirán despues con esta
cinta, a todos los que pueda llegar mi voz, en el mundo, en cualquier parte,
buscad a Cristo, buscad al que nos ha creado, no hay otro camino, no hay otra
solución, no esperemos milagros, ya digo, de religiones, de partidos políticos,
de cambios de, qué diremos, de cambios de pensar de la humanidad, no, no, si no
cambias tú, no cambia nada, es el Cristo, tú cambia, y puedes decir con
propiedad a los demás que hagan lo mismo, ahí está la cosa. Claro, primero
limpiar por dentro, que la cosa esté limpia para que el Cristo, yo, dice El,
pueda entrar, hacer morada, hacerme familiar; esta preparación, este limpiar,
estas palabras conocidas, que tantas veces se repiten en el mundo, egoísmo,
odio, maldad, rabia, envídia, etc., todo esto, apartado de uno mismo, que la
cosa quede limpia, y el Espíritu, Dios, el Cristo, hace una comunión contigo y
eso es todo. La cosa es sencillísima, es la verdadera comunión, que no se trata
de un día, una hora, es la forma eterna, la comunión con Dios, es volver al
Padre. Claro, que se puede preguntar lo que a veces yo, como Cayetano, he
preguntado a Dios, al Cristo, "¿por qué todo esto, si hemos salidos de tí,
por qué hemos tenido que salir y pasar por todas estas experiencias,
peripecias, por estos mundos?", ¡ah!, esto es cosa de Dios. Pero así y
todo, el Cristo, el Espíritu, me dice: “Sí,¿ pero no te dás cuenta de que es
necesario para Dios mismo todo esto? Es lo que ya tuve que decir a los rabinos:
“No habéis entendido esto de que Dios creó el infinito Universo, en seis o
siete días, y después, el séptimo, descasa”. Pero si Dios no puede descasar,
¿cómo va a descansar?, entonces, si todo está bien hecho y los espíritus están
con Dios, sobran los mundos, sobran los soles, las galaxias, sobra este mundo,
sobra la tierra, el agua, el aire, sobra la vida física, y entonces, tendríamos
al infinito Universo sin nada físico, el gran vacío lleno de Espíritu, pero se
vé que Dios no quiere esto, por esto ha creado y recreado siempre, mundos,
soles, galaxias, cuerpos físicos de varias formas, de formas diferentes, en
todas partes, pero una cosa es cierta, sentimos a veces esta, que diremos,
esta, digamos, pena, pero yo creo que es porque no se tienen las ideas claras,
esta pena del físico, los problemas humanos, las enfermedades, la muerte, los
disgustos, estas cosas, pero todo esto es pasajero, cuando te dás cuentas
dices: “¡Caramba!, sí que es pasajero todo esto”. No hay, pues, lo que dicen
las religiones, castigos, muerte eterna, infiernos; si todo esto es imposible.
¿Dicen que hay un cielo?, sí, pero este cielo no en la forma que lo predican
las religiones, es la forma de estar, ayer, hoy, mañana; ahora, en el infinito
Universo, esto es el cielo; el vacio éste, que no hay tal vacio, todo es el
cielo, todo es Dios. ¿Dónde podemos colocar la parte negativa de todo esto, si
no existe?, es imposible, sólamente es un enrredo para nosotros esperar, en
este caso, reencarnación tras reencarnación, pero todos al final, todo, al
final, siempre se salva. Se siembra patatas o tomates, entonces se comen estos
tómates, estas patatas, aquello otra vez en la tierra, da una nueva cosecha, en una palabra, que nada
desaparece, todo se transforma. Ahora imaginad el Espíritu, cuántas veces deja
el físico, en una casa o en una clínica, días, meses, años, y humanamente se
dice que está en coma, pero el espíritu ya está en otras partes. Cristo, ahora,
os dice: “¡Adelante!, sin temor, como hace dos mil años, no temáis manada
pequeña, precisamente es de lo pequeñito, que viene lo grande, una semilla será
un árbol, de lo pequeñito. No se trata pues de ayudar al capitalismo, en estas
tonterías, que si Jesús de Nazareth era así o asá, alto, bajo, feo, guapo, si
Dios es redondo, si es cuadrado. Estos días están dando estas animaladas por la
televisión, de la semana santa que dicen, si resucitó, si no resucitó, si esto
así, si esto asá, y venga libros y más libros sobre Jesús, y millones y
millones de seres humanos enrredados, con estas cosas. En esta parte occidental,
el llamado “cristianismo”, católicos y protestantes, enrredados, hablando mucho
de Jesús, y muy pocos, muy pocos se atreven a vivir como Jesús, el carpintero;
¿os dáis cuenta? Asi es que, Cristo es, digamos, el gran Líder, el Espíritu, no
Jesús de Nazareth. La verdadera revolución en este mundo, revolución humana, no
hay más que esto, cambiar tú, y decir a otro que cambien, no hay más, porque si
no es así, por muchos años, o siglos que pasen, seguirá siempre lo de la
explotación, las guerras, etc., porque el egoísmo es, en este caso podríamo
decir, el jefe de todo lo negativo, claro, el egoísmo. Se le ha puesto el
nombre del demonio, de Satanás, la bestia, etc., hay tantos nombres, pero esto
es el egoísmo. Es triste, muy triste, ver a estos mandamases con tantos
estudios, estos pobres reyes de España, este pobre rey, Juan Carlos, su vida,
es una vida sin sentido, hace el papel de rey, pero, ¿dónde queda la parte
espiritual?, de haber buscado a Cristo no sería rey humano, sería un ser
sencillo, trabajando para comer y predicaría a Cristo. Después, los
gobernantes, los sacerdotes, los pastores estos de rebaño, de religión,
cardenales, papas, ¿qué es todo esto?, ¿hay que odiarlos?, ¡no!, no. Yo, como
Cayetano, el yesero jubilado, no odio al papa, ni al rey de España, no les
odio, les tengo compasión, y pido al Cristo: “¡Ayúdales!, a ver si en esta vida
pudieran despertar al Cristo, al Señor”. Hemos dicho tantas veces que no se
trata de luchar contra el enfermo, sino contra la enfermedad. Tenemos que ver en
todas estas personas, capitalistas, banqueros, industriales, comerciantes,
militares, congregaciones religiosas, etc., tenemos que ver en ellos,
simplemente esto, enfermos, gente atrasada que aún está encima del árbol, monos
sin evolucionar, son animales vestidos de personas. Yo era un niño y oía decir
a mi madre: “Son carne, trozos de carne bautizados”, es muy triste todo esto,
porque el verdadero ser humano, como dicen estas mujeres de realizarse, el
verdadero ser humano que se realiza de verdad, es este pobre, que trabaja para
comer con dignidad, trabaja, y predica, éste se ha realizado de verdad y lleva
en sí al Espíritu, al gran, digamos, bagage conjunto de cosas que podrá
presentar a Dios, todas las cosas unidas. "Señor, Maestro,
Cristo, Dios, Padre, esta chispa que me has dado bondad y he procurado no
estropearla, no ensuciarla, al contrario, limpiarla más; ahí tengo el gran
testamento que dejo a los demás seres humanos, amigos y familiares, y te lo
devuelvo a tí, Señor". ¡Qué maravilla!, ir con las manos limpias. “Bienavanturados vosotros, los de limpio
corazón”; Cristo dice ahora: “Bienaventurados
vosotros, los obreros y obreras en todo el mundo, que sentís la necesidad de
trabajar para comer, pero con la necesidad de estar en y con Dios, no de acumular
cosas humanas”. Podríamos hablar y hablar, pero yo creo que ya es
suficiente. Cristo, ahora, sin religión de ninguna clase, y este llamado
“cristianismo”, católico y protestante, está de más, sobra; además, no es
cristianismo, es una organización, u organizaciones teatrales de unos vividores
y otros abajo, los creyentes que hay de buena fe, claro, pero todo esto es
triste, es triste. “Sin mí nada podéis
hacer, yo soy la Verdad, la Vida, soy la Paz, soy la Justicia”, Cristo es
el todo, la Justicia verdadera. Así como hemos empezado, con esto del Levítico,
o de Jesús: “Los dos principales
mandamientos son, ama a Dios, al Espíritu, por sobre todas la cosas, y a tu
prójimo como a tí mismo”; ¿os dáis cuenta?, y es de esa forma, cuando lo
sientes, lo vives, no sientes odio al rey de España, a los mandamases
políticos, a los banqueros, tampoco odias al papa, no sientes odio, lástima sí,
pero odio, no. Buscad a Cristo, hay que repetir contínuamente, y no lo busquéis
en libros, ni en reuniones en casa de Cayetano, ni en casa de Miguel, o de
María, o de Juan, o del que sea; no, buscadlo dentro de vosotros mismos, y
seguro que después el Maestro os dará algún caramelito, o algún bombón, que
pueden ser viajes astrales, adivinar, saber cosas, pero esto no tiene que alarmarnos,
porque lo importante no es el bombón, lo importante es estar bien con Dios, con
el que nos ha creado. Basta por hoy. Me gustaría saber que esto pueda verlo
mucha gente en el mundo; verlo y oirlo; y en fin; basta. (Abril).
DIOS Y EL EGOÍSMO DE LOS SERES HUMANOS
Nos dijo
Cristo, por boca del obrero carpintero Jesús de Nazareth, “Donde esta vuestro tesoro esta vuestro corazón”; el egoísmo pues
esta en muchas formas diferentes en la mente de muchos seres humanos. Los ricos
quieren enriquecerse más y muchos pobres sueñan o piensan en hacerse ricos y
así sigue la humanidad dividida en ricos y pobres. Pero se es egoísta cuando se
piensa en querer ser más que otros, o sea, el orgullo, la vanidad, etc., y
sobre todo en tener dinero, casas, coches, etc., más que otros, pero todo esto
adornado, camuflado, etc., con la llamada civilización, cultura, religión,
etc.; total, que todo esto es un gran engaño. Y claro esta que todo esto queda
muy lejos de Dios, con tantos y variados dioses muertos que se han creado
muchos seres humanos en este mundo, pero todas estas cosas o formas de egoísmo,
son simplemente la gran ignorancia de muchos seres humanos, son como niños que
juegan con las cosas de la vida, en lugar de vivir y comportarse como adultos,
o sea, como seres humanos, como verdaderas personas; sería todo esto cómico,
pero por desgracia no lo es, ya que es un gran drama social y muy triste, ya
que produce explotación, o sea, unos que se hacen ricos a costa del trabajo de
otros, y las guerras que organizan los ricos con la muerte de muchos pobres.
Entonces algo falla en esta llamada civilización, se ha querido edificar una
casa empezando por el tejado y esto es una gran equivocación, es un disparate,
ya que una casa se empieza haciendo primero los fundamentos, y el verdadero y
único fundamento es nuestro Creador que llamamos Dios, pues alguien o algo ha
hecho posible nuestra existencia y la del Infinito Universo. Pero nosotros, los
obreros y obreras que formamos la Iglesia Pobre, tenemos las ideas muy claras
pues al tener al Cristo que es Luz, se ven las cosas claras; no se trata pues
de organizaciones religiosas, se trata de organizar la propia vida, de tener al
Espíritu de Dios en uno mismo, en la propia vida, o sea, vivir en y con Cristo,
con Dios, y de forma sencilla se vence al egoísmo, y el ser humano, el hombre o
mujer, se convierte en verdadero apóstol de Cristo y sacerdote de Dios; esto es
todo, es el verdadero y único evangelio de Cristo, es pues el verdadero
cristianismo. Aconsejamos pues a todos los seres humanos, que procuren apartar
de su mente toda clase de egoísmo y busquen a Cristo en si mismo, sin
intermediarios de ninguna clase, acción directa, la oración a Dios, que no son
palabras aprendidas de memoria, es un verdadero diálogo con Dios, ánimos pues
amigos.
Somos la Iglesia Pobre, el único cristianismo en el mundo, no
somos católicos ni protestantes, pero comprendemos que en estas organizaciones
religiosas, hay seguramente seres humanos que tratan de verdad de seguir al
Cristo, estas personas pues forman parte también de nuestra Iglesia Pobre, y
que pronto puedan formar parte toda la humanidad. Así sea. Amén. (Diciembre).